De renuncias, obsesiones y cosas peores

La renuncia de José Manuel Mastache Solano a la candidatura de presidente municipal de Izúcar de Matamoros por la coalición Compromiso por Puebla fue, en realidad, una remoción.

Antes de que éste anunciara su renuncia por diferencias irreconciliables con Rafael Moreno Valle –a quien acusa de prepotente, autoritario y fascista–, la verdad es que los dirigentes de los partidos de la coalición opositora ya habían decidido reemplazarlo.

Sí, sustituirlo porque desde hace tres semanas dejó de hacer campaña para echarse a los brazos del que fuera su partido político antes de ser nominado como candidato de la coalición Compromiso por Puebla, el PRI.

En su lugar se designó a la doctora Evelia Rodríguez Cázares, esposa de Miguel Cázares, quien fuera el principal dirigente del Frente Cívico de Matamorense, junto con el hoy diputado con licencia Melitón Lozano, candidato del Partido del Trabajo a la presidencia municipal y, en los hechos, el principal factor de división de la oposición en Izúcar de Matamoros.

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Para Rafael Moreno Valle el tema de sus representantes de casilla se ha vuelto una obsesión, a tal grado que personalmente revisa las listas y no permite propuestas de nadie ajeno a su burbuja y a los dirigentes del SNTE.

El candidato de la coalición Compromiso por Puebla le ha pedido al jefe de su estructura electoral, Néstor Gordillo Castillo, no acreditar como representante a ningún desconocido o recomendado de los dirigentes del PAN, PRD y Convergencia, que despierte la más ligera sospecha de traición.

A esta razón obedece que Moreno Valle haya aportado el 50% de los representantes de casilla de la coalición, y que el otro 50% provenga de las filas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y el Partido Nueva Alianza, de Elba Esther Gordillo Morales.

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Mucho se ha dicho y escrito sobre las causas que el sábado por la noche llevaron al candidato de la Alianza Puebla Avanza, Javier López Zavala, y al dirigente estatal del PRI, Alejandro Armenta Mier, a valorar la posibilidad de cancelar el mitin de cierre de campaña que tenían previsto al día siguiente en el estadio Cuauhtémoc, el cual finalmente sí se realizó.

Una de las versiones más socorridas es que los morenovallistas faltaron a su compromiso de entregar el estadio limpio de basura y sin propaganda.

Los priístas, que han propalado la especie de que el coloso de la colonia Maravillas era un desastre y una porquería cuando lo recibieron a las 21:30 horas del sábado, quizás ignoren que algunos compañeros suyos firmaron de conformidad la recepción del inmueble.

Entre ellos, tres personas: Juan Carlos Valdez Zayas, coordinador de Finanzas y Administración de la campaña zavalista; Mario Marino, del PRI estatal; y Rafael Pérez Xilótl, subdirector de Administración de la Secretaría de Finanzas y Administración del estado.

Si el Cuauhtémoc no se recibió en los términos acordados, ¿por qué estas personas no protestaron?

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Simón dice:

«La gente, en general, soporta mucho mejor que se hable de sus vicios y crímenes, que de sus fracasos y debilidades.»

Conde de Chesterfield (1694-1773) Político y escritor inglés.