Aunque las negociaciones se han complicado, por la condición que puso la dirigencia nacional del PRD de no ir en coalición con el PAN en Puebla, si los panistas de Tlaxcala no se suman a la senadora perredista Lorena Cuéllar Cisneros, lo más seguro es que al final sí haya alianza tanto aquí como allá.

Lo cual no significa que todos vayan a quedar contentos. En Puebla la alianza dejará caras largas en la presidenta estatal del PRD, Socorro Quezada Tiempo y seguramente en la ex diputada federal Roxana Luna Porquillo, y en Tlaxcala en la senadora panista Adriana Dávila Fernández, quien emberrinchada podría tomar la decisión de buscar la gubernatura de Tlaxcala por la vía independiente.

Al final los intereses nacionales del PAN y PRD prevalecerán sobre los locales, en la lógica que si no se alían podrían quedarse con las manos vacías tanto en Puebla como en Oaxaca donde ya gobiernan, así como en Tlaxcala y Veracruz donde tienen amplias posibilidades de ganar.

En Oaxaca, el PRD y el gobernador Gabino Cué Monteagudo necesitan al PAN; en Puebla, el gobernador Rafael Moreno Valle y el alcalde José Antonio Gali Fayad requieren del apoyo del PRD; en Tlaxcala, la perredista Lorena Cuéllar sabe que sin los votos del PAN difícilmente vencería a la priísta Anabell Ávalos; y en Veracruz, Miguel Ángel Yunes necesita más que nunca al PRD, para compensar la desbandada del panista Juan Bueno Torio.

Por esa situación el dirigente nacional del PRD, Agustín Basave Benítez, decidió ganar tiempo y posponer hasta los primeros días de enero la posibilidad de un acuerdo con el PAN en Puebla, y por esa razón tanto el gobernador Moreno Valle como el alcalde Gali Fayad se han visto obligados a posponer unos días el inicio de sus vacaciones de fin de año.

A estas circunstancias hay que atribuir también la decisión del PRD de cobijar a la senadora Lorena Cuéllar como su única candidata y el destape de esta durante su tercer informe de actividades; la precaución de la dirigencia nacional panista y su delegado nacional en Tlaxcala, David Galván Cázares, de no hacer ningún pronunciamiento a favor de Adriana Dávila; y el activismo de Diódoro Carrasco Altamirano con panistas y perredistas de Puebla, Tlaxcala y Oaxaca, y el gobernador de esta última entidad para que las pasiones no se desborden y las negociaciones en torno a una coalición PAN-PRD sigan su curso en estas entidades.

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¿Qué diputado local se encuentra demandado en el Juzgado Cuarto de lo Familiar por su esposa y sus hijas, a las que corrió de su casa, ubicada en calle Tolteca #42 colonia Los Pinos Mayorazgo, en marzo de este año?

Varios tips.

Es miembro del Partido Acción Nacional, tiene su domicilio en la capital del estado aunque el distrito que representa es el 21 con cabecera en Atlixco.

El juicio de alimentos promovido por su cónyuge a favor de sus dos mejores hijas se encuentra radicado en el expediente 471/2015.

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Si el presidente municipal de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, no quiere verse envuelto en un escándalo de corrupción, debería llamar a cuentas y darle las gracias a su director de Desarrollo Urbano, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial, Jorge Barroeta Muñoz.

Y es que pronto podrían hacerse públicos unos audios en los que el funcionario municipal se deja pedir entre 200 mil y un millón de pesos para autorizar licencias de construcción y ampliación de gasolineras y comercios y desarrollos inmobiliarios.

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Este jueves se inaugurará en la colonia Ángeles Mayorazgo la primera etapa de un exclusivo desarrollo residencial y comercial de Carlos Real de la Mora y la empresa regiomontana Nidium Plate, que construirá dos torres de condominios de 60 departamentos cada una.

Los condominios costarán entre 2.5 millones y 4 millones de pesos.

La primera etapa del desarrollo consta de un gimnasio con alberca y un salón de usos múltiples.

Los Real de la Mora y la misma inmobiliaria regiomontana también planean realizar un lujoso centro comercial en la esquina de la Prolongación de la 11 Sur y Cúmulo de Virgo, en lo que fueron las instalaciones de la antigua fábrica Atoyac Textil.

Las torres se construirán en un predio de dos hectáreas ubicado sobre la calle Allende de la colonia Los Ángeles Mayorazgo.

