Una vez pasado el proceso interno del PAN, partido en el cual el gobernador Rafael Moreno Valle afianzó su dominio con la reelección de Gustavo Madero Muñoz al frente del Comité Ejecutivo Nacional, el mandatario estatal ha comenzado a operar para hacerse ahora de la mayoría de los consejeros locales del PRD.

La elección de consejeros es muy importante, pues serán estos los que elijan en septiembre y octubre a los próximos dirigentes nacionales y estatales del sol azteca.

En la organización y arbitraje de las elecciones de consejeros nacionales y estatales del PRD, previstas para el domingo 24 de agosto, participará el Instituto Nacional Electoral (INE), cuya Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos ya elabora un proyecto donde se fijarán los lineamientos y alcances de su intervención en el proceso.

Se sabe que en las elecciones podrán participar todos aquellos perredistas que estén registrados o se afilien al partido a más tardar en la primera semana de julio. En Puebla, el padrón del PRD ha experimentado un inusual crecimiento en los últimos meses. De los 20 mil afiliados que había a finales de 2013, hoy hay más más de 40 mil y el número final podría rondar los 60 mil.

Entre los dirigentes locales de los diferentes grupos y corrientes del sol azteca hay la certeza de que el gobernador Moreno Valle incidirá, si no es que ya lo está haciendo, en el proceso de afiliación o de reafiliación de militantes, con el claro propósito de ganar posiciones en el Consejo Nacional y el Consejo Estatal.

Para el mandatario poblano, táctica y estratégicamente es importante tener voz y voto en ambos órganos partidistas, y no sólo porque estos nombrarán a los futuros dirigentes nacionales y locales del PRD, sino porque a través de ellos puede generar condiciones favorables para su sucesión gubernamental y proyecto presidencial.

Moreno Valle no querrá correr el riesgo de que perredistas contrarios a su proyecto, como la diputada federal Roxana Luna Porquillo o el exregidor David Méndez Márquez, se hagan de la mayoría de los consejeros y le compliquen las cosas.

¿Y cómo lo impedirá?

La respuesta es obvia: haciendo alianzas con los presidentes municipales perredistas y corrientes afines a su proyecto, Los Chuchos y los Amalios, a los que apoyará para que de aquí a la primera semana de julio no sólo afilen al mayor número de militantes, sino para que en las elecciones del 24 de agosto salgan a votar por los consejeros que les indique.

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…al jefe de jefes por sus 73 primaveras que hoy se cumplen

Ahora que ya se sabe cuándo se llevarán a cabo las elecciones internas del PRD para consejeros y que estos serán los que elijan a los miembros de la dirigencia estatal, bien valdría la pena hacer recuento de cómo se encuentran las fuerzas entre las corrientes y grupos del sol azteca en la entidad.

Lo primero que habría que observar es que a diferencia de lo que sucede a nivel nacional, en Puebla no hay acuerdos entre Nueva Izquierda y Alternativa Democrática Nacional, cuyos referentes locales son el senador Luis Miguel Barbosa y la diputada federal Roxana Luna Porquillo, respectivamente.

Otra cuestión que también habría que mencionar es que en Puebla se están perfilando dos bloques para pelear la presidencia y la secretaría general del Comité Ejecutivo Estatal, que hoy encabeza Eric Cotoñeto Carmona, de la corriente denominada Nueva Izquierda.

Un primer bloque estaría conformado por la gente de Nueva Izquierda, en alianza con la expresión Foro Nuevo Sol, cuyo referente local es el diputado local Julián Rendón Tapia, y el grupo Izquierda Social dirigido por Miguel Tamayo Gutiérrez.

El segundo bloque lo integrarían las corrientes Izquierda Democrática Nacional (Los Bejaranos), y ADN (Roxana Luna), junto con el Movimiento Ciudadano Unido (encabezado por Carlos Hernández Pérez) y el Movimiento de Izquierda Progresista (representado por José Guadalupe Sánchez Jiménez).

