Aspirantes al dirigir localmente el ex partidazo

Aunque las especulaciones sobre la renuncia de Pablo Fernández del Campo Espinosa como delegado presidente del Comité Directivo Estatal del PRI comenzaron al día siguiente de las elecciones, lo cierto es que su relevo no se producirá sino hasta finales de año.

Para sustituirlo se han barajado varios nombres. Hoy mismo, el periodista Alejandro Mondragón soltó uno más: el de la senadora Blanca Alcalá Ruiz, y de quien la estaría promoviendo para esa posición: la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Ivonne Ortega Pacheco.

Otros personajes que se han mencionado como posibles sucesores de Fernández del Campo son el empresario José Chedraui Budib, por su cercanía con el presidente de la República, Enrique Peña Nieto y algunos miembros de su primer círculo, y el ex rector de la Universidad Autónoma de Puebla y ex candidato a la presidencia municipal de la capital, Enrique Agüera Ibáñez.

En lo personal, no veo a Pepe Chedraui como dirigente del PRI y tampoco como diputado en el Congreso del estado. Más bien, creo que su futuro estará en la administración pública, ya sea en alguna delegación (posiblemente la del IMSS) o en alguna dependencia, organismo público descentralizado o paraestatal del gobierno federal.

A Enrique Agüera tampoco lo veo en la dirigencia estatal del PRI, sino en alguna posición del Comité Ejecutivo Nacional mientras se le abre un espacio en la Secretaría de Educación Pública o en algún organismo sectorizado a esta dependencia.

Respecto a la senadora Blanca Alcalá, creo que sí tiene posibilidades, siempre y cuando ella la busque, demuestre que puede ser capaz de sostener una relación de tú a tú con el gobernador del estado, Rafael Moreno Valle, y pacte con algunos grupos locales que la ven como una potencial adversaria en las elecciones locales de 2018.

Pero si Blanca Alcalá está esperando que el CEN del PRI no sólo la designe sino planche su nombramiento con los grupos locales, creo que se quedará esperando.

Y si la senadora no fuera la elegida, entonces creo que se abren otras opciones. Una que parece bastante viable y factible es la de Guillermo Deloya Cobián, quien actualmente se desempeña como director nacional de la escuela de cuadros del PRI, es decir el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político (Icadep).

Deloya es una persona allegada al actual dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, al que conoció y trató en la Fundación Colosio, de la que éste fue presidente y aquél secretario general. Quizás con excepción de algunos marinistas, los grupos políticos locales lo aceptarían, pues no está ligado o comprometido con alguno en particular. Esta condición de neutralidad es, sin duda, su mayor activo.

Otra alternativa podría ser el actual director del director general del Registro Nacional de Población e Identificación Personal (RENAPO).

Alejandro Armenta Mier no sólo es un cuadro con experiencia política y partidista en la administración pública municipal, estatal y federal, sino un personaje institucional que sería bien visto por algunos funcionarios y operadores de la Secretaría de Gobernación federal y del PRI nacional.

La objeción que quizá se le pondría a Armenta Mier es que hoy está identificado con uno de los grupos locales que han dejado ver sus intenciones de participar y hacerse de la nominación priísta a la gubernatura de Puebla en las elecciones locales del 2018.

¿O me equivoco?

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