Quienes a comienzos de enero echaron abajo el nombramiento del diputado Elías Abaid Kuri como presidente estatal del PVEM, por ser el yerno del futuro candidato del PAN a la alcaldía de Puebla, José Antonio Gali Fayad, y por supuestamente estar al servicio del gobernador Rafael Moreno Valle, deberían saber que el actual dirigente de esta organización es un aliado electoral del PRI menos confiable que aquel, sólo que más embustero.

Cuentan quienes lo conocen —y lo conocen bien— que Juan Carlos Natale López no sólo obtiene prebendas en efectivo y en especie del gobierno del estado, vía la Secretaría General de Gobierno y Puebla Comunicaciones, sino que es el primero en delatar las estrategias de los dirigentes del PRI en contra del PAN y el mandatario estatal.

El 16 de enero, por ejemplo, cuando el dirigente del PRI, Pablo Fernández del Campo Espinosa, organizó en Profética Casa de Lectura lo que denominó el Contrainforme, para cuestionar el desempeño de la administración estatal con motivo del Segundo Informe de labores Moreno Valle, aquél solicitó de inmediato una audiencia en Casa Aguayo con Fernando Manzanilla Prieto.

Y en esta, que se la concedieron a los dos días, es decir el viernes 18, Juan Carlos Natale se disculpó con el secretario General de Gobierno por las críticas que tuvo que hacer al gobernador Moreno Valle presionado por las circunstancias del momento y luego evidenció a su supuesto aliado electoral Pablo Fernández del Campo por haber casi obligado a varios diputados priístas, entre ellos Édgar Salomón Escorza, a leer fragmentos de un documento elaborado por el CEN del PRI con un diagnóstico muy crítico de lo que ha sido la gestión del Ejecutivo estatal.

¿O me equivoco?

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Los siete distritos de la capital del estado están siendo insuficientes para que el gobernador Moreno Valle mande a contender a sus secretarios de gabinete como candidatos a diputados locales en las próximas elecciones locales.

Y es que de esas siete posiciones, en realidad sólo le quedan dos, considerando que tres son para los panistas del grupo del presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, una para el PRD y otra para el Panal.

El gobernador Moreno Valle tiene previsto enviar como candidatos a una diputación local por la capital del estado a sus secretarios de Salud, Jorge Aguilar Chedraui; de la Contraloría, Patricia Leal Islas; de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico, Pablo Rodríguez Regordosa; y de Turismo, Ángel Trauwitz Echeguren.

Otros secretarios que también serán candidatos —además de los arriba mencionados y José Antonio Gali Fayad, que será nominado a la alcaldía de Puebla—son Fernando Manzanilla Prieto, que irá por San Pedro Cholula y Salvador Escobedo Zoletto, de la Secretaría de Desarrollo Social, que buscará una diputación por el distrito de Atlixco.

Pero regresando a los cuatro secretarios que el gobernador Moreno Valle quiere enviar a una diputación por la capital, las apuestas que se hacen son que uno de ellos —Pablo Rodríguez Regordosa— entrará como parte de las tres posiciones del alcalde Eduardo Rivera, que el secretario de Salud será postulado por el distrito 15 y que uno de los dos restantes —Patricia Leal o Ángel Trauwitz— se quedará con las ganas.

Se aceptan apuestas.

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Mónica Lara Chávez está por despedirse de la dirección general del Instituto Poblano de las Mujeres, y no porque vaya a ser candidata o promovida a una mejor posición dentro del gobierno del estado, sino porque se mudará de ciudad después del secuestro de que fue víctima su hijo de 14 años el pasado 21 de enero cuando se dirigía al Colegio Americano al volante de un Porsche.

Se sabe que tras la liberación de su hijo y la detención de algunos de los integrantes de la banda que lo secuestraron y lo mantenían privado de su libertad en una casa de seguridad de Atlixco, la familia de Mónica Lara ha recibido constantes amenazas del crimen organizado.

Entre los delincuentes que fueron aprehendidos por los agentes de la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto figuran Ernesto Wilfrido Ramírez Cerón, alias “El Neto”, de 38 años de edad, originario y vecino de Atlixco Puebla; Marcos Ayala Ruiz y/o José Luis Velázquez González, alias “El Drogo”, de 23 años de edad, originario y vecino de Guatemala, y Víctor Iván Castro Romero, alias “El Conejo” y/o “Piraña”, de 27 años de edad, originario del Estado de México y vecino de Atlixco, Puebla.

Además: Daniel Cruz Ovalle, alias “El Güero”, de 34 años de edad, originario y vecino de Guatemala; Alejandro José Sosa Sosa, alias “El Blacky”, de 32 años de edad, originario y vecino de Guatemala; Michael Antonio López Martínez, alias “El Toño” y/o “El Placa”, de 28 años de edad, originario y vecino de Guatemala; Miguel Ángel Juárez Campantintla, alias “El Charolas”, de 28 años de edad, originario y vecino de Atlixco, y un menor de edad.

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Simón dice:

“El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad.”

Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.

El Comité Ejecutivo Nacional del PRI podría hacer oficial, en el transcurso de la próxima semana, el nombre de quien será su abanderado a la presidencia municipal de Puebla en los comicios locales de julio próximo. Y las opciones para la nominación son el rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez, y el empresario José Chedraui Budib.