Por el primer bloque los candidatos a la presidencia y secretaria general podrían ser la diputada Socorro Quezada y el ex subsecretario de la SGG, Miguel de la Rosa Esparza; o la actual secretaria de Organización del Comité Ejecutivo Estatal, Ruth Castro Corona y el director del Instituto de Adultos Mayores, Miguel Tamayo.

Por el otro bloque la diputada federal Roxana Luna y el exregidor David Méndez Márquez o viceversa.

Hay que aclarar que en apego a los estatutos perredistas tanto Socorro Quezada como Roxana Luna tendrían que pedir licencia a sus cargos de diputadas en el Congreso local y el Congreso de la Unión, si decidieran participar como candidatas a la presidencia del Comité Ejecutivo Estatal.

La elección tanto del presidente como del secretario general será, como ya dije, una elección indirecta que estará a cargo de los consejeros estatales y no de los militantes registrados en el padrón del sol azteca.

Los consejeros estatales serán electos el domingo 24 de agosto, a la par de los consejeros nacionales, quienes a su vez elegirán al presidente y secretario general del Comité Ejecutivo Nacional.

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Será que el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas intenta tender puentes de comunicación con la dirigencia de la Confederación Nacional Campesina (CNC), o una simple “casualidad” que Gonzalo Lobato Escamilla, coordinador general de Desarrollo Regional del gobierno del estado, haya asistido este jueves a la conmemoración del 95 Aniversario Luctuoso del general Emiliano Zapata en Chinameca, Morelos, organizado precisamente por sus antiguos compañeros de partido.

Por más de media hora, Gonzalo Lobato —quien por cierto fue hace unos 10 años líder de la CNC en Puebla— estuvo escuchando atento los discursos de quienes fueron alguna vez sus compañeros de organización.

Cuando un reportero se dio cuenta de su presencia y lo cuestionó, Lobato simplemente dijo que “iba pasando” y que en realidad se dirigía al acto que organizó el ayuntamiento, en representación del gobernador poblano. ¿Sería plan con maña o añoranza de su pasado priísta?

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Jorge Morgado triangula acercamiento Doger-Marín

Definen fecha para la renovación del CEE del PRD

Presenta PRI 32 JDC por renovación de Juntas Auxiliares

El ex gobernador Mario Marín Torres es una figura paradójica en el PRI.

De los aspirantes a la dirigencia estatal del PRI o la gubernatura de Puebla para los comicios de 2016 o 2018 nadie quisiera aparecer junto a él o ser percibido como un cuadro cercano o vinculado con su grupo político, sin embargo nadie tampoco quisiera tenerlo como enemigo o ser víctima de su veto.

Esta contradictoria — y hasta patológica— conducta de los priístas poblanos puede tener varias interpretaciones, pero un común denominador: el reconocimiento de que el marinismo, aun con todo su desgaste y desprestigio, se mantiene como uno de los grupos políticos con más fuerza y presencia en algunas regiones de la entidad.

Mario Marín no ha dejado de hacer política. Con un bajísimo perfil y alejado de los reflectores de los medios, el exgobernador sigue recorriendo en el estado, en compañía de algunos de los que fueron sus colaboradores en el gobierno, a veces con el pretexto de una reunión familiar y otras para acudir a un festejo de un exdiputado o expresidente municipal.

El exmandatario sigue recibiendo información política valiosa, como encuestas estatales sobre el posicionamiento de los diferentes aspirantes a la gubernatura; en una de estas últimas, la senadora Blanca Alcalá Ruiz apareció como la figura mejor posicionada, seguida del diputado federal Enrique Doger Guerrero.

De los aspirantes del PRI a Casa Puebla, el que mejores relaciones mantiene con Mario Marín es el subsecretario federal de la Sedesol, Juan Carlos Lastiri Quirós. Enrique Doger, en cambio, es el que peores tiene, lo que explica, quizás, el acercamiento que éste ha buscado con el exgobernador a través de quien fuera director de la Policía Auxiliar en el sexenio marinista, Jorge Antonio Morgado Nava.