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Poco a poco el mito de la candidatura presidencial de Rafael Moreno Valle ha ido diluyéndose, sobre todo en las filas del Partido Acción Nacional, situación que ha complicado su propia sucesión en el gobierno de Puebla.

Varios son los factores que han mermado su proyecto político futuro de cara al 2018.

El más importante tiene que ver con el escenario que él mismo planeó como contrapeso de Andrés Manuel López Obrador, en una cerrada contienda de tres aspirantes presidenciales.

Ante el presidente Enrique Peña Nieto y algunos de sus más cercanos colaboradores, Moreno Valle se ha promovido como un aliado estratégico y eso lo ha capitalizado en la gestión y obtención de millonarias obras y recursos públicos.

En corto, el ejecutivo estatal ha vendido la idea que de ser candidato del PAN o de una coalición opositora en el 2018, su campaña no se centraría en criticar el desempeño de Peña Nieto, sino en evitar el triunfo del actual dirigente nacional del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Tal hipótesis, hay que decirlo, permeó más en el PRI que en el propio PAN, donde otros aspirantes han comenzado a ganarle terreno, sobre todo entre los ciudadanos que se autodefinen como “independientes”.

Este segmento de votantes es, en buena medida, el que hoy catapulta a López Obrador como puntero en la carrera presidencial del 2018. El tabasqueño, quien por tercera ocasión buscaría llegar a Los Pinos, es percibido como un agente de cambio que merece una oportunidad para frenar la corrupción que ni los gobiernos del PRI y el PAN han logrado erradicar de las altas esferas del poder.

Las encuestas electorales que hasta hoy se han difundido reflejan que López Obrador sigue a la cabeza de las preferencias, pero por un escaso margen. En el último estudio de Parametría, levantado entre el 24 y el 28 de octubre, el tabasqueño tiene el 24% de la intención de voto, Margarita Zavala el 21%, y Miguel Ángel Osorio Chong el 21%. Sin embargo, el 20% de los encuestados no se inclina por ninguno de ellos.

Otros ejercicios demoscópicos que se han difundido en los últimos días, como el de El Universal y Buendía&Laredo, revelan que en el segmento de los llamados independientes –que representa el 56% del electorado–, los aspirantes presidenciales mejor valorados son el dirigente nacional de Morena y la esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Si Margarita Zavala es quien más sufragios le quita a López Obrador entre los electores de este segmento, no es difícil apostar a qué candidato del PAN los priístas preferirían ver en la boleta electoral del 2018.

Por supuesto que no a Moreno Valle, que entre los ciudadanos sin partido no es percibido como una opción ganadora.

En ese contexto, no resulta ocioso poner en tela de duda el mito de que los comicios locales del 2106 están arreglados, bajo el supuesto de que Peña Nieto cederá al delfín de Moreno Valle la mini gubernatura, a cambio de que éste —me refiero el mandatario estatal— haga lo propio con aquél en el 2018.

En estricto sentido, el escenario que Moreno Valle se imaginó como candidato del PAN y contendiente de López Obrador en la elección presidencial, hoy es totalmente inviable, pues los números del gobernador están muy lejos de acercarse ya no a los del dirigente nacional de Morena, sino a los de Margarita Zavala.

EN CORTO

El lunes de hace ocho días presentó su renuncia y no precisamente voluntaria, el subsecretario de Obras de la Secretaría de Infraestructura y Transportes (SIT), Efraín de los Santos Cabrera.

Extraoficialmente trascendió que su renuncia está relacionada con el retraso habido en la remodelación del estadio Cuauhtémoc y los rezagos que registran otras obras a cargo del estado.

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Pese a la saturación que existe en el Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), ubicado en el Hospital General del Sur, éste dejará de funcionar por una supuesta remodelación de sus instalaciones.

El viernes se avisó al personal, así como a los pacientes y familiares que acuden al Centro que todas las citas quedaban canceladas y que éstas se reanudarían hasta el 7 de diciembre.

Se indicó que sólo habrá servicio para resurtir medicamentos.

Sin embargo, trascendió que por la remodelación del CAPASITS los médicos del turno vespertino serán reubicados y que esta acción afectará a los pacientes de bajos recursos provenientes de municipios lejanos y que se ven obligados a pasar la noche en la ciudad, y que no siempre encuentran espacio en el albergue del Hospital.

Puebla ocupa el séptimo lugar nacional en número de personas diagnosticadas con VIH.