La intención de apresurar la designación es clara: no dar ninguna ventaja al inminente candidato del PAN a la alcaldía poblana, que no es otro más que el secretario de Infraestructura del estado, José Antonio Gali Fayad, cuyo conocimiento y posicionamiento entre los electores continúan a la alza.

En la reunión que la secretaria general del CEN del PRI, Ivonne Ortega Pacheco, sostuvo este miércoles con los seis aspirantes de su partido a la presidencia municipal de Puebla, éstos le plantearon la urgencia de acelerar el proceso de designación del candidato con la publicación de la convocatoria, incluso antes de la XXI Asamblea Nacional priísta.

Si dicho planteamiento procediera, y considerando que la Asamblea Nacional del PRI se efectuará del viernes 1 al domingo 3 de marzo, esto significa que la convocatoria tendría que salir a mediados de la próxima semana y que, antes de ello, la dirigencia nacional priísta tendría ya que haber tomado una decisión.

Decisión en la que, insisto, sólo hay dos opciones: el rector de la BUAP, Enrique Agüera, y el empresario José Chedraui, ex coordinador estatal de campaña de financiamiento de Enrique Peña Nieto.

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Un diputado que ya se promueve para asumir la coordinación del grupo parlamentario del PRI en el Congreso del estado, ahora que Edgar Salomón Escorza pida licencia para ir en busca de la presidencia municipal de San Martín Texmelucan, es Ernesto Leyva Córdova, mejor conocido por sus pares como Neto Chinantla.

A este legislador se le ubica como miembro del grupo zavalista. Fue electo diputado por el distrito de Acatlán, en la Mixteca poblana, después de que entre 2008 y 2010 fue presidente municipal de Chinantla. Actualmente es presidente de la Comisión de Salud y secretario de las comisiones de Migración y Asuntos Internacionales, y de Grupos Vulnerables.

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A propósito. Todo indica que la LVII Legislatura del Congreso del estado seguirá llenándose de suplentes ahora que arranquen los procesos internos de selección de candidatos a presidentes municipales en los diferentes partidos políticos.

A la lista de suplentes que hoy ocupan una curul en el Poder Legislativo podrían sumarse otros ocho, si en marzo piden licencia cinco priístas y tres panistas.

Entre los priístas figuran Edgar Salomón Escorza, Felipe David Espinoza Rodríguez, Eleofermes Palacios Reyes, David Edgardo Huerta Ruiz y Zenorina González Ortega, quienes aspiran a las alcaldías de San Martín Texmelucan, Chietla, Ajalpan, Tepeaca y Xicotepec de Juárez, respectivamente.

Entre los diputados panistas que también podrían dejar el Congreso local para ir en busca de una presidencia municipal están Inés Saturnino López Ponce, por Tecamachalco; Blas Jorge Garcilazo Alcántara, por Tlachichuca; y Edgar Antonio Vázquez Hernández, por Teziutlán.

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Simón dice:

“El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.”

Nicolás Maquiavelo (1469-1527) Historiador, político y teórico italiano.

El pasado lunes 28 de enero, el periodista Jorge Rodríguez contó en su columna “A Puerta Cerrada” que el diputado federal Enrique Doger Guerrero se había reunido con el principal aspirante del PAN a la alcaldía capitalina, José Antonio GaliFayad, para ofrecerle su respaldo y poner a sus órdenes al líder sindical del ayuntamiento de Puebla, Israel Pacheco Velázquez, en caso de que él no fuera el nominado del PRI para ese puesto de elección popular.

Dicha revelación no pasó inadvertida la mañana de ese lunes. El periodista Alejandro Mondragón la comentó en su noticiario radiofónico después de que su propio autor la subió a Twitter. Esa misma mañana, Enrique Doger no desmintió a Jorge Rodríguez pero sí al que esto escribe, acusándome de mentiroso por haber retomado el tema en mi cuenta de esa red social.

Hoy puedo decirle que la historia contada por el subdirector editorial de El Sol de Puebla es totalmente verídica y quedó registrada en una conversación vía chat en las BlackBerry de ambos personajes. Ese lunes por la mañana, incluso, Enrique Doger y José Antonio Gali se iban a reunir para desayunar en el Royalti —a la vista de todos— y hacer pública su alianza.

La reunión sí se efectuó, pero ya no en el Royalti. La columna de Jorge Rodríguez alertó al diputado Enrique Doger, quien planteó a su interlocutor —y ahora sabemos que también aliado— que el encuentro mejor fuera privado, sin cámaras ni reflectores que evidenciaran su doble juego en esta contienda por la presidencia municipal de Puebla, de la que —por cierto— está totalmente fuera; y no a causa de los columnistas que, según él, lo marginan y lo excluyen, sino por sus proverbiales traiciones al PRI y a sus dirigentes.

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Tal como se lo anticipé, este lunes por la tarde se reunieron en la Ciudad de México los integrantes de las cuatro principales corrientes locales del PRD con el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de este partido, Jesús Zambrano Grijalva, y los miembros de la Comisión Política Nacional.

En el encuentro no se tomó ninguna decisión sobre una virtual coalición con el PAN para los comicios locales de julio próximo, pues todos estuvieron de acuerdo en que era mejor encontrar una salida al conflicto interno antes que sentarse a discutir la conveniencia o no de una alianza electoral.

