William Shephard podría entrar en lugar de Carlos Navarro

Alcalde de Teotlalco es hermano del arzobispo de Puebla

Lalo Rivera con Vázquez Mota, ¿y Moreno Valle con Madero?

Aunque el Tribunal Electoral del Estado (TEE) desechó el recurso de inconformidad que la Coalición 5 de Mayo presentó en contra del Consejo Distrital 16 del Instituto Electoral del Estado (IEE) y confirmó la victoria del candidato a diputado de la Coalición Puebla Unida, el perredista Julián Rendón Tapia, esta historia aún no concluye.

Es más: los priístas y verde-ecologistas están convencidos que en la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) se echará abajo el triunfo del perredista en el distrito 16, con cabecera en la ciudad de Puebla, lo que les daría posibilidad no sólo de ganar un diputado más de mayoría (Víctor Manuel Giorgana Jiménez), sino otros dos de representación proporcional (Maritza Marín Marcelo y William Reynaldo Shephard Avendaño).

Pero vayamos por partes.

Lo primero a destacar es que la Coalición 5 de Mayo —conformada por el PRI y el PVEM— ya acudió ante el Tepjf para que anule el resultado de una casilla en el distrito 16, que revertiría la victoria del perredista Julián Rendón sobre el priísta Víctor Giorgana.

En ese distrito la diferencia entre uno y otro, de acuerdo con los cómputos oficiales, es de apenas 114 sufragios.

La casilla en disputa es la 1,222 contigua 1, sobre la que existen dos actas de escrutinio y cómputo: una aportada por Víctor Giorgana, que incluye el nombre y firma de escrutadores, y otra enviada por el Consejo Distrital del IEE que sólo lleva los nombres del presidente y secretario de la casilla.

El TEE dio por buena la segunda. Sin embargo, Giorgana y sus abogados insisten en que la suya es la original y aquella la falsa, cuestión que el Tepjf tendrá que resolver en definitiva el próximo mes de noviembre.

Si el juicio promovido por la Coalición 5 de Mayo procediera, Víctor Giorgana sería declarado diputado de mayoría, y su lugar en la lista de diputados de representación proporcional —que obtuvo como el gran perdedor— lo ocuparía la candidata a diputada de su partido por el distrito 23 con cabecera en Acatlán, Maritza Marín Marcelo.

Una segunda cuestión a destacar es que además del juicio anterior, la Coalición integrada por el PRI y el PVEM promovió otro, también ante el Tepjf, pero en contra de la asignación de diputados de representación proporcional hecha por el IEE.

En sus alegatos, la Coalición 5 de Mayo arguye que tiene derecho a uno o dos diputados más de representación, pues las fórmulas que se aplicaron para la asignación de curules por este sistema fueron manipuladas para favorecer a los partidos Pacto Social de Integración y Movimiento Ciudadano.

La dirigencia del PVEM está convencida que el Tepjf resolverá a favor su petición, lo que le daría a la Coalición 5 de Mayo uno o dos diputados más: William Reynaldo Shephard Avendaño y María Eugenia Hortensia Oliva García.

El primero es militantes del PVEM y entraría en lugar del dirigente estatal del partido estatal Pacto Social de Integración, Carlos Froilán Navarro Corro, y la segunda es esposa del actual alcalde priísta de Tepeaca, Isauro Rendón Vargas, quien entraría si el Tepjf revirtiera la victoria del perredista Julián Rendón en el distrito 16 de Puebla.

En suma: quienes aseguran que en la conformación de la entrante Legislatura (la LIX) todo está dicho, más les valdría mejor esperar los últimos resolutivos del Tribunal Federal Electoral.

EN CORTO

Un dato poco conocido pero que no deja de resultar relevante es que el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza, tiene un hermano que en las pasadas elecciones locales contendió para presidente municipal y ganó: Javier Sánchez Espinoza, militante del PVEM, postulado por la Coalición 5 de Mayo a la alcaldía Teotlalco, municipio enclavado en la Mixteca poblana.

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Invitado por el Departamento de Ciencias Sociales y la Licenciatura en Derecho, este lunes acudirá a la Universidad Iberoamericana Puebla el consejero del Instituto Federal Electoral Lorenzo Córdoba Vianello, para impartir la conferencia “Perspectivas de la Reforma Electoral 2013”.

El también doctor en Teoría Política por la Universidad de Turín y profesor-investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM estará acompañado por los académicos José Antonio Bretón Betanzos y Juan Luis Hernández Avendaño.

La conferencia tendrá lugar a las 11 horas en el Lobby del Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica (IDIT), ubicado en el edificio J.

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Ante la decisión de Josefina Vázquez Mota de buscar la dirigencia nacional del PAN, con el respaldo del grupo Panistas por México —en el que participan los exgobernadores de Guanajuato, Carlos Medina; Baja California, Ernesto Ruffo; Nuevo León, Fernando Elizondo; Chihuahua, Francisco Barrio; Aguascalientes, Felipe González; y Jalisco, Alberto Cárdenas—, el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, ha tomado la decisión de abrirse de ese proceso para sumarse a la candidatura de aquella.

Con Vázquez Mota, Eduardo Rivera bien podría colarse al Comité Ejecutivo Nacional, e incluso a la Secretaría General, con el apoyo de la propia ex candidata presidencial pero también de no pocos yunquistas que poco a poco han ido decantándose a su favor.

