Otra vez el escenario nacional podría jugar en contra del gobernador Rafael Moreno Valle y su delfín a sucederlo en la gubernatura de Puebla, José Antonio Gali Fayad.
Las elecciones extraordinarias que este domingo se efectuarán en Colima podrían representar para el mandatario estatal, la puntilla que mataría en definitiva la posibilidad de una alianza PAN-PRD en Puebla.
Los riesgos de que el candidato panista a la gubernatura de Colima, Jorge Luis Preciado Rodríguez, pierda nuevamente los comicios frente al priísta José Ignacio Peralta Sánchez, son reales, y esa derrota dejaría muy mal parado al presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, Ricardo Anaya Cortés.
Tan mal parado que éste no querría echarse encima más broncas con otras expresiones del PAN, como aquellas que están atrás de la candidatura de Adriana Dávila Fernández a la gubernatura de Tlaxcala, como son las mujeres panistas que la respaldan y el grupo del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa y su esposa Margarita Zavala Gómez del Campo.
Si de por sí Ricardo Anaya anda confrontado con las huestes de su antecesor Gustavo Madero Muñoz, la eventual derrota de Preciado Rodríguez los pondría total y abiertamente en contra suya.
En esas circunstancias difícilmente el presidente del PAN va a llegar a proponer a los miembros de su Comité Ejecutivo Nacional, la Comisión Política o el Consejo Nacional, la necesidad de bajar de la contienda de Tlaxcala a la senadora Adriana Dávila, para que el PRD pueda sumarse en Puebla al delfín del gobernador Moreno Valle —José Antonio Gali Fayad–, quien formalmente ni panista es.
Ciertamente Ricardo Anaya tendría la mayoría para intentar sacar adelante un planteamiento de este tipo, pero la factura que le pasarían los afectados sería muy alta, por lo que no se arriesgará.
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Poco a poco el mito de la candidatura presidencial de Rafael Moreno Valle ha ido diluyéndose, sobre todo en las filas del Partido Acción Nacional, situación que ha complicado su propia sucesión en el gobierno de Puebla.
Varios son los factores que han mermado su proyecto político futuro de cara al 2018.
El más importante tiene que ver con el escenario que él mismo planeó como contrapeso de Andrés Manuel López Obrador, en una cerrada contienda de tres aspirantes presidenciales.
Ante el presidente Enrique Peña Nieto y algunos de sus más cercanos colaboradores, Moreno Valle se ha promovido como un aliado estratégico y eso lo ha capitalizado en la gestión y obtención de millonarias obras y recursos públicos.
En corto, el ejecutivo estatal ha vendido la idea que de ser candidato del PAN o de una coalición opositora en el 2018, su campaña no se centraría en criticar el desempeño de Peña Nieto, sino en evitar el triunfo del actual dirigente nacional del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Tal hipótesis, hay que decirlo, permeó más en el PRI que en el propio PAN, donde otros aspirantes han comenzado a ganarle terreno, sobre todo entre los ciudadanos que se autodefinen como “independientes”.
Este segmento de votantes es, en buena medida, el que hoy catapulta a López Obrador como puntero en la carrera presidencial del 2018. El tabasqueño, quien por tercera ocasión buscaría llegar a Los Pinos, es percibido como un agente de cambio que merece una oportunidad para frenar la corrupción que ni los gobiernos del PRI y el PAN han logrado erradicar de las altas esferas del poder.
Las encuestas electorales que hasta hoy se han difundido reflejan que López Obrador sigue a la cabeza de las preferencias, pero por un escaso margen. En el último estudio de Parametría, levantado entre el 24 y el 28 de octubre, el tabasqueño tiene el 24% de la intención de voto, Margarita Zavala el 21%, y Miguel Ángel Osorio Chong el 21%. Sin embargo, el 20% de los encuestados no se inclina por ninguno de ellos.
Otros ejercicios demoscópicos que se han difundido en los últimos días, como el de El Universal y Buendía&Laredo, revelan que en el segmento de los llamados independientes –que representa el 56% del electorado–, los aspirantes presidenciales mejor valorados son el dirigente nacional de Morena y la esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Si Margarita Zavala es quien más sufragios le quita a López Obrador entre los electores de este segmento, no es difícil apostar a qué candidato del PAN los priístas preferirían ver en la boleta electoral del 2018.
Por supuesto que no a Moreno Valle, que entre los ciudadanos sin partido no es percibido como una opción ganadora.
En ese contexto, no resulta ocioso poner en tela de duda el mito de que los comicios locales del 2106 están arreglados, bajo el supuesto de que Peña Nieto cederá al delfín de Moreno Valle la mini gubernatura, a cambio de que éste —me refiero el mandatario estatal— haga lo propio con aquél en el 2018.
En estricto sentido, el escenario que Moreno Valle se imaginó como candidato del PAN y contendiente de López Obrador en la elección presidencial, hoy es totalmente inviable, pues los números del gobernador están muy lejos de acercarse ya no a los del dirigente nacional de Morena, sino a los de Margarita Zavala.