Lo que sí se acordó es que la Comisión Política Nacional, que ya tiene claras las posiciones de los principales actores involucrados, será la que tome la última decisión en torno a la dirigencia estatal y las candidaturas a puestos de elección popular, que pretende monopolizar Nueva Izquierda.

A la reunión acudieron Julián Rendón Tapia, de Foro Nuevo Sol; Jorge Méndez Spínola, de Izquierda Democrática Nacional (IDN); Roxana Luna Porquillo, de Alternativa Democrática Nacional (ADN); y Eric Cotoñeto Carmona, de Nueva Izquierda (NI).

En la sesión de la Comisión Política Nacional presidida por Jesús Zambrano también se abordó la problemática que el PRD enfrenta en Tamaulipas y Coahuila, donde también habrá comicios locales este año.

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Por falta de tiempo, le documentaré mañana algunas mentiras del secretario de Transportes del estado, Bernardo Huerta Couttolenc, sobre el teleférico, y sus aseveraciones a los diputados de la LVIII Legislatura, a quienes dijo que nadie había solicitado información sobre este proyecto, la empresa que lo realiza, cómo se adjudicó ni los alcances que tendría, antes de que sus obras fueran clausuradas por la demolición de un monumento del siglo XVII conocido como la Casa del Torno.

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Simón dice:

“El mentiroso tiene dos males: que ni cree ni es creído.”

Baltasar Gracián (1601-1658) Escritor español.

Si la apuesta del presidente Enrique Peña Nieto al proponer el Pacto por México fue legitimarse en el poder con el aval de las principales oligarquías partidistas, no veo cómo el PRI, el PAN y el PRD vayan a ponerse de acuerdo en una reforma política o electoral que los acote en aras de terminar con la partidocracia prevaleciente.

No dudo que, como resultado del Pacto por México, los partidos firmantes saquen por la vía del consenso una reforma que ponga énfasis en la fiscalización de los gastos de campaña y los recursos públicos y privados que obtienen, y hasta sancione de manera ejemplar a los candidatos y partidos que rebasen los topes de campaña. A toro pasado, eso sería fácil.

Tampoco que los partidos resuelvan desaparecer el descreditado Instituto Federal Electoral para sustituirlo por un Instituto Nacional de Elecciones, con nuevos consejeros aparentemente plurales y apartidistas que se encarguen de organizar a un menor costo las elecciones federales y locales. Y ni siquiera que las tres principales organizaciones partidistas mexicanas cambien el Cofipe para impedir la proliferación de mini partidos que sólo andan a la caza de prerrogativas y prebendas.

De lo que sí desconfío, a diferencia de algunos ilusos que hoy le queman incienso al mentado Pacto, es que los partidos firmantes del acuerdo nacional peñista vayan a impulsar una reforma política que restrinja su margen de operación y limite sus millonarias prerrogativas por concepto de financiamiento público, con el propósito de acabar con la partidocracia que hoy tiene secuestrada a la República, sus poderes e instituciones.

Ni el PRI ni el PAN, ni el PRD, tienen vocación de mártires o de samuráis democráticos como para hacerse el harakiri legislativo con una reforma que afecte sus intereses y cotos de poder. Podrán modificar la Constitución y cambiar el Código Federal Electoral en perjuicio de otros partidos y organizaciones que hoy buscan su registro, pero de ninguna manera atentarán contra sí mismos, y menos mientras Peña Nieto los necesite para sacar adelante los 95 acuerdos, acciones y reformas constitucionales contenidos en el Pacto por México.

La República sí necesita —y de manera urgente— una reforma política que privilegie a los ciudadanos por encima de los partidos; que facilite a los líderes sociales su acceso al poder y a los cargos directivos de las instituciones públicas, sin que las oligarquías o burocracias partidistas los maniaten o secuestren.

Es urgente una reforma electoral que termine con los partidos que viven a costa de otros por la vía de las alianzas o coaliciones; y que dificulte a las 50 organizaciones que hoy buscan su registro como partidos políticos nacionales beneficiarse con 200 millones de pesos del erario en caso de que el IFE les permite participar y postular candidatos propios en las elecciones federales del 2015.

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Aunque en los días que corren columnistas y comentaristas dirán que el CEN del PRI ya definió quién será su candidato a la presidencia municipal de Puebla, lo cierto, lo verdaderamente cierto, es que la decisión se conocerá hasta finales de febrero.

Y eso lo saben, mejor que nadie, los dos finalistas del proceso interno del PRI: el rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez, y el empresario José Chedraui Budib, ex coordinador financiero de la campaña de Enrique Peña Nieto en Puebla.

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Este miércoles se anunciará la creación de una nueva ONG que pretende ser la competencia de Actívate x Puebla. Se trata de la asociación Sé Puebla que preside el empresario León Felipe Hermoso, que entre otras cosas buscará participar en la solución de los problemas sociales de la ciudad a partir de la práctica de ciertos hábitos y valores.

Sé Puebla tiene el propósito de convertirse en un referente social, mediante acciones que apuntalen el desarrollo humano y fomenten una cultura política de armonía, civilidad, respeto al medio ambiente y a la imagen urbana sobre la base de la unidad, la justicia, la responsabilidad, el trabajo en equipo, la honestidad, la tolerancia y la solidaridad.