El que aún no decide a quién apoyar en la contienda por la dirigencia nacional del PAN es el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas.

Lo que sí queda claro es que no estará en el equipo de su paisana, la exsecretaria de Educación y de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota.

Lo más probable es que el gobernador de Puebla apueste por la reelección de Gustavo Madero Muñoz, con el apoyo de otros gobernadores panistas y los coordinadores parlamentarios del PAN en la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores.

Esta situación no dejará de resultar paradójica, pues los principales críticos y opositores de Gustavo Madero son los calderonistas que impulsan la candidatura del senador Ernesto Cordero Arroyo, a quien Moreno Valle apoyó en la contienda por la candidatura del PAN a la presidencia de la República frente a Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel Miranda.

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Que en la última semana se redujo la ventaja de Andrés Manuel López Obrador sobre sus contendientes más cercanos del PAN y el PRI en la zona metropolitana de Puebla, como consecuencia del segundo debate presidencial organizado por el IFE.

Antes del 10 de junio, López Obrador tenía una ventaja 13 y 14 puntos sobre Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto, pero este margen se estrechó en los últimos días.

Ahora la preeminencia del Peje respecto a la panista es de sólo dos puntos, y de nueve en el caso del priísta, con un porcentaje de indecisos de casi el 20%.

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Que a nivel estatal las preferencias entre el ex gobernador del Estado de México y el candidato de la coalición de izquierda son más parejas, casi de empate técnico, ya que el priísta se compensa con los distritos de la Sierra Norte y la Sierra Nororiental, así como con los distritos de la Sierra Negra y la Mixteca poblana (Ajalpan e Izúcar de Matamoros).

Esta situación hace pensar que la decisión final dependerá de la capacidad de operación, movilización y cuidado de casillas que desplieguen el día de la jornada electoral los equipos de campaña de Peña Nieto y López Obrador en la entidad.

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Que en la zona metropolitana de Puebla la contienda por el Senado y las diputaciones federales también se ha cerrado, ya que el PAN ha recuperado terreno en los distritos 6, 9, 10 y 11, y los candidatos de la coalición Movimiento Progresista han perdido puntos en esas mismas demarcaciones.

Si hoy fueran las elecciones para senador en la zona Metropolitana de Puebla, el PAN obtendría el primer lugar, la coalición de izquierda el segundo, y el PRI la tercera posición.

Respecto a las elecciones de diputados federales, en el distrito 6 la ventaja la tiene el candidato del PAN con apenas dos puntos sobre el candidato de la izquierda; en el distrito 9 la panista Blanca Jiménez Castillo también lleva la delantera, lo mismo que su compañero de partido Julio Lorenzini Rangel en el distrito 10 con cabecera en Cholula.

En el distrito 11 la ventaja corresponde al candidato de la coalición Movimiento Progresista Luis Bravo Navarro y en el distrito 12 prácticamente están empatados los candidatos del PRI, Pablo Fernández del Campo; de la coalición de izquierda, Gabriela Viveros González, y del PAN, Néstor Gordillo Castillo.

Por lo que hace al resto de los distritos el panorama es el siguiente: en el 1 con cabecera en Huauchinango, la disputa es muy pareja entre el PAN y PRI; en el distrito 2 de Zacatlán la ventaja es para el priísta José Luis Márquez. En el distrito 3 de Teziutlán, el panista Antonio Vázquez Hernández encabeza las preferencias, aunque en esa demarcación viene cerrando con mucha fuerza la candidata de la coalición de izquierda, Concepción González Molina.

En el distrito 4 de Zacapoaxtla la ventaja corresponde a la priísta Josefina García Hernández; en el distrito 5 de San Martín Texmelucan no se perfila un claro ganador; en el distrito 7 de Tepeaca el puntero en las preferencias es el priísta Jesús Morales Flores; en el distrito 8 de Ciudad Serdán la ventaja es para el panista Saturnino López Ponce; en el distrito 13 de Atlixco tampoco hay un claro favorito.

En el distrito 14 de Izúcar la intención de voto favorece al priísta Filiberto Guevara González; en el distrito 15 de Tehuacán la contienda es muy cerrada entre el PAN y el PRI, y en el distrito 16 de Ajalpan las preferencias se inclinan por el priísta Lisandro Campos Córdova.

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Que el priísta Enrique Doger Guerrero se perfila como uno de los grandes perdedores en estas elecciones, pues su derrota lo dejaría fuera de la contienda del año entrante para la presidencia municipal de Puebla, que por vez primera en la historia política de la entidad abarcará un periodo de cuatro años ocho meses.

En el distrito 6 de Puebla el puntero es el candidato del PAN Enrique Guevara Montiel con 27.1%, seguido del abanderado de la coalición de izquierda Mario Chapital de la Rosa, con 25.1%. Enrique Doger tiene 19.6%, y el porcentaje de indecisos en el distrito es 26.6%.

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Que de los candidatos a diputados federales del Partido Nueva Alianza en la zona metropolitana de Puebla, la mejor es sin duda Silvia Argüello de Julián, nominada por el distrito 12.

