Si de veras la ventaja que el PRI sacaba al PAN en la capital del estado se redujo a sólo 10 puntos, como trascendió en la reunión que el martes pasado sostuvo el director de Consulta Mitofsky, Roy Campos Esquerra, con los aspirantes del tricolor a la presidencia municipal de Puebla, es claro que la campaña priísta esté metida en un atolladero.

O que los candidatos que el PRI perfila para la gubernatura, Javier López Zavala, y presidencia municipal de Puebla, Mario Montero Serrano, no están siendo muy bien aceptados por los electores de la capital del estado.

De otra manera francamente no entiendo cómo el PRI puede perder tantos puntos en menos de un mes en el municipio de Puebla.

Cuatro puntos, según Consultoría Contracorriente; 10, de acuerdo con el Buró de Estrategias y Análisis del Poder (BEAP), y 20, según Indicadores y La Jornada de Oriente.

Hace un mes, una encuesta de Consultoría Contracorriente reveló que la intención de voto del PRI en la ciudad de Puebla era de 36.2%, y la del PAN de 22.3%, lo que daba a los primeros una ventaja de 13.9 puntos.

Otra encuesta del BEAP reportó que al 15 de febrero, el 38.9% de electores de la capital se inclinaba a votar por el PRI, y el 18.9% por el PAN, situación ponía a los priístas en la delantera con 20 puntos exactos de diferencia.

A su vez, El Sol de Puebla y La Jornada de Oriente dieron cuenta el 3 y 9 de febrero de otros dos estudios demoscópicos, que ampliaban a más de 30 puntos la ventaja del PRI sobre el PAN.

Según la encuesta de Indicadores, difundida por El Sol, el principal aspirante del PRI a la alcaldía de Puebla, Mario Montero Serrano, sacaba 30 y 33 puntos de ventaja a sus contrincantes del PAN, Humberto Aguilar Coronado y Eduardo Rivera Pérez, respectivamente.

Similar escenario arrojó el estudio demoscópico de La Jornada de Oriente. Mario Montero apareció con el 53.4% de las preferencias electorales y Humberto Aguilar con el 16.2%; Mario Montero con el 52.7% y Eduardo Rivera Pérez con el 15.3% .

¿Qué pasó en febrero para que esta cómoda superioridad del PRI y de Mario Montero sobre sus adversarios de la oposición se perdiera?

Francamente no lo sé, aunque tengo la sospecha de que la supuesta ventaja del PRI sobre el PAN de 20 y hasta 30 puntos, en realidad nunca existió.

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Simón dice:

«Algunos se equivocan por temor a equivocarse».

Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781). Dramaturgo, crítico literario y pensador alemán.

 * Mario Montero, ¿manzana de discordia entre Zavala y Marín?

* El candidato de la coalición opositora podría no ser del PAN

La candidatura a la presidencia municipal de Puebla se ha convertido en la manzana de la discordia al seno de las dos coaliciones que intentan ganar las elecciones del próximo 4 de julio.

En la Alianza Puebla Avanza, la puja por esa candidatura es evidente, no sólo entre los aspirantes priístas a suceder a Blanca Alcalá Ruiz y los partidos que conforman esta coalición —PRI y PVEM—, sino entre el gobernador Mario Marín Torres, que promueve la nominación del que fuera su secretario de Gobernación, Mario Montero Serrano, y el candidato de la coalición a la gubernatura, Javier López Zavala, que impulsa las aspiraciones del exdiputado federal Jorge Estefan Chidiac.

Lo mismo sucede en la coalición Compromiso por Puebla, donde el candidato a la alcaldía capitalina sigue sin definirse, después de que la directora de Africam Safari, Amy Camacho Wardle, rechazó de última hora la nominación de convertirse en la abanderada del PAN, PRD, PANAL y Convergencia a la primera regiduría del ayuntamiento de Puebla.

El peso político y electoral del municipio de Puebla en una elección estatal es fundamental, para hundir o catapultar a un candidato a gobernador.

De los 886 mil 535 votos que Mario Marín Torres obtuvo en los comicios locales de hace seis años, 280 mil 679 sufragios salieron de la capital, es decir, el 31.6%.

Si en ese proceso de 2004, el panista Francisco Fraile García hubiera obtenido la votación que el PRI logró en el municipio de Puebla, y Marín la votación del PAN, la diferencia entre uno y otro no habría sido de 244 mil votos, sino únicamente de 56 mil sufragios.

De ese tamaño es la importancia electoral de la capital. 

