Sin operación cicatriz, los riesgos de que fracase se acrecientan

Aunque hasta ahora el gobernador Rafael Moreno Valle ha impuesto su voluntad en el PAN, en el nombramiento de candidatos y dirigentes del partido blanquiazul y en la conducción del ayuntamiento de Puebla, cada vez se ve más difícil que la hegemonía que mantiene sobre la clase política poblana pueda prolongarse más allá del 2016.

Los factores para sustentar esta tesis son diversos, endógenos y exógenos, y vinculados a circunstancias de orden local y federal.

En primera instancia hay que mencionar el desgaste natural de toda gestión gubernamental. Moreno Valle como cualquier otro gobernante sexenal comenzará a perder poder a partir del quinto año y en la medida que se acerque el fin de su administración y se sepa quién lo sucederá en el cargo, así sea por un periodo de un año ocho meses.

Otro factor que jugará en su contra son los múltiples enemigos y damnificados que su gobierno ha dejado en el camino, y que pronto comenzarán a pasarle factura, a sacar la cabeza y a cobrar venganza, ya sea jugándole las contras, haciéndole vacío o sumándose a sus adversarios del PRI o a sus enemigos dentro del propio PAN.

Adicionalmente, el grupo morenovallista experimentará una pérdida de cohesión, que ya comienza a manifestarse ahora que se acerca la definición de quién será el candidato a suceder a Rafael Moreno Valle en la gubernatura y por qué periodo de tiempo.

Hace una semana le dije aquí dos eran los bandos en disputa: el de los puros, conformado por aquellos funcionarios que pertenecen al grupo original que viene con el actual mandatario desde que éste fue nombrado secretario de Finanzas y Desarrollo Social en el sexenio del priísta Melquiades Morales Flores. Y el de los arribistas, en torno al cual convergen funcionarios más o menos de la misma generación del alcalde José Antonio Gali Fayad, que ocupan cargos en el gabinete o el ayuntamiento capitalino a pesar de no provenir del grupo original y que buscan seguir en la administración pública, después de que varios de ellos renunciaron a sus antiguos empleos o cargos públicos fuera de Puebla.

Los primeros aceptan la idea de que Gali Fayad los abandere en los comicios locales de 2016, pero siempre que la Constitución local siga como está, para que la próxima gubernatura sólo sea de un año ocho meses, y uno de los puros (Jorge Aguilar Chedraui, Patricia Leal Islas o José Cabalán Macari) asuma la presidencia municipal de Puebla.

Para el segundo bloque la Constitución debe reformarse para ampliar a cuatro años ocho meses la siguiente gubernatura, desempatar la elección de gobernador de Puebla con la presidencial y dar margen de maniobra a Gali Fayad y a otros miembros del gabinete para concertar acuerdos, reestablecer alianzas y despresurizar tensiones con distintos actores y organizaciones marginados o maltratados por el morenovallismo.

Dentro del PAN, el mandatario estatal tendrá que analizar qué hacer con los enemigos naturales que ya tiene: los yunquistas de Puebla, que han sido marginados del gobierno y de los órganos de dirección del partido; los calderonistas que se sienten traicionados por un gobernador al que encumbraron desde la presidencia de la república; y Gustavo Madero y sus operadores que ven a Moreno Valle como su principal contrincante en las internas del PAN.

Si el mandatario estatal no emprende cuanto antes una serie de acciones para limar asperezas con El Yunque local corre el riesgo de que sus miembros terminen apoyando en las internas a otros candidatos distintos a él, como Margarita Zavala Gómez del Campo —la esposa del expresidente Felipe Calderón— o Gustavo Madero.

Este último, por cierto, mantiene una alianza con algunos yunquistas destacados a los que hizo candidatos a diputados federales —como Cecilia Romero Castillo— o integró al Comité Ejecutivo Nacional panista, como el ex gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame Castillo, jefe político del ex presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.

Para su proyecto presidencial, Moreno Valle va a requerir del apoyo de los yunquistas de entidades como Puebla, Guanajuato, Querétaro y Jalisco, así como de estados del norte del país como Baja California y Nuevo León, donde sus métodos y prácticas priístas generan desconfianza y cierta animadversión.

Fuera del PAN, Moreno Valle también se enfrentará a enemigos poderosos que pronto podrían tomar las riendas del PRI nacional, como el coordinador de la fracción de este partido en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, impulsor de las aspiraciones del ex presidente municipal de Puebla y ex rector de la BUAP, Enrique Doger Guerrero; o del líder de la bancada priísta en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, principal aliado de la senadora Blanca Alcalá Ruiz, en la puja por Casa Puebla.