Silvia Argüello tiene una intención de voto de 5.3%, superior en uno y hasta dos puntos a la del resto de sus homólogos del Panal por los distritos 6, 9, 10 y 11.

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Que si al final del proceso electoral los indecisos terminan inclinándose por Andrés Manuel López Obrador varios candidatos a diputados federales de la coalición de izquierda también ganarán las votaciones en sus distritos pese al bajísimo nivel de conocimiento de la mayoría de ellos.

Mario Chapital, del distrito 6, sólo es conocido por el 10.6%; Abelardo Cuellar Delgado, del distrito 9, por el 14%; Luis Fernando Bravo, del distrito 11, por el 8%; y Gabriela Viveros González, del distrito 12, por el 16.4%.

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Simón dice:

“La suerte es una flecha lanzada que hace blanco en el que menos la espera.”

Konrad Adenauer (1876-1967) Político alemán.

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Si me preguntaran quién de los cuatro candidatos presidenciales fue el mejor o logró sacarle más provecho al debate organizado por el IFE, a ciencia cierta no sabría qué responder. De lo que sí estoy cierto es que hubo una gran perdedora y no porque haya sido la peor, sino porque fracasó en su objetivo de acortar la distancia que la separa del priísta Enrique Peña Nieto y consolidarse en la segunda posición.

Josefina Vázquez Mota desaprovechó el debate del domingo para reposicionarse y relanzar su alicaída candidatura en los 52 días que restan para las elecciones del 1 de julio. Fue incapaz de conectar con los electores, de tentar a ese 20 o 30% de indecisos que aún no definen por quién votar y de convencer por qué su gobierno sería diferente de lo que han sido las dos últimas administraciones federales —de las cuales, por cierto, ha sido parte como secretaria de Desarrollo Social en el sexenio foxista, y de Educación Pública en el primer tercio del sexenio calderonista–.

En términos de estrategia y táctica, el desempeño de la candidata panista en el debate fue desafortunado. Evidenció que no cuenta con un método efectivo y eficiente que le permita ganar simpatizantes en el corto plazo, generar expectativas de triunfo y atraer la atención de los electores volátiles o del llamado voto switcher, que no quiere el regreso del PRI a Los Pinos pero tampoco más de lo mismo de los últimos dos sexenios panistas.

Josefina no supo venderse como una candidata capaz de poner contra las cuerdas al puntero de esta contienda electoral. Llegó sin “carnita” ni bombas mediáticas que estallarle al ex gobernador mexiquense, y tampoco pudo persuadir a quienes siguieron el debate de que cuenta con un plan de acción de aquí al primer domingo de julio para derrotar a Peña Nieto y garantizar la permanencia del PAN en la presidencia de la República durante un tercer sexenio.

Su retórica de que es diferente sigue siendo vaga y vacua. ¿Diferente a qué o a quién?

Toma distancia de Felipe Calderón, pero sin criticarlo a fondo ni romper con él. No se atreve a decir con claridad en qué han fallado los gobiernos panistas ni qué haría ella para subsanar esos yerros, o para diferenciarse de sus últimos jefes en la administración pública federal.

El problema de la candidata panista es —perdón por la insistencia—su incongruencia entre el decir y el hacer, su ambigüedad discursiva en temas controversiales y su afán de nadar de muertito en asuntos que reclaman definiciones puntuales.

La panista no ha logrado transmitir un mensaje claro y concreto que le diga a los electores qué propone, con quién lo logrará y cuáles son los atributos personales y profesionales que la hacen mejor que sus contendientes del PRI y de la izquierda.

Y esta oportunidad la dejó escapar en el debate del domingo, en el que estaba obligada a estrechar la distancia de 15 ó 20 puntos que la separan de Peña Nieto y apuntalarse en la segunda posición, separándose de Andrés Manuel López Obrador por más de 5 puntos, para buscar en los últimos días de la campaña el voto útil o de los indecisos, que es el único que podría hacerla ganar.

Lástima Josefina. Ya será para la otra.

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Simón dice:

“Las locuras que más se lamentan en la vida de un hombre son las que no se cometieron cuando se tuvo la oportunidad.”

Helen Rowland (1875-1950) Periodista y humorista estadounidense.

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El Partido Acción Nacional, uno de los impulsores de la llamada concurrencia electoral —que no es otra cosa que empatar las elecciones federales con las locales—, debe estar arrepentido de esta iniciativa, a juzgar por lo que le espera en la mayoría de los 15 estados donde los ciudadanos votarán por autoridades federales y estatales el domingo 1 de julio.

De estas quince entidades, en siete se elegirá gobernador o jefe de gobierno además de diputados locales y presidentes municipales (Chiapas, Distrito Federal, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Tabasco y Yucatán); y en ocho únicamente legisladores al Congreso del estado y ayuntamientos (Campeche, Coahuila, Colima, Estado de México, Querétaro, Nuevo León, San Luis Potosí y Sonora).

Si el PAN de por sí iba a tener problemas para mantener en su poder las gubernaturas de Guanajuato, Jalisco y Morelos, con la concurrencia electoral sus dificultades se han multiplicado, sobre todo en los dos últimos, donde sus candidatos son superados por los abanderados del PRI por 10 o 15 puntos, según diversas encuestas.