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Aunque usted no lo crea los magistrados del Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) dieron por buenas las afiliaciones en bloque al Partido Acción Nacional de 14 mil 275 ciudadanos de siete municipios de la entidad, mismas que su dirigente estatal Rafael Micalco Méndez había impugnado por tratarse de adhesiones corporativas contrarias al estatuto panista.

El asunto, ya de por sí polémico, podría escalar otros escenarios y poner en evidencia no sólo a los magistrados locales electorales, sino al propio gobernador de Puebla, si el dirigente panista decide, como parece, acudir ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) para promover un juicio de revisión constitucional.

Y es que las evidencias de que esas afiliaciones se hicieron en paquete, y no de manera individual, son tan burdas como los recursos que esos mismos 14 mil 275 ciudadanos presentaron ante el TEEP.

Por extraño que parezca todos esos supuestos afiliados panistas decidieron alistarse en las filas del partido blanquiazul por los mismos días, inconformarse también por las mismas fechas y prácticamente en los mismos términos, a juzgar por el machote que todos ellos firmaron para exigir respeto a su derecho de afiliación partidista.

De aprobarse esos registros, el padrón del PAN en la entidad se iría a más del doble, pues pasaría de 13 mil 857 a 28 mil 132 miembros, toda una proeza digna del morenovallismo y sus eficaces operadores políticos que en menos tres años, además de multiplicar la membresía del PAN y el PRD, han creado un nuevo partido estatal: Compromiso por Puebla.

Con las nuevas afiliaciones, que se concentran en los municipios de Puebla, Tlatlauquitepec, Chalchicomula de Sesma, Tehuacán, Chiautla, Acajete y Tepeaca, el padrón panista de la entidad sería el cuarto más grande del país, sólo por abajo del Estado de México, que tiene 36 mil 506 miembros; Jalisco, con 34 mil 928; y Veracruz, con 29 mil 788.

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Un personaje que seguramente se colará en la lista de posibles candidatos del PRI a una diputación federal por la entidad es José Adalberto Melo Smith, de quien poco o nada se conoce, salvo que estudió en la Escuela Libre de Derecho de Puebla, de la que egresó en 1999.

El susodicho, quien prácticamente ha hecho toda su carrera política y profesional en la Ciudad de México, tiene sin embargo buenos padrinos priístas para lograr su propósito: convertirse en diputado federal por la región de Zacapoaxtla, en la cual tiene antecedentes familiares.

Melo Smith labora actualmente para el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín. Antes fue coordinador de asesores del entonces consejero del Instituto Federal Electoral, Marco Gómez Alcazar. Luego laboró para la fracción del PRI en la Cámara de Diputados en la LIX Legislatura con Beatriz Paredes Rangel, quien antes de irse como embajadora a Brasil se lo recomendó a su hoy jefe y principal promotor.

José Adalberto Melo ya ha comenzado a frecuentar el distrito 4 con cabecera en Zacapoaxtla, mientras llega el momento de las definiciones. La semana pasada, por ejemplo, acudió a la inauguración de la Feria del Maíz en Ayotoxco, uno de los municipios de esa demarcación electoral federal.

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Que la repentina muerte de Genaro Ramírez Rojas es una baja sensible para los morenovallistas en la coyuntura de la renovación del Comité Directivo Municipal del PAN en la capital del estado.

Y es que este polémico personaje, que hace poco recobró sus derechos partidistas, era la carta fuerte de los panistas vinculados al grupo político del gobernador,  en caso de que el sucesor de Gerardo Maldonado Balvanera tuviera que decirse no por consenso, sino mediante el voto de sus militantes en una asamblea municipal.

En otras palabras: Genaro Ramírez era el Plan B, para arrebatar a los yunquistas ligados al alcalde capitalino Eduardo Rivera Pérez el control del Comité Municipal.

El Plan A sigue siendo Pablo Rodríguez Regordosa, ex secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico y actual diputado local electo por el distrito 14, con cabecera en la ciudad de Puebla.

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A propósito.

Que Marco Antonio Ramírez Moreno es otro panista que ha comenzado a promocionarse en redes sociales, en Facebook principalmente, como el candidato de la tercera vía del PAN para la presidencia del Comité Directivo Municipal de Puebla.

Marco Ramírez plantea en sus mensajes que el próximo dirigente del PAN en la capital del estado debe estar al margen de los grupos, “que sólo dividen y enemistan a la militancia”, y comprometerse a trabajar por la unidad y la reconciliación del partido, pero con apego a sus principios de doctrina, estatutos y programa de acción.