Para conseguirlo pondrá una marcha una campaña de posicionamiento de valores y buenos hábitos en escuelas públicas y privadas, parques y zonas de afluencia, que irá acompañada de actividades lúdicas, que fomenten la participación y motiven a los ciudadanos a mejorar su entorno.

La presentación de Sé Puebla tendrá lugar este miércoles a las 10:30 horas en el patio de la Casona de San Antonio,en el Centro Histórico de la Ciudad, con la presencia de académicos, empresarios y directivos de instituciones de educación superior.

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Simón dice:

“En esta vida algunos hombres nacen mediocres, otros logran mediocridad y a otros la mediocridad les cae encima.”

Joseph Heller (1923-1999) Escritor norteamericano.

Correos electrónicos: rruiz@e-consulta.com y periodistasoy@hotmail.com

Twitter: @periodistasoy

Alianza PAN-PRD, segundas partes nunca serán buenas

Gobierna PAN municipios de Puebla en los que tiene cero militantes

Para quienes creen que bastará con que el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas reactive la alianza de hace tres años para que este 2013 vuelva a derrotar al PRI en los comicios locales intermedios, pierden de vista un factor muy importante: que el triunfo de la coalición Compromiso por Puebla obedeció a algo más que la conjunción del PAN con el PRD, el Panal y Convergencia.

El factor más relevante de esa exitosa coalición electoral fue el desprendimiento de importantes cuadros y dirigentes priístas en regiones y municipios donde los aliancistas carecían —y aún hoy carecen— de presencia.

Sólo es cuestión de recordar y revisar quiénes fueron los aliados priístas de Moreno Valle en los comicios de 2010: Julio Lorenzini Rangel, en San Pedro Cholula; Enoé González Cabrera, en Puebla capital; Germán Borzani Lemini, en la Sierra Nor-Oriental; Ludivino Mora Tejeda, en Puebla y Teziutlán; Mario Rincón González, en Puebla capital; Víctor Hugo Islas Hernández, en Puebla capital; Omar Martínez Amador, en Huauchinango; Gonzalo Lobato Escamilla, en Cuyoaco.

Manuel Omar Pozos Cruz, en el municipio de Libres; Luis Alberto Arriaga Lila, en Puebla capital; Enrique Nácer Hernández, en la región de Acatlán; César Espinosa Rodríguez, en Teziutlán; Corona Salazar Álvarez, en San Juan Xiutetelco; Heriberto Mora Delgado, en Tenampulco; Joel Soto Velasco, en Cuetzalan; René Saturnino Ponce, en Tecamacalco, y Néstor Gordillo Castillo, en Puebla.

Este escenario difícilmente se repetirá este año, pues muchos priístas que en 2010 apostaron por Rafael Moreno Valle o en contra del candidato de los marinistas a la gubernatura, Javier López Zavala, hoy están de regreso en el PRI.

Una prueba irrefutable de que la victoria de la coalición Compromiso por Puebla en decenas de municipios de la Sierra Norte y la Mixteca poblana radicó en los priístas inconformes, más que en la alianza de panistas y perredistas, son los resultados del proceso de refrendo de la membresía del PAN en municipios donde supuestamente gobiernan.

Axutla, Chinantla, Magdalena Tlatlaquitepec, Olintla, Tenampulco, Tlapacoya, Tuzamapan de Galeana, Tziclacoyan, Zihuateutla y Zoquiapan, son municipios gobernados por Acción Nacional, pero en los que paradójicamente no tiene un solo militante. Vaya, ni siquiera el presidente municipal, según la última actualización del Registro Nacional de Miembros de fecha 3 de febrero de 2013.

La misma situación se presenta en otra decena de municipios, supuestamente con alcaldes panistas, donde el número de miembros activos o adherentes fluctúa entre 1 y 20: Ayotoxco de Guerrero, Cuyuaco, Chichiquila, General Felipe Ángeles, Huehuetlán El Grande, Nauzontla, San Gregorio Atzompa, Tlapanalá, Xochitlán de Vicente Suárez, Zoquitlán.

En los restantes 45 municipios el panorama no es muy diferente, con excepción de los municipios de Puebla, Tehuacán, Atlixco, San Andrés Cholula y San Pedro Cholula, que concentran el grueso de la membresía panista de la entidad.

Bajo tales circunstancias, son muchas las dudas que surgen en torno a las posibilidades de que el fenómeno que se dio con Rafael Moreno Valle en 2010 pueda repetirse ahora en julio de 2013.

¿Cuántos de aquellos priístas que apoyaron a Moreno Valle para ganar la gubernatura le seguirán siendo fieles en 2013?

¿Podrán, por sí solos, PAN y PRD lograr la cobertura y presencia que en 2010 le dieron los priístas inconformes a la coalición Compromiso por Puebla en docenas de municipios de la Mixteca y la Sierra Norte?

¿Si en un tercio de los 65 municipios gobernados por alcaldes panistas, el número de miembros activos del PAN es de cero a 20, podrá este partido mantenerlos en los próximos comicios locales?

¿En cuántos de estos municipios, donde la militancia panista es nula o incipiente, los priístas volverán a jugarle las contras a su partido, a sabiendas que éste ya recuperó la presidencia de la república?

¿Cuántos de esos priístas inconformes, que en 2010 se sumaron a la coalición Compromiso por Puebla, hoy son miembros activos del PAN, el PRD, o Nueva Alianza?