Nadie mejor que él entiende que una mala decisión puede complicarle el escenario, de ahí que a través de sus operadores, entre los que hay incluir en primerísimo lugar al dirigente estatal del PRI, Alejandro Armenta Mier, impulse la nominación de Jorge Estefan como candidato a la presidencia municipal de Puebla.

El problema de esa intentona, que algunos interpretan como un primer signo de rebeldía de López Zavala hacia Mario Marín, es que hasta ahora nadie ha justificado —con un análisis serio y numérico— por qué Jorge Estefan sería mejor opción que Mario Montero, cuando las encuestas no sólo dicen otra cosa, sino que ubican al exsecretario de Gobernación como el priísta mejor posicionado en la contienda por el ayuntamiento de Puebla.

De entrada, porque los partidos aliados al PAN no creen que el senador con licencia Humberto Aguilar Coronado o el diputado local con licencia Eduardo Rivera Pérez cubran el perfil ciudadano que habían acordado en las negociaciones previas a la firma del convenio de coalición.

Porque los aliancistas agrupados en el movimiento Puebla de Acuerdo siguen pugnando por un personaje de la sociedad civil, más que por un político de la élite partidista del PAN.

Porque unos y otros creen que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN se precipitó al convocar a una elección interna, cuando aún había tiempo para negociar con otras figuras ciudadanas, después de la negativa de Amy Camacho.

Y porque Rafael Moreno Valle Rosas tampoco está muy convencido de que Humberto Aguilar o Eduardo Rivera sean la mejor carta de la coalición Compromiso por Puebla para ganar la alcaldía y motivar la participación ciudadana en los comicios del 4 de julio.

Del personaje en cuestión tienen ya conocimiento el candidato a gobernador de la coalición Compromiso por Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas; el coordinador nacional del frente partidista de izquierda Diálogo por la Reconstrucción de México (DIA), Manuel Camacho Solís; y el dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez.

El nombre del empresario, que este día estará de regreso en Puebla, procedente del estado de Hidalgo, donde junto con un socio suyo trabaja en la construcción de una planta armadora de camiones, es también conocido por algunos miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PAN.

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Los dirigentes locales del Partido del Trabajo no sólo buscaron al director general del Instituto de Asistencia Pública del estado, Víctor Gabriel Chedraui, para que fuera su candidato a la presidencia municipal de Puebla, sino que incluso cabildearon con él y otros dirigentes del PRI la posibilidad de ir en coalición electoral.

Tres fueron las razones que echaron abajo estas negociaciones. La primera es que el PT no quería ir en coalición total, la segunda es que condicionó cualquier negociación a que Víctor Gabriel fuera el candidato a la alcaldía, y la tercera es que Andrés Manuel López Obrador amenazó con abandonarlos si en Puebla se aliaban con el PRI o con el PAN.

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Simón dice:

«Cuando llega el tiempo en que se podría, ha pasado el tiempo en que se pudo».

Marie von Ebner-Eschenbach (1830-1916) Novelista austríaca.

De última hora, recibí anoche un reporte de una fuente cercanísima a Amy Camacho Wardle que me confirmó que la dueña y directora del parque zoológico Africam Safari no aceptó la candidatura de la coalición opositora Compromiso por Puebla a la alcaldía de la capital del estado.

La misma fuente me confió que su decisión es definitiva.

Amy Camacho tiene en puerta un par de proyectos en Sudamérica que reclaman toda su atención y tiempo para sacarlos adelante, entre ellos la puesta en operación de un zoológico en Chile.

La empresaria y ambientalista comunicará su decisión a los dirigentes nacionales del PAN y PRD en el transcurso de la mañana de este jueves, en el marco de una reunión programada en la ciudad de México.

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Acción Nacional es un partido que se precia de democrático. Y quizás lo fue durante muchos años, cuando no disfrutaba de las mieles del poder.

Sin embargo, desde que dejó de ser oposición para convertirse en gobierno en la esfera federal y municipal, en el caso de Puebla, sus virtudes democráticas han ido diluyéndose.

De ahí que desde que ganó la elección presidencial del 2000 con Vicente Fox Quesada, el remplazo de las elecciones internas de candidatos, por las designaciones acordadas desde el Comité Ejecutivo Nacional, han sido una constante en el estado de Puebla, a saber:

En el proceso federal del 2000, la dirigencia nacional del PAN cedió el distrito 6 de la capital del estado a la ecologista Erika Spezia Maldonado, por un convenio de coalición con el PVEM.

La historia se repitió en los comicios locales del 2001, donde el CEN designó a la totalidad de la planilla de regidores y síndico del candidato a la alcaldía de Puebla, Luis Eduardo Paredes Moctezuma, con los resultados por todos conocidos.