La única entidad en la que el PAN podría conservar la titularidad del Poder Ejecutivo —y con mucho esfuerzo— es Guanajuato, donde la contienda entre el panista Miguel Márquez Márquez —el delfín del gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez— y el priísta Juan Ignacio Torres Landa García se mantiene muy pareja.

Por lo que hace al resto, como el Distrito Federal, Chiapas, Tabasco y Yucatán, las posibilidades de que el PAN logre recuperarse y obtener una victoria son francamente nulas, ya sea porque sus candidatos se encuentran en el tercer sitio, después de los nominados por el PRI y la coalición de partidos de izquierda, o porque entre ellos y el delantero hay más de 15 puntos de diferencia.

En este contexto no se ve cómo Josefina Vázquez Mota pueda ganar la presidencia de la República si, a duras penas, sólo uno de los siete candidatos del PAN a gobernador o jefe de gobierno estaría en condiciones de salir victorioso en los comicios locales que, de manera paralela con las elecciones presidenciales, se efectuarán el 1 de julio.

La concurrencia electoral es un factor que hoy juega a favor del PRI y de sus candidatos a cargos de elección popular, tanto a nivel federal como estatal, debido al posicionamiento de su principal figura en estas elecciones: el ex gobernador del Estado de México.

Si Enrique Peña Nieto no tuviera el posicionamiento que tiene ni la cómoda ventaja de hasta 20 puntos que saca a sus contendientes del PAN y la coalición de partidos de izquierda, seguramente la situación de los candidatos a diputados federales y senadores PRI sería diferente, lo mismo que la de sus candidatos a gobernador, presidentes municipales y diputados locales en estas 15 entidades con concurrencia electoral.

De ahí mi afirmación inicial: los panistas deben estar, hoy, dándose de topes por haber propuesto empatar en una misma fecha las elecciones federales con las locales de cada entidad.

¿O me equivoco?

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Simón dice:

“Nadie debe cometer la misma tontería dos veces, la elección es suficientemente amplía.”

Jean Paul Sartre (1905-1980) Filósofo y escritor francés.

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El gran problema de la candidata del PAN a la presidencia de la República, y que ha frenado o estancado su preferencia entre los votantes, no radica en los errores de logística y falta de coordinación de su equipo de campaña, ni tampoco en quienes se encargan de manejar su imagen —bastante mal, por cierto— y redactar sus mensajes en Twitter.

No, el problema de Josefina Vázquez Mota es más de fondo que de forma; es de contenido, de discurso.

La panista no ha logrado transmitir un mensaje claro y concreto que le diga a los electores qué propone, con quién lo logrará y cuáles son los atributos personales y profesionales que la hacen mejor que sus contendientes del PRI y de la izquierda.

Su slogan de “diferente” no transmite absolutamente nada. ¿Qué la hace distinta? ¿Sólo su condición de mujer? ¡Por favor!

Si Josefina es diferente, debería precisar de quién: ¿De Vicente Fox y Felipe Calderón? ¿De los otros candidatos presidenciales? ¿De los políticos y políticas que han gobernado este país en los últimos años?

Tan vacuo e insustancial es su slogan como su discurso de candidata. Vázquez Mota no se compromete a nada serio. Sus propuestas y compromisos caen en lugar común, y su proyecto —si es que lo tiene— es un catálogo de buenas intenciones y mejores deseos.

Frente a temas controversiales como la guerra contra el narco y el crimen organizado, el cacicazgo de la profesora Elba Esther en el sistema educativo o de los líderes de Pemex en la industria petrolera, la corrupción gubernamental, la apertura del mercado de las telecomunicaciones y el fin del duopolio televisivo, o la partidocracia que tiene secuestrada las instituciones, el discurso de Josefina es omiso y esquivo.

Y así no se puede ganar una elección, y menos cuando su contrincante priísta —el ex gobernador del Estado de México— encabeza las encuestas electorales y le saca entre 15 y 20 puntos de ventaja.

La desorientación discursiva y programática de Josefina no le ha permitido articular siquiera un mensaje claro y atractivo para las mujeres, que representan más de la mitad del padrón electoral, y ya no se diga para los jóvenes que por primera vez irán a votar el 1 de julio y no tienen antecedentes de cómo gobernaba el PRI y sí, en cambio, de los yerros y pifias de los gobiernos panistas.

¿Acaso Vázquez Mota o sus estrategas de marketing de veras creen que estos jóvenes la perciben diferente de los dos últimos presidentes panistas?

Yo creo que no.

Como también creo que a los jóvenes que en 2012 tienen entre 20 y 34 años de edad, y que representan el 38 por ciento de la lista nominal de electores, poco o nada confianza debe infundirles una candidata presidencial que ha formado parte de los dos últimos gobiernos del PAN pero dice que es diferente, sin justificar en qué o por qué.

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La visita que el candidato del PRI a la presidencia de la República tenía programada para los siguientes días de abril se suspendió y ahora, lo más probable, es que se posponga para finales de mes o para principios de mayo.

Lo que sí es seguro es que Enrique Peña Nieto encabece una comida con más de mil empresarios de todo el estado el domingo 27 de mayo, en el Centro Mexicano Libanés.