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Simón dice:

“El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan.”

Arnold J. Toynbee (1889-1975) Historiador inglés.

Uno de los mayores problemas que tendrá el delegado del CEN del PRI, Fernando Moreno Peña, y el dirigente estatal de este partido, Pablo Fernández del Campo, será cumplir aquello de que los desleales o traidores del pasado no serán favorecidos con candidaturas a cargos de elección popular.

Sobre todo cuando en decenas de municipios o regiones hay aspirantes que ya pagaron su curso para poder participar como candidatos a presidentes municipales o diputados locales y nadie, pero absolutamente nadie, les dijo que serían excluidos del proceso por haber apoyado en elecciones anteriores a candidatos contrarios a su partido, como el hoy gobernador panista Rafael Moreno Valle Rosas.

Los ejemplos abundan.

En Teziutlán, por citar un caso, César Espinosa Rodríguez fue candidato hace tres años de la coalición Compromiso por Puebla a la presidencia municipal y hoy se promueve otra vez a la alcaldía, pero como aspirante del PRI.

Lo más paradójico es que lo hace junto con su rival de 2010, Carlos Peredo Grau, como candidato a diputado por el distrito local 6, y aquél como candidato a presidente municipal; ambos cuentan con el apoyo del tío de Enrique Peña Nieto, Arturo Peña del Mazo, presidente de la Fundación Isidro Fabela.

En Cuautlancingo sucede lo mismo. Uno de los principales aspirantes priístas a la alcaldía de ese municipio conurbado de la capital es Víctor Cuaxiloa Vicent, quien hace tres años le jugó las contras al PRI, lo que provocó que el ayuntamiento fuera ganado por el panista Filomeno Sarmiento Torres.

Otro que también busca el ayuntamiento de Cuautlancingo con el apoyo de algunos presidentes municipales es Valentín Ojeda Sarmiento, quien no hace mucho militaba en el Partido del Trabajo. Su aspiración es respaldada por el ex munícipe Fernando Meléndez Xicoténcatl, gerente de la sociedad cooperativa de trabajadores “Santa Cruz Guadalupe”.

La historia se replica en decenas de municipios que hoy son gobernados por alcaldes de extracción panista, pese a que en sus comunidades no hay un solo miembro activo del PAN, como sucede en Tenampulco, Zihuateutla, Zoquiapan, Tuzamapan de Galeana, Tlapacoya, Olintla, Chinantla y Magdalena Tlatlauiquitepec.

En éstos y otros municipios los ediles en realidad son militantes o ex militantes del PRI que se aliaron a Moreno Valle en las elecciones de julio de 2010 cuando en el tricolor les cerraron las puertas para inscribir a otros priístas.

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Este viernes al mediodía tomará posesión como delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Alberto Jiménez Merino, quien arrancó el sexenio peñista en Financiera Rural. Al acto es probable que asista un subsecretario de la dependencia federal.

Otro que también rendirá protesta como delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) es Germán Sierra Sánchez.

En donde ya también despacha un nuevo delegado es en las oficinas de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). Se trata de Juan José Tapia González, quien fue secretario de Desarrollo Social en el estado de Hidalgo cuando el hoy secretario de Gobernación federal, Miguel Ángel Osorio Chong, fue gobernador de esa entidad.

¿Alguien duda, a juzgar por el perfil partidista de los nuevos delegados federales, que éstos vienen con la encomienda de acotar políticamente al gobernador Rafael Moreno Valle Rosas?

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Será después de la comparecencia de Fernando Manzanilla Prieto ante el pleno del Congreso del estado, prevista para el miércoles 6 de febrero, cuando Óscar Gómez Cruz se despida de la Secretaría General de Gobierno, en donde actualmente se desempeña como jefe de la oficina del secretario.

Óscar Gómez no se irá de Puebla, sino que permanecerá aquí atendiendo sus negocios e impulsando un nuevo proyecto, nada político, de impacto y desarrollo social.

Quien no se irá, al menos hasta que saque adelante el Pacto por Puebla, es Fernando Manzanilla, quien después de su comparecencia se empleará a fondo para negociar con los dirigentes de los principales partidos y organizaciones de la sociedad civil un acuerdo político, económico y social que replique y tropicalice localmente los alcances del Pacto por México.

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Simón dice:

“Hay que ser infiel, pero nunca desleal.”

Gabriel García Márquez (1927-?) Escritor colombiano.

Delegados del PRI se aprovechan de la efervescencia política

Moreno Valle se va a Europa; y Gali Fayad aclara que no declina

El Comité Ejecutivo Nacional del PRI podría llevarse una muy desagradable sorpresa en el proceso interno de selección de candidatos a diputados locales y presidentes municipales por el estado de Puebla, en la medida que siga postergando el revelo de Fernando Morales Martínez al frente del Comité Directivo Estatal.

Porque éste ya comenzó a sacar provecho de su permanencia en el cargo y de la efervescencia política presente en cientos de priístas por las próximas diputaciones y alcaldías, que durarán un periodo de cuatro años ocho meses.

Al hijo del ex gobernador Melquiades Morales Flores se le ocurrió organizar, con el apoyo de los delegados regionales y distritales del PRI, un curso de capacitación a los aspirantes de su partido que les facilitará la posibilidad de participar y ser nominados a un cargo de elección popular en los comicios locales del año entrante.