En 2003, los panistas de Puebla habían electo en convenciones carentes de quórum a Arturo Flores Grande y a Miguelina Vargas Jarquín como candidatos a diputados federales por dos distritos de la capital poblana. Sin embargo, otra vez el CEN del PAN, presidido entonces por Luis Felipe Bravo Mena, echó abajo esas convenciones y designó a Roberto Ruiz Esparza –que años después renunciaría al PAN para irse al PANAL— como candidato por el distrito 6, y a José Felipe Puelles Espina por el distrito 9.

Durante el proceso local electoral de 2004, la dirigencia nacional del PAN le quitó a Luis Paredes el registro como precandidato a la gubernatura, dejando el camino libre a Francisco Fraile García para tal cargo de elección popular.

En las elecciones federales del 2006, el CEN del PAN bajó a Ángel Alonso Díaz Caneja como candidato a senador por el estado de Puebla, para meter en su lugar a Rafael Moreno Valle Rosas, y designó a los candidatos a diputados federales de la entidad por la cuarta circunscripción.

En 2007 se repitió el mismo fenómeno en algunos distritos locales, entre ellos el 3 de Puebla, donde fue designada Cecilia Espino González como candidata a diputada local.

Y en las elecciones federales del 2009, presidido todavía por Germán Martínez Cázares, el CEN designó por dedazo a los 16 candidatos a diputados federales, ninguno de los cuales logró llegar al Congreso de la Unión.

¿Qué pasará ahora en los comicios locales del 2010?

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Simón dice:

«Podrán rompernos la guitarra, pero no pueden rompernos la canción.»

Carlos Castillo Peraza (1947-2000) Político, periodista y dirigente nacional del PAN.

Ayer la decía que la única posibilidad de que la coalición opositora Compromiso por Puebla postulara a Amy Camacho Wardle como candidata a la alcaldía capitalina sería que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN la designara por dedazo, ahorrándose la elección interna y dejando colgados de la brocha al senador Humberto Aguilar Coronado y al diputado local con licencia Eduardo Rivera Pérez.

Pues este escenario —que ayer le pronosticaba como imposible, dado el malestar que hay entre la militancia panista de Puebla—, podría hacerse realidad si entre este miércoles y jueves la dirigencia nacional del PAN no emite la convocatoria respectiva para el proceso interno.

Y es que de acuerdo con los tiempos previstos en el Código de Instituciones y Procesos Electorales, el plazo para las precampañas se agota el 21 de marzo, lo que significa que si antes de esta semana no hay convocatoria, el proceso interno del PAN para elegir candidato a la presidencia municipal de Puebla quedaría suspendido.

Sí, suspendido. Porque no habría tiempo para organizar una elección en el municipio de Puebla con centros de votación sólo para miembros activos, ni tampoco para que los aspirantes panistas a suceder a Blanca Alcalá Ruiz —los ya citados Humberto Aguilar y Eduardo Rivera— tuvieran al menos tres semanas de precampaña.

Esta situación no es desconocida para la dirigencia estatal del PAN, ni tampoco para los operadores de los aspirantes panistas a la presidencia municipal de Puebla, que temen un albazo por parte del Comité Ejecutivo Nacional a favor de la empresaria y directora del parque zoológico Africam Safari, Amy Camacho.

Y sus temores son fundados por las largas y evasivas del dirigente nacional panista, César Nava Vázquez; del presidente de la Comisión Nacional de Elecciones, José Espina von Roehrich; y del secretario general adjunto de Fortalecimiento Interno del CEN, Alfredo Rivadeneira Hernández, quienes no atinan a darles una fecha de cuándo, por fin, se publicará la ansiada convocatoria.

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El diputado panista José Manuel Janeiro Fernández presentó este martes una denuncia ante la Secretaría de Desarrollo, Evaluación y Control de la Administración Pública (Sedecap) en contra del secretario de Finanzas, Gerardo María Pérez Salazar, y tres de los subsecretarios de la dependencia: Juan Alberto Armendáriz Martínez, de Ingresos; David Villa Issa, de Egresos; y Jorge Luis Mendoza Velarde, de Administración.

En su denuncia, el legislador sostiene que los cuatro funcionarios violaron e incumplieron la Ley de Coordinación Hacendaria del estado de Puebla –que sustituyó la Ley para el Federalismo Hacendario, también conocida como Ley Bartlett— que los mismos diputados priístas propusieron y aprobaron en el Congreso local en marzo de 2009.