EN CORTO
El lunes de hace ocho días presentó su renuncia y no precisamente voluntaria, el subsecretario de Obras de la Secretaría de Infraestructura y Transportes (SIT), Efraín de los Santos Cabrera.
Extraoficialmente trascendió que su renuncia está relacionada con el retraso habido en la remodelación del estadio Cuauhtémoc y los rezagos que registran otras obras a cargo del estado.
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Pese a la saturación que existe en el Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), ubicado en el Hospital General del Sur, éste dejará de funcionar por una supuesta remodelación de sus instalaciones.
El viernes se avisó al personal, así como a los pacientes y familiares que acuden al Centro que todas las citas quedaban canceladas y que éstas se reanudarían hasta el 7 de diciembre.
Se indicó que sólo habrá servicio para resurtir medicamentos.
Sin embargo, trascendió que por la remodelación del CAPASITS los médicos del turno vespertino serán reubicados y que esta acción afectará a los pacientes de bajos recursos provenientes de municipios lejanos y que se ven obligados a pasar la noche en la ciudad, y que no siempre encuentran espacio en el albergue del Hospital.
Puebla ocupa el séptimo lugar nacional en número de personas diagnosticadas con VIH.
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Ricardo Anaya se acerca con Calderón y se aleja de Moreno Valle
El gobernador de Puebla, el gran ausente en la Asamblea del PAN
La versión que hoy publica Jesús Manuel Hernándezen el sentido de que Eukid Castañón Herrera podría llegar a la Secretaría General de Gobierno (SGG) para cerrar el sexenio del gobernador Rafael Moreno Valle es muy cierta.
No está confirmada, pero efectivamente se está valorando y en serio.
El problema es que el nombramiento del hombre fuerte o duro del morenovallismo podría mandar una señal contraria a la que se busca proyectar haciéndolo jefe del gabinete estatal.
Su designación confirmaría que al gobernador Rafael Moreno Valle se le han agotado sus cuadros y que su proyecto político futuro está soportado, en realidad, en unas cuantas figuras, sin las cuales su estructura no opera o lo hace de manera deficiente.
Con Eukid Castañón en la SGG quedaría claro que esta dependencia no sólo se encargaría de coordinar y conducir la política interior, sino de operar el proceso local electoral en marcha y que esta operación no sería precisamente tersa.
Algo que en su momento rechazaron los dos titulares anteriores de la SGG, Fernando Manzanilla Prieto y Luis Maldonado Venegas, quienes siempre optaron porque los asuntos electorales se manejaran fuera de esta Secretaría, aunque con su pleno conocimiento y hasta consentimiento.
Y también dejaría en claro que los comicios del primer domingo de junio del año entrante son más complicados de lo que parece, por lo que el gobernador se habría visto obligado a traer de regreso a su principal operador político en el Congreso de la Unión, sacándolo de la vicecoordinación política del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, para asignarle la responsabilidad de sacar adelante las elecciones y el cierre de su administración.
EN CORTO
Notable fue la ausencia del gobernador Rafael Moreno Valle en la XVIII Asamblea Nacional Extraordinaria del PAN de este sábado, en la que se reformaron los estatutos del partido a favor de su actual dirigente nacional Ricardo Anaya Cortés.
Los 3 mil 300 delegados aprobaron modificar el artículo 48 de los estatutos panistas para reducir el tiempo que tiene que pasar entre la renuncia de un dirigente nacional y su registro para contender por un cargo de elección popular.
En la Asamblea el llamado aplausómetro favoreció a Margarita Zavala Gómez del Campo, quien reiteró su intención de participar en la contienda presidencial del 2018 como candidata del PAN o como candidata independiente.
En el presídium de la Asamblea panista estuvieron el expresidente Felipe Calderón Hinojosa; el exdirigente nacional del partido, Gustavo Madero Muñoz; la excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota; el exsenador y exsecretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda; la exprimera dama, Margarita Zavala; y el actual dirigente, Ricardo Anaya.
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El nombramiento de la exdiputada federal Roxana Luna Porquillo como secretaria de Movimientos Sociales del Comité Ejecutivo Nacional del PRD hay que verlo como un reconocimiento y un blindaje a su trayectoria de los últimos años.
Roxana Luna es la única poblana incluida en la nueva dirigencia nacional perredista presidida por Agustín Basave Benítez, quien este sábado dio a conocer los nombres de los 25 secretarios que integran su Comité.
La exdiputada federal entró, ciertamente como cuota de su corriente Alternativa Democrática Nacional, pero con el visto bueno de Agustín Basave, quien no desconoce las profundas diferencias entre su ahora secretaria de Movimientos Sociales y el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
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El notario público Mario Montero Serrano fue visto este fin de semana en la 5a Avenida de Nueva York y según los enterados andaba comprando su nuevo traje de Santa Claus para estrenarlo en Navidad.
Jojojojo
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Si en 2015 fue apoyado, por qué no en 2016, que es electoral
Los críticos y desleales no están invitados al Cuauhtémoc
Para ningún observador político pasa inadvertido el buen trato que el gobierno federal le dispensa al gobernador Rafael Moreno Valle en materia de recursos públicos. Cuando Felipe Calderón Hinojosa era presidente, el mandatario poblano fue uno de los consentidos, pero con el priísta Enrique Peña Nieto en la Presidencia de la República, la situación se ha mantenido igual.