Mario Marín puede no ser un personaje que le sume votos o simpatías a un aspirante a la dirigencia estatal del PRI o la gubernatura de Puebla, pero lo que sí es indudable que dentro del priísmo puede convertirse en un factor de desequilibrio o de veto, al momento de las definiciones políticas electorales de cara al 2016 o 2018.

EN CORTO

Este sábado se llevó a cabo el Consejo Nacional del PRD en la Ciudad de México y entre los acuerdos que ahí se tomaron hay algunos que impactarán la política poblana, entre ellos el calendario para la renovación del Comité Ejecutivo Estatal.

Los perredistas acordaron que el domingo 24 de agosto se realicen las elecciones en las cuales sus militantes deberán seleccionar a sus consejeros nacionales y estatales, quienes a su vez deberán elegir a sus respectivos dirigentes.

Los consejeros nacionales nombrarán al presidente, secretario general y demás miembros del secretariado nacional el domingo 21 de septiembre, y los consejeros estatales a su presidente, secretario general y demás integrantes del Comité Ejecutivo Estatal el domingo 12 de octubre.

Por Puebla se están perfilando como candidatos a la dirigencia estatal la diputada Socorro Quezada Tiempo, por la corriente de Luis Miguel Barbosa y Nueva Izquierda; el exregidor David Méndez Márquez, por Izquierda Democrática Nacional; y la diputada federal Roxana Luna Porquillo, por Alternativa Democrática Nacional.

De estas tres expresiones las que más trabajo de afiliación están realizando entre sus seguidores y simpatizantes son la primera y la tercera.

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Más de 30 juicios para la protección de los derechos políticos electorales de los ciudadanos ha promovido el PRI ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para echar abajo las convocatorias emitidas por los municipios de Puebla, Cuautlancingo, San Andrés y San Pedro Cholula, que permiten la participación de partidos políticos en los plebiscitos para renovar las autoridades de las juntas auxiliares.

En el caso del municipio de Puebla, que cuenta con 17 juntas auxiliares, se presentaron 16 juicios.

El PRI considera que las convocatorias emitidas por los Cabildos de Puebla, Cuautlancingo y las dos Cholulas son violatorias de la Constitución federal y la Constitución del estado, ya que se fundamentan en reformas electorales aprobadas hace unos días; así como del Código Electoral del estado, que especifica que los partidos políticos sólo pueden participar en las elecciones para gobernador, diputados y ayuntamientos.

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Un diputado local priísta que no oculta sus preferencias políticas entre el gobernador Rafael Moreno Valle y el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, es el cetemista Leobardo Soto Martínez.

Para comprobarlo sólo hay que visitar su oficina, en la planta alta del edificio de la Federación de Trabajadores de Puebla (FTP), para darse cuenta que en la pared principal, justo detrás de su escritorio, luce un cuadro con la foto oficial del gobernador Moreno Valle.

Por cierto.

Cuentan que el pasado 15 de enero, con motivo del tercer informe del mandatario estatal, Leobardo Soto bromeó con sus compañeros de fracción sobre los costos económicos que tendría para él y su organización la intervención de la diputada priísta Silvia Tanús Osorio en el Congreso del estado.

En tono de lamento, dijo que los cinco minutos que duró tendrían un costo altísimo, en clara alusión a los contratos que después de ésta dejaría de recibir por parte del gobierno del estado en las obras de construcción de la planta de Audi en el municipio de San José Chiapa.

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Cuatro fueron los diputados federales poblanos del PRI que el sábado 1 de febrero se ausentaron en la apertura del Segundo Periodo Ordinario de Sesiones del Congreso de la Unión: Carlos Sánchez Romero, Enrique Doger Guerrero, José Luis Márquez Martínez y Filiberto Guevara González.