El actual asesor del alcalde Eduardo Rivera tiene 25 años de militancia en las filas del blanquiazul, durante los cuales ha ocupado diversos cargos como coordinador de comunicación social de los ayuntamientos de Puebla y San Pedro Cholula Cholula, el Congreso del estado y de los senadores Humberto Aguilar Coronado y Javier Lozano Alarcón.

En las elecciones locales de 2010 Marco Ramírez se desempeñó  como secretario de Electoral y de Organización de la Delegación Municipal del PAN en la capital del estado.

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Que ante la posibilidad de que Fernando Manzanilla Prieto no llegue a la LIX Legislatura del Congreso del estado, es probable que éste se mantenga en el equipo del próximo presidente municipal de Puebla, José Antonio Gali Fayad, en un puesto que aunque no forma parte del gabinete del ayuntamiento es de gran importancia.

Me refiero a la Oficina de Presidencia, que en la gestión de Eduardo Rivera Pérez está a cargo de Abel Hernández López, quien en los hechos hace las veces de vicepresidente o city manager al desempeñar funciones de gerencia sobre diversos proyectos y diversas secretarias de la estructura municipal.

Otra área en la que Manzanilla podría colaborar con Gali Fayad en el ayuntamiento de Puebla es el Instituto Municipal de Planeación, al cual ya mandó como avanzada a Luis Fernando Graham Velver, quien es uno de sus más cercanos colaboradores desde que despachaba en Casa Aguayo como secretario General de Gobierno.

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El brete en el que está metido el Partido Acción Nacional no parece tener una solución inmediata, debido a la ausencia de un grupo o figura con autoridad moral que pueda reconciliar a sus tribus en pugna y que sea capaz de reencauzar su proyecto político e ideológico dentro de la nueva realidad mexicana.

A los panistas la crisis les llegó en el momento justo, después de haber perdido el gobierno federal y en plena coyuntura electoral por los comicios que el 7 de julio habrán de realizarse en catorce entidades federativas, entre ellas Baja California, que gobiernan desde 1989.

En vez de mostrarse como un partido opositor en recuperación luego del descalabro electoral de 2012, con una agenda clara de reformas y acciones a impulsar desde el Congreso de la Unión y desde los estados y municipios que gobiernan, los panistas se han dedicado a escenificar un espectáculo de pena ajena.

La enconada y mezquina disputa en que hoy se encuentran enfrascadas sus diferentes tribus está lejos de tener buenos propósitos o de arrojar resultados favorables. Se trata de una disputa carroñera por el control del PAN y algunas posiciones de poder en el seno de las cámaras de Diputados y de Senadores.

La decisión de Gustavo Madero de remover a Ernesto Cordero de la coordinación del grupo parlamentario del PAN en la Cámara Alta, para poner en su lugar a un ilustre desconocido, sin liderazgo y sin capacidad de convocatoria, como Jorge Luis Preciado, no fue para lograr una mayor cohesión entre la dirigencia nacional panista y sus senadores.

Fue un golpe de timón, un manotazo sobre la mesa, un albazo autoritario de Madero para demostrar que aún en plena crisis del PAN, sus chicharrones truenan.

Madero ya rescató para su tribu la coordinación de la fracción del PAN en el Senado, pero a costa de perder el apoyo de la mayoría de los legisladores de su partido en esta cámara.

Esta batalla también deja mal parados a los calderonistas residuales, como les llama René Delgado. No sólo se quedaron sin esta importante posición, sino que perderán —muy probablemente— las asesorías y puestos de confianza que Ernesto Cordero abrió para los familiares y colaboradores cercanos de Felipe Calderón.

Para los militantes y candidatos del PAN, el espectáculo que públicamente están dando sus dirigentes debe resultar traumático, pues ellos mejor que nadie saben que a los votantes no les gustan los conflictos, y menos de un partido que siempre presumió que sus diferencias se dirimían por las vías internas y los cauces institucionales.

La imagen que hoy proyecta el PAN resulta poco atractiva a los electores, pues da la impresión de que no se gobierna ni a sí mismo.

Lo peor de todo es que en el corto plazo no se vislumbra una solución o el surgimiento de un grupo que, con liderazgo y ascendencia sobre la militancia panista, pueda recomponer el cochinero que dejaron las gestiones de Fox y Calderón, y la torpe y pusilánime dirigencia de Gustavo Madero, lo que me lleva a suponer que los descalabros electorales del PAN continuarán en los comicios locales de 7 de julio en catorce estados y quizás hasta las elecciones federales intermedias de 2015.

