El factor Beltrones

La noticia de que Manlio Fabio Beltrones Rivera será el próximo dirigente nacional del PRI, en sustitución de César Camacho Quiroz, no debió caer nada bien en Casa Puebla.

No sólo por la enemistad del hoy coordinador del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, sino porque con el sonorense las posibilidades de un acuerdo cupular PRI-PAN en las presidenciales del 2018 para frenar a Andrés Manuel López Obrador, prácticamente se desvanecen.

Uno de los escenarios que el gobernador Rafael Moreno Valle y sus estrategas electorales se han planteado, en caso de que el Peje sea postulado por tercera ocasión a la Presidencia de la República, es promover un pacto como el que se dio en las elecciones del 2006.

Como se recordará, en aquella ocasión varios gobernadores priístas pactaron apoyar a Felipe Calderón Hinojosa ante la certeza de que el candidato del PRI, Roberto Madrazo Pintado, no podía ganar la presidencia de la República y López Obrador podría convertirse en el sucesor de Vicente Fox Quezada.

Entre los estrategas morenovallistas hay la creencia de que ese escenario puede repetirse en el 2018, por lo que panistas y priístas deberían convenir una alianza a favor del candidato mejor posicionado de unos y otros, ante una eventual victoria del tabasqueño.

Bajo esta lógica los priístas del Grupo Atlacomulco han evitado toda confrontación con el gobernador poblano, sabedores de que este podría ser su aliado en 2018 frente a López Obrador.

Moreno Valle percibe el riesgo del Peje pero a diferencia de aquellos cree que el favorecido podría ser él por la ausencia de figuras presidenciales de peso dentro del PRI o, al menos, dentro del Grupo Atlacomulco.

El arribo de Beltrones a la dirigencia nacional del PRI no sólo le complica a Moreno Valle cualquier interlocución con la cúpula priísta nacional, sino que pone en riesgo su proyecto presidencial comenzando con las elecciones locales de 2016 en Puebla y otros estados.

¿O usted cree que Manlio Fabio se va a dejar las 13 elecciones locales del año entrante, o que en Puebla va a permitir que su gallo, Enrique Doger Guerrero, muerda el polvo? ¿O que el CEN del PRI se va a quedar cruzado de brazos ante la conformación de un frente amplio antiPRI con la participación del PAN, el PRD y Nueva Alianza y otros partidos estatales?

Verdad que no.

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El próximo 28 de agosto el Claustro Académico de la Universidad Mesoamericana de Puebla otorgará un Doctorado Honoris Causa al delegado de la Sagarpa, Alberto Jiménez Merino.

El llamado acto de investidura se efectuará en el campus sur de esta institución privada de educación superior.

Jiménez Merino, quien en las últimas tres décadas ha tenido una larga trayectoria política y en el servicio público, antes también tuvo una intensa actividad académica en la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), de la que fue rector.

El hoy delegado de la Sagarpa, que ha expresado su interés en contender por la candidatura del PRI a la minigubernatura, también ha sido dos veces diputado federal y secretario de Desarrollo Rural en dos sexenios priístas.

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