La sesión de instalación duró apenas cinco minutos, y a esta acudieron sólo 317 de 500 diputados y 89 senadores de un total de 128.

El Segundo Periodo concluye el 30 de abril y en las 30 sesiones ordinarias deberán desahogarse las leyes secundarias de las reformas constitucionales en materia de telecomunicaciones, competencia económica, energética y política-electoral.

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La distancia entre el senador Luis Miguel Barbosa Huerta y la corriente de Los Chuchos, también llamada Nueva Izquierda, es cada vez más ancha, lo que en Puebla podría provocar una recomposición de los grupos perredistas, en detrimento de los operadores locales de Jesús Zambrano Grijalva y Jesús Ortega Martínez.

Se sabe que a nivel nacional el senador poblano ha tenido algunos desencuentros con los dirigentes de Nueva Izquierda y que estos (los desencuentros) han estado a punto de costarle la coordinación del grupo parlamentario del PRD en la Cámara alta.

Las diferencias entre Luis Miguel Barbosa y el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, han propiciado un acercamiento natural entre el senador poblano y la corriente política de René Bejarano Martínez y la senadora  Dolores Padierna Luna, Izquierda Democrática Nacional (IDN).

Este acercamiento en Puebla podría favorecer al regidor saliente David Méndez Márquez, quien con el apoyo de IDN pretende hacerse de la presidencia estatal del PRD, en sustitución de Eric Cotoñeto Carmona.

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Nueva Izquierda podría dividirse y tener dos expresiones

Listo el gabinete de José Juan Espinosa en San Pedro Cholula

José Antonio Bretón, coordinador de Políticas en la Ibero

En el transcurso de los próximos meses habrán de renovarse las dirigencias estatales de por lo menos cuatro partidos políticos: PRI, PVEM, PRD y PNA.

La renovación en el PRI ya comenzó y, como se lo adelanté hace unos días, el sucesor del próximo presidente del Comité Directivo Estatal será Alberto Jiménez Merino, actual delegado federal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

Antes de su nombramiento, que se concretará en menos de un mes, el CEN del PRI designará un delegado especial que tendrá como primera encomienda la reestructuración de la dirigencia estatal y el Comité Directivo Municipal, al que hace unos días renunció Claudia Hernández Medina para incorporarse al Registro Nacional de Población (Renapo) con Alejandro Armenta Mier.

En mayo también habrá cambios en la dirigencia estatal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), de la que saldrá el ahora diputado local Juan Carlos Natale López.

Varios son los tiradores a sucederlo, a saber: Elías Abaid Kuri, quien el jueves fue nombrado delegado nacional del PVEM en la entidad; el regidor electo de Puebla, Juan Pablo Kuri Carballo; y el presidente del Comité Municipal, Gabriel Casas Rodríguez.

El primero tiene el apoyo del gobernador Rafael Moreno Valle y de su suegro, el presidente municipal electo de Puebla, José Antonio Gali Fayad, para quedarse con la silla vacante de Juan Carlos Natale; pero el segundo y el tercero son los favoritos del dirigente estatal saliente y su grupo más cercano, sobre todo el regidor electo que se ha convertido en su compañero de correrías y hasta de vacaciones.

La renovación del Comité Ejecutivo Estatal del PRD se dará hasta el segundo semestre, después de las elecciones extraordinarias en dos municipios de la entidad. Para reemplazar a Eric Cotoñeto Carmona se perfilan el excandidato a la alcaldía de Tecali de Herrera, Erasto Amador Martínez, con el apoyo de un sector de Nueva Izquierda, que en Puebla tiene como líder moral al senador Luis Miguel Barbosa Huerta.

Erasto Amador es un cuadro poco conocido en la capital, pues su actividad política y como transportista se ha concentrado en Tecali y en la zona de Amozoc, por donde buscó ser candidato a diputado local.