En 2016 se creía —y así lo hicieron saber algunos legisladores priístas— que el presupuesto federal para la entidad no sólo no aumentaría sino que disminuiría, como consecuencia de los recortes en el gasto público por la baja internacional en los precios del petróleo y la crisis económica mundial.
Sin embargo, y para sorpresa de los propios diputados federales del PRI que en teoría tienen en sus manos la aprobación del gasto federal, el viernes el gobernador Rafael Moreno Valle informó que el presupuesto de Puebla llegaría el año entrante a 71 mil 620 millones de pesos, es decir 4.3% más que en 2015.
La noticia dejó con un palmo de narices al diputado federal Alejandro Armenta Mier quien un día anterior declaró que el presupuesto de Puebla sería de 60 mil 895 millones de pesos, 11.4% menos que en 2015, y que por la falta de acuerdos de los legisladores poblanos de los distintos grupos parlamentarios la cifra no llegó a más.
El misterio de cómo Moreno Valle consiguió recursos adicionales lo develó este domingo el periódico Reforma a través de su columna Templo Mayor.
Cito textualmente:
«LOS QUE tuvieron un auténtico buen fin fueron los gobernadores Eruviel Ávila, Manuel Velasco y Rafael Moreno Valle.
«POR RAZONES que nadie puede explicar —el reparto se hace de manera opaca y discrecional—, el Estado de México, Chiapas y Puebla se llevaron la mayor tajada del fondo de apoyos dizque para infraestructura, que es de donde los diputados federales sacan el famoso moche.
«NOMÁS para hacerse una idea, de los 6 mil millones de pesos que se repartieron por esa vía, estas tres entidades acapararon prácticamente la mitad de todo el dinero.
«HABRÁ que preguntarles a Ávila, Velasco y Moreno Valle si por El Buen Fin esos apoyos los obtuvieron a meses sin intereses o si, más bien, hay intereses que tienen otro fin.»
Pero el buen trato del gobierno peñista a la administración estatal va más allá de la entrega de millonarios recursos y las constantes lisonjas que los secretarios del gabinete federal prodigan al gobierno de Moreno Valle cada vez que visitan la entidad.
Un claro ejemplo es lo sucedido con el nombramiento de consejeros para el Organismo Público Local Electoral (OPLE) de Puebla.
Pese a que en la última reforma electoral se propuso quitar a los gobernadores el control de los órganos locales electorales, en Puebla cuatro de los siete consejeros del OPLE están vinculados al morenovallismo.
Y aunque en su momento tanto el secretario de Gobernación federal, Miguel Ángel Osorio Chong, como el presidente del CEN del PRI, Manlio Fabio Beltrones, fueron advertidos de los nexos que tenían la mayoría de los consejeros con el grupo político gobernante, el Instituto Nacional Electoral (INE) optó por dejarle al gobernador Moreno Valle el control del OPLE.
¿Simple casualidad?
Me parece que no, y que este tipo de factores son los que dan pie a la especulación de que si Peña Nieto y su gabinete han consentido al gobernante poblano en lo económico y electoral, también podrían hacerlo en lo político ahora que se acerca su sucesión en junio de 2016, y que por esa razón el ex rector de la BUAP y ex alcalde de Puebla, Enrique Doger Guerrero, está siendo bajado de la contienda priísta, para dejar como candidata de unidad a la senadora Blanca Alcalá Ruiz.
EN CORTO
Si usted es de los que anda buscando un boleto para asistir a la reinauguración del Cuauhtémoc, también como conocido Chiquihuite Stadium tras su remodelación, y aún no lo consigue, puede haber dos razones. Una es que los boletos fueron acaparados por los operadores del morenovallismo para consentir a los suyos, y usted no está en esa lista. Y dos que sea usted considerado un desleal al grupo gobernante, de acuerdo con la carta que se entrega a los beneficiarios de un boleto con las rúbricas del alcalde José Antonio Gali y el gobernador Rafael Moreno Valle, que textualmente dice así:
«En reconocimiento a tu lealtad, junto con esta carta te entregamos un boleto gratuito para que asistas a partido entre el Puebla FC y Boca Juniors, Campeón de Copa y Liga de Argentina. Te esperamos».
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La madrugada del viernes, en Tlaxcala, la diputada federal priísta Graciela Palomares Ramírez, conocida como Grace, festejó en grande el arduo trabajo que tuvo en San Lázaro con motivo de la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2016.
En el Palenque de Feria, con los Tigres del Norte, e incluso desde el escenario, la legisladora se tomó selfies con los integrantes del grupo y cantó, al grado que salió muy entonada del concierto, aseguran los testigos.
La novel legisladora, que tiene 25 años, disfrutó de la presentación de Los Tigres, pero lo que desentonó fue que a la entrada pidiera el paso franco, sin hacer la obligatoria fila de acceso, con el pretexto de “déjenme pasar, déjenme pasar que soy diputada federal”, argumento que echó por delante para acceder al palenque con sus amigas Gabriela y Estefanía Quintero.
