Eduardo Rivera quizás no gane, pero el bloque opositor lo necesita dispuesto y echado para adelante
Si Xóchitl Gálvez Ruiz tiene que convencer a alguien para que acepte la nominación del Frente Amplio por México a la gubernatura de Puebla por las mismas razones por las cuales ella declinó a contender por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México para hacerlo por la Presidencia de la República, ese es precisamente Eduardo Rivera Pérez.
Sí, el personaje con quien cenó la noche previa a su gira de trabajo y a las reuniones que encabezó el martes en la capital del estado convocadas por la senadora Nadia Navarro Acevedo; la presidenta del CDE del PAN, Augusta Díaz de Rivera Hernández; el presidente de la Coparmex Puebla, Rubén Furlong Martínez; la diputada local, Guadalupe Leal Rodríguez, y las dirigencias estatal y municipal del partido en colaboración con grupos y organizaciones de la sociedad civil.
Desconozco si en esa cena, en la que Eduardo Rivera habría estado acompañado por miembros de su familia, la senadora y empresaria se sinceró con el alcalde y le manifestó lo que a ella le dijeron sus mejores amigos para convencerla de buscar la Presidencia de la República:
“A lo mejor vas a perder, la elección se ve de la fregada, pero si no le entras se ve peor. Hazlo por el país, porque si no, estos señores van a arrasar con el Congreso, van a desaparecer el INE… No se ve fácil, pero sin ti se ve imposible. Prométenos que al menos lo vas a pensar. No te vamos a perdonar si ni siquiera lo piensas”.
Este mismo escenario se replica en Puebla, donde el PAN y los partidos del Frente Amplio por México enfrentan una situación complicada, adversa, por la falta de figuras reconocidas, prestigiadas y competitivas; la falta de liderazgo e influencia social y política de sus dirigencias locales, y la diáspora de sus militantes y ciertos representantes de elección popular que desde hace un año han tomado distancia del PRI, PAN y PRD para sumarse a Morena o alguno de sus aspirantes a la gubernatura de Puebla: Alejandro Armenta, Ignacio Mier o Julio Huerta.
Hace una semana, aquí le dije que la indefinición de Eduardo Rivera en torno a su futuro político estaba mermando las posibilidades del bloque opositor y él mismo, porque en el imaginario colectivo estaba generando una percepción de incertidumbre y derrota anticipada, que se propagaba rápidamente a otros niveles.
El presidente municipal debe ser consciente que si por anteponer su interés personal, asegurar una posición, al interés de quienes empujan la creación de un bloque opositor amplio que dispute de tú a tú a la Presidencia de la República, los votantes podrían darle la espalda en las elecciones de 2024, y las subsiguientes.
Y, por el contrario, recompensarlo si esta coyuntura hace su mejor esfuerzo aunque no gane, pero contribuye de manera eficaz y eficiente a evitar que Morena y sus partidos aliados se hagan de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores.
Estimada @XochitlGalvez, Puebla te recibe con los brazos abiertos. Continuemos trabajando en equipo por nuestro México.
Gracias por compartir tu visión y mostrarnos que, con esfuerzo, amor y esperanza, se puede volar tan alto como uno quiera. #MéxicoMereceMás 🤞🏻 pic.twitter.com/ET39f8aaPd
— Eduardo Rivera Pérez (@eduardorivera01) July 26, 2023
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Tómelo con reserva, pero trasciende que el relevo de José Antonio Martínez García al frente de la Secretaría de Salud del estado podría ser una mujer, y que tal situación podría aclararse esta semana cuando concluya el proceso de entrega-recepción.
Entre los nombres que se mencionan figuran los de Cecilia Laura Jaramillo y Cuautle, subsecretaria de Servicios de Salud Zona A, y María Cecilia Hernández Galván, titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la dependencia.
La nueva secretaria sería la encargada de concluir el proceso para que los hospitales públicos y centros de salud del estado pasen a formar parte del esquema IMSS-Bienestar operado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
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Esta semana también podría conocerse el nombre de quien se haga cargo de la Subsecretaría de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación del estado, a la que renunció Ardelio Vargas Fosado el pasado 3 de julio, horas después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que el funcionario estaba vinculado con el exsecretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, preso en Estados Unidos por proteger a cárteles de la droga en México.
Sobre quién podría ser el designado, ha trascendido muy poco. Sólo que éste será una persona de las confianzas del gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina y del secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón, debido a que tendrá que acompañarlos hasta que concluya el periodo, en diciembre de 2024, sin aspirar a un cargo de elección popular en el proceso que viene.
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