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El descalabro político sufrido por el gobernador Rafael Moreno Valle a partir del “Gordillazo” acabó por derrumbar el ánimo de los perredistas nacionales ante la posibilidad de impulsar una alianza electoral con el PAN, la cual ya venía decayendo semanas antes de la detención de la madrina del mandatario poblano.

Los ánimos se congelaron a tal grado que Los Chuchos, de Nueva Izquierda —los más entusiasmados con la posibilidad de una alianza—, ya dejaron de insistir con los dirigentes y representantes de otras corrientes —como Izquierda Democrática Nacional (IDN) y Alternativa Democrática de Nacional (ADN)— que integran la Comisión Política Nacional del PRD.

Otros factores que han mermado el ímpetu de Los Chuchos —Jesús Zambrano Grijalva y Jesús Ortega Martínez— son la decisión del Tribunal Electoral de Veracruz de anular la coalición “Gran Alianza por Ti”, constituida por el PAN y el PRD en esa entidad, y el trato prepotente que el gobernador Moreno Valle y algunos de sus operadores políticos han mostrado para negociar el reparto de candidaturas a presidencias municipales y diputaciones en el Congreso del estado.

A decir de algunos perredistas, el gobernador había manifestado, antes de la aprehensión de Elba Esther Gordillo, poca disposición para asegurar al PRD un mínimo de tres curules en la próxima legislatura y tres regidurías en el Cabildo de Puebla, así como la posibilidad de encabezar algunas planillas de regidores y síndico en municipios representativos de la entidad.

Ahora que el escenario político del gobernador Moreno Valle se modificó, quizás su posición sea distinta y de mayor apertura. El problema es que el ánimo de algunos perredistas proclives a la coalición con el PAN también ha perdido intensidad, a pesar del entendimiento y disposición que algunos de ellos habían encontrado con el secretario de Infraestructura del estado y virtual candidato de la alianza en ciernes a la alcaldía poblana, José Antonio Gali Fayad.

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Si la intención de voto del Partido Nueva Alianza (Panal) en la entidad y la capital del estado apenas arañaba el 2%, lo más probable es tras el escándalo de corrupción en que se encuentra su fundadora, Elba Esther Gordillo Morales, por el desvío de cuotas sindicales del SNTE en su propio beneficio, ese porcentaje difícilmente crecerá.

De ahí que resultan más que comprensibles las opiniones de algunos panistas sobre la necesidad de reconsiderar la integración del Panal a la alianza PAN-PRD, cediéndole algunos distritos y presidencias municipales, cuando en realidad tendría problemas hasta para obtener el 2% de la votación estatal.

Con el “Gordillazo”, el Panal podría incluso quitarle votos a la alianza, lo que en un escenario de alta competencia electoral sería muy riesgoso, sobre todo cuando el SNTE dejará de funcionar como movilizador electoral en contra del partido del presidente Enrique Peña Nieto.

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Simón dice:

“La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió.”

Francisco de Quevedo (1580-1645) Escritor español.

Si la apuesta del presidente Enrique Peña Nieto al proponer el Pacto por México fue legitimarse en el poder con el aval de las principales oligarquías partidistas, no veo cómo el PRI, el PAN y el PRD vayan a ponerse de acuerdo en una reforma política o electoral que los acote en aras de terminar con la partidocracia prevaleciente.

No dudo que, como resultado del Pacto por México, los partidos firmantes saquen por la vía del consenso una reforma que ponga énfasis en la fiscalización de los gastos de campaña y los recursos públicos y privados que obtienen, y hasta sancione de manera ejemplar a los candidatos y partidos que rebasen los topes de campaña. A toro pasado, eso sería fácil.

Tampoco que los partidos resuelvan desaparecer el descreditado Instituto Federal Electoral para sustituirlo por un Instituto Nacional de Elecciones, con nuevos consejeros aparentemente plurales y apartidistas que se encarguen de organizar a un menor costo las elecciones federales y locales. Y ni siquiera que las tres principales organizaciones partidistas mexicanas cambien el Cofipe para impedir la proliferación de mini partidos que sólo andan a la caza de prerrogativas y prebendas.

De lo que sí desconfío, a diferencia de algunos ilusos que hoy le queman incienso al mentado Pacto, es que los partidos firmantes del acuerdo nacional peñista vayan a impulsar una reforma política que restrinja su margen de operación y limite sus millonarias prerrogativas por concepto de financiamiento público, con el propósito de acabar con la partidocracia que hoy tiene secuestrada a la República, sus poderes e instituciones.

