De tránsfugas, corruptos y delincuentes

Al equipo de Enrique Doger Guerrero se ha integrado un cercano excolaborador de Mario Marín Torres, y que presume haber sido el enlace entre Javier López Zavala y el hoy gobernador del estado de Puebla, cuando éste se desempeñaba, en el sexenio de Manuel Bartlett Díaz, como subsecretario «B» de Gobernación.

Se llama Carlos Escobar Moreno, es oriundo de Puebla, y hasta hace unas semanas vivía y laborada en Chiapas, como funcionario del gobernador perredista de aquella entidad, Juan Sabines Guerrero.

Carlos Escobar estudió derecho y en el sexenio bartlista se ligó a Mario Marín, como su secretario privado. Por aquellos tiempos también conoció a Javier López Zavala, a quien invitó a colaborar en el gobierno del estado. Sin embargo, algo no funcionó en aquella relación, motivo por el cual hoy participa en el equipo de campaña de Enrique Doger Guerrero, como operador con algunos grupos y simpatizantes del PRI en la Sierra Norte y la Mixteca poblana.

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Algo huele mal, a podrido, en la decisión de José Alfredo Arango García de mudar las oficinas de la Secretaría de Salud a un viejo edificio ubicado en la 21 Poniente 501, donde por muchos años funcionó la delegación del ISSSTE.

Y es que dicho inmueble, propiedad de los hijos del extinto doctor Miguel Martínez Villalpando, presentaba fallas estructurales, de acuerdo con un par dictámenes de Protección Civil del ayuntamiento de Puebla y un consultor externo, amén de que carecía de puertas de emergencia y sus instalaciones hidráulicas, eléctricas y sanitarias estaban totalmente rebasadas.

Por esa razón, el actual delegado del ISSSTE, Jorge Aguilar Chedraui, tomó la decisión —en diciembre de 2008— de salirse de ese edificio y cambiar las oficinas de la delegación a finales de enero de 2009.

De ahí que no deje de resultar extraño que el nuevo secretario de Salud, Alfredo Arango, haya decidido alquilar ese inmueble, con los riesgos que ello implica, en una suma superior a la que pagaba por él el ISSSTE, 120 mil pesos mensuales, y que por cierto se cubrían a una persona física.

Los enterados del entuerto, aseguran que ahí hay negocio, y que éste tiene como protagonistas al propio Alfredo Arango y a Miguel Martínez, hijo del doctor Miguel Martínez Villalpando, quien fuera director general del ISSSTEP y jefe del hoy secretario de Salud en el sexenio melquiadista.

¿Será?

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Tómelo con reserva, pero una fuente confiable, me asegura que este fin de semana podría recobrar su libertad el llamado asesino de la Hummer, que no es otro que el hijo del líder del SUTERM en Orizaba, Veracruz, Vicente García Trujeque, que en marzo pasado mató a la ama de casa María Cristina Pérez Romano, cuando conducía su lujosa camioneta en segundo grado de intoxicación etílica.

La decisión seguramente levantará una nueva ola de protestas, más que justificadas, por todas las irregularidades en que incurrieron las autoridades involucradas en el caso —agente del Ministerio Público, peritos de Tránsito, y Juez Penal de San Pedro Cholula—para favorecer al exestudiante de la UDLAP, Eduardo García García, en perjuicio de los familiares y deudos de la víctima del fatal accidente. http://www.e-consulta.com/index.php?option=com_content&task=view&id=25535&Itemid=181

Lo grave, lo delicado del asunto, es que el junior ya había protagonizado el 16 de mayo de 2007, otro accidente con la misma Hummer, sólo que en aquella ocasión no mató a nadie, pues sólo derrumbó un poste de Teléfonos de México.

¡Viva la impunidad y el influyentismo!

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Simón dice:

«La absolución del culpable es la condena del juez».

Publio Siro (Siglo I AC-?) Poeta dramático romano.