Dicha legislación establece que los funcionarios arriba citados tenían obligación de crear el Sistema de coordinación hacendaria del estado y sus municipios, y de constituir la Asamblea de funcionarios hacendarios del estado, con la participación de los presidentes y tesoreros de los 217 ayuntamientos de la entidad, con el propósito de fijar lineamientos y políticas encaminadas a optimizar y potenciar los recursos fiscales –federales y estatales— destinados a los municipios del territorio poblano.

Esta es la segunda denuncia que el diputado Janeiro Fernández promueve ante la Sedecap en contra del secretario de Finanzas y algunos subsecretarios de la dependencia.

En la primera, presentada en marzo de 2009, el legislador panista acusó a dichos funcionarios de ocultar información sobre los distintos fondos del ramo 28 asignados a los 217 municipios de la entidad, asunto que le generó una andanada de críticas, pero que finalmente logró su propósito, pues a partir del año pasado la Secretaría de Finanzas publica trimestralmente esos reportes en su página de internet.

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Simón dice:

«Humano es errar; pero sólo los estúpidos perseveran en el error».

Marco Tulio Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.

Muy difíciles, por no decir imposibles, son las circunstancias que Amy Camacho Wardle o Enrique Doger Guerrero tendrían que sortear para conseguir la candidatura de la coalición opositora Compromiso por Puebla a la presidencia municipal de la capital del estado.

De hecho, según el convenio de coalición registrado ante el Instituto Electoral del Estado, la única posibilidad de que la directora y dueña del parque zoológico Africam Safari, o el exrector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) fueran postulados para tal cargo, es que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN designara a alguno de los dos.

Por ello, la versión de que el candidato de la coalición opositora a la alcaldía poblana saldrá de una encuesta es una vacilada, una tomadura de pelo para incautos.

Si bien en la mesa de negociaciones para la integración de la alianza Compromiso por Puebla se planteó que una figura ciudadana encabezara la planilla de regidores y síndico del municipio de Puebla, lo cierto es que esto jamás se formalizó en el convenio de coalición.

Por el contrario, lo que se asentó es que dicho cargo correspondía al PAN y que este partido nombraría al candidato o candidata conforme a sus reglas y procedimientos estatutarios, que, dicho sea de paso, no consideran la encuesta o los estudios de opinión como método de selección.

Luego entonces, para que Amy Camacho o Enrique Doger pudieran ser considerados para participar en el proceso panista, primero tendrían que inscribirse como precandidatos externos e ir a una elección interna, donde contenderían con Eduardo Rivera Pérez y el senador Humberto Aguilar Coronado.

Por supuesto, enfrentarían una complicación no menor: en este proceso los únicos que votan son los miembros registrados en el padrón del PAN del municipio de Puebla, no los adherentes, como sucedió en la elección de candidato a gobernador.

Otra dificultad es que la dirigencia estatal panista no está de acuerdo en llevar a un candidato externo como candidato a la presidencia municipal de Puebla, y menos cuando ya se comprometió ante Eduardo Rivera y Humberto Aguilar a impulsar una elección interna, acuerdo que el jueves pasado avalaron también José Espina Von Roehrich, presidente de la Comisión Nacional de Elecciones del PAN, y Alfredo Rivadeneira Hernández, secretario general adjunto de Fortalecimiento Interno del CEN.

En suma, la única –y muy remota posibilidad— de que Amy Camacho o Enrique Doger sean candidatos a la alcaldía por la coalición, es que la dirigencia nacional panista imponga por dedazo a cualquiera de los dos.

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Simón dice:

«Cuando la lucha entre facciones es intensa, el político se interesa, no por todo el pueblo, sino por el sector a que él pertenece. Los demás son, a su juicio, extranjeros, enemigos, incluso piratas».

Thomas Macaulay (1800-1859). Historiador y político británico.

*Puebla Avanza aventaja a Compromiso por Puebla por 15 puntos

*El PAN ante el reto de impulsar una figura ciudadana en la capital

Si bien a estas alturas del proceso electoral, la coalición Puebla Avanza–conformada por el PRI y el PVEM— arranca con ventaja, nadie en su sano juicio puede asegurar que la coalición Compromiso por Puebla –integrada por el PAN, el PRD, el Panal y Convergencia— carezca de alguna posibilidad de ganar la gubernatura.

El triunfo de una u otra coalición dependerá de cómo le sacan provecho a sus fortalezas y oportunidades y de cómo atemperan sus debilidades y amenazas de aquí al día de la elección, prevista para el primer domingo de julio.