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Este martes tomó posesión como nuevo delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en el estado de Puebla, Horacio Alberto Garmendia Salman, quien se desempeñó como presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, tribunal en el que no dejó muy buenos recuerdos por los despidos que llevó a cabo y su trato despótico hacia el personal.

Su nombramiento fue impulsado por el gobernador Rafael Moreno Valle, y el subsecretario de Trabajo de la Secotrade, Carlos Ortiz Rosas.

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Simón dice:

“La elección de la actitud es algo que puede marcar la diferencia en tu vida”.

John Calvin Maxwell (1947-) Evangelista cristiano de EU y experto en liderazgo

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* El sufragio de los indecisos hará la diferencia en el estado

* Lo máximo que el Panal podría conseguir son 150 mil votos

… a Claudia Morales con mi más sentido pésame por la muerte de su señor padre.

Si en el estado de Puebla hay más o menos 3.9 millones de potenciales votantes, y en las elecciones presidenciales se espera que sufrague el 55% de los inscritos en el listado nominal, eso significa que en la jornada del 1 de julio la votación total computable será de alrededor de 2.1 millones de sufragios.

En ese contexto la meta del PRI y el PAN de lograr en la entidad más de un millón de votos se vislumbra difícil pero no imposible.  Difícil, considerando el escenario local, y viable en el escenario nacional.

Trataré de explicarme.

A nivel nacional, encuestadoras como Consulta Mitofsky o las contratadas por El Universal o Milenio estiman que la votación efectiva de Enrique Peña Nieto y los partidos que lo apoyan como candidato presidencial, el PRI y el PVEM, ronda el 50%, contra el 29% de Josefina Vázquez Mota y el PAN, y el 22% de Andrés Manuel López Obrador y la coalición de partidos de izquierda.

Sin embargo, la realidad local es diferente de acuerdo con algunas mediciones estatales. En la entidad Enrique Peña Nieto y la coalición Compromiso por México tienen una intención de voto de 26.8%, que equivale a 574 mil votos, sobre un nivel de participación del 55%.

Según esta misma encuestadora, la preferencia de Josefina Vázquez Mota y el PAN se sitúa en 31.4%, que representa más o menos 673 mil sufragios, y la de Andrés Manuel López Obrador y la coalición Movimiento Progresista en 14.7%, que equivale a 315 mil sufragios.

El voto de los indecisos

La diferencia entre las primeras encuestadoras y la segunda radica en los indecisos, pues unas toman la votación efectiva, y la firma local sólo la votación real o directa.

De acuerdo con esta última encuestadora, uno de cada cuatro electores aún no sabe o no decide por qué partido o candidato votará el 1 de julio.

Si este porcentaje se traduce en votantes, los indecisos representan más o menos 500 mil.

Calculando una participación del 55% en la jornada del primer domingo de julio, y considerando los porcentajes de votación y efectiva arriba señalados, tenemos lo siguiente:

Que el rango de votos de Peña Nieto en la elección presidencial va de 574 mil a 1 millón 29 mil, que el de Vázquez Mota va de 619 mil a 673 mil, y el de López Obrador de 315 mil a 486 mil.

Conclusiones preliminares

Para que los candidatos presidenciales del PRI o el PAN obtengan en Puebla más de un millón de sufragios en las elecciones del 1 de julio, requieren ganar al menos con el 48% de la votación efectiva.

El candidato que más podría acercarse a esta meta es el priísta Enrique Peña Nieto, pero para lograrlo tendría que incidir de manera directa y efectiva en los indecisos, y que la intención de voto Vázquez Mota no rebasará el 35%.

El Partido Nueva Alianza (Panal) difícilmente superará en la entidad a la coalición de partidos de izquierda. Lo máximo que podría obtener son 150 mil sufragios, es decir el 7% de la votación total.

Para mantener su registro nacional, el Panal necesita de 900 mil votos, de suerte que los 150 mil que Puebla podría aportarle equivaldrían a una sexta parte de su votación nacional.

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Simón  dice:

“Las matemáticas poseen no sólo la verdad, sino cierta belleza suprema. Una belleza fría y austera, como la de una escultura.”

Bertrand Russell (1872-1970) Filósofo, matemático y escritor británico.

A Josefina Vázquez Mota el traje de candidata presidencial le quedó grande. Lejos de afrontar y asumir compromisos concretos en temas controversiales como el espionaje telefónico del que fue víctima en la precampaña y sus acusaciones al secretario de Seguridad y a la vocera presidencial de intervenir comunicaciones privadas y filtrarlas a la prensa, se fue por el camino fácil de echarle la culpa al PRI.

En la polémica sobre el rol de Elba Esther Gordillo en la educación y la decisión de la SEP de mantener en la opacidad las evaluaciones a profesores y directivos de escuelas de educación básica, la candidata panista también ha sido omisa y esquiva.

Y ya no se diga sobre otras discusiones candentes como la tercera cadena nacional de televisión, la efectividad del combate a la delincuencia organizada y el montaje televisivo en la detención de la francesa Florence Cassez y sus cómplices acusados de secuestro.

Si Vázquez Mota fuera a la cabeza de las encuestas y aventajara a su más cercano contendiente por 15 ó 20 puntos, quizás su actitud se entendería, pero no es así. La panista, que arrancó la contienda con muy buenas expectativas después de ganar la interna de su partido, se ha estancado y su crecimiento de intención de voto se vislumbra pobre de persistir en esta comodina posición.