Este viernes, en la sede del PRI de la Diagonal Defensores de la República, Fernando Morales no sólo deslizó su idea a los delegados, sino que les ofreció una comisión del 20 por ciento por cada aspirante que inscriban.

“Entre más metan, más ganan. Si ustedes registran a un aspirante de un municipio pequeño con una cuota de 10 mil pesos, la Secretaría de Finanzas les devolverá 2 mil pesos.”

Durante el encuentro, en el que también estuvieron presentes otros miembros del Comité Directivo Estatal como la secretaria General, Fedrha Isabel Suriano Corrales, la secretaria de Administración, María de los Ángeles Mendoza Escalante, y el secretario de Gestión Social, Ernesto Leyva Córdoba, dijo que habrá cuotas diferenciadas en función del tamaño de los municipios, que serán clasificados en pequeños, medianos y grandes.

Tal situación, además de constituir un engaño para la militancia, está dando pie a mayores abusos y corruptelas, pues no han faltado los delegados distritales que, aprovechando la ambición de algunos aspirantes, les ofrecen maniobrar a su favor en el proceso interno de selección de candidatos a cambio de 100 mil, 200 mil y hasta 300 mil pesos.

Para muestra un botón: el dirigente municipal del PRI en Cuautlancingo, Víctor Cuaxiola Vicent, a quien le pidieron 300 mil para amarrar la candidatura a la alcaldía de este municipio ubicado en la zona conurbada de Puebla.

EN CORTO

Qué sabrá el periódico Reforma —y que los poblanos no— como para haber publicado este sábado en la columna Templo Mayor las siguientes líneas: “EN ALGUNOS círculos de Puebla se afirma con preocupación que los presidentes de organismos empresariales andan con pies de plomo a la hora de criticar las acciones del Gobierno del Estado.

“ENTRE los hombres de negocios de esa entidad, el comentario es que sus líderes prefieren evitar la confrontación con el gobernador Rafael Moreno Valle ante el temor de recibir algún obús teledirigido desde Casa Puebla… en contra de sus negocios personales.

“PERO seguro que eso son meras figuraciones de los empresarios porque, a estas alturas del partido, sería impensable que un gobierno democrático acallara la crítica de esa forma. ¿O sí?”

Planteo la interrogante porque el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Puebla, Francisco Rodríguez Álvarez, consultado por este espacio, afirmó no tener conocimiento de ninguna auditoría o procedimiento administrativo en represalia a un dirigente de cámara u organismo de la iniciativa privada por alguna crítica hacia la administración estatal o al gobernador Moreno Valle.

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A mediados de semana se soltó un rumor en el sentido de que José Antonio Gali Fayad declinaría a sus aspiraciones a la Presidencia Municipal de Puebla para sumarse al proyecto del secretario General de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto.

La versión fue cruzada con el propio secretario de Infraestructura y éste la rechazó de manera categórica al puntualizar que, a estas alturas, sería más fácil que otros declinaran a su favor.

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Otro que tampoco renuncia a su aspiración de gobernar la capital del estado, pero que aprovechará la gira a Alemania del gobernador Rafael Moreno Valle para sacar esta semana algunos pendientes en el Distrito Federal y el interior del estado, preparar el cierre de año de su dependencia y planificar algunas acciones y programas para el año entrante, es el secretario de Salud, Jorge Fouad Aguilar Chedraui.

Sirva lo anterior para no adelantar conclusiones y no anticiparse a las versiones alentadas desde algunas oficinas del Ejecutivo del estado en el sentido de que el secretario de Infraestructura, José Antonio Gali, es finalmente el favorito de Casa Puebla a la presidencia municipal de la capital.

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Como un reconocimiento a su trayectoria como docente, investigador y director de la escuela de Ciencias Políticas, la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) decidió instituir la «Cátedra Manuel Díaz Cid”, que en la última semana de noviembre tendrá su primera edición con una serie de talleres, conferencias y exposiciones en las instalaciones de la propia institución.

La Cátedra Manuel Díaz Cid fue concebida como un espacio de reflexión y análisis sobre geopolítica desde y para América Latina.

Los talleres sobre georreferenciación comenzarán el lunes 26 de noviembre. El primero será sobre el uso y aplicación de información estadística y estará a cargo de instructores del Inegi; y el segundo, sobre estadística electoral y será impartido por un egresado de la escuela de Ciencias Políticas de la Upaep, Luis Enrique Palacios Martínez, secretario de Acción Electoral del Comité Directivo Estatal del PAN.

Entre los conferencistas estará el propio Díaz Cid, quien el jueves 29 de los corrientes tendrá a su cargo una ponencia magistral de 10 a 11:30 horas en el auditorio del edificio central de la Upaep, sobre Geopolítica, tradición y nuevos rumbos.

Aquí el programa completo.

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La Universidad Iberoamericana de Puebla será sede este martes de un interesante foro denominado “La rendición de cuentas desde las experiencias locales”, en el que participarán como ponentes el rector de la institución, David Fernández Dávalos; la presidenta de la CAIP, Blanca Lilia Ibarra Cadena; el presidente del CCE, Francisco Rodríguez; la directora ejecutiva de la Red por la Rendición de Cuentas, Lourdes Morales Canales; y el coordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración y de la maestría en Políticas Públicas de la Ibero, Víctor Figueras Zanabria.

