Arruina Doger la toma de posesión de Enrique Agüera

El diputado federal descalifica el proceso interno del PRI

El CEN del PAN avala registro de José Antonio Gali Fayad

 

 

¿Qué será peor, la exclusión o la imposición?

La pregunta viene a cuento por lo que manifestó este domingo el candidato del PRI a la presidencia municipal de Puebla, Enrique Agüera Ibáñez, durante su discurso de toma de posesión, y por las críticas que el diputado federal Enrique Doger Guerrero lanzó en contra del delegado del CEN priísta, Fernando Moreno Peña, respecto al desaseado proceso de selección de candidatos a presidentes municipales y diputados al Congreso del estado.

Del mensaje de Enrique Agüera llaman la atención algunas frases que revelan la posición que asumirá como candidato opositor, y el necesario contraste que tendrá que marcar entre el gobierno municipal, que pretende encabezar, y el estilo personal de gobernar del ejecutivo estatal.

“Escucho también de la gente su preocupación por la exclusión, por la forma en que se ignora aquello que la sociedad reclama y desea. No se puede gobernar sin escuchar a las personas, sin dialogar, sin identificar lo que los distintos sectores demandan…”.

“Nosotros vamos a construir una propuesta absoluta y totalmente incluyente. Vamos a construir una Puebla en la que quepamos absolutamente todos”.

Un par de horas antes de que Enrique Agüera rindiera protesta como candidato a la presidencia municipal de Puebla, su rival en la contienda priísta, el diputado federal Enrique Doger, desacreditó el proceso interno del tricolor y al principal operador de éste: Fernando Moreno Peña, delegado del CEN del PRI.

Sobre el método de selección de candidatos, Doger escribió en su cuenta de Twitter: “Hoy formalmente el PRI poblano completa un proceso marcado por la imposición en algunos casos de candidaturas, que dividen al Partido”. Y para no dejar dudas sobre el destinatario de sus críticas agregó: “Las recetas de Colima impuestas al PRI poblano presagian resultados adversos el próx 7 de Julio, por el desconocimiento y la arbitrariedad” y “A los aprendices de Colima poco les importan los poblanos regresarán a su tierra, después de sembrar el encono, la división y la derrota”.

La rabieta del diputado Doger no es extraña ni casual. Ya se esperaba. Sólo que se dio en el peor momento para el PRI y su candidato a la alcaldía capitalina que, se supone, ya había concertado con aquél algunos acuerdos que no se cumplieron o no se respetaron.

Esta situación pone al descubierto una cuestión que los dirigentes priístas han pretendido minimizar en aras de justificar la imposición de ciertos candidatos a presidentes municipales y diputados al Congreso del estado: que tales fracturas o divisiones podrían hacer la diferencia entre ganar o perder algunos municipios y distritos.

Y algo todavía más importante: que en estas elecciones el PRI no sólo compite contra los candidatos del gobernador Moreno Valle nominados por la coalición Puebla Unida, sino contra sí mismo, encarando las traiciones de sus cuadros y militantes quienes, al no obtener las candidaturas que buscaban, optan por irse a la oposición o por mantenerse dentro del PRI pero en funciones de quintascolumnas.

De ahí la pregunta inicial de esta columna: ¿Qué será peor, la exclusión o la imposición?

EN CORTO

Esta noche, el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, a través de la Comisión Nacional de Elecciones, podría dar por bueno el registro de José Antonio Gali Fayad como candidato a la presidencia municipal de Puebla, dejar fuera al otro aspirante (Francisco Javier Torres Sánchez “El Bony”) y desechar la impugnación promovida por Violeta Lagunes Viveros en contra del proceso interno de selección de candidatos del blanquiazul.

Por cierto. Me cuentan que varios son los interlocutores que se ofrecieron como intermediarios para convencer a El Bony o Violeta Lagunes para que se bajaran de la contienda interna o se desistieran de su impugnación, entre ellos el ex delegado del INAH en Puebla, José Francisco Miguel Rivas García, que se dice amigo de Torres Sánchez, y el diputado panista con licencia Jesús Zaldívar Benavides.

Sobre este último dicen que buscó a la ex delegada de la Secretaría del Trabajo por petición del coordinador de campaña de Gali Fayad, Fernando Manzanilla Prieto.

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El delegado de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Juan José Tapia González, ya por fin comenzó a meter a su gente de Hidalgo en algunas plazas de este organismo descentralizado.

Aunque para ello, tuvo que dar de baja o despedir a cuatro empleados, entre ellos Adrián Cortés Escobar, Eulalia González Mora y Eloy Flores Morales, que tenían sueldos de 10 mil pesos mensuales y estaban adscritos a áreas operativas.

Con la baja de estas tres personas de oficinas centrales de la CDI de Puebla y una de albergues escolares del interior del estado, el delegado Juan José Tapia nombrará a un paisano suyo en un puesto directivo, asignándole un sueldo de más de 20 mil pesos más compensaciones, chofer, secretaria, vehículo, teléfono celular y vales de gasolina.

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Ley 10 (de Las 48 Leyes del Poder de Roberto Greene)

PELIGRO DE CONTAGIO: EVITE A LOS PERDEDORES Y A LOS DESDICHADOS

“La desdicha de los demás puede conducirlo a la muerte: los estados de ánimo son tan contagiosos y tóxicos como una enfermedad infecciosa. Aunque sienta que debe tenderle una mano a alguien que se está hundiendo, lo único que logrará con ello será acelerar su propia caída. A menudo, los perdedores son los artífices de su propia desgracia y terminan por transmitirla a quien quiere ayudarlos. Evítelos y, en cambio, frecuente individuos ganadores y felices”.