De campañas blancas y negras
De entre la senadora Blanca Alcalá Ruiz y el ex diputado federal Enrique Doger Guerrero, da la impresión que los morenovallistas, incluido el alcalde capitalino José Antonio Gali Fayad, preferirían como adversaria en los comicios locales de 2016 a la primera.
Quizás porque con el ex rector de la BUAP y ex presidente municipal de Puebla, la contienda por la mini gubernatura sería muy ruda y llena de acusaciones y señalamientos de uno y otro lado en la que todos terminarían salpicados de suciedad.
Y ese todos incluye al gobernador del estado y aspirante presidencial para el 2018, Rafael Moreno Valle.
Doger Guerrero ya se dio cuenta que el verdadero contrincante en las elecciones del año entrante no es el alcalde capitalino, sino el gobernador y lo que su administración representa, y que para ganar la gubernatura lo primero que tiene que hacer es desafiarlo públicamente, tal como el mismo Moreno Valle lo hizo con Mario Marín Torres en 2010.
Los morenovallistas creen que aunque la senadora Blanca Alcalá está mejor posicionada que Enrique Doger y que sus niveles de confianza y aprobación están a la par de Gali Fayad, en la campaña electoral la eventual candidata priísta no sólo evitará las confrontaciones personales sino que se alejará lo más posible de una guerra de lodo en la que ella o su familia pudieran salir manchados.
Están convencidos que en una contienda electoral cerrada Blanca Alcalá tendría pocos recursos para contrarrestar una campaña negra que ponga en duda su prestigio u honorabilidad.
Puede que tengan razón, pero también que se equivoquen y que esos ataques en lugar de perjudicarla la victimicen ante los votantes y éstos terminen apoyándola por un sentimiento de solidaridad con el débil y más tratándose de una mujer.
Cualquiera que sea el candidato o candidata del PRI, los morenovallistas no la tienen fácil para el 2016 y menos si insisten en proyectar a José Antonio Gali como el instrumento de un maximato del actual mandatario estatal.
Gali Fayad puede mejorar sus números de cara a los comicios del primer domingo de junio del año entrante, pero para hacerlo lo primero que necesita es quitarse la sombra de Moreno Valle, lo que a estas alturas parece casi imposible.
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Directores y rectores de universidades privadas de Puebla, inconformes con los tratos y el desempeño de Petra Llamas García como directora de Control Escolar de la Secretaría de Educación Pública del estado, han comenzado a documentar algunas irregularidades de esta funcionaria.
Por lo pronto ya cuentan con documentos que ponen en duda su grado académico de licenciada por la Universidad Complutense de Madrid o su maestría en Educación Básica por la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
Y es que en la Dirección General de Profesiones de la SEP federal ya les dijeron que no hallaron antecedentes profesionales de Petra Llamas en las Bases de Datos del Sistema Integral del Registro del Ejercicio Profesional (SIREP), ni como licenciada ni como maestra en educación.
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Etiquetas:Blanca Alcalá Ruiz, Enrique Doger Guerrero, José Antonio Gali Fayad, Mario Marín Torres, Rafael Moreno Valle