Otra oportunidad que la ex secretaria de Desarrollo Social y de Educación dejó escapar en el marco de la nominación de candidatos a diputados federales y senadores de su partido fue el asunto de la cuota de género.

Con qué calidad Vázquez Mota llama a los electores a darle una oportunidad, por aquello de que es el tiempo de las mujeres, si ella no hizo nada al seno de su partido para que este cumpliera con la cuota de género establecida en el Código Electoral.

¿Por qué si es el tiempo de las mujeres guardó un cómplice silencio cuando era claro que el PAN no iba a acatar con la disposición del Tribunal Electoral y el IFE de entregar al menos el 40% de sus candidaturas al Congreso de la Unión a miembros y simpatizantes de su partido del sexo femenino?

El problema de la candidata panista es su incongruencia entre el decir y el hacer, su ambigüedad discursiva en temas controversiales y su afán de nadar de muertito en asuntos que reclaman definiciones puntuales.

Su actitud frente al espionaje de que fue objeto junto con su coordinador de redes sociales, Agustín Torres Ibarrola, la pinta de cuerpo entero.

Antes de que la ilegal grabación se hiciera pública a través del portal La Silla Rota, Vázquez Mota hasta se burlaba del espionaje político y del responsable de este en el gobierno federal, el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, así como de la coordinadora de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Alejandra Sota, por filtrar a la prensa dichas grabaciones.

Pero después de la difusión de su conversación, entonces la candidata presidencial se indigna, acude a la PGR a denunciar lo que le parece —ahora sí— un delito muy grave, y manda a sus voceros a culpar al PRI de algo que antes responsabilizó al secretario de Seguridad Pública del presidente Felipe Calderón.

¡Seriedad señora!

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La advertencia del Instituto Federal Electoral (IFE) a los partidos y coaliciones que no cumplieron con la cuota de género, en el sentido de que acatan el Código Electoral y la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) o el IFE les quitará candidaturas de hombres para asignarlas a mujeres, tendrá repercusiones en Puebla.

Le puedo adelantar que en el PRI, en el PAN y en la coalición de partidos de izquierda habrá ajustes de última hora.

La coalición Movimiento Progresista —integrada por el PRD, el PT y el PMC— podría incorporar a mujeres en cualquiera de los cuatro distritos con cabecera en la capital. Los nombres que este martes se mencionaban eran los de Catalina Pérez Osorio, por el distrito 6; Micaela Ávila Soto, por el distrito 9; y Mónica Bretón Ortega, por el distrito 12.

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Simón dice:

«Afortunadamente la incongruencia del mundo es de índole cuantitativa»

Franz Kafka (1883–1924), escritor checoslovaco.

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* La segunda fórmula al Senado divide al Movimiento Progresista

* Manuel Bartlett, sin peso dentro de la izquierda poblana

* Luis Alberto Villareal, el coordinador de campaña de Vázquez Mota

Uno de los mayores problemas de Andrés Manuel López Obrador y la coalición de partidos de izquierda que lo postuló para la presidencia de la República radica en los desacuerdos de estas organizaciones en el registro de candidatos a senadores y diputados federales.

Puebla es un claro ejemplo de estas desavenencias o conflictos.

El jueves por la noche, al vencer el plazo para el registro de candidatos ante el Instituto Federal Electoral (IFE), la coalición Movimiento Progresista —integrada por el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano— hizo una doble inscripción en la segunda fórmula para el Senado de la República por el estado de Puebla.

Por un lado registró a José Juan Espinosa Torres, y por otro a Armando Etcheverry Beltrán.

Esta situación provocó una airada discusión el viernes por la madrugada, que involucró a los dirigentes nacionales del PT, Alberto Anaya Gutiérrez y Ricardo Cantú Garza; al senador Dante Delgado Rannauro, del Movimiento Ciudadano (antes Convergencia); al ex gobernador Manuel Bartlett Díaz, quien va como candidato de la primera fórmula por la coalición de partidos de izquierda; y a los dirigentes nacionales del PRD, Jesús Zambrano Grijalva y Luis Miguel Barbosa Huerta.

En la discusión, caracterizada por las descalificaciones mutuas, el diputado federal Ricardo Cantú le cuestionó a José Juan Espinosa cómo quería ser candidato a senador de la coalición de partidos de izquierda cuando ni siquiera era capaz de convencer a su esposa (Nancy de la Sierra) de abandonar el PRI, partido que la postuló como candidata a diputada federal.

Éste, a su vez, defendió la trayectoria y carrera política de su cónyuge priísta y afirmó que a diferencia de otros personajes, en clara alusión al petista Alberto Anaya, él no se prestaba a negociaciones para que su esposa fuera nominada a una diputación federal por la vía plurinominal.

Dante Delgado salió en defensa de José Juan y pidió respeto a la vida privada y personal.

Manuel Bartlett quiso sacar ventaja en la discusión y planteó que la segunda fórmula no fuera para José Juan Espinosa, ni para Armando Etcheverry, sino para el joven abogado Mario Bracamonte González, secretario del Club de Empresarios de Puebla.