Otro actor nacional que ha comenzado a tomar distancia del Ejecutivo estatal, en el marco de las elecciones federales en curso, es el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

El responsable de la política interna del gobierno peñista no ignora las aspiraciones presidenciales del gobernador poblano y tampoco los riesgos que para el PRI —y para él en lo particular— podría significar su nominación en el 2018 como candidato del PAN o de un frente amplio de partidos que abarcaría al PRD de Los Chuchos, a Nueva Alianza de los herederos de la profesora Elba Esther Gordillo, y al PT si es que este partido logra mantener su registro después de las elecciones del primer domingo de junio.

Como el lector podrá observar, la senda que Moreno Valle aún debe transitar en su ruta hacia Los Pinos está llena de obstáculos que difícilmente sorteará si en lo que resta de su sexenio sigue encapsulado en su burbuja, no emprende una estrategia de reparación de daños u operación cicatriz con aquellos grupos y sectores que ha lastimado al seno del PAN y la izquierda, y se muestra receptivo de las demandas ciudadanas que pugnan por un combate efectivo a la corrupción, que tiene como punto de partida la transparencia y la rendición de cuentas, áreas en las que el gobernante poblano es cada vez más opaco.

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Buscará reelegirse aún sin el apoyo del gobernador

Lo ocurrido este fin de semana en la comida con motivo del cumpleaños número 45 de Rafael Micalco Méndez confirma lo que aquí le había anticipado: la intención de Casa Puebla de apresurar su salida, y de impedir su reelección, en diciembre de 2015, para un segundo periodo de tres años.

Desde hace más o menos seis meses, el presidente del Comité Directivo Estatal del PAN se ha convertido en una pieza incómoda para el gobernador Rafael Moreno Valle, quien este sábado no sólo fue el gran ausente en el festejo, sino el artífice de lo que el mismo Micalco calificó como un boicot.

El dirigente panista había convocado más o menos a diez mil panistas de diferentes regiones de la entidad para celebrar su cumpleaños, pero al evento que tuvo lugar en un campo deportivo del municipio de Cuautlancingo, sólo llegaron como cinco mil, la mayoría de municipios y comunidades de fuera de la capital poblana.

Los grandes ausentes en la fiesta de cumpleaños del diputado federal fueron, además del gobernador Rafael Moreno Valle y el alcalde capitalino José Antonio Gali, sus compañeros de partido y de curul en el Congreso de la Unión y el Congreso del estado, así como los regidores del ayuntamiento de Puebla.

Las figuras más notables que lo acompañaron a la mixiotiza fueron el diputado federal Julio César Lorenzini Rangel, el diputado local Pablo Montiel Solana, el regidor Miguel Méndez Gutiérrez y la candidata a diputada federal por el distrito 13 con cabecera en Atlixco, Leonor Popócatl Gutiérrez.

De aquí a las elecciones del domingo 7 de junio, las posibilidades de un cambio en la dirigencia estatal del PAN son prácticamente nulas. Lo más probable es que Micalco se mantenga al frente del Comité Directivo Estatal, pero sin mayor injerencia en la toma de decisiones, el proceso de selección y registro de candidatos, la conducción de la campaña y la designación de representantes partidistas ante los Consejos Distritales y las mesas directivas de casilla.

En otras palabras: Rafael Micalco estará en la campaña pero sin estar, ya que la verdadera estructura electoral panista del PAN será operada y coordinada por el diputado Eukid Castañón.

Sin cuadros para la dirigencia estatal

Para el gobernador Moreno Valle no será una tarea fácil sustituir al actual dirigente estatal panista, al menos con los miembros que integran su primer círculo de colaboradores.

Según las últimas reformas a los estatutos del PAN, entre los requisitos que deben reunir los aspirantes a la dirigencia estatal destaca el de cinco años de militancia.

De los principales cuadros morenovallistas que se han afiliado al PAN en fechas o años recientes –Eukid Castañón, Martha Erika Alonso, Mario Rincón González, Jorge Aguilar Chedraui y Patricia Leal Islas-, ninguno cumple con este requisito de antigüedad.

En esas circunstancias lo más probable es que el mandatario estatal eche mano para relevar a Rafael Micalco ya no de su primer círculo de colaboradores, sino del segundo o tercero, entre los que habría que anotar a Pablo Rodríguez Regordosa, Blanca Jiménez Castillo, Roberto Grajales Espina y Salvador Escobedo Zoletto.

