Paradojas partidistas

PRI y PAN elegirán más o menos por las mismas fechas a sus candidatos a diputados al Congreso de la Unión, tanto de mayoría relativa como de representación proporcional.

Las respectivas convocatorias se conocerán por ahí del 15 de enero, y para finales de mes se sabrá quienes finalmente serán los abanderados de uno y otro partidos.

En el caso del partido tricolor, el gobernador Mario Marín Torres llevará mano en las nominaciones de las fórmulas que se registren en cada uno de los 16 distritos en que se divide la entidad poblana.

 

Por lo que hace al PAN, la mayor parte de las candidaturas serán decididas por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), previa consulta con algunos actores locales, entre ellos los senadores Rafael Moreno Valle Rosas y Ángel Alonso Díaz Caneja.

Si el gobernador Mario Marín logra ganar 10 o la totalidad de los 16 distritos, sus posibilidades de dejar sucesor en la persona del secretario de Desarrollo Social del estado, Javier López Zavala, serán mayores.

Pero si, por el contrario, perdiera más de siete distritos, lo más probable es que su margen de maniobra con miras a la elecciones locales de 2010 se acote de tal manera que lo único que le permitan sea ejercer su derecho de veto.

Para el PAN los escenarios son diferentes. Si los candidatos designados por el CEN obtienen buenos resultados, lo más seguro que el presidente Felipe Calderón Hinojosa y su operador en Acción Nacional, Germán Martínez Cázares, se empeñe en postular al senador Rafael Moreno Valle Rosas como candidato a la gubernatura de Puebla.

Pero si los candidatos designados por el CEN fracasaran en los comicios federales de julio, entonces lo más probable es que los grupos locales del PAN —entiéndase El Yunque en sus distintas ramificaciones— sean los que definan al candidato a Casa Puebla.

En tal escenario no hay que descartar la nominación del senador Moreno Valle, siempre y cuando éste pacte con la cúpula de El Yunque un gobierno de coalición y se comprometa a dejar el control del PAN a esta organización.

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Que ayer, sin que se conozcan hasta ahora las razones de fondo, dejaron de laborar en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del estado (SCT), Leticia Alvarado Machorro y Carolina Godinez Godibar, como coordinadora general administrativa y jefa del Departamento de Recursos Humanos, respectivamente.

Tras su remoción, despido o renuncia, se desataron en la SCT una serie de versiones y rumores sobre un inmente recorte de personal —anoche se decía que 120 empleados causarían baja—, como consecuencia de problemas administrativos en la dependencia y la necesidad de incorporar a la nómina a operadores electorales priístas.

No está de más señalar que la Coordinación General Administrativa ha sido un área conflictiva para el titular de la SCT, Valentín Meneses Rojas, pues en menos de un año ha tenido a dos coordinadores. El primero fue Horacio de la Cruz Sabás.

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