A la lista de conferencias hay que agregar los nombres de la presidenta de la AMAI y coordinadora de la licenciatura en Comunicación, Lilia Vélez Iglesias; de la directora del Consejo Ciudadano a la Contraloría, Aurora Méndez Motolinia; la coordinadora de Transparencia del ayuntamiento de Puebla, María del Carmen Leyva Bathory; el presidente del Consejo Ciudadano de Evaluación del Desempeño Gubernamental del ayuntamiento de Puebla, Fabio Rodriguez Körn; y René Valdiviezo Sandoval, director del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico de la BUAP.

El foro comenzará a las 9:30 horas y se extenderá hasta las 19 horas en las instalaciones de la Ibero Puebla.

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Simón dice:

“La sorpresa es el móvil de cada descubrimiento.”

Cesare Pavese (1908-1950) Poeta y novelista italiano.

El tipo de gobierno que Enrique Peña Nieto encabezará a partir del 1 de diciembre lo definirán dos reformas que ya se negocian en el Congreso de la Unión: una es la propuesta de nueva ley laboral enviada por el presidente Felipe Calderón a la Cámara de Diputados como iniciativa preferente, y otra es la iniciativa para modificar la Constitución con el propósito de crear la Comisión Nacional de Corrupción que sustituiría a la inútil Secretaría de la Función Pública.

Ambas reformas han levantado una gran controversia por las implicaciones que tendrían en cuestiones de contratación de personal, flexibilidad laboral, competitividad, transparencia y democratización sindical, así como en materia de investigación de delitos relacionados con actos de corrupción y consignación de funcionarios o servidores públicos deshonestos de la federación, los estados y los municipios.

Si bien personalmente tengo mis reservas sobre las bondades y alcances de tales reformas, me parece que los intentos de matizarlas, suavizarlas o descafeinarlas en aras de un falso consenso, evitar la polarización sectorial o partidista, o el más vale algo que nada, pueden marcar para bien o para mal el perfil del nuevo gobierno.

Peña Nieto puede legitimarse en los hechos como un presidente sensible a la demanda social o al reclamo ciudadano que pugna por una nueva legislación laboral que facilite la productividad, la competitividad y la creación de empleos, pero que también acabe con los cacicazgos sindicales y la opacidad prevaleciente respecto a las millonarias cuotas que las cúpulas de estas organizaciones reciben y manejan sin rendir cuentas a nadie.

U optar por el pragmatismo conservador de sacar adelante una reforma laboral light, que flexibiliza el mercado y hace concesiones a los patrones o empleadores para contratar y despedir personal y pagar sueldos en función de la productividad de sus trabajadores, pero dejando a salvo los privilegios de las burocracias sindicales, aliadas de su partido, en aspectos de transparencia, rendición de cuentas y democracia interna.

Peña Nieto puede pasar a la historia como un presidente que combatió la corrupción y la impunidad de servidores públicos cínicos o deshonestos, a los que consignó y sancionó sin distingo de filiaciones partidistas, o como un presidente que tuvo la intención —como muchos otros— de atacar la corrupción pero que al final no pudo porque la Comisión Nacional Anticorrupción impulsada por él carecía de dientes o facultades de investigación de delitos que son exclusivas del Ministerio Público.

Para ser hay que parecer, y si Peña Nieto de veras quiere que México crezca, se desarrolle y genere empleos, así como combatir a fondo la corrupción, entonces debe demostrarlo con firmeza, sin vacilaciones y dando señales claras de que su gobierno no es resultado de pactos o alianzas inconfesables con poderes fácticos, cacicazgos sindicales o políticos del pasado, promotores del pactismo o el gatopardismo parlamentario de cambiar para que todo siga igual.

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Simón dice:

“Las vanas pretensiones caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.”

Marco Tulio Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.

Correos electrónicos: rruiz@e-consulta.com y periodistasoy@hotmail.com

Twitter: @periodistasoy

Lo peor que a México le podría ocurrir el día de las elecciones es que por la noche no haya certidumbre sobre qué candidato presidencial es el triunfador. El reto para Enrique Peña Nieto y los priístas ya no sólo es ganar el 1 de julio, sino hacerlo de manera convincente e incuestionable, sin albazos ni madruguetes televisivos.

Si el candidato del PRI a la Presidencia quiere librarse de la sombra del fraude y no verse en los zapatos de Carlos Salinas de Gortari en 1988 o Felipe Calderón Hinojosa en 2006, está obligado a refrendar en las urnas la ventaja que le otorgan la mayoría de las encuestas, sin ápice de sospecha.

Y eso implica que no sólo debe obtener un triunfo contundente —que no es lo mismo que generalizado en la mayoría de las 32 entidades federativas—, sino cuidar la elección de principio a fin para evitar que operadores suyos, aliados electorales u oportunistas ajenos a su partido echen mano de prácticas ilegales que ensucien el proceso.

Si bien hoy es prácticamente imposible cometer un fraude generalizado debido a los candados legales y salvaguardas incorporados al sistema electoral para blindar los votos y la documentación comicial, tampoco es descabellado que en algunas secciones ciertos actores políticos caigan en la tentación de darle una ayudadita a Peña Nieto.