Hoy por hoy la principal fortaleza de Puebla Avanza radica en la estructura territorial del PRI, en la aceptación y aprobación que el gobierno de Mario Marín Torres tiene entre la mayoría de los ciudadanos, y en la capacidad de operación y movilización de su candidato a la gubernatura, Javier López Zavala.

De acuerdo con diversas encuestas electorales, la alianza PRI-PVEM lleva la delantera, al sacar a sus contendientes agrupados en la coalición Compromiso por Puebla una ventaja de 15 puntos, ventaja que podría ampliarse o reducirse en función de quién sea su candidato a la presidencia municipal de Puebla.

La mayor debilidad de Puebla Avanza radica en el exceso de confianza que con frecuencia exhiben sus estrategas y operadores, como si ya tuvieran ganada la elección, no obstante los riesgos y amenazas que aún tienen que sortear en el corto y mediano plazo, como son las fracturas que seguramente se darán en su proceso interno de selección de candidatos a presidentes municipales; la casi segura escisión de Enrique Doger Guerrero, después de que el TRIFE desechó el juicio que promovió en contra del PRI por haberle negado su registro como precandidato a la gubernatura, y la factura que le pasarán aquellos grupos políticos marginados o desplazados por el marinismo.

Por lo que hace a la coalición Compromiso por Puebla, es claro que su mayor fortaleza gira en torno a la figura de su candidato a la gubernatura, Rafael Moreno Valle Rosas, por su posicionamiento electoral, su potencial económico, y sus alianzas con grupos locales y nacionales.

Sin embargo, lo que Moreno Valle y los partidos que lo respaldan aún no consiguen es atraer para su causa el voto switcher, es decir, el de aquellos electores sin definición ideológica partidista, que en una elección pueden sufragar por el PAN, en otra por el PRI y en otra hasta por el PRD.

Y es que hasta ahora su oferta política se ha limitado a una consigna sacar al marinismo y al PRI de Casa Puebla, y a una campaña de polarización, donde Moreno Valle es publicitado como el candidato del cambio, la innovación y el pluralismo democrático, en contraste con López Zavala que es vendido como el proyecto transexenal de Mario Marín, y como el candidato del continuismo y del PRI tradicional que se resiste a cambiar.

Razones éstas que no parecen ser suficientes para que los electores, sobre todo los switchers, tomen la decisión de apostarle a la alternancia partidista en Casa Puebla.

El convenio de coalición celebrado por los partidos opositores no vislumbra agradables sorpresas en materia de candidatos a presidentes municipales y diputados al Congreso del estado, sino más bien un reparto de cuotas.

El hecho de que PAN, PRD, PANAL y Convergencia no se hayan puesto de acuerdo sobre una candidatura ciudadana a la presidencia municipal de Puebla, y sobre quienes serían sus principales cartas al Poder Legislativo, no es un buen augurio del futuro de la coalición Compromiso por Puebla.

Y menos por el tipo de convenio registrado ante el Instituto Electoral del Estado, por el cual el PAN se quedó con 140 candidaturas de presidente municipal –entre ellas la de la capital, pero condicionada a una figura ciudadana— y 13 distritos; el PRD con 43 municipios, 5 distritos y la primera diputación plurinominal; el PANAL con 24 municipios, 5 distritos y la segunda diputación plurinominal, y Convergencia con 10 municipios, 3 distritos y la tercera diputación plurinominal.

Con este convenio de coalición será difícil que los partidos opositores cedan sus cuotas a figuras ciudadanas para que éstas se conviertan en diputados en la próxima legislatura local, sin embargo aún hay tiempo.

La pauta podría darla el PAN con el candidato que nombre a la alcaldía de la capital; si éste o ésta en un personaje conocido y reconocido por todos los poblanos, seguramente las posibilidades de la coalición opositora pueden crecer e incluso meter en aprietos a la alianza Puebla Avanza, que tiene en Javier López Zavala y en Mario Marín Torres a sus principales protagonistas.

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Simón dice:

«No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino».

Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.

¿Cuántos de los aspirantes a presidentes municipales que hoy se jactan de zavalistas dejarán de serlo a mediados de marzo, cuando la dirigencia estatal del PRI les anuncie que las encuestas no les favorecen y que por lo tanto serán otros los que encabecen las planillas de regidores y síndico en las ciudades y pueblos que aspiran a gobernar?

¿Quién de los operadores de Javier López Zavala será el encargado de contener la rebelión de las decenas o centenas de inconformes y damnificados que dejará el proceso interno de selección de candidatos a presidentes municipales: Jesús Morales Flores, José Luis Márquez Martínez, Alejandro Armenta Mier, Darío Carmona García, etc., etc.?