Ni el PRI ni el PAN, ni el PRD, tienen vocación de mártires o de samuráis democráticos como para hacerse el harakiri legislativo con una reforma que afecte sus intereses y cotos de poder. Podrán modificar la Constitución y cambiar el Código Federal Electoral en perjuicio de otros partidos y organizaciones que hoy buscan su registro, pero de ninguna manera atentarán contra sí mismos, y menos mientras Peña Nieto los necesite para sacar adelante los 95 acuerdos, acciones y reformas constitucionales contenidos en el Pacto por México.

La República sí necesita —y de manera urgente— una reforma política que privilegie a los ciudadanos por encima de los partidos; que facilite a los líderes sociales su acceso al poder y a los cargos directivos de las instituciones públicas, sin que las oligarquías o burocracias partidistas los maniaten o secuestren.

Es urgente una reforma electoral que termine con los partidos que viven a costa de otros por la vía de las alianzas o coaliciones; y que dificulte a las 50 organizaciones que hoy buscan su registro como partidos políticos nacionales beneficiarse con 200 millones de pesos del erario en caso de que el IFE les permite participar y postular candidatos propios en las elecciones federales del 2015.

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Aunque en los días que corren columnistas y comentaristas dirán que el CEN del PRI ya definió quién será su candidato a la presidencia municipal de Puebla, lo cierto, lo verdaderamente cierto, es que la decisión se conocerá hasta finales de febrero.

Y eso lo saben, mejor que nadie, los dos finalistas del proceso interno del PRI: el rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez, y el empresario José Chedraui Budib, ex coordinador financiero de la campaña de Enrique Peña Nieto en Puebla.

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Este miércoles se anunciará la creación de una nueva ONG que pretende ser la competencia de Actívate x Puebla. Se trata de la asociación Sé Puebla que preside el empresario León Felipe Hermoso, que entre otras cosas buscará participar en la solución de los problemas sociales de la ciudad a partir de la práctica de ciertos hábitos y valores.

Sé Puebla tiene el propósito de convertirse en un referente social, mediante acciones que apuntalen el desarrollo humano y fomenten una cultura política de armonía, civilidad, respeto al medio ambiente y a la imagen urbana sobre la base de la unidad, la justicia, la responsabilidad, el trabajo en equipo, la honestidad, la tolerancia y la solidaridad.

Para conseguirlo pondrá una marcha una campaña de posicionamiento de valores y buenos hábitos en escuelas públicas y privadas, parques y zonas de afluencia, que irá acompañada de actividades lúdicas, que fomenten la participación y motiven a los ciudadanos a mejorar su entorno.

La presentación de Sé Puebla tendrá lugar este miércoles a las 10:30 horas en el patio de la Casona de San Antonio,en el Centro Histórico de la Ciudad, con la presencia de académicos, empresarios y directivos de instituciones de educación superior.

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Simón dice:

“En esta vida algunos hombres nacen mediocres, otros logran mediocridad y a otros la mediocridad les cae encima.”

Joseph Heller (1923-1999) Escritor norteamericano.

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En la Comisión Política Nacional perredista los ánimos están divididos

La decisión final la tendrán Los Chuchos de Nueva Izquierda

Vega Rayet a Sedesol, Chumacero a Liconsa y Jiménez Arroyo a Diconsa

La que hoy se inicia será una semana definitoria, más que decisiva en torno a la alianza entre el PAN y el PRD en el estado de Puebla, de cara a los comicios locales de julio próximo.

Y es que los 15 miembros de la Comisión Política Nacional del PRD tendrán que definir si este partido se coaliga con el PAN, como pretende el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, o si conforman una alianza de partidos de izquierda.

Las presiones que buscan inclinar la balanza perredista hacia un lado o el otro, son el común denominador en estos días.

El gobernador de Puebla presiona para que el PRD se sume a una coalición con el PAN y otros partidos, ofreciendo a los dirigentes perredistas amplias garantías de que ahora sí serán favorecidos con un mayor número de diputaciones de mayoría relativa y representación proporcional, presidencias municipales y regidurías, así como posiciones en la administración pública estatal.