No está mal que se divierta, lo malo es que suponga que el fuero constitucional también sirve para entrar a los palenques.
La noticia de que Manlio Fabio Beltrones Rivera será el próximo dirigente nacional del PRI, en sustitución de César Camacho Quiroz, no debió caer nada bien en Casa Puebla.
No sólo por la enemistad del hoy coordinador del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, sino porque con el sonorense las posibilidades de un acuerdo cupular PRI-PAN en las presidenciales del 2018 para frenar a Andrés Manuel López Obrador, prácticamente se desvanecen.
Uno de los escenarios que el gobernador Rafael Moreno Valle y sus estrategas electorales se han planteado, en caso de que el Peje sea postulado por tercera ocasión a la Presidencia de la República, es promover un pacto como el que se dio en las elecciones del 2006.
Como se recordará, en aquella ocasión varios gobernadores priístas pactaron apoyar a Felipe Calderón Hinojosa ante la certeza de que el candidato del PRI, Roberto Madrazo Pintado, no podía ganar la presidencia de la República y López Obrador podría convertirse en el sucesor de Vicente Fox Quezada.
Entre los estrategas morenovallistas hay la creencia de que ese escenario puede repetirse en el 2018, por lo que panistas y priístas deberían convenir una alianza a favor del candidato mejor posicionado de unos y otros, ante una eventual victoria del tabasqueño.
Bajo esta lógica los priístas del Grupo Atlacomulco han evitado toda confrontación con el gobernador poblano, sabedores de que este podría ser su aliado en 2018 frente a López Obrador.
Moreno Valle percibe el riesgo del Peje pero a diferencia de aquellos cree que el favorecido podría ser él por la ausencia de figuras presidenciales de peso dentro del PRI o, al menos, dentro del Grupo Atlacomulco.
El arribo de Beltrones a la dirigencia nacional del PRI no sólo le complica a Moreno Valle cualquier interlocución con la cúpula priísta nacional, sino que pone en riesgo su proyecto presidencial comenzando con las elecciones locales de 2016 en Puebla y otros estados.
¿O usted cree que Manlio Fabio se va a dejar las 13 elecciones locales del año entrante, o que en Puebla va a permitir que su gallo, Enrique Doger Guerrero, muerda el polvo? ¿O que el CEN del PRI se va a quedar cruzado de brazos ante la conformación de un frente amplio antiPRI con la participación del PAN, el PRD y Nueva Alianza y otros partidos estatales?
Verdad que no.
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El próximo 28 de agosto el Claustro Académico de la Universidad Mesoamericana de Puebla otorgará un Doctorado Honoris Causa al delegado de la Sagarpa, Alberto Jiménez Merino.
El llamado acto de investidura se efectuará en el campus sur de esta institución privada de educación superior.
Jiménez Merino, quien en las últimas tres décadas ha tenido una larga trayectoria política y en el servicio público, antes también tuvo una intensa actividad académica en la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), de la que fue rector.
El hoy delegado de la Sagarpa, que ha expresado su interés en contender por la candidatura del PRI a la minigubernatura, también ha sido dos veces diputado federal y secretario de Desarrollo Rural en dos sexenios priístas.
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Hoy, como nunca, las alianzas partidistas son esenciales
Pese a ser minoritarios, algunos partidos se cotizarán caro
¿Quién ganará las elecciones para gobernador de Puebla del 2016?
Sin duda el partido y candidato que logre construir desde hoy las mejores alianzas de cara a esa elección.
Si el PAN logra, de la mano del gobernador Rafael Moreno Valle, integrar un frente amplio de partidos, como lo hizo en los comicios locales de 2010 y luego en los del 2013, sus posibilidades de mantener el gobierno del estado serán amplias, pero si el PRI consigue arrebatarle el apoyo de algunos partidos como Nueva Alianza y el respaldo de otros de nueva creación como Encuentro Social, entonces podría correr el riesgo de perder la gubernatura.
Si nos atenemos a los cómputos de las elecciones del 7 de junio, el primer dato a destacar es que el PRI superó al PAN en los 16 distritos de la entidad por 30 mil 23 votos.
El segundo dato relevante es que la suma de sufragios del PAN y el PRD (578,549) no supera los obtenidos por el PRI y el PVEM (606,582). La diferencia a favor de los segundos es de 28 mil 33 votos.
Los 95 mil 215 sufragios del partido Nueva Alianza serían los que inclinarían la balanza a favor o en contra de una u otra hipotética coalición.
Otro partido que también podría hacer la diferencia, con base en los cómputos de la última elección federal, es el de los pastores cristianos —Encuentro Social— con sus 46 mil 579 votos.
Mención aparte merece el partido de Andrés Manuel López Obrador, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que se convirtió en la tercera fuerza política del estado.
Sin embargo, sus 158 mil 695 sufragios parecen pocos para poder disputar en 2016 la gubernatura de Puebla, aun en alianza con el PRD y Movimiento Ciudadano. La suma de los tres partidos (295 mil 653 votos) se ve todavía lejana de los 523 mil 863 sufragios obtenidos por el PRI en las elecciones del 7 de junio o de los 493 mil 840 del PAN.