¿Para quién en realidad operarán los dirigentes seccionales y comisionados políticos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que de día coquetean con Javier López Zavala y de noche con Rafael Moreno Valle?

¿O es que el PANAL, a través de su dirigente estatal José Cabalán Macari Álvaro, la senadora Leticia Jasso Valencia y el diputado local Gustavo Espinosa Vázquez, se apostarán por el candidato de la coalición opositora, el panista Moreno Valle, y los secretarios de las secciones 23 y 51 del SNTE, Eric Lara Martínez y Cirilo Salas Hernández, por el priísta López Zavala?

¿Por qué el candidato del PAN a la gubernatura de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, prefiere a Enrique Doger Guerrero como candidato a la alcaldía de la coalición opositora, en lugar de alguno de los miembros de su partido que aspiran a este cargo de elección popular como Eduardo Rivera Pérez o Humberto Aguilar Coronado?

¿Con qué personaje nacional se reunieron el jueves en la ciudad de México los impulsores del movimiento Puebla de Acuerdo, para tratar de sumar al Partido del Trabajo a la mesa de negociaciones de la coalición opositora?

¿Por qué Andrés Manuel López Obrador que ha criticado las alianzas electorales del PAN con el PRD y otros partidos de izquierda como Convergencia en distintas entidades del país, ha guardado un prudente silencio con la coalición que en Oaxaca impulsa a Gabino Cué Monteagudo como candidato a la gubernatura?

¿Qué hace diferente a esta coalición para que no la descalifique, ni busque restarle votos a través de un candidato propio del PT?

¿Acaso el hecho que Gabino Cué sea su amigo y aliado, y Rafael Moreno Valle no?

¿Por qué si la ciudad de Puebla es un bastión panista, como asegura el dirigente estatal del PAN, Juan Carlos Mondragón Quintana, éste se opone a que el candidato de la coalición opositora a la alcaldía capitalina surja de una encuesta a población abierta donde los aspirantes a evaluar sean Eduardo Rivera, Humberto Aguilar, Pablo Rodríguez Regordosa, Amy Camacho Wardle y Enrique Doger Guerrero, entre otros?

¿No será por temor a que Enrique Doger les coma el mandado y exhiba las miserias en que hoy se encuentra sumido el PAN en el municipio de Puebla?

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Simón dice:

«En todas las actividades es saludable, de vez en cuando, poner un signo de interrogación sobre aquellas cosas que por mucho tiempo se han dado como seguras».

Bertrand Russell (1872-1970) Filósofo, matemático y escritor inglés.

Este miércoles se sabrá con detalle si de veras el llamado presidente legítimo Andrés Manuel López Obrador respalda o no en Puebla la formación de una coalición electoral opositora, de todos unidos contra Marín.

Y la pauta la dará el dirigente nacional del Partido del Trabajo, el senador Alberto Anaya Gutiérrez, quien, de acuerdo con algunas versiones, este día podría anunciar su decisión de no sumarse a la alianza, que llevará como candidato a la gubernatura al panista Rafael Moreno Valle Rosas.

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Si el Partido del Trabajo rompe con la coalición opositora, a nadie debe extrañar que su candidato a la gubernatura o a la presidencia municipal de Puebla sea un connotado ex panista de la entidad, con quien incluso ya sostienen algunos acercamientos para evaluar esa eventualidad.

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La directora del parque zoológico Africam Safari, Amy Camacho Wardle, no hará ningún pronunciamiento en los próximos días sobre la eventualidad de aceptar la candidatura del PAN, PRD, Convergencia y PANAL, a la presidencia municipal de Puebla, por una simple y sencilla razón: salió del país, para tomar un curso taller en Colombia sobre fauna y medio ambiente.

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Aun cuando algunos partidos invitados a formar parte de la coalición opositora antimarinista y antizavalista insistirán en la propuesta de llevar a Enrique Doger Guerrero como candidato a la alcaldía poblana, esta posibilidad está totalmente cancelada ya que el PAN dejó en claro que bajo ninguna circunstancia aceptará la postulación del exrector de la BUAP.

El PAN no está dispuesto a ceder la candidatura a la alcaldía a un miembro ajeno a su partido, salvo que una figura ciudadana como Amy Camacho aceptará participar como candidata de la coalición en las elecciones de julio próximo.

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Este martes, en la ciudad de México, el precandidato del PRI a la gubernatura de Puebla, Javier López Zavala, se entrevistó con la exjefa de Gobierno del Distrito Federal y socia de la consultora Sostén, Rosario Robles Berlanga, la cual lo apoyará en cuestiones de imagen y en el diseño de estrategias para la promoción y movilización del voto femenino.

