Reforma electoral light
Después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que los comicios locales para gobernador, presidentes municipales y diputados al Congreso del estado se celebren el primer domingo de julio de 2010, la LVII Legislatura tendrá un máximo de tres semanas para adecuar el Código de Instituciones y Procesos Electorales.
Esto significa un trabajo a marchas forzadas por parte de los diputados locales que producirá, sin lugar a dudas, una reforma light y al vapor, pues el único y fundamental propósito será adelantar —sin grandes cambios ni mejoras— cuatro meses el calendario electoral.
Si antes el proceso electoral iniciaba —según el artículo 186 del código electoral vigente— en la segunda semana de marzo del año de la elección, ahora tendrá que arrancar en la segunda semana de noviembre del año previo al de la elección, pues la preparación de los comicios seguirá siendo de ocho meses.
Eso implica adelantar las tareas del Consejo General del Instituto Electoral del Estado (IEE), que en ese periodo debe sesionar e integrar los Consejos Distritales y Municipales, fijar topes de gastos de precampaña y campaña, vigilar la realización de las mismas, recibir las solicitudes de registro de candidatos, integrar y capacitar a los funcionarios de casilla, y mandar a elaborar la papelería electoral.
Los partidos políticos también se verán obligados a acelerar sus procesos internos, pues bajo las nuevas reglas electorales que el Congreso del estado aprobará —a más tardar el jueves 13 de agosto—, las precampañas comenzarán en enero o febrero.
En esas circunstancias, lo más probable es que los registros de candidatos a los distintos cargos de elección popular se efectúen durante el mes de abril, para que las campañas de 60 días se desarrollen del 1 de mayo al 30 de junio.
De tal manera que durante las tres semanas que los diputados locales tendrán para adecuar el Código de Instituciones y Procesos Electorales —una vez que la Suprema Corte les notifique de manera oficial su resolución—, se dejarán de lado cuestiones ajenas al calendario.
¿A qué me refiero?
A que permanecerán como temas pendientes la obsoleta e inequitativa distritación del estado; la confusa fórmula de asignación de diputados y regidores de representación proporcional, que hoy cobija la sobrerrepresentación del partido triunfante y premia a los partidos minoritarios; la partidización de los consejeros electorales; y el oscuro presidencialismo que priva al seno del IEE, por citar sólo cuatro aspectos.
Estas cuestiones, al igual que otras lagunas del código vigente en materia de precampañas, no serán corregidas por falta de tiempo, pero también por ausencia de voluntad política para hacerlo rápido y bien.
De ahí mi afirmación de que la próxima reforma electoral será, si no light y al vapor, cuando menos cosmética.
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Simón dice:
“Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; obrar siempre con tranquilidad y calma”.
San Francisco de Sales (1566-1622) Obispo y Doctor de la Iglesia.
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