Y entre esos actores hay que incluir, por supuesto, profesores y líderes del SNTE con especialidad en alquimia electoral; gobernadores del PRI e incluso del PAN afanosos por quedar bien o reacomodarse; y candidatos y operadores de su propio partido que, ante la posibilidad de perder en las urnas, busquen escamotear la voluntad popular con fraudes a pequeña escala.

Por lo que han mostrado las encuestas, el ánimo de los electores no es el mismo en todo el país. En el norte, la mayor intención de voto favorece al priísta, pero en el centro de la república mexicana y en algunas entidades del sureste, las preferencias están con el candidato de la coalición de izquierda.

Otro factor a considerar es que, a 10 días de las elecciones, el porcentaje de aquellos que no declaran preferencia o se mantienen supuestamente indecisos es todavía muy alto, en niveles que fluctúan entre el 18 y el 22%, y una buena parte de éstos en realidad son simpatizantes ocultos de López Obrador.

Esta situación se replica en los estados, a nivel distrital y municipal. En la entidad poblana, por ejemplo, la elección es de tercios casi iguales entre los candidatos de la coalición de izquierda, de la alianza PRI-PVEM y del PAN.

En el norte y sur del estado de Puebla, con excepción de Huauchinango y Atlixco, los priístas llevan ventaja; mientras en la zona metropolitana de Puebla, Peña Nieto y los candidatos de su partido a senadores y diputados van en tercer lugar, superados por López Obrador y Vázquez Mota.

El repunte que logró el candidato de la coalición de izquierda después del primer debate presidencial y la irrupción en el escenario político y electoral del movimiento juvenil #YoSoy132 se estancó la semana pasada. La panista Josefina Vázquez Mota dejó de caer y en algunas regiones hasta recuperó puntos, lo que alguna manera frenó o contuvo el crecimiento de López Obrador.

Bajo este escenario creo que, salvo sorpresa de última hora, Peña Nieto será quien gane las elecciones presidenciales, pero no por una diferencia de dos dígitos, como lo pronostican la mayoría de las encuestas, sino por un margen menor de diez puntos y mayor de cinco.

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Simón dice:

«Tras un recuento electoral, sólo importa quién es el ganador. Todos los demás son perdedores.»

Winston Churchill (1874-1965) Político británico.

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Antes de entrar en materia quiero asentar qué entiendo por colaboracionismo. Este término que deriva del francés collaborationniste lo defino como todo aquello que tiende a ayudar o cooperar con el enemigo, ya sea a cambio de protección o impunidad,  pero también por coacción o miedo.

Hecha la aclaración, voy al punto:

Uno de los priístas poblanos, aparte de Fernando Morales Martínez, que más sospechas levanta por su supuesto o real colaboracionismo con el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas en estas elecciones, es Javier López Zavala.

Las evidencias de que el ex candidato del PRI a la gubernatura de Puebla se ha prestado para que a través suyo el gobernador Moreno Valle controle el Congreso del estado y la dirigencia estatal del PRI e influya en la designación de algunas candidaturas priístas, son abundantes.

Ahí están los casos de los zavalistas José Luis Márquez Martínez y Javier Filiberto Guevara González, quienes fueron nominados con la venia del gobernador como candidatos del PRI a diputados federales por los distritos 2 de Zacatlán y 14 de Izúcar de Matamoros.

O el papelazo que en este proceso hizo otro conspicuo zavalista como Edgar Jesús Salomón Escorza, quien a pesar de su militancia priísta fue impulsado por los operadores del gobernador Moreno Valle —primero por el Panal y luego por el PAN— como aspirante a una diputación federal por el distrito 5 con cabecera en San Martín Texmelucan, sin lograr su propósito.

O la penosa gestión al frente del PRI de Juan Carlos Lastiri Quirós, quien fuera subsecretario de Javier López Zavala en la Secretaría de Desarrollo Social.

Una cuestión adicional que no pocos priístas ven con suspicacia es la extraña ausencia de procesos administrativos o penales orquestados por la Contraloría o la Procuraduría General de Justicia del estado en contra de Javier López Zavala o sus más cercanos colaboradores.

¿A poco en la Secretaría de Desarrollo Social marinista no hubo corrupción, ni desvío de recursos?

¿A poco la cantaleta gubernamental de que nadie por encima de la ley también aplica para López Zavala?

Para mí que estamos ante un abierto y escandaloso caso de colaboracionismo. ¿O me equivoco?

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De los candidatos a diputados federales del PRI, el menos aceptado o el que más problemas tendrá para sumar a sus compañeros de partido, según una evaluación interna hecha por los dirigentes y operadores de este instituto político, es el antorchista Lisandro Campos Córdova.

Su nominación, de acuerdo con esta evaluación, es rechazada de manera abierta por tres de los principales aspirantes que buscaban la misma candidatura: el ex alcalde de Ajalpan, Ignacio Salvador Hernández; y los expresidentes de Tlacotepec de Porfirio Díaz, José Vicente Montiel Castañeda y Rosalío Zanatta Vidaurri.

Lisandro Campos fue alcalde de Tepexi de Rodríguez en el periodo 2009-2011, en cuya gestión construyó el mercado municipal, un libramiento carretero y dos colectores marginales gigantes para evitar inundaciones en temporada de lluvias.

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Simón dice:

“Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro.”

Georges Benjamín Clemenceau (1841-1929) Político y periodista francés.