Este simple ejercicio nos deja varias lecciones.
Que el PRI y el PAN necesitan de partidos aliados para ganar los comicios locales de 2016. Ni uno ni otro pueden por sí mismos aspirar a ganar la gubernatura de Puebla.
Que los partidos minoritarios, entre los que hay que incluir ya al PRD, tratarán de vender caro su amor, conscientes de que los 3, 4 o hasta 6 puntos que puedan aportar a la coalición donde decidan sumarse, pueden significar que el PAN mantenga la gubernatura o que el PRI la recupere.
Que Morena es ya un actor político relevante en la entidad, la tercera fuerza política, y que seguramente en los comicios locales del año entrante postulará candidato o candidata propia a la gubernatura o en coalición con otros partidos como Movimiento Ciudadano y, por qué no, el PRD.
Que en Puebla el partido de Andrés Manuel López Obrador le quita más votos al PAN y al PRD que al PRI.
Que el PAN y sus aliados tienen más posibilidades de mantener la gubernatura de Puebla en unos comicios donde sólo haya dos candidatos fuertes, el suyo y el del PRI y sus coaligados, que otros donde el número de candidatos fuertes aumente a tres o a cuatro.
En ese contexto, los candidatos nominados o que se perfilen para ser postulados por el PAN, el PRI y Morena serán determinantes tanto para el triunfo o derrota de estos partidos como para la construcción de amplias coaliciones en los comicios locales del 2016.
Dicha hipótesis me lleva a concluir que los aspirantes con más posibilidades de ganar el año entrante las elecciones para gobernador serán aquellos que no sólo estén bien posicionados entre los votantes sino que puedan aglutinar en torno suyo al mayor número de partidos minoritarios.
Del lado del PAN ya sabemos que el alcalde capitalino José Antonio Gali Fayad y su antecesor, Eduardo Rivera Pérez, son los únicos que naturalmente —es decir, sin la intervención del gobernador Moreno Valle— podrían lograr la adhesión de otros partidos, pero en el PRI no se ve claro quién de sus precandidatos podría conseguir que, además del PVEM, se le sumaran Nueva Alianza, Encuentro Social o el partido estatal Pacto Social de Integración (PSI).
El priísta que garantice el mayor número de alianzas partidistas será, sin duda, el nominado para contender en las elecciones del 2016.
EN CORTO
Mientras el gobernador Rafael Moreno Valle anda a la caza de nuevas inversiones en Europa y Alemania, entre la noche del sábado y la madrugada del domingo agentes de Instituto Nacional de Migración (INM) se llevaron detenidos a una decena de alemanes contratados por la firma Audi.
Los germánicos se divertían en los antros de San Andrés Cholula ubicados, atrás de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), cuando se presentaron los del INM a realizar una operativo en el fueron detenidos varios extranjeros que no pudieron identificarse o acreditar su estancia legal en nuestro país.
Entre los detenidos que fueron llevados a las instalaciones de la Delegación del INM se encontraban unos diez alemanes que vinieron a México para el pre arranque de la planta automotriz Audi que se construye en San José Chiapa.
Fueron liberados en las primeras horas del domingo, después de que los abogados de Audi se comprometieron a llevar este lunes a las oficinas del INM toda la documentación sobre la estancia legal de sus técnicos y capacitadores alemanes.
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Este sábado estuvo de visita en Puebla el ex presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa para asistir a la boda de Marcela Macías Morales y Alfonso Zermeño González, director coordinador de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
La ceremonia religiosa se efectuó en la Iglesia de Santa María Tonanzintla y el festejo en la hacienda de San Agustín, con la participación de 400 invitados, de la ciudad de Torreón y el estado de Coahuila, así como de Tabasco de donde es oriunda la novia.
El novio es hijo del ex embajador de México en España y ex presidente de la Cámara de Diputados en el sexenio de Felipe Calderón, Jorge Zermeño Infante.
Ejido de Ixtiyucan, posible sede del parque Finsa II
Los que destruyeron la Casa del Torno qué castigo recibirán
Este viernes se reunieron a negociar el inicio de un acuerdo político de unidad, con miras a las elecciones de gobernador de julio de 2016, la senadora Blanca Alcalá Ruiz y el diputado federal Enrique Doger Guerrero.
La reunión tuvo como marco un desayuno en céntrico hotel citadino.
Los ex presidentes municipales de la capital poblana coincidieron en la urgencia de trabajar por un pacto de civilidad, que tenga como principal propósito evitar el golpeteo, las rupturas y las divisiones al seno del tricolor.
Pero sobre todo el compromiso de todos los actores involucrados de apoyar y sumarse –sin condiciones– al candidato que obtenga la nominación.
Blanca Alcalá y Enrique Doger estuvieron de acuerdo en la conveniencia de involucrar en el acuerdo a otros aspirantes del PRI a la gubernatura, entre ellos al subsecretario federal de la Sedesol, Juan Carlos Lastiri Quirós.