La duda que ahora surge es quién de ellos podría derrotar en una elección interna a Rafael Micalco, quien este sábado no sólo mostró el músculo político al reunir a más de cinco mil militantes, a pesar del desaire y boicot de que fue objeto, sino su manifiesta intención de prolongar su gestión hasta diciembre de 2018.

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Martha Erika Alonso podría llenar ese vacío

¿Echará mano RMV de sus mismos cuadros en 2015?

¿Con qué políticos panistas —que no sean los mismos de siempre— el gobernador Rafael Moreno Valle irá a las elecciones federales del próximo año?

La lista no parece ser muy amplia, si de ella se descartan los personajes que el mandatario estatal ha utilizado para conformar su gabinete, integrar el Congreso local o la bancada poblana del PAN en el Congreso de la Unión.

La ausencia de figuras, la urgencia de presentar nuevos cuadros, en especial mujeres, y la necesidad de ampliar el abanico de aspirantes para la minigubernatura de 2016 y la gubernatura del 2018 seguramente llevarán al gobernador a echar de personajes distintos a los tradicionales de su compacto grupo político, para no volver a reciclarlos en los comicios de julio del próximo año.

Entre estos creo que Moreno Valle podría considerar a su esposa Martha Erika Alonso ya sea como candidata de mayoría por uno de los distritos de Puebla o como candidata de representación proporcional por la cuarta circunscripción; al actual secretario general del ayuntamiento de Puebla, Mario Riestra Piña, y a las ex diputadas locales Denisse Ortiz Pérez y Josefina Buxadé Castelán.

Otros panistas que también podrían ser analizados para una posible nominación por alguno de los cuatro distritos de la capital del estado son el exdiputado local y actual titular de la Unidad de Auditoría Externa de la Contraloría, Jesús Zaldívar Benavides y hasta el titular de la Gerencia de Inversión Pública y Gestión de Fondos del ayuntamiento de Puebla, Pedro Gutiérrez Varela.

Por los distritos del interior del estado la lista de aspirantes del PAN a una diputación federal es también reducida, sobre todo tratándose de mujeres, amén de que algunas que podrían tener el perfil no gozan de la simpatía del grupo morenovallista como Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández, por el distrito 13 de Atlixco, o Mónica Rodríguez Canseco, por  el distrito 15 de Tehuacán.

En la relación podrían aparecer el expresidente municipal de Xicotepec, y actual diputado local José Domingo Esquitín Lastiri, o la lideresa del Comité Municipal de Xicotepec, Catalina Cázares Vargas, por el distrito 1 de Huauchinango; el expresidente municipal Rubén Garrido Muñoz, por el distrito 5 con cabecera en San Martín Texmelucan; el actual diputado local Sergio Gómez Olivier o la exregidora y actual directora de Asistencia y Rehabilitación del DIF estatal, María de las Mercedes Bulás Montoro, por el distrito 15 de Tehuacán.

La caballada, pues, está flaca.

Vistas así las cosas, podríamos llegar a las siguientes conclusiones:

1. Que ante la carencia de figuras panistas, la opción de postular a Martha Erika Alonso en una alternativa no solo viable, sino necesaria para el PAN y el gobernador, que podrían evaluar —de paso— cómo reacciona el electorado ante la postulación de la esposa del mandatario estatal antes de llevar este experimento al 2016 o 2018.

2. Que ante la poca disposición del grupo gobernante de abrir espacios a sus críticos u opositores dentro del PAN, lo más probable es que vuelva a echar mano de sus cuadros de batalla: Eukid Castañón Herrera, Jorge Aguilar Chedraui, Patricia Leal Islas, Ángel Francisco Trauwitz Echeguren y Pablo Rodríguez Regordosa,  entre otros.

3. Que ante la escasez de cuadros del PAN, el gobernador Moreno Valle seguramente requerirá en las elecciones federales de la ayuda y colaboración de otros partidos que han sido aliados suyos como el PRD y PNA, por cuales podrían salir como candidatos personajes como Luis Maldonado Venegas, Miguel Ángel de la Rosa Esparza, Eric Cotoñeto Carmona, Gerardo Islas Maldonado, René Meza Espejel y Silvia Argüello de Julián entre otros.

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Quienes a comienzos de enero echaron abajo el nombramiento del diputado Elías Abaid Kuri como presidente estatal del PVEM, por ser el yerno del futuro candidato del PAN a la alcaldía de Puebla, José Antonio Gali Fayad, y por supuestamente estar al servicio del gobernador Rafael Moreno Valle, deberían saber que el actual dirigente de esta organización es un aliado electoral del PRI menos confiable que aquel, sólo que más embustero.