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Trivia:

¿Quién es el candidato a la gubernatura que presume con orgullo su poblanidad, a pesar de no haber nacido en territorio poblano?

Un tip. Su adversario no tardará mucho en exhibirlo y probar con dos actas de nacimiento, una de ellas falsa por supuesto, la mentira acerca de su origen orgullosamente poblano.

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Simón dice:

«El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera».

Alexander Pope (1688-1744). Poeta inglés.

Tres fueron las líneas argumentativas de mis críticos. La primera, que Javier López Zavala no es Mario Marín Torres, y que la aprobación que hoy tiene el gobernador del estado no puede hacerse extensiva al que fuera su secretario de Gobernación y de Desarrollo Social, punto en el que estoy de acuerdo.

Un segundo argumento es que Mario Marín ganó la gubernatura en 2004 —superando a su contrincante del PAN, Francisco Fraile García, con más de 244 mil votos— gracias a que en esas elecciones llevó como candidato a la presidencia municipal de Puebla al entonces rector de la BUAP, Enrique Doger Guerrero.

Quienes esto arguyen, me dan dos elementos adicionales: uno, que Rafael Moreno Valle Rosas no es un candidato apocado como Francisco Fraile; y dos, que López Zavala no cuenta con una figura ciudadana que atraiga el voto switcher para el PRI, como ocurrió hace seis años con Enrique Doger. En ambas cuestiones también estoy de acuerdo. 

Un tercer argumento de mis críticos es que cuando Mario Marín fue candidato a gobernador, los votantes pudieron elegir de entre cinco opciones, lo que no sucederá el 4 de julio de 2010. En las boletas electorales sólo aparecerán dos personas: el candidato del continuismo, Javier López Zavala, y el candidato del cambio, Rafael Moreno Valle.

Antes de entrar en materia, una nota al margen: No creo que, a estas alturas del proceso, las elecciones estén definidas. Lo que dije —y lo sostengo— es que los impulsores del frente amplio antimarinista cometen un grave error si enfocan su estrategia sólo en el gobernador Mario Marín o en exacerbar el voto anti PRI.

En primera instancia, porque Mario Marín no participa como candidato, con todo y que López Zavala sea percibido como una extensión suya para prolongar su mandato (como un proyecto transexenal); y porque el antipriísmo, que suponen jugará a su favor, no es hoy más grande que el antiperredismo o el antipanismo.

Como ejemplo le muestro aquí un estudio sobre tendencias electorales elaborado por Consulta Mitofsky el pasado mes de enero, a propósito del comportamiento del voto de rechazo en la capital poblana y el resto de la entidad.

Si los promotores de la coalición opositora de veras quieren ganar, lo primero que deben evaluar es el comportamiento de los electores, y no suponer, como lo han venido haciendo, que la gente saldrá votar por ellos sólo porque quieran sacar a Mario Marín y a su grupo de Casa Puebla.

Si los impulsores del frente antimarinista piensan que el rechazo a Marín los favorecerá de manera automática, tienen miras muy cortas.

El éxito de la campaña de Moreno Valle y aliados dependerá de su capacidad de convencer a la gente que el cambio que proponen es mejor que la continuidad planteada por López Zavala; de su habilidad para impulsar figuras y candidatos ciudadanos, como Amy Camacho, que atraigan el voto switcher; y de convencer a los electores de que partidos antagónicos, como el PAN y el PRD, pueden hacer a un lado sus diferencias ideológicas en aras de un proyecto de corto y mediano plazo, viable y sustentable, que saque a Puebla del marasmo en que se encuentra.

Su actual apuesta de hacer un frente común antiPRI o antiMarín, lejos de ganar simpatías, provoca desconfianza, pues da la impresión de que en el fondo lo único que buscan es un cambio de personas y de partidos en el gobierno, y no una Puebla mejor.

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Simón dice:

«La crítica debe hacerse a tiempo; no hay que dejarse llevar por la mala costumbre de criticar sólo después de consumados los hechos».

Mao Tse-Tung (1893-1976) Estadista y presidente chino.

* La suma de votos de la oposición, no rebasa la votación del PRI

* Concentran PRD y PAN, el voto de rechazo en Puebla

Mucho se ha dicho y escrito en los últimos días acerca de la posibilidad de que el PAN y el PRD se coaliguen, junto con otros partidos políticos, como Convergencia, el PT y el PANAL, para derrotar al PRI en las elecciones locales del próximo 4 de julio, sin que hasta el momento se haya justificado por qué la suma de todos ellos impediría la continuidad del grupo marinista en Casa Puebla.

