El difícil parto de la alianza PAN-PRD

Aunque las negociaciones se han complicado, por la condición que puso la dirigencia nacional del PRD de no ir en coalición con el PAN en Puebla, si los panistas de Tlaxcala no se suman a la senadora perredista Lorena Cuéllar Cisneros, lo más seguro es que al final sí haya alianza tanto aquí como allá.

Lo cual no significa que todos vayan a quedar contentos. En Puebla la alianza dejará caras largas en la presidenta estatal del PRD, Socorro Quezada Tiempo y seguramente en la ex diputada federal Roxana Luna Porquillo, y en Tlaxcala en la senadora panista Adriana Dávila Fernández, quien emberrinchada podría tomar la decisión de buscar la gubernatura de Tlaxcala por la vía independiente.

Al final los intereses nacionales del PAN y PRD prevalecerán sobre los locales, en la lógica que si no se alían podrían quedarse con las manos vacías tanto en Puebla como en Oaxaca donde ya gobiernan, así como en Tlaxcala y Veracruz donde tienen amplias posibilidades de ganar.

En Oaxaca, el PRD y el gobernador Gabino Cué Monteagudo necesitan al PAN; en Puebla, el gobernador Rafael Moreno Valle y el alcalde José Antonio Gali Fayad requieren del apoyo del PRD; en Tlaxcala, la perredista Lorena Cuéllar sabe que sin los votos del PAN difícilmente vencería a la priísta Anabell Ávalos; y en Veracruz, Miguel Ángel Yunes necesita más que nunca al PRD, para compensar la desbandada del panista Juan Bueno Torio.

Por esa situación el dirigente nacional del PRD, Agustín Basave Benítez, decidió ganar tiempo y posponer hasta los primeros días de enero la posibilidad de un acuerdo con el PAN en Puebla, y por esa razón tanto el gobernador Moreno Valle como el alcalde Gali Fayad se han visto obligados a posponer unos días el inicio de sus vacaciones de fin de año.

A estas circunstancias hay que atribuir también la decisión del PRD de cobijar a la senadora Lorena Cuéllar como su única candidata y el destape de esta durante su tercer informe de actividades; la precaución de la dirigencia nacional panista y su delegado nacional en Tlaxcala, David Galván Cázares, de no hacer ningún pronunciamiento a favor de Adriana Dávila; y el activismo de Diódoro Carrasco Altamirano con panistas y perredistas de Puebla, Tlaxcala y Oaxaca, y el gobernador de esta última entidad para que las pasiones no se desborden y las negociaciones en torno a una coalición PAN-PRD sigan su curso en estas entidades.

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