Nubarrones panistas en el proyecto presidencial de RMV

Rafael Micalco Méndez buscará reelegirse en CDE en diciembre

Gali: cuidado con promoverse como el candidato de la continuidad

 

 

El panorama electoral para el gobernador Rafael Moreno Valle al interior del Partido Acción Nacional ha comenzado a llenarse de nubarrones que anticipan meses de fuertes tormentas en la construcción de su candidatura presidencial de aquí a los primeros meses de 2018.

Varios son los factores que han contribuido al deterioro del clima electoral en torno a su proyecto presidencial:

1. La fractura de su alianza política con el grupo de Gustavo Madero, que hoy por hoy controla el Comité Ejecutivo Nacional, la Comisión Permanente, el Consejo Nacional y la Comisión Organizadora de la elección interna.

2. El destape de Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa de Felipe Calderón Hinojosa, como aspirante presidencial del PAN, y la campaña proselitista que ésta ha comenzado a realizar por todo el país.

3. La derrota de su aliado, el gobernador sonorense Guillermo Padrés Elías, en las elecciones del 7 de junio, en las que el PAN perdió la gubernatura, y la llegada de dos nuevos gobernadores panistas, el de Baja California, Carlos Mendoza Davis y el de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, quienes difícilmente se le subordinarán.

4. Su fallido lance de impulsar al seno del PAN una comisión con amplias facultades políticas y electorales que prácticamente suplantaría al presidente en funciones del CEN del PAN, Gustavo Madero, y al que lo sustituyera después de las elecciones internas del 16 de agosto.

5. La inminente postulación a la dirigencia nacional del PAN de personajes como el senador Javier Corral Jurado o el ex senador Juan José Rodríguez Pratts, que no sólo son críticos del mandatario poblano, sino declarados opositores a sus formas, métodos y prácticas de hacer política dentro y fuera de Acción Nacional.

6. El distanciamiento y la pugna que mantiene en Puebla con las principales figuras, dirigentes y ex dirigentes estatales del PAN: Rafael Micalco Méndez, Juan Carlos Mondragón Quintana, Eduardo Rivera Pérez, Juan Carlos Espina von Roehrich, Ana Teresa Aranda Orozco y Francisco Fraile García, entre otros.

7. La derrota electoral que en los recientes comicios federales sufrieron nueve de los 16 candidatos a diputados federales impulsados por su grupo político como abanderados del PAN.

8. Su malogrado intento de remover a Rafael Micalco Méndez de la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN antes de diciembre, en que concluye su periodo de tres años.

9. El riesgo de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) eche abajo más de 22 mil registros del padrón de militantes del partido, que fueron impugnados por el regidor Juan Carlos Espina por tratarse supuestamente de afiliaciones corporativas.

10. La posibilidad de que si esos registros se rechazan, Rafael Micalco o Eduardo a Rivera se lancen a buscar la dirigencia estatal del PAN o la nominación de este partido a la gubernatura en los comicios locales del 2016, en abierta competencia con Jesús Christian Giles Carmona y José Antonio Gali Fayad, respectivamente.

EN CORTO

Ante el riesgo de complicaciones en la candidatura de Ricardo Anaya Cortés a la presidencia nacional del PAN, el grupo político de Gustavo Madero convenció a sus aliados de no empatar la elección nacional con la renovación de 17 dirigencias estatales incluida la de Puebla.

La elección del sucesor de Gustavo Madero se efectuará, como estaba previsto, el domingo 16 de agosto, y las de la mayoría de los dirigentes estales se pasará para mediados de octubre.

La renovación del Comité Directivo Estatal de Puebla lo más seguro es que se realice hasta diciembre, pero que la convocatoria se emita en el mes de agosto.

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La decisión de José Antonio Gali Fayad de postularse como candidato a gobernador por una coalición amplia de partidos en los comicios locales del 2018 con el compromiso de dar continuidad a la transformación de la entidad emprendida por Rafael Moreno Valle es sin duda de alto riesgo.

En primer lugar porque la alianza del PAN con otros partidos nacionales y locales se complicará y encarecerá, ante el escenario de una contienda electoral cerrada y muy competida después de lo sucedido en las elecciones federales del 7 de junio.

En segundo lugar porque los bonos del mandatario estatal entre los votantes del estado hoy están a la baja, a diferencia de lo ocurrido en los comicios locales de 2010 y 2013; y

En tercer lugar porque la continuidad que ofrece Gali Fayad puede confundirse con continuismo, y eso revivir la vieja polémica de que en Puebla gobernador no pone gobernador.

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