El caso es que la reunión, que tuvo lugar en uno de los salones del segundo piso del edificio del IFE, terminó sin acuerdos y sí en medio de fuertes fracturas de los dirigentes y protagonistas de la coalición de partidos de izquierda en Puebla.

José Juan Espinosa no sólo se enemistó con Manuel Bartlett, sino que anunció que ya promovió un juicio ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) para echar abajo la eventual candidatura del petista Armando Etcheverry al Senado por la segunda fórmula, y Luis Miguel Barbosa, en nombre del PRD, se deslindó del ex gobernador poblano, y expresó su apoyo al diputado local convergente para que éste sea finalmente quien se quede con la segunda fórmula al Senado, en lugar de Etcheverry o Bracamonte.

EN CORTO

A pesar de lo que algunos creían en el sentido de que Manuel Bartlett Díaz tendría un gran peso en el registro de candidatos a diputados federales por la coalición Movimiento Progresista en el estado de Puebla, la verdad es que los nombres impulsados por el ex gobernador fueron prácticamente ignorados en la mayoría de los casos.

En el distrito 1 con cabecera en Huauchinango, los bartlistas impulsaron a Omar Lechuga Ríos, pero el nominado fue el ex alcalde panista Carlos Ignacio Miguel López; en el distrito 4 de Zacapoaxtla apoyaron a Teresa Lino Bello, pero el favorecido fue el regidor Marco Antonio Alejo Calderón; en el distrito 5 con cabecera en San Martín, el ex gobernador y sus operadores se apostaron por el ex alcalde Noé Peñaloza Hernández, pero el PRD les ganó la partida por conducto de Elim Garzón Badillo, hija del ex diputado Neftalí Garzón Contreras.

La historia se repitió en el distrito 8 de Ciudad Serdán, donde los bartlistas respaldaban al ex alcalde Mauricio Hidalgo González, y el nominado fue el presidente municipal con licencia de Atzizintla, Arturo de Rosas Cuevas; en el distrito 12 de Puebla, donde apoyaban a Mónica García Rugarcía, y el registrado fue el ex panista Jesús Encinas Meneses; y en el distrito 13 con cabecera en Atlixco, donde los bartlistas querían a Pedro Minutti, en lugar de Mario Vélez Merino, quien finalmente fue el nominado.

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Tómelo con reserva, pero el coordinador de campaña de Josefina Vázquez Mota en Puebla podría ser un senador del estado de Guanajuato, muy cercano al dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz.

Se trata del senador Luis Alberto Villareal García, quien fue diputado federal de 2000 a 2003 y presidente municipal de San Miguel Allende, Guanajuato, de 2003 a 2006.

El también candidato a diputado federal por la vía plurinominal tiene experiencia en campañas electorales y su nombramiento estaría al margen de la pugna que mantiene el gobernador Rafael Moreno Valle con la dirigencia estatal panista encabezada por Juan Carlos Mondragón Quintana.

El estado de Puebla no le es desconocido, pues en las elecciones locales de 2010 fue nombrado delegado del CEN del PAN en Puebla. Humberto Aguilar Coronado, su compañero de partido y de escaño en la Cámara Alta, es el panista poblano con el que mejor se lleva.

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Simón dice:

“Es sin duda un mal, estar lleno de defectos; pero es todavía un mal mayor estar lleno de ellos y no quererlo reconocer, porque es añadir todavía el de una ilusión voluntaria.”

Blaise Pascal (1623-1662) Científico, filósofo y escritor francés.

A 17 días del inicio formal de las campañas y 107 de la jornada electoral, el escenario político se ha modificado de manera sustancial respecto a lo que se percibía de la contienda presidencial a finales del año pesado.

El priísta Enrique Peña Nieto dejó de parecer un candidato invencible, aún con la ventaja de 15 puntos que todavía le dan algunas encuestadoras como Consulta Mitofsky sobre su más cercano contendiente, en este caso Josefina Vázquez Mota.

La panista ahora es percibida como una candidata que podría colarse a una final cerrada si mejora su discurso, ajusta su imagen y logra consolidarse en la segunda posición, relegando al candidato de las izquierdas al tercer sitio de las preferencias electorales.

Andrés Manuel López Obrador se observa como estancado y con un discurso en torno a la República Amorosa que no logra entusiasmar a los electores volátiles e indecisos, pese a la buena aceptación que entre la comentocracia han tenido las figuras que ha mencionado como posibles integrantes de su gabinete.

Este nuevo escenario obliga a candidatos, partidos y coaliciones a ser más creativos y propositivos, pues en estricto sentido el proceso aún no está definido a favor de nadie.

Ese 19 ó 20% de ciudadanos que todavía no decide por qué candidato, partido o coalición votar puede modificar las tendencias que actualmente reportan las encuestas y más frente a los proyecciones y prospectivas históricas que revelan que la elección se cerrará de aquí al primer domingo de julio.

Para que el PRI regrese a Los Pinos requiere algo más que un candidato presidencial bien posicionado y soportado por un telepromter. Necesita detener el éxodo de militantes que viene sufriendo en algunos estados como Puebla, sacudirse a dirigentes simuladores u oportunistas como Fernando Morales Martínez, y postular candidatos a diputados y senadores “sin cola” pero que además le sumen votos.