Otro personaje al que también habría que considerar para la presidencia del Comité Ejecutivo Estatal del PRD es el regidor saliente del municipio de Puebla, David Méndez Márquez, respaldado por Izquierda Democrática Nacional, es decir, la corriente de René Bejarano Martínez y su esposa la senadora Dolores Padierna Luna.

A la lista de aspirantes habría que agregar a la diputada federal Roxana Luna Porquillo, representante en Puebla de Alternativa Democrática Nacional (ADN) o algún otro miembro de su movimiento Los de Abajo.

A la puja también podría sumarse Miguel Ángel de la Rosa Esparza, quien ya fue dirigente estatal del PRD y ahora es uno de los operadores de los llamados Chuchos, Jesús Zambrano Grijalva y Jesús Ortega Martínez, dirigentes nacionales de Nueva Izquierda. A de la Rosa Esparza podría unirse el diputado local Julián Rendón Tapia, de la corriente Foro Nuevo Sol, y quien antes de ser postulado al Congreso del estado era funcionario del gobierno del estado en el programa 65 y más.

Otra alianza que no habría que descartar es la que podrían llevar a cabo IDN y Alternativa Democrática Nacional (ADN) a favor del regidor saliente David  Méndez.

El cambio en la dirigencia estatal del PNA está previsto para octubre, cuando concluye la gestión de Gerardo Islas Maldonado, quien posiblemente busque una diputación federal en las elecciones de 2015.

Ahí todavía no hay claridad sobre quien podría sustituirlo, aunque si se cumple el acuerdo que tenían los dirigentes de las secciones 23 y 51 del SNTE, éste sería propuesto por el secretario general de la primera, Emilio Salgado Néstor.

Según dicho acuerdo, al dirigente de la Sección 51, Jorge Luis Barrera de la Rosa, le correspondía proponer al diputado local de representación proporcional, cuota que recayó en el exsecretario general Cirilo Salas Hernández, y al dirigente de la Sección 23, al candidato a regidor en la planilla de Gali Fayad, propuesta que favoreció a Silvia Argüello de Julián, y al próximo presidente estatal del PNA.

EN CORTO

Aquí un adelanto de los nombramientos que este lunes anunciará el alcalde electo de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, como integrantes de su gabinete municipal: la tesorera será Nadia Inés Cabrera Camacho, quien fue directora de Administración en el Congreso del estado; el contralor Leopoldo “Polo” García, exdirector general de Televisa Puebla; la coordinadora de la Unidad de Transparencia, la exdiputada priísta Concepción Contreras Bretón; y la directora de Comunicación Social, Pilar Pineda, quien hasta hoy funge como jefa de información del portal Status.

También serán parte del próximo ayuntamiento de San Pedro Cholula, Ignacio Molina Huerta, quien será nombrado secretario general, tras haberse desempeñado como coordinador de asesores de José Juan Espinosa en el Congreso del estado; la arquitecta Dulce Gudelia Báez Quintero, quien ha trabajado para los ayuntamientos de Puebla y San Martín Texmelucan será la secretaria de Obras Públicas; Guillermo Toxqui Vega, nieto del exgobernador Alfredo Toxqui, director de Vivienda Digna; y la exdirigente municipal priísta Yessica Beatriz Cervantes Munguía despachará como secretaria de Desarrollo Social.

A la presidencia del Sistema Municipal DIF no llegará la esposa del alcalde electo, Nancy de la Sierra Arámburo, actual coordinadora estatal del Programa federal Oportunidades, sino su hermana María del Carmen Espinosa Torres. La “Muñe”, como se le conocen en Cholula, es egresada de la Upaep, institución en la que coordinó el grupo Manos de María, y maestra en Participación Ciudadana por una universidad española; ha trabajado en el área de Relaciones Públicas de la Presidencia de la República con Martha Sahagún, en la coordinación de asesores de Marco Adame en el Senado y como directora de Relaciones Públicas de la Universidad Anáhuac de Oaxaca, entidad en la que también encabezó la Fundación Canica, dedicada a la atención de niños y adolescentes que trabajan en la calle, y la asociación Red Familia.

