Radio y televisión, mascarada electoral

Si algo ha quedado claro en este proceso electoral federal, es la ineficacia de la reforma constitucional aprobada en 2007 por la cual se prohibió a partidos políticos contratar o adquirir por sí o por terceras personas, tiempos en cualquier modalidad en radio y televisión.

En la práctica, el texto constitucional que establece que “el acceso a estos medios se realizará exclusivamente a través del tiempo de que disponga el Estado y el Instituto Federal Electoral será el responsable de asignarlo”, es letra muerta.

En Puebla, para no ir muy lejos, es un secreto a voces que en la mayoría de los noticiarios de radio y televisión las entrevistas que se transmiten en vivo o grabadas, son pagadas por fuera.

Sí, con dinero que entra a las arcas de estas empresas radiofónicas o televisivas, pero sin que medie factura, para no dejar evidencia de los delitos o violaciones electorales en que incurren tanto los partidos políticos que compran tiempo aire en los espacios informativos, como los concesionarios de tales medios electrónicos que venden propaganda disfrazada de notas o entrevistas en sus programas noticiosos.

En Televisión Azteca, cada entrevista de un candidato a diputado federal se vende a 20 mil pesos (al principio pretendieron cobrarlas 50 mil pesos); la misma tarifa aplica Radio Oro en su noticiario estelar matutino conducido por Iván Mercado.

Otras empresas en donde también se venden entrevistas son Televisa Puebla y Grupo Zoma. En la primera, los candidatos tienen que pagar entre 18 mil y 20 mil pesos para salir a cuadro en alguno de sus programas informativos, y en el noticiario radiofónico de la segunda empresa, a cargo de Fernando Canales Fernández, cada entrevista vale más o menos 10 mil pesos.

Una cuestión que vale la pena aclarar, para no incurrir en generalizaciones, es que no en todos los noticiarios radiofónicos las entrevistas a candidatos se comercializan. Desafortunadamente, hay que decirlo también, son los menos.

Ante esta realidad, no son pocos los dirigentes y candidatos que han comenzado a evaluar la posibilidad de dar al traste con esta reforma, pues además de no lograr su propósito —prohibir a los partidos políticos la contratación de publicidad en radio y televisión— encareció el costo de las campañas, y contribuyó a fomentar la corrupción entre concesionarios, candidatos y dirigentes partidistas.

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Simón dice:

“Las leyes demasiado benignas rara vez son obedecidas; las demasiado severas, rara vez ejecutadas”.
Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.