La explicación más simplista de los promotores de la alianza es que la suma de votos del PAN y el PRD sería suficiente para meter al PRI en un predicamento, lo cual es falso.

Veamos:

En los comicios de hace 6 años, donde Mario Marín Torres ganó la gubernatura con el 49.62% de la votación total emitida, el PRI obtuvo 886,535 sufragios; el PAN, 642,519; y el PRD, 100,157.

Como se podrá observar la suma de sufragios panistas y perredistas (742,676), no supera la votación del PRI. Si a esta cifra, se le agregara la votación captada en las elecciones de 2004 por el PT (27,799) y Convergencia (40,487), el PRI todavía estaría arriba por más de 75 mil votos.

Eso sin considerar tres aspectos relevantes. Uno, que no todas las coaliciones suman; dos, que no todos los panistas y perredistas están de acuerdo de ir juntos a las elecciones del 4 de julio, y tres, que el PRI seguramente llevará como aliado al PVEM.

Si a la votación obtenida por el PRI en 2004 se le sumara la del PVEM, ambos partidos computarían 917,704 votos, contra 810,962 del PAN, PRD, PT y Convergencia.

Dejó de ser el PRI el partido con más votos en contra

Otro aspecto del que hasta ahora poco o nada se ha dicho, y que resulta de la mayor importancia para evaluar el impacto y aceptación que en Puebla tendría la conformación de un frente electoral amplio antimarinista, es el comportamiento del voto de rechazo.

Si algo contribuyó al triunfo de Vicente Fox Quesada en las elecciones presidenciales del 2000, y a la derrota de Roberto Madrazo Pintado en las elecciones del 2006, fue el voto de rechazo hacia el PRI.

Sin embargo, el comportamiento de este voto se ha modificado en los últimos años, a tal grado que hoy no es el PRI el partido que concentra la mayor repulsión por parte de los electores.

A nivel nacional, estatal y municipal, el PRD es el partido con más voto de rechazo, seguido por el PAN y el PRI.

En una reciente encuesta realizada por Consultoría Contracorriente a finales de enero y principios de febrero, el 30.1% de los votantes de la capital del estado dijo que nunca votaría por el PRD.

El 22.9% declaró que jamás votaría por el PAN, y sólo 14.5% que nunca votaría por el PRI.

Pregunto: ¿Qué tan viable puede ser una coalición de dos partidos que hoy por hoy no sólo concentran el mayor porcentaje de rechazo de los electores de Puebla, sino que además es desaprobada por sus votantes duros?

Mario Marín con mejor calificación aprobatoria que Felipe Calderón

Una tercera cuestión que los impulsores del frente antimarinista tampoco han valorado con detalle, a juzgar por los fines y alcances de la coalición electoral que vienen cocinando, es la opinión que la mayoría de los electores tienen del gobernador Mario Marín y su gestión.

En una escala del 0 al 10, los poblanos califican al gobernador Marín con 8, al presidente Calderón con 6, y a la alcaldesa Alcalá con 7.

Otro dato, no menos importante en términos electorales, es que los votantes de la entidad no ven mal que un miembro de su grupo político, como Javier López Zavala, pueda sucederlo en el cargo para dar continuidad a su obra, ni que otro marinista como Mario Montero Serrano sea el compañero aquel en la contienda por la presidencia municipal de Puebla.

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En la comida privada que los analistas y escritores Héctor Aguilar Camín y Jorge G. Castañeda tuvieron con los socios del Club de Empresarios de Puebla el jueves pasado, el exsecretario de Relaciones Exteriores del gobierno foxista tuvo palabras de reconocimiento para el exalcalde capitalino Enrique Doger Guerrero. Se refirió a un él como un excelente cuadro priísta, que mucho podría aportar a la coalición opositora, ahora que abandone al tricolor, resentido por la marginación y exclusión de que ha sido víctima por parte del actual grupo gobernante.

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El viernes, en el mismo Club de Empresarios, el senador Melquiades Morales Flores se reunió con un grupo de periodistas encabezados por Mauro González. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue el posterior encuentro que el exgobernador tuvo por más de una hora con el director de Tribuna Radiofónica, Enrique Montero Ponce, y su hijo, el secretario de Gobernación del estado, Mario Montero Serrano, en uno de los privado del hotel Presidente Intercontinental.

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Simón dice:

«Las matemáticas poseen no sólo la verdad, sino cierta belleza suprema. Una belleza fría y austera, como la de una escultura».

Bertrand Russell (1872-1970) Filósofo, matemático y escritor inglés.