Aunque el gobernador substituto Sergio Salomón Céspedes Peregrina ha dicho que por el momento descarta que vaya a realizar cambios en el gabinete que heredó de Luis Miguel Barbosa Huerta, la verdad es que sí lo hará y éstos incluirán a las dependencias clave de la administración estatal.

Los ajustes como se lo había anticipado se darán en enero y pondrán de manifiesto que en los casi dos años que le restan, Céspedes Peregrina buscará imprimirle su sello personal.

¿Qué significa eso?

Que el nuevo gobernador reemplazará a varios secretarios del gabinete legal y ampliado, pero sin rompimientos y sin cacería de brujas, en el entendido de que la nueva administración necesita operar y dar resultados en el corto plazo con la gente que conoce y goza de su confianza.

Céspedes Peregrina se comprometió con el presidente Andrés Manuel López Obrador a ganar en Puebla las elecciones de 2024 a favor de Morena y sus candidatos, y sabe que para eso su gobierno necesita dar resultados en materia de obra pública, seguridad, crecimiento económico y desarrollo social, y que sólo así mejorará la percepción de los ciudadanos y aumentarán los bajos indicadores de aprobación que le heredó Miguel Barbosa.

A estas alturas, el gobernador Céspedes ya tiene claro en qué dependencias realizará ajustes, cuáles de los secretarios y secretarias, coordinadores y directores del primer círculo del gabinete serán reemplazados y quiénes serán los que lo sustituyan.

De hecho, se sabe que han sido invitados al nuevo gobierno políticos y empresarios que militan en otros partidos diferentes a Morena, con el compromiso de que antes de incorporarse al gabinete legal y ampliado renuncien o se separen de éstos.

Otra cuestión que se pondrá de manifiesto con los próximos cambios al gabinete es la desaparición de las corcholatas barbosistas, es decir de los secretarios que se habían destapado como aspirantes a la gubernatura de Puebla con miras al 2024.

En la nueva estructura gubernamental, Céspedes Peregrina ya no impulsará tres o cuatro opciones para sucederlo, como sucedía en la gestión de Miguel Barbosa, sino un solo proyecto, y un conjunto de acciones encaminadas a cumplirle al presidente López Obrador la promesa de que en Puebla la Cuarta Transformación ganará las elecciones de 2024.

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* Diódoro Carrasco en la mesa principal de RMV

* Larga velada la del viernes en Casa Puebla

Cuentan los enterados que finalmente el PRI revelará hasta después del quinto informe del gobernador Rafael Moreno Valle el nombre de quién será su candidato o candidata a la gubernatura de Puebla.

Pero que el anuncio será precedido por una serie de movimientos y cambios en algunas instancias partidistas y gubernamentales.

Lo más probable es que antes del destape se perfilen algunos cambios en el PRI y en algunas delegaciones del gobierno federal, como preámbulo de la gran decisión.

Por lo pronto se sabe que la senadora Blanca Alcalá Ruiz tomó distancia de Puebla y aprovechó estos días para tomar unas vacaciones en compañía de su familia.

El otro aspirante del PRI, Enrique Doger Guerrero, sigue en Puebla y por lo que se ve no tiene planes de salir del país, al menos hasta que no haya claridad sobre quién será el elegido del PRI para contender en los comicios locales del primer domingo de junio del 2016.

Quien sigue haciendo su lucha, arropado por el ex gobernador Mario Marín Torres, es el delegado de la SAGARPA, Alberto Jiménez Merino, quien este domingo reunió a cerca de dos mil personas en el campo de béisbol de la Laguna de San Baltasar.

Su esfuerzo es meritorio pero sus posibilidades escasas.

EN CORTO

El viernes se celebró en Casa Puebla la cena de fin de año que el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas ofreció a los miembros de su gabinete, a los legisladores locales y federales, así como a los magistrados del Poder Judicial del estado.

Entre los invitados estuvo Diódoro Carrasco Altamirano, quien en enero podría estrenarse como titular de la Secretaría General de Gobierno (SGG).

Fue ubicado en la mesa principal junto con el alcalde capitalino José Antonio Gali Fayad, y el presidente del Congreso local, el diputado perredista Carlos Martínez Amador, acompañados de sus respectivas esposas. Ahí también fueron sentados el titular de la Auditoría Superior del Estado, David Villanueva Lomelí, y su esposa Luz Verónica Morales Alfaro, presidenta del Colegio de Notarios.

Al festejo no llegó el presidente del Tribunal Superior de Justicia, el magistrado Roberto Flores Toledano.

Otros convidados a la cena fueron los diputados federales Genoveva Huerta Villegas y Miguel Ángel Huepa Pérez.

La cena se prolongó más allá de la 1 de la madrugada del sábado y el gobernador Moreno Valle departió, en tono amigable, durante más de dos horas con los priístas José Chedraui Budib, Pablo Fernández del Campo Espinosa, Silvia Tanús Osorio, Sergio Salomón Céspedes y Leonardo Soto Martínez, quienes acudieron acompañados de sus cónyuges con excepción del líder estatal cetemista que lo hizo de su hijo.

En esta mesa se sentó también el diputado del PVEM, Juan Carlos Natale López.

Los grandes ausentes fueron los senadores de Puebla, tanto los del PRI, Blanca Alcalá Ruiz y Lucero Saldaña Pérez, como el del PAN, Javier Lozano Alarcón, y el diputado federal Eukid Castañón Herrera.

Por las ausencias varias mesas se quedaron vacías.

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