Ofertas que los perredistas toman con cautela, pues saben que ir en alianza con el PAN en Puebla y otras entidades  —de las catorce donde este año habrá comicios locales— podría significar el desfonde o quebranto del PRD, pues otras organizaciones como Movimiento Ciudadano, el Partido del Trabajo o el Movimiento de Regeneración Nacional  (Morena) cacharían los votos de la izquierda.

Pero además porque saben que una alianza con el PAN y el gobernador Moreno Valle en Puebla podría llevarlos a perder los “incentivos” políticos y hasta económicos que hoy obtienen del gobierno federal de Enrique Peña Nieto a través del llamado Pacto por México.

En otras palabras: los perredistas tendrán que decidir con quién transitar en la actual coyuntura política del país: con el PRI de Enrique Peña, que les promete impulsar algunas reformas que han sido bandera histórica de la izquierda  y una relación sin confrontaciones, en lo que se reorganizan para evitar que Andrés Manuel López Obrador los deje sin militantes, o con el PAN de Moreno Valle que los necesita  —y hasta ofrece compensarlos con algo más que posiciones— en aras de mantener la gobernabilidad del estado.

De los 15 miembros de la Comisión Política Nacional del PRD, hay por lo menos ocho que hoy se oponen a una alianza con el PAN: los cuatro de IDN que encabeza René Bejarano Martínez; los dos de la corriente ADN, Iván Texta Solís y Amador Jara Cruz; Carlos Sotelo García, de Democracia Social; y Gilberto Ensástiga Santiago, de Red de Unidad Nacional de las Izquierdas (RUNI).

Los cuatro integrantes de Nueva Izquierda (NI), que hasta hace poco eran los principales impulsores de la alianza con el PAN, ahora se muestran más precavidos, no sólo por el acuerdo político que mantienen con Peña Nieto vía el Pacto por México, sino porque advierten que López Obrador, el Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo no desaprovecharían tal situación para arrebatarle al PRD su clientela electoral.

La reunión de la Comisión Política Nacional del PRD en la que se analizará el tema de las alianzas electorales con el PAN está prevista para el próximo miércoles en la Ciudad de México, día en que también sesionarán los integrantes de los partidos y organizaciones del Frente de Izquierda para definir si en las elecciones locales de julio van juntos o cada cual por su lado.

EN CORTO

Ya finalmente se sabe cuándo y dónde se llevará el segundo informe de labores del presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez. Éste se efectuará el lunes 11 de febrero a partir de las 11:30 horas en el Centro Expositor de Puebla, con la presencia del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.

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El ex diputado federal Francisco Ramos Montaño, quien este sábado de casó por la iglesia con la hija de Rosario Robles Berlanga, no será delegado federal en Puebla, sino funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes con Gerardo Ruiz Esparza, con quien ya venía laborando dentro del equipo de transición que se integró para esa dependencia.

Al enlace y posterior festejo acudieron los titulares de las secretarías de Comunicaciones y Transportes, Trabajo, Salud, Reforma Agraria y Sagarpa, Gerardo Ruiz, Alfonso Navarrete Prida, Mercedes Juan López, Jorge Carlos Ramírez Marín y Juan José Guerra Abud, respectivamente; los subsecretarios de la Sedesol, Juan Carlos Lastiri Quiros y Ernesto Javier Nemer Álvarez; el oficial mayor Emilio Zebadúa González y el jefe de la oficina de la Sedesol, Ramón Sosa Montas.

Entre las figuras locales destacaron el ex gobernador Mario Marín, la senadora Blanca Alcalá; el rector Enrique Agüera Ibáñez y el director de Bansefi, Jorge Estefan Chidiac.

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Quienes sí serán delegados son: Juan Manuel Vega Rayet, Edgar Chumacero Hernández, Alberto Jiménez Arroyo, Juan Raúl de la Llata Mier, Marco Antonio Balseca Romero y Jorge Alfonso Ruiz Romero.

Vega Rayet asumirá este lunes a las 14:30 horas la codiciada delegación de la Secretaría de Desarrollo Social. Vendrá a tomarle la protesta de ley el coordinador de delegados de la dependencia Pedro León Mojarro. Al acto ha confirmado su asistencia Salvador Escobedo Zoletto, secretario de Desarrollo Social del estado.

El yerno de la senadora Blanca Alcalá podría ser nombrado delegado de Liconsa, y el hijo mayor de Don Alberto Jiménez Morales, Alberto Jiménez Arroyo, delegado de Diconsa.

El ex diputado local y ex presidente municipal de Zacatlán, Raúl de la Llata, podría llegar a la Comisión Nacional del Agua.