Peña Nieto debe pasar de ser el favorito de las encuestas, para convertirse en una opción de gobierno viable, segura y confiable, y eso no lo conseguirá con un discurso lleno de frases y lugares comunes, sin esencia ni sustancia y maquillado para la televisión. Necesita acreditar en los hechos por qué su victoria marcará un cambio de fondo y no el regreso de un PRI con políticos de nueva generación pero con los vicios y prácticas de antaño.

El reto de Vázquez Mota será convencer a los miles de decepcionados de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón que ahora sí llegará el prometido cambio y que las estructuras del viejo régimen serán desmontadas para terminar con privilegios, cacicazgos y poderes fácticos como los de Elba Esther Gordillo y el duopolio televisivo.

Y eso implica que no sólo debe modificar su discurso —centrado en su condición de mujer—y su actitud ante las dificultades que el país enfrenta y los rezagos y problemas de inseguridad y desempleo que le heredarán sus antecesores panistas, sino convencer a los votantes de que puede ganar pero que su triunfo se traducirá en continuismo. Los mexicanos ya no quieren más de lo mismo.

El desafío de López Obrador no es menor. Por un lado tiene que definir cuál de los dos Pejes es el verdadero. Si el de hace seis años o el actual y luego ir a la conquista de aquellos electores decepcionados del PAN, pero que tampoco quieren el regreso del viejo PRI con Peña Nieto.

El candidato de las izquierdas debe abandonar el discurso del amor y paz, y retomar aquel que le dio autoridad moral como crítico del PRIAN, pero sin radicalismo ni estridencias, pues de lo contrario corre el riesgo de que los electores switcher o indecisos le den la espalda y él se quede anclado en el tercer sitio más cerca de su quinta rústica de Chiapas que de Los Pinos.

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Simón dice:

“La peor decisión es la indecisión.”

Benjamín Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.

Que este miércoles por la noche se comunicaron vía telefónica el coordinador de campaña de Josefina Vázquez Mota, Roberto Gil Zuarth, y el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, y que como resultado de esa plática el proceso para definir el orden de las fórmulas de candidatos del PAN al Senado de Puebla podría suspenderse.

En otras palabras, lo más probable es que este jueves se anuncie que las elecciones panistas del domingo se suspenden, y que Javier Lozano Alarcón se queda con la primera fórmula al Senado y Augusta Valentina Díaz de Rivera con la segunda.

La negociación entre Gil Zuarth y Moreno Valle se dio al filo de las 21 horas, después que el ex secretario del Trabajo y Previsión Social del gobierno federal, Javier Lozano Alarcón, cerró su precampaña al Senado en la capital poblana.

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Que en las elecciones internas panistas, los únicos distritos en los que realmente habrá competencia por una candidatura a diputado federal de mayoría relativa son San Martín Texmelucan y Tehuacán, donde los grupos locales no lograron ponerse de acuerdo.

En el distrito 5 con cabecera en Texmelucan tres son los panistas que buscan la nominación: Anahí Romero Alonso, Gustavo Cebada Magaña y Víctor León Castañeda.

Anahí Romero fue delegada de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI); Gustavo Cebada es un joven empresario local que tiene el apoyo de los panistas de la cabecera; y Víctor León fue presidente municipal, diputado federal, diputado local y delegado de la Secretaría de Educación Pública.

En el distrito 15 de Tehuacán la contienda por la candidatura la protagonizan el ex delegado del Infonavit y ex titular de la Comisión de Vivienda del estado, Felipe de Jesús Arroyo Mojarro, y el ex titular de la Unidad Estatal de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria  (Aserca), Jesús Antonio Pacheco Tenorio.

El ex alcalde tehuacanero Felipe Mojarro es apoyado por el actual presidente municipal Eliseo Lezama Prieto, por algunos miembros de la dirigencia estatal y muy recientemente por el gobernador Rafael Moreno Valle.

En cambio a Jesús Antonio Pacheco lo respaldan el Comité Municipal encabezado por Francisco Medina y algunas figuras panistas de Tehuacán como Sergio Gómez Olivier, René Lezama Aradillas, Fernando Herrero Arandia, Beatriz Cin de Herrero, además de José Manuel Bulás Montoro.

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Que si hoy fueran las elecciones para presidente de la República en el municipio de Puebla, la panista Josefina Vázquez Mota las ganaría con el 33.6% de la intención de voto, seguida por el priísta Enrique Peña Nieto con el 29.1%.

El candidato de la coalición de izquierda Andrés Manuel López Obrador quedaría en tercer lugar con el 24.1% de los votos, según la última encuesta telefónica aplicada por el despacho Indicadores de Elías Aguilar García.

Dicho estudio, que este se lunes de levantó sobre una base de 400 entrevistas a ciudadanos mayores de 18 años que dijeron contar con credencial de elector, tiene un margen de error de más menos 5%.

A la pregunta ¿Por cuál partido votaría si la elección de presidente de la República fuera hoy?, el 34.1% respondió que por el PAN, el 27.6% que el por el PRI, el 17% por el PRD, el 2.7% por el PT, el 0.3% por Convergencia y el 0.2% por el Panal.

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Simón dice:

“Usar de venganza con el más fuerte es locura, con el igual es peligroso, y con el inferior es vileza.”

Pietro Metastasio (1698-1782) Poeta italiano.