¿Quién ganó el debate del PAN?

Para mi no hubo un ganador absoluto o indiscutible. Creo que los dos candidatos panistas a la dirigencia nacional de su partido hicieron un buen papel, cada cual con su estilo y recursos.

Los dos fueron claros en sus argumentos y también en sus críticas. Ricardo Anaya Cortés proyectó una imagen joven y fresca, de renovación y regeneración, pero se vio intolerante y no pudo contrarrestar las críticas de Javier Corral Jurado respecto a la complicidad y silencio que, junto con Gustavo Madero, ha guardado frente a actos de corrupción cometidos por el presidente Enrique Peña Nieto y algunas autoridades panistas.

Javier Corral se mostró más auténtico, sin poses, con tablas y temple, pero también fue exhibido por su contrincante como un político que critica el poder pero que no puede vivir sin él y, a veces, como incongruente entre lo que dice y hace como opositor al PRI.

El debate fue, sin duda, un magnífico ejercicio democrático, de crítica y autocrítica sobre la trayectoria de los candidatos y sus posturas sobre la vida interna del PAN y su rol en la vida nacional.

Uno y otro pudieron presumir sus fortalezas y atributos, pero también reprocharse sus debilidades, aliados e incongruencias.

Ricardo Anaya salió mejor librado en las primeras que en las segundas, ya que el senador chihuahuense le recriminó una y otra vez ser presa de un consorcio de políticos e intereses que están lejos de los principios de los fundadores del PAN y muy cerca del actual dirigente nacional Gustavo Madero y del gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle.

«Moreno Valle no me palomeó mi planilla», le reprochó Corral al ex coordinador del grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados.

Corral pudo proyectarse como el candidato del cambio y la rebelión de las bases panistas, y presentar a su contendiente como el abanderado de la continuidad aunque con una mejor imagen y discurso.

La decisión final de quién ganó el debate y quién es el candidato que más le conviene al PAN la tendrán que tomar los propios panistas el domingo 16 de agosto.

Por ahora lo que este debate reflejó es que Anaya es el candidato del Establishment panista y Javier Corral la voz de los inconformes en contra de aquellos que han convertido al PAN en una sucursal del PRI neoliberal o derechista.

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