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El ex director general del Instituto Electoral del Estado (IEE), el maestro José Antonio Bretón Betanzos, fue designado la semana pasada coordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública y de la Maestría en Políticas Públicas de la Universidad Iberoamericana de Puebla.

Bretón sustituye en el cargo al doctor Víctor Manuel Figueras Zanabria, quien a su vez fue reclutado como profesor-investigador del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico de la BUAP.

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Con lo anterior no quiero decir, que el PRI va a la campaña constitucional —que se inicia de manera oficial el próximo 2 de abril— como si fuera a un día campo.

No. Para nada.

Lo que sostengo es que los partidos integrados en la coalición Compromiso por Puebla —PAN, PRD, PANAL y Convergencia— tienen un reto mayúsculo en su intento por hacerse de la gubernatura, las principales presidencias municipales y la mayoría legislativa en el Congreso del estado.

De entrada, tienen que revertir las tendencias electorales que hoy, de acuerdo con varias firmas encuestadoras, le son negativas tanto en la capital como en el interior del estado.

La candidatura de Eduardo Rivera Pérez a la presidencia municipal de Puebla no ha levantado hasta el momento gran expectativa, quizás porque los electores de la capital —muchos de ellos hartos del PRI y de sus políticos— esperaban una figura más conocida y de más reconocimiento social que la del excoordinador de la bancada del PAN en la LVII Legislatura local.

Los miembros de su planilla de regidores y síndico tampoco concitan o despiertan gran interés ciudadano, pues salvo algunas excepciones, como la ecologista Verónica Mastretta Guzmán o el exrector de la UPAEP, Mario Iglesias García Teruel, la mayoría son individuos poco conocidos, con escasa trayectoria social, recomendados o producto de las cuotas partidistas de la coalición opositora.

Juzgue usted, sino:

1. PRESIDENTE: Eduardo Rivera Pérez

SUPLENTE: Mario Iglesias y García Teruel (Sociedad)

2. REGIDOR PROPIETARIO: Roberto Villareal Vaylón (Partido Nueva Alianza)

SUPLENTE: Dolores Ciria Martínez Espinoza

3. REGIDOR PROPIETARIO: Arturo Loyola González (Partido de la Revolución Democrática)

SUPLENTE: María Alejandra Kuri Morales

4. REGIDOR PROPIETARIO: Matías Rivero Marines (Partido Acción Nacional)

SUPLENTE: Francisco Mota Quiroz

5. REGIDOR PROPIETARIO: José Luis Carmona Ruiz (Partido Acción Nacional)

SUPLENTE: Mari Cruz Cue Muñoz

6. REGIDOR PROPIETARIO: David Méndez Márquez (Partido de la Revolución Democrática)

SUPLENTE: Patricia Zepeda Yáñez

7. REGIDOR PROPIETARIO: Ana María Verónica Mastretta Guzmán (Puebla de Acuerdo)

SUPLENTE: Víctor Manuel Mayoral Muñoz (Partido Acción Nacional)