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Simón dice:

“En cualquier momento de decisión lo mejor es hacer lo correcto, luego lo incorrecto, y lo peor es no hacer nada.”

Theodore Roosevelt (1858-1919) Político estadounidense.

No es casual lo que al secretario general de gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, le viene ocurriendo en las últimas semanas con las delaciones que han puesto al descubierto su intención de controlar el PAN, de convertir en miembros activos a los adherentes pasivos de este partido y de hacerse de la nominación del blanquiazul a la presidencia municipal de Puebla en 2013.

Me parece que tampoco son fortuitas ni providenciales las notas, columnas e investigaciones periodísticas que han revelado, primero, una reunión de operadores suyos —entre los que figuran los candidatos a diputados federales por los distritos 9 y 12 de la capital, Blanca Jiménez Castillo y Néstor Gordillo Castillo— en Casa Aguayo, y luego la existencia de un búnker electoral en la colonia El Mirador.

Atribuir a un descuido o una indiscreción imprudencial de algún candidato o candidata a diputada federal el chivatazo de que Fernando Manzanilla había alquilado unas oficinas en la 14 Sur y 33 Oriente, para que operadores panistas contratados por él impulsen su candidatura a la presidencia municipal de Puebla, resulta poco creíble.

Sobre todo tratándose de quien se trata.

No estamos aludiendo a un funcionario menor, torpe o descuidado. Estamos hablando, ni más ni menos, que del político con más poder en la entidad después del gobernador Rafael Moreno Valle, del jefe del gabinete legal y ampliado, del secretario general de gobierno, del funcionario que en Puebla controla los servicios de inteligencia y encabeza el gabinete de seguridad pública, y que además es cuñado del jefe del Ejecutivo estatal.

Lejos de minimizar el tema del búnker al que este lunes el periodista Ricardo Morales Sánchez se refirió en su columna Serpientes y Escaleras, dándole carácter de chisme o habladuría típica de la época electoral, Fernando Manzanilla mejor debería centrar sus baterías en el Judas Iscariote que lo traiciona y lo pone en evidencia.

Su estrategia de negar los hechos y tomar a burla esas acusaciones podría resultar ineficaz, pues a diferencia de la reunión del martes de la semana santa en Casa Aguayo, donde la única prueba que existía sobre la presencia de Blanca Jiménez y Néstor Gordillo en aquella junta partidista era el dicho de dos reporteras, en el caso del búnker de El Mirador hay pruebas documentales.

Sí, papelería oficial del PAN como padrones, formatos de afiliación de adherentes con fecha y folio, copias de credenciales de elector y listados de simpatizantes y funcionarios del gobierno con nombre, cargo, estatus dentro del blanquiazul, y responsables de afiliación y movilización en la capital y el interior del estado.

¿Quién o quiénes son los traidores de su equipo?

¿Quién o quiénes de sus operadores panistas son infiltrados o quintacolumnistas?

¿Quién de sus contrincantes se beneficia con esas confidencias? ¿Acaso la gente del alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, del Comité Directivo Estatal o del Comité Directivo Municipal del PAN?

¿No será que alguno de sus promotores tiene arreglos por debajo del agua con el diputado Mario Riestra Piña o con algunos de los secretarios del gabinete morenovallista, que también buscan la presidencia municipal de Puebla, como Antonio Gali Fayad o Pablo Rodríguez Regordosa?

¿Y si el golpe viene del PRI o de Enrique Doger Guerrero?

Son preguntas, que conste.

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El consejero presidente del Instituto Electoral del Estado (IEE), Jorge Sánchez Morales, se ha convertido en visitante asiduo del secretario general de gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, aunque éste no siempre lo recibe.

De las cuatro veces que ha sido visto en Casa Aguayo, se sabe que no fue recibido en la primera ocasión, que en la segunda estuvo media hora en la oficina de Fernando Manzanilla y que en la tercera se demoró más de dos horas en el despacho del secretario general de gobierno.

Trascendió que las visitas de Sánchez Morales están relacionadas con algunos nombramientos pendientes en el IEE, como el del secretario ejecutivo, el titular de la Unidad de Fiscalización y el director Jurídico.

Para este último cargo, el consejero presidente del Instituto ha propuesto el nombre de Christian Toledo Angüis, quien actualmente se desempeña como coordinador de Comunicación Social.

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Simón dice:

“El que revela el secreto de otros pasa por traidor; el que revela el propio secreto pasa por imbécil.”

Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés.