Aunque la intención del presidente municipal de Puebla, José Antonio Gali Fayad, es terminar en paz el fin de año, y comenzar el siguiente con algunos secretarios y coordinadores nuevos, es muy probable que algunos cambios —que ya le había anticipado— tengan que adelantarse.

Dos son los objetivos que Gali Fayad pretende con los ajustes en su equipo de primer nivel. Por un lado, corregir aquello que no ha funcionado o donde los resultados entregados por sus titulares en 2014 no son los esperados. Y, por otro, reforzar su gabinete con gente no sólo de su absoluta confianza, sino que esté cien por ciento comprometida con su proyecto político: la gubernatura de Puebla.

En su primer año de gestión, el alcalde capitalino ha enfrentado problemas de gobernabilidad en algunas juntas auxiliares, como las de Azumiatla, La Resurrección y Canoa; de operación y concertación política con diversos grupos y organizaciones sociales; y de control y contención del ambulantaje y el comercio informal en el primer cuadro de la ciudad.

Hace unos días directivos de la Cámara de Comercio y otras organizaciones de comerciantes del Centro Histórico de Puebla se reunieron con Gali Fayad y le expresaron su malestar por la expansión de los ambulantes y la inseguridad, y lo emplazaron a resolver el problema antes de que este se desborde como en la década de los ochenta.

Por esta razón es que el secretario de Gobernación Municipal, José Guillermo Aréchiga Santamaría, podría irse antes de que concluya el año o terminar su encargo por ahí del 15 de diciembre o después del brindis de fin de año del día siguiente.

Su sustituto —si el gobernador Rafael Moreno Valle no dispone otra cosa— será Erich Ziehl Loera, quien actualmente se desempeña como secretario particular del alcalde José Antonio Gali.

Aréchiga Santamaría no será el único integrante del gabinete municipal que dejará su actual encargo para ser reubicado en otra dependencia de la administración estatal o municipal.

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Este día se reunirán a comer en un salón de fiestas del Circuito Juan Pablo II, el presidente municipal de Puebla y los integrantes de su Cabildo, para darse el abrazo con motivo de la Navidad y el fin de año.

El brindis fue organizado por los regidores y no por la oficina del alcalde, de manera que estos decidieron no convocar a todos los secretarios del gabinete municipal, sino sólo a aquellos que han sido atentos y receptivos a sus planteamientos, críticas y labores de gestoría y atención ciudadana.

Entre los no invitados figuran algunos secretarios que difícilmente llegarán al primer informe del presidente municipal de Puebla.

Debo aclarar que el secretario de Gobernación Municipal sí fue convocado a la comida que tendrá lugar en el salón jardín Árbol de Allegra.

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Este jueves en el Congreso del estado concluirá uno de los procesos más desaseados en materia de transparencia: la designación del nuevo integrante de la Comisión para el Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (CAIP), que saldrá de la terna integrada por Alexandra Herrera Corona, Graciela Miranda Blumenkron y María Gabriela Sierra Palacios.

La elección de la nueva comisionada de la CAIP ha sido tan irregular, desde la emisión tardía de la convocatoria, que existe el riesgo de que su nombramiento sea impugnado en tribunales, tanto por alguno de los aspirantes que se registraron como por las organizaciones que los postularon, sobre todo si la decisión se inclina por la ex comisionada Alexandra Herrera y la directora de Procesos y Mejora Continua de la Auditoría Superior del Estado (ASE), Gabriela Sierra.

En el primer caso por tratarse de una reelección, que no está permitida en la ley, y en el segundo por su dependencia y subordinación a la ex contralora y actual diputada Irma Patricia Leal Islas, presidente de la Comisión Inspectora de la ASE y vocal de la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información.

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Al cumplirse el plazo de los cien primeros días de su gestión al frente del ayuntamiento de Puebla, José Antonio Gali Fayad ya tiene un diagnóstico de qué funcionarios de su gabinete le son leales y quiénes tienen puesta su lealtad y prioridad en otro lado, pero también quiénes están dando el ancho con las responsabilidades que les fueron conferidas, y a quiénes el cargo les quedó grande.

Si Gali Fayad hará ajustes en su equipo de primer nivel ahora que regrese de Francia, es algo que desconozco, lo que sí sé es que el presidente municipal ya dejó claro a ciertos colaboradores que no está satisfecho con el desempeño que han mostrado en el arranque de la administración y que si no mejoran, ni dan resultados, serán relevados en el corto plazo.

¿Quiénes estarían en este escenario?

Los enterados aseguran la lista la encabeza el secretario de Gobernación Municipal, José Guillermo Aréchiga Santamaría, quien —se dice— podría pedir licencia para atender asuntos relacionados con su partido —Nueva Alianza— y el proceso de selección de candidatos a diputados federales con miras a las elecciones federales del próximo año.

De hecho, algunos asuntos propios de la Secretaría de Gobernación han comenzado a ser revisados por uno de los nombres de mayor confianza del alcalde capitalino, Erich Ziehl Loera, quien actualmente funge como secretario particular de Presidencia. Erich ya tiene experiencia en el área, pues se desempeñó como coordinador de Estructuras en la campaña de Gali Fayad y fue director general del Programa Institucional Municipal de la Secretaría General de Gobierno del estado de Puebla de 2010 a 2012.

Otro que también se encuentra en esta situación es el secretario de Desarrollo Social y Participación Ciudadana, Benjamín Lobato Fernández, y quien llegó al cargo por recomendación del secretario del ramo en el estado Luis Banck Serrato.

El expresidente municipal de Cuyoaco tiene experiencia en el área, pues fue coordinador consultivo de la Secretaría de Desarrollo Social en el estado, encargado de despacho de la Subsecretaría de Vivienda y Programas Urbanos de la misma dependencia y director general del Instituto de Adultos Mayores. Sin embargo sus resultados en el ayuntamiento de Puebla brillan por su ausencia.

A la lista hay que agregar el nombre del director general del Sistema Municipal DIF, Elyser Daniel Tato Camargo, quien a pesar de su supuesta experiencia en el manejo de organizaciones civiles y filantrópicas no ha logrado vincularse con los grupos de la sociedad poblana dedicados a apoyar a las familias y personas vulnerables.

Tato Camargo tampoco ha sabido capitalizar en provecho del DIF las largas jornadas de trabajo que lleva a cabo la presidenta municipal del organismo, Dinorah López de Gali, ni dar continuidad a las acciones de la anterior administración municipal en beneficio de los sectores más vulnerables de la población.

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El empresario poblano Alejandro Cruz Olivera, quien el pasado