8. REGIDOR PROPIETARIO: Alejandra Domínguez Narváez (Partido Nueva Alianza)

SUPLENTE: Amada Eloísa Bravo Tlacatelpa

9. REGIDOR PROPIETARIO: Alicia Romero Ordaz (Convergencia)

SUPLENTE: Gloria Rodríguez Sánchez

10. REGIDOR PROPIETARIO: Carlos Ibáñez Alcocer (Partido Acción Nacional)

SUPLENTE: Maribel Pérez Vargas

11. REGIDOR PROPIETARIO: Xóchitl Maura Barranco Cortés (Partido Acción Nacional)

SUPLENTE: Ocotlán Jiménez Castillo

12. REGIDOR PROPIETARIO: Jaime Alberto Zurita García (Partido Acción Nacional)

SUPLENTE: Yissel Juárez Reina

13. REGIDOR PROPIETARIO: Irma Adela Fuentes Guevara (Partido Acción Nacional)

SUPLENTE: Rodolfo Carrasco Rivera

14. REGIDOR PROPIETARIO: Martha Patricia Thomé Andrade (Partido Acción Nacional)

SUPLENTE: Jaime Alberto Aurioles Barroeta

15. REGIDOR PROPIETARIO: Marcelino León Ochoa (Partido Acción Nacional)

SUPLENTE: José Antonio de Ovando Mantilla

16. REGIDOR PROPIETARIO: Pedro Alberto Gutiérrez Varela (Partido Acción Nacional)

SUPLENTE: Félix Hernández Hernández

17. REGIDOR PROPIETARIO: Miriam Mozo Rodríguez (Partido Acción Nacional)

SÍNDICO MUNICIPAL: Ernesto Bojalil Andrade (Partido Acción Nacional)

SUPLENTE: Francisco Javier Romero Juárez

Lo mismo sucede con los candidatos de la coalición opositora al Congreso del estado. Con honrosas excepciones, las fórmulas de candidatos a diputados están lejos de representar el espíritu de quienes se propusieron sacar al PRI Casa Puebla y de la mayoría del Poder Legislativo, impulsar un gobierno de transición, la democratización de las instituciones, y empujar reformas y acciones a favor de la transparencia, el desarrollo sustentable y la ecología.

Fuera de la excomisionada de la CAIP, Josefina Buxadé Castelán y Mario Riestra Piña, la verdad es que los candidatos a diputados de la coalición Compromiso por Puebla están lejos de representar lo mejor de la sociedad poblana o un cambio de fondo.

Regiduría por regiduría y distrito por distrito, los candidatos de la coalición opositora no se distinguen por ser mejores que los postulados por la Alianza Puebla Avanza, conformada por el PRI y el PVEM. Y deberían serlo — y sustancialmente—, si de veras aspiran a gobernar el estado, las principales alcaldías y ser mayoría en el Congreso del estado.

No sólo porque se supone que echarían mano de sus mejores cuadros y de destacadas figuras ciudadanas, para pulverizar el voto de rechazo, que hoy concentran el PRD y el PAN por encima del PRI, sino porque a través de la coalición opositora evitarían que el PRI capitalizara los yerros del gobierno federal en materia económica y de seguridad pública, asociándolos al PAN.

Pero sobre todo, porque están abajo en la intención de voto, y porque la simple suma de sus votos no es suficiente para sacar al PRI de Casa Puebla o para que la oposición se haga de la mayoría en la próxima legislatura local.

Hace seis años, el PRI y Mario Marín ganaron la gubernatura con 886 mil 535 sufragios, hoy la meta de la Alianza Puebla Avanza es llegar a casi un millón de votos, lo que es descabellado considerando que en 2004 la votación del PRI y el PVEM habría sumado 917 mil 704 sufragios.

Para que la coalición Compromiso por Puebla obtenga ese millón de votos, Rafael Moreno Valle Rosas requiere algo más que la votación acumulada del PAN, PRD, Convergencia y el PANAL, lo cual ya es decir mucho, sobre todo a raíz de las últimas elecciones, que muestran una tendencia a la baja de la oposición y un repunte del PRI.

¿Logará la coalición opositora revertir esa tendencia y llegar al millón de votos que necesita para ganar la gubernatura?

El reto me parece muy grande, sobre todo tomando en cuenta que los candidatos de la coalición Compromiso por Puebla no han levantado mayor expectativa, y que hace seis años la suma de votos de toda la oposición, con excepción del PVEM, llegó a 810 mil 962 sufragios, 75 mil menos que los obtenidos por el PRI solito.

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Simón dice:

«En esta vida algunos hombres nacen mediocres, otros logran mediocridad y a otros la mediocridad les cae encima».

Joseph Heller (1923-1999. Escritor norteamericano.