Malos entendidos sucesorios

¿Qué es lo que realmente se dijeron Blanca Alcalá Ruiz y Alejandro Armenta Mier, en aquella conversación telefónica, donde el dirigente estatal del PRI le pidió a la presidenta municipal de Puebla que le definiera si participaría o no en la contienda por la gubernatura de Puebla?

De acuerdo con la información que este reportero ha podido recoger de los actores involucrados y de fuentes cercanas al tema, el diálogo telefónico sí existió. Y, como el propio Armenta lo declaró a e-consulta, fue él quien se comunicó con la alcaldesa para preguntarle si la incluía en el proceso interno del PRI.

La llamada del dirigente estatal se dio luego de que Blanca Alcalá —y algunos de sus funcionarios más cercanos— censuraron de manera pública la exclusión de que había sido objeto, en aquel desayuno de Casa Puebla donde el gobernador Mario Marín Torres se reunió con cinco de los aspirantes del PRI a sucederlo.

A la interrogante de Alejandro Armenta, la presidenta municipal respondió, en efecto, con un “no”, pero con un “no” condicionado, en el entendido de que esa decisión tenía que pasar primero por el filtro o la aprobación del gobernador Marín.

Es decir, Blanca Alcalá no rechazó de manera categórica su participación en el proceso interno del PRI, lo que dijo es que mientras su aspiración no tuviera el visto bueno del gobernador Marín entonces ella prefería concluir su gestión al frente del ayuntamiento, en espera de que al término de la misma se le abrieran nuevas oportunidades.

En suma: que el enredo de contradicciones en que mutuamente han incurrido la presidenta municipal de Puebla, y el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, es el resultado de una serie de malos entendidos y verdades a medias.

De Blanca Alcalá porque públicamente se ha negado a declarar lo que le confesó en privado al dirigente estatal de su partido, y de Alejandro Armenta porque en lugar de transmitir el mensaje de la alcaldesa al verdadero mandamás del PRI, sólo utilizó la parte que le convenía para facilitar las cosas al “Proyecto Z”.

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Simón dice:
“De todas las formas de engañar a los demás, la pose de seriedad es la que hace más estragos”.

Santiago Rusiñol i Prats (1861-1931). Pintor y escritor español.