SGG: El cementerio de los elefantes

El título de esta columna no hace alusión al sobrenombre que tenía una vieja cantina ubicada en la 16 Poniente y 5 Norte, en el Centro Histórico de Puebla, en la que se vendía una bebida preparada con alcohol revuelto con una piedra llamada alumbre, que provocaba hinchazón de pies a las personas que la consumían.

Tampoco a la cantina clandestina del municipio de La Paz, Bolivia, donde alcohólicos llegan a pasar sus últimos días de vida, y que incluso fue retratada en la literatura y el cine.

En realidad el título es una referencia satírica a la dependencia que en el gobierno morenovallista se ha convertido en la tumba de políticos con una gran proyección o con fama de excelentes operadores.

Por ahí pasó el coordinador general de campaña de Rafael Moreno Valle en 2010, Fernando Manzanilla Prieto, con fama de ser uno de los estudiantes mexicanos más brillantes e inteligentes que han desfilado por la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard.

Como titular de la Secretaría General de Gobierno (SGG), Manzanilla no sólo se distanció de su amigo y cuñado, sino que terminó enfrentado política y hasta familiarmente con el gobernador de Puebla.

Le sucedió en el cargo Luis Maldonado Venegas, con un largo y exitoso historial en el ámbito público como subsecretario de Desarrollo Social, director general de Gobierno y subsecretario de Gobernación, diputado federal, dirigente nacional de Convergencia y senador de la República.

Sin embargo la SGG de Puebla se convirtió en su Waterloo. El desalojo violento de pobladores de Chalchihuapan, ocurrido el 9 de julio de 2014 y del que resultaría con lesiones fatales un menor de 13 años, y el encarcelamiento de decenas de opositores al gobierno morenovallista, no sólo eclipsó su estrella política, sino que lo confrontó con dirigentes y militantes perredistas que hace un par de días lo hicieron morder el polvo, al fracasar la alianza PAN-PRD que Moreno Valle le encomendó.

El 5 de enero de este año asumió la dependencia Diódoro Carrasco Altamirano, otro político de fuera con un currículum todavía mejor que el de su antecesor, pues el oaxaqueño fue senador y gobernador de su estado y secretario de Gobernación con el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.

Diódoro logró además transitar con éxito del PRI al PAN en el sexenio de Felipe Calderón, a grado tal que fue diputado federal en la LX Legislatura y presidente de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, que modificó la Constitución, el Código Electoral federal y nombró a nuevos consejeros del Instituto Federal Electoral.

Al tomar posesión de la SGG, Diódoro Carrasco ofreció gobernabilidad democrática, diálogo respetuoso, división de poderes y seguridad en las próximas elecciones, cuestiones que parecían complicadas por el talante de su nuevo jefe.

A menos de un mes de haber asumido el cargo, el ex gobernador oaxaqueño ya mostró actitudes que distan mucho de su discurso inicial, al menos con los perredistas contrarios al mandatario estatal, a los que primero presionó con métodos no muy ortodoxos para que se sumaran a la alianza PAN-PRD y a los que luego hostigó para impedir su participación en la sesión de Consejo Estatal del lunes pasado.

A ver si no también con esas formas y actitudes Don Diódoro no concluye su brillante carrera política en Puebla engrosando la lista de huéspedes del cementerio de los elefantes.

***

Correos: rruiz@e-consulta.com y periodistasoy@hotmail.com

Twitter: @periodistasoy

Facebook: Rodolfo Ruiz http://on.fb.me/1qovSt