EN CORTO
Si la tercera es la vencida el predio que anda buscando el gobierno del estado en el municipio de Nopalucan de la Granja para la construcción del Parque Finsa II, que albergaría a 40 firmas proveedoras de Audi, este se localizará en el ejido de Ixtiyucan, en la junta auxiliar de Santa María Ixtiyucan.
Hasta el momento se tendrían apalabradas y negociadas con 17 familias de ejidatarios alrededor de 40 hectáreas de la zona conocida como La Compuerta, que se encuentra casi enfrente del sitio donde se colocó la primera piedra de lo que sería el Parque Finsa II, en el kilómetro 3.5 de la carretera Nopalucan-Soltepec.
Se sabe que además de estas 40 hectáreas, operadores del gobierno estatal vienen negociando otras tantas con pequeños propietarios y ejidatarios de la zona con el apoyo del comisariado ejidal de ahí, Rafael Gallegos.
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No le falta razón al activista Fernando Cuéllar Muñoz al reclamar la parcialidad de las autoridades en relación a los daños al patrimonio monumental de Puebla, a la luz de las recientes reformas aprobadas al Código Penal que castigan hasta con seis años de cárcel a quienes realicen pintas en edificios catalogados como históricos.
La pregunta es pertinente: si este tipo de grafiti no sólo se castiga con cárcel, sino se tipifica como delito grave sin derecho a fianza, cuál es la sanción que recibirán quienes ordenaron y destruyeron la Casa del Torno en el Barrio del Artista para construir sobre ella –sin autorización del INAH– una torre para el Teleférico.
El representante del Comité de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos “Joel Arriaga Navarro” presentó hace más de un año una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR), que quedó asentada en la averiguación AP153/2014/4PGR, por la destrucción que cometió el gobierno de Puebla en noviembre de 2012 del inmueble conocido como “Casa del Torno”.
Sería absurdo que alguien que grafitea un monumento histórico sea llevado a prisión durante seis años, y alguien que destruye una casona del Centro Histórico de Puebla, que además se encuentra catalogada como patrimonio de la humanidad, no se le toque ni con el pétalo de una rosa.
¿O no don Eukid Castañón?
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No pocas especulaciones sobre un eventual enfriamiento o distanciamiento con el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz, ha provocado la notable ausencia del gobernador Rafael Moreno Valle en el inicio de campaña de los candidatos por este partido en diferentes entidades del país.
Y aunque los actos de arranque de campaña se han efectuado los fines de semana, el mandatario poblano no ha sido visto en Nuevo León, a Guerrero, Querétaro y San Luis Potosí, a diferencia de otras figuras panistas como Josefina Vázquez Mota, Margarita Zavala Gómez del Campo, Santiago Creel Miranda, Felipe Calderón Hinojosa, Diego Fernández de Cevallos, Ricardo Anaya Cortés y el propio Gustavo Madero.
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El lunes pasado durante la inauguración del Centro Integral de Prevención y Participación Ciudadana en la colonia La Guadalupana, un grupo de señoras de la junta auxiliar de Ignacio Zaragoza se acercó al alcalde José Antonio Gali Fayad para denunciar tratos despóticos de la presidenta Flor Viridiana Lázaro Martínez.
Junto al munícipe capitalino se encontraba el secretario de Gobernación municipal, Manuel Castañeda Rodríguez, quien minutos antes había intentado impedir el encuentro con gestos amenazantes a las señoras. Gali se percató de la situación y les dijo que sin miedo le comentaran qué sucedía ahí.
Acto seguido, el secretario de Gobernación no tuvo más remedio que atender las peticiones de las quejosas, con el compromiso del alcalde de que estas serían atendidas y resueltas a la brevedad.
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A más de un año del inicio de su gestión, el alcalde José Antonio Gali no ha podido amarrar acuerdos con los dirigentes de las distintas organizaciones de ambulantes que tienen presencia en las calles del centro de la capital del estado.
El tema se torna grave considerando la afluencia turística que se presenta en el Centro Histórico de Puebla con motivo de las vacaciones y actividades religiosas de la Semana Santa.
Según datos del propio ayuntamiento, la llamada Procesión del Silencio logra reunir unas 140 mil personas entre poblanos y turistas, que se suman a los 50 mil visitantes nacionales y extranjeros que llegan al centro de Puebla durante la Semana Mayor, y a los 15 mil que acuden a la Representación del Viacrucis en Pueblo Nuevo, en la junta auxiliar de Romero Vargas.
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¿Cómo fue el trato del presidente Enrique Peña Nieto al gobernador Rafael Moreno Valle durante la ceremonia del 5 de Mayo y el desfile cívico militar con motivo del 152 aniversario de la Batalla de Puebla?
Si tuviera que resumirlo en pocas palabras diría que fue republicano, cortés, pero sin muestras especiales de afecto o calidez del presidente de la República al Ejecutivo estatal.
Estas cuatro imágenes reflejan, en mi opinión, el tipo de relación que mantienen ambos políticos. Como se verá no existe entre ellos una gran conexión, como la que había entre el presidente Felipe Calderón y el gobernador Moreno Valle, pero tampoco el distanciamiento que algunos comentócratas de las redes sociales quieren hacer creer.
