¿Quién ganó el debate?

A diferencia de lo que han escrito varios colegas míos sobre el debate de candidatos al gobierno del estado, yo creo que no hubo un ganador, sino tres perdedores, a juzgar por las percepciones que Javier López Zavala, Rafael Moreno Valle Rosas y Armando Etcheverry Beltrán dejaron entre quienes lo vieron o escucharon.

El candidato de la coalición Compromiso por Puebla no logró convertirse en el triunfador indiscutible de la polémica, ni darle a López Zavala la madriza que había anunciado.

Comenzó bien, seguro y con un discurso hilvanado y puntilloso, pero terminó nervioso, encabritado y sin dejar en claro por qué no respondió los ataques que le escupió su contrincante del PRI acerca de la fortuna de su padre, su doctorado patito en el extranjero y sus supuestas preferencias sexuales. Si lo hizo por prudencia o por estrategia, pocos lo entendieron. La mayoría interpretó ese silencio como un signo de debilidad o timoratez.

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Moreno Valle le apostó mucho al debate y al final ganó muy poco, si es que ganó.

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Javier López Zavala llegó al debate como el payaso de las cachetadas.

En sus intervenciones no mostró gran seguridad y sí cierto nerviosismo o poca confianza para un candidato que se supone encabeza las preferencias electorales con amplia ventaja.

Hasta antes de su participación, la verdad es que pocos creían que López Zavala asumiría la actitud que asumió, y diría lo que dijo.

Y éste fue, quizás, su mayor error.

Las críticas que el candidato de la Alianza Puebla Avanza lanzó a Moreno Valle no fueron bien recibidas por el público receptor del debate, sobre todo cuando lo acusó de haber cambiado de sexo.

Este ataque fue interpretado por las mujeres como una bajeza y una agresión a la vida íntima y privada de las personas.

Su actitud homofóbica lo distanció de un sector del electorado, que lo calificó de «agresivo, pelado y corriente» en sesiones de grupos focales que por separado realizaron las firmas Indicadores, de Elías Aguilar García, y Opina Consultoría Estratégica, de Rigoberto Benítez Trujillo.

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El candidato del PT, Armando Etcheverry, tenía todo por crecer más allá del 4% que le atribuyen las encuestas y dejó ir la oportunidad.

Fue incapaz de abrirse un espacio en esa polémica que siempre fue de dos.

No se preparó y si lo hizo su entrenamiento de media training dejó mucho qué desear.

Y lo peor: su discurso de profesor universitario, que no de candidato a gobernador, fue inocuo, pobre en conceptos, y saturado de reminiscencias de una izquierda que murió con el Partido Comunista Mexicano a finales de la década de los setenta.

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Este jueves se corrió de manera malintencionada el rumor de que el director de Opina Consultoría Estratégica, Rigoberto Benítez Trujillo, había fallecido. La versión es totalmente falsa.

Si bien Rigoberto se encuentra delicado de salud, la verdad es que sigue activo y al frente de su empresa, en compañía de su esposa.

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Simón dice:

«Una derrota peleada vale más que una victoria casual.»

José de San Martín (1778-1850) Militar y político argentino.