Cuentan quienes lo conocen —y lo conocen bien— que Juan Carlos Natale López no sólo obtiene prebendas en efectivo y en especie del gobierno del estado, vía la Secretaría General de Gobierno y Puebla Comunicaciones, sino que es el primero en delatar las estrategias de los dirigentes del PRI en contra del PAN y el mandatario estatal.

El 16 de enero, por ejemplo, cuando el dirigente del PRI, Pablo Fernández del Campo Espinosa, organizó en Profética Casa de Lectura lo que denominó el Contrainforme, para cuestionar el desempeño de la administración estatal con motivo del Segundo Informe de labores Moreno Valle, aquél solicitó de inmediato una audiencia en Casa Aguayo con Fernando Manzanilla Prieto.

Y en esta, que se la concedieron a los dos días, es decir el viernes 18, Juan Carlos Natale se disculpó con el secretario General de Gobierno por las críticas que tuvo que hacer al gobernador Moreno Valle presionado por las circunstancias del momento y luego evidenció a su supuesto aliado electoral Pablo Fernández del Campo por haber casi obligado a varios diputados priístas, entre ellos Édgar Salomón Escorza, a leer fragmentos de un documento elaborado por el CEN del PRI con un diagnóstico muy crítico de lo que ha sido la gestión del Ejecutivo estatal.

¿O me equivoco?

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Los siete distritos de la capital del estado están siendo insuficientes para que el gobernador Moreno Valle mande a contender a sus secretarios de gabinete como candidatos a diputados locales en las próximas elecciones locales.

Y es que de esas siete posiciones, en realidad sólo le quedan dos, considerando que tres son para los panistas del grupo del presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, una para el PRD y otra para el Panal.

El gobernador Moreno Valle tiene previsto enviar como candidatos a una diputación local por la capital del estado a sus secretarios de Salud, Jorge Aguilar Chedraui; de la Contraloría, Patricia Leal Islas; de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico, Pablo Rodríguez Regordosa; y de Turismo, Ángel Trauwitz Echeguren.

Otros secretarios que también serán candidatos —además de los arriba mencionados y José Antonio Gali Fayad, que será nominado a la alcaldía de Puebla—son Fernando Manzanilla Prieto, que irá por San Pedro Cholula y Salvador Escobedo Zoletto, de la Secretaría de Desarrollo Social, que buscará una diputación por el distrito de Atlixco.

Pero regresando a los cuatro secretarios que el gobernador Moreno Valle quiere enviar a una diputación por la capital, las apuestas que se hacen son que uno de ellos —Pablo Rodríguez Regordosa— entrará como parte de las tres posiciones del alcalde Eduardo Rivera, que el secretario de Salud será postulado por el distrito 15 y que uno de los dos restantes —Patricia Leal o Ángel Trauwitz— se quedará con las ganas.

Se aceptan apuestas.

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Mónica Lara Chávez está por despedirse de la dirección general del Instituto Poblano de las Mujeres, y no porque vaya a ser candidata o promovida a una mejor posición dentro del gobierno del estado, sino porque se mudará de ciudad después del secuestro de que fue víctima su hijo de 14 años el pasado 21 de enero cuando se dirigía al Colegio Americano al volante de un Porsche.

Se sabe que tras la liberación de su hijo y la detención de algunos de los integrantes de la banda que lo secuestraron y lo mantenían privado de su libertad en una casa de seguridad de Atlixco, la familia de Mónica Lara ha recibido constantes amenazas del crimen organizado.

Entre los delincuentes que fueron aprehendidos por los agentes de la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto figuran Ernesto Wilfrido Ramírez Cerón, alias “El Neto”, de 38 años de edad, originario y vecino de Atlixco Puebla; Marcos Ayala Ruiz y/o José Luis Velázquez González, alias “El Drogo”, de 23 años de edad, originario y vecino de Guatemala, y Víctor Iván Castro Romero, alias “El Conejo” y/o “Piraña”, de 27 años de edad, originario del Estado de México y vecino de Atlixco, Puebla.

Además: Daniel Cruz Ovalle, alias “El Güero”, de 34 años de edad, originario y vecino de Guatemala; Alejandro José Sosa Sosa, alias “El Blacky”, de 32 años de edad, originario y vecino de Guatemala; Michael Antonio López Martínez, alias “El Toño” y/o “El Placa”, de 28 años de edad, originario y vecino de Guatemala; Miguel Ángel Juárez Campantintla, alias “El Charolas”, de 28 años de edad, originario y vecino de Atlixco, y un menor de edad.

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Simón dice:

“El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad.”

Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.