Si la relación fuera extraordinaria Peña Nieto hubiera sentado al Ejecutivo estatal a su derecha o izquierda, o se hubiera quedado a la comida que el mandatario poblano ofreció a sus invitados especiales en el Centro Integral de Servicios, pero no ocurrió ni una ni otra cosa.
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Entre los operadores políticos de Ernesto Cordero, candidato a la dirigencia nacional del PAN, se cruzan apuestas sobre el impacto y el efecto que tienen entre la militancia panista algunas llamadas telefónicas hechas por el propio gobernador Moreno Valle a destacados miembros del partido en el estado, convocándolos a emitir su voto por Gustavo Madero Muñoz el domingo 18 de mayo.
Unos afirman que los telefonazos sí están logrando el objetivo esperado por Moreno Valle a favor de su candidato, sobre todo en ciertos liderazgos regionales o municipales, pero otros afirman que los efectos están siendo adversos, al menos en la capital del estado, donde los panistas le dicen que sí, aunque en realidad piensen votar por Ernesto Cordero.
De los casi 13,800 panistas poblanos con derecho a votar el domingo 18 de los corrientes, ya sea por la planilla de Ernesto Cordero o por la de Gustavo Madero, se espera la participación de unos ocho mil en los 87 centros de votación que se instalarán en toda la entidad.
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El viernes de esta semana, políticos, académicos, intelectuales y periodistas locales podrían reunirse en el Teatro de la Ciudad para suscribir el Capítulo Puebla del Frente por la Comunicación Democrática, en torno a la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto en materia de Telecomunicaciones.
Los detalles de esta concentración se están afinando en diferentes instancias y con distintos actores, pues la intención de los organizadores es sumar a figuras representativas de la sociedad poblana como rectores, dirigentes empresariales y líderes de organizaciones no gubernamentales, independientemente de sus ideologías y filias partidistas.
Para impulsar la formación del Capítulo Puebla del Frente por la Comunicación Democrática vendrían a Puebla dos de sus principales promotores, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y el senador Javier Corral, así como el actor Daniel Giménez Cacho y el periodista Virgilio Caballero.
Otros impulsores de este Frente, que busca que las leyes reglamentarias en materia de telecomunicaciones respeten el espíritu de la reforma constitucional, acotando al duopolio televisivo, garantizando el libre ejercicio de la libertad de expresión y eliminando cualquier pretensión gubernamental por controlar los contenidos que se difunden en internet y redes sociales, son Sergio Aguayo, Elisa Alanís, Sophie Alexander-Katz, Rubén Alonso González, Alma Rosa Alva de la Selva, Clara Luz Álvarez, Manuel Camacho Solís, Purificación Carpinteyro, Carlos Castillo López, Tatiana Clouthier, Javier Sicilia, Beatriz Solís Leree, Brisa Solís Ventura, Gabriel Sosa Plata, Mony de Swaan Addati, Fernando Turner Dávila, Esteban Volkov Bronstein, Olivia Zerón, entre otros.
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Este lunes 5 de mayo se cumplieron 25 años de la fundación del PRD, situación que en Puebla pasó de noche para sus dirigentes estatales que ni se acordaron, ni realizaron algún evento conmemorativo de este aniversario.
Quizás porque muchos de ellos ni estuvieron en su fundación o ignoran la historia de cómo hace un cuarto de siglo se constituyó a nivel nacional.
Aun cuando en Puebla parecería claro quién sería el ganador en una elección entre Gustavo Madero Muñoz y el candidato que resulte de una alianza entre la excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota, el exgobernador de Guanajuato Juan Manuel Oliva y el senador Ernesto Cordero, a nivel nacional la situación no es tan clara.
Una cosa es que Gustavo Madero sea favorito por el respaldo que tiene de gobernadores como Rafael Moreno Valle, de Puebla; Kiko Vega, de Baja California; y Guillermo Padrés, de Sonora; así como de los coordinadores parlamentarios del PAN en el Senadoy la Cámara de Diputados, y la mayoría de los presidentes estatales del blanquiazul, y otra que sea imposible ganarle.
La fuerza y las estructuras que pueden llegar a sumar sus opositores no habría que minimizarlas, ni siquiera en Puebla con todo y que Moreno Valle sea hoy el dueño del partido y de la voluntad de sus principales dirigentes en el estado y la capital.
A nivel nacional los opositores de Gustavo Madero no están mancos, ni cojos. Entre ellos hay que contar al expresidente Felipe Calderón, al bloque de exgobernadores Panistas por México conformado por Ernesto Ruffo, de Baja California; Carlos Medina Plascencia de Guanajuato; Alberto Cárdenas, de Jalisco; Fernando Canales Clariond y Fernando Elizondo, de Nuevo León, al gobernador en funciones de Guanajuato, Miguel Márquez; a los dirigentes abiertos y encubiertos de El Yunque, y a no pocos senadores, diputados y exdiputados federales, alcaldes y expresidentes municipales.
