Un negocio de mierda

Sí, para el ayuntamiento de Puebla, el manejo de los 18 sanitarios públicos de los mercados municipales y de apoyo está resultando un negocio de mierda.

Para empezar, quienes operan estos servicios lo hacen de manera bastante irregular, por no decir ilegal, pues en muchos casos ni siquiera cuentan con contratos jurídicos ni títulos de concesión actualizados. Y cuando los tienen, no están a nombre de quien realmente saca beneficio de las necesidades fisiológicas de los usuarios.

Según las estimaciones de algunos regidores y funcionarios de la Dirección de Mercados, abrir las puertas de las casillas para que los visitantes de los mercados desahoguen sus penas deja ganancias mensuales por 2.5 millones de pesos (unos 30 millones al año).

Pero —en lo que parece un caso grave de estreñimiento financiero— de esa cantidad sólo llegan, al año, 50 mil pesos a la Tesorería Municipal por concepto de derechos o cuota de los concesionarios o beneficiarios de su tenencia.

De los 18 baños públicos, los únicos controlados directamente por el ayuntamiento son los del Mercado de Sabores, en la 11 Norte y 4 Poniente, cuyos ingresos mensuales llegan a los cien mil pesos.

Sin embargo, dicha cantidad apenas es un chisguete al lado de los 250 mil y hasta 300 mil pesos que cada mes obtienen quienes manejan los servicios sanitarios de los mercados 5 de Mayo, La Acocota, Xonaca y Amalucan. O de los que operan organizaciones como la 28 de Octubre en los mercados de apoyo Ignacio Zaragoza y Miguel Hidalgo.

Aunque la administración municipal ha buscado la manera de regularizar a los tenedores o concesionarios de los baños públicos, sus esfuerzos se han esfumado cual vanas flatulencias.

Ya sea porque el ayuntamiento evitó confrontarse con los líderes de las organizaciones de comerciantes y locatarios que controlan varios de estos servicios, así como con los políticos y funcionarios de pasadas administraciones municipales que estarían atrás de estos negocios y que se valen de prestanombres para ocultar su identidad.

Y, en otros casos, porque tampoco quiso entrar en conflicto con Israel Pacheco Velázquez, representante del Sindicato Único de Empleados y Trabajadores del Honorable Ayuntamiento de Puebla, Instituciones Paramunicipales y Organismos Públicos Descentralizados “Benito Juárez García”, ya que varios de los baños públicos de los mercados son manejados por miembros del Sindicato municipal.

Ojalá que el gobierno de José Antonio Gali Fayad pueda destapar las cañerías de este escatológico asunto, pues las ganancias generadas por los baños públicos (30 millones al año) equivalen a la mitad de la inversión histórica que la actual gestión municipal destinó para el mantenimiento de los mercados y la Central de Abasto durante 2012 y 2013.

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