Aun en crisis el priísmo poblano ganará las próximas elecciones

* Moreno Valle, el aliado estratégico del PRI, vía Panal y PVEM

* Fuera del melquiadismo y marinismo, no hay más opciones en el PRI

* Óscar Gómez Cruz publica nuevo libro sobre estrategias y poder

A diferencia de lo que ocurre a nivel nacional, en el estado de Puebla no se ve cómo los priístas puedan recuperar el terreno que perdieron en los comicios locales del año pasado, aun ganando las elecciones presidenciales del año entrante.

La crisis del priísmo poblano es una crisis estructural, resultado de una serie de factores que van más allá del descalabro electoral de julio del año pasado, cuando por primera vez en la historia el PRI perdió la gubernatura, la mayoría en el Congreso del estado y la mayor parte de los 217 ayuntamientos de la entidad.

Fuera del melquiadismo y el marinismo, el PRI carece de un grupo político organizado, con cuadros regionales y municipales, y capacidad para erigirse en una corriente política estatal alternativa a las dos anteriores.

Javier López Zavala ha intentando construir un movimiento propio, incluso deslindándose públicamente de quien fuera su principal promotor e impulsor durante el sexenio pasado. Sin embargo los mismos priístas siguen percibiéndolo como una extensión de Mario Marín Torres.

La actitud colaboracionista del ex gobernador Melquiades Morales Flores y de varios de sus secretarios, colaboradores y familiares hacia la gestión de Rafael Moreno Valle ha mermado la influencia y credibilidad de este grupo, al grado que no son pocas las voces al interior del partido que acusan a sus integrantes de traidores o quintacolumnistas.

Si bien es cierto que en los gobiernos de Melquiades Morales y Mario Marín despuntaron algunas figuras políticas como los ex alcaldes de Puebla, Enrique Doger Guerrero y Blanca Alcalá Ruiz, así como el diputado federal Alberto Jiménez Merino, la verdad es que ninguno de ellos puede ser considerado como una amenaza o riesgo para el gobierno del estado.

Lo paradójico de esta situación es que aun con su debilidad estructural y crisis de liderazgo, el PRI y sus aliados pueden alzarse con la victoria en las elecciones presidenciales del primer domingo de julio de 2012.

Y no sólo por el efecto Peña Nieto y el voto de castigo en contra del PAN, sino porque los aliados políticos del PRI en Puebla lo son también del gobernador Rafael Moreno Valle.

Tal es el caso de Guillermo Aréchiga Santamaría, líder de la Gran Comisión del Congreso del estado, quien irá como candidato al Senado por la segunda fórmula de la coalición formada por el PRI, el Panal y el PVEM; Cupertino Alejo Domínguez y Elías Abaid Kuri, quienes serán postulados como candidatos a diputados federales por los distritos 4 y 11 de la entidad.

Siendo realistas, a quién cree usted que el gobernador Moreno Valle prefiera en el Senado como integrante de la segunda fórmula: al elbista y panalista Guillermo Aréchiga o a los panistas Pablo Rodríguez Regordosa, Ana Teresa Aranda Orozco y Augusta Valentina Díaz de Rivera.

Lo mismo le preguntaría en el distrito cuatro con cabecera en Zacapoaxtla: al elbista Cupertino Alejo Domínguez, quien ha sido diputado federal en dos ocasiones, secretario de la Sección 23 y miembro del CEN del SNTE; o a los panistas Germán Martínez Manzano, dirigente de la agrupación Tierra Fértil y Luz María Yvón Gutiérrez Vázquez, actual delegada de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).

Y en el distrito 11 con cabecera en la capital del estado: al diputado local del PVEM, Elías Abaid Kuri, yerno de su secretario de Infraestructura Antonio Gali Fayad, o a los panistas Eduardo Morales Garduño, Marissa Ortiz Mantilla y Jaime Alberto Aureoles Barroeta.

EN CORTO

“2, 3, 15. Una guía práctica para comunicar estrategias” es el título del libro escrito por Óscar Gómez Cruz, jefe de Oficina de la Secretaría General de Gobierno, que el próximo 5 de diciembre llegará a las principales librerías del país.

Se trata de un texto de 320 páginas dirigido a los tomadores de decisiones, pero también a los estrategas de éstos para que sepan cómo transmitir y comunicar mejor sus ideas y proyectos en no más de 20 minutos.

Según el autor, los estrategas tienen dos minutos para impactar a sus clientes o jefes, tres para comunicar y vender su estrategia, y quince para desarrollarla y explicarla.

Para la obra fueron entrevistados Pedro Aspe Armella, ex secretario de Hacienda y director general de Protego; Manuel Andrade Díaz, ex gobernador de Tabasco; Luis Carlos Ugalde Ramírez, ex presidente del IFE; Andrés Roemer, experto en políticas públicas y curador de la Ciudad de las Ideas; Bruno Cattori, director general de Meredes Benz México; Francois Marc Sastre, director general de Cartier Rusia; y Alfonso Siliceo Aguilar, autor de más de 15 libros sobre liderazgo y desarrollo organizacional.

En este su segundo libro, que será presentado hasta comienzos del año entrante en la Ciudad de México, Puebla y Tabasco, Óscar Gómez hace un análisis del sistema político mexicano y una tipología de cuatro tipos de tomadores de decisiones: el líder poderoso, el sabelotodo, el cuestionador y el profesional serio.

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Simón dice:

“Nunca es segura la alianza con un poderoso.”

Fedro (15 AC-50) Fabulista latino.