Ciertamente los primeros, se ven con mayores recursos económicos y operativos para comprar simpatías y movilizar votantes el día de la jornada electoral, pero nada tienen seguro y menos— si lo que hasta hace unos días parecía muy complicado— llega a concretarse: una alianza entre Vázquez Mota, Juan Manuel Oliva y Ernesto Cordero.
La excandidata presidencial, con todo y sus indefiniciones y ambigüedades, sigue siendo la aspirante a la dirigencia más popular entre la militancia panista, por encima incluso de Gustavo Madero. A su vez, el exgobernador de Guanajuato tiene una estructura, soportada en los cuadros yunquistas, nada despreciable. Y el senador Ernesto Cordero tiene el apoyo de los calderonistas activos y apasivados.
En ese contexto hay que leer la ruptura y los enfrentamientos que en los últimos días se han dado al seno del panismo, marcados por la imposición de Pablo Rodríguez Regordosa en el Comité Directivo Municipal del PAN; el juicio de Juan Carlos Mondragón en contra Eukid Castañón para dejarlo fuera del Congreso local; y la ausencia del gobernador Moreno Valle en el informe de despedida del presidente municipal de Puebla.
También la cancelación de última hora de Gustavo Madero en el tercer y último informe de Eduardo Rivera; la presencia en el acto de tres de sus opositores y rivales en la contienda por la dirigencia nacional panista, y las declaraciones de Fernando Manzanilla, extitular de la Secretaría General de Gobierno, en el sentido de que él y su cuñado —el gobernador Moreno Valle— hoy militan en diferentes trincheras panistas.
Este último, Fernando Manzanilla, no es un actor o protagonista menor en el tinglado de la elección nacional panista. Además de ser uno de los principales operadores de Juan Manuel OIiva, puede convertirse en un alfil estratégico de los opositores de Gustavo Madero y Moreno Valle en Puebla, es decir, es un aliado del alcalde saliente Eduardo Rivera y del exdirigente estatal panista Juan Carlos Mondragón si, como parece, Vázquez Mota se lanza a la dirigencia nacional y lleva como coordinadores de campaña al exgobernador de Guanajuato y al senador Ernesto Cordero.
El brete en el que está metido el Partido Acción Nacional no parece tener una solución inmediata, debido a la ausencia de un grupo o figura con autoridad moral que pueda reconciliar a sus tribus en pugna y que sea capaz de reencauzar su proyecto político e ideológico dentro de la nueva realidad mexicana.
A los panistas la crisis les llegó en el momento justo, después de haber perdido el gobierno federal y en plena coyuntura electoral por los comicios que el 7 de julio habrán de realizarse en catorce entidades federativas, entre ellas Baja California, que gobiernan desde 1989.
En vez de mostrarse como un partido opositor en recuperación luego del descalabro electoral de 2012, con una agenda clara de reformas y acciones a impulsar desde el Congreso de la Unión y desde los estados y municipios que gobiernan, los panistas se han dedicado a escenificar un espectáculo de pena ajena.
La enconada y mezquina disputa en que hoy se encuentran enfrascadas sus diferentes tribus está lejos de tener buenos propósitos o de arrojar resultados favorables. Se trata de una disputa carroñera por el control del PAN y algunas posiciones de poder en el seno de las cámaras de Diputados y de Senadores.
La decisión de Gustavo Madero de remover a Ernesto Cordero de la coordinación del grupo parlamentario del PAN en la Cámara Alta, para poner en su lugar a un ilustre desconocido, sin liderazgo y sin capacidad de convocatoria, como Jorge Luis Preciado, no fue para lograr una mayor cohesión entre la dirigencia nacional panista y sus senadores.
Fue un golpe de timón, un manotazo sobre la mesa, un albazo autoritario de Madero para demostrar que aún en plena crisis del PAN, sus chicharrones truenan.
Madero ya rescató para su tribu la coordinación de la fracción del PAN en el Senado, pero a costa de perder el apoyo de la mayoría de los legisladores de su partido en esta cámara.
Esta batalla también deja mal parados a los calderonistas residuales, como les llama René Delgado. No sólo se quedaron sin esta importante posición, sino que perderán —muy probablemente— las asesorías y puestos de confianza que Ernesto Cordero abrió para los familiares y colaboradores cercanos de Felipe Calderón.
Para los militantes y candidatos del PAN, el espectáculo que públicamente están dando sus dirigentes debe resultar traumático, pues ellos mejor que nadie saben que a los votantes no les gustan los conflictos, y menos de un partido que siempre presumió que sus diferencias se dirimían por las vías internas y los cauces institucionales.
La imagen que hoy proyecta el PAN resulta poco atractiva a los electores, pues da la impresión de que no se gobierna ni a sí mismo.
Lo peor de todo es que en el corto plazo no se vislumbra una solución o el surgimiento de un grupo que, con liderazgo y ascendencia sobre la militancia panista, pueda recomponer el cochinero que dejaron las gestiones de Fox y Calderón, y la torpe y pusilánime dirigencia de Gustavo Madero, lo que me lleva a suponer que los descalabros electorales del PAN continuarán en los comicios locales de 7 de julio en catorce estados y quizás hasta las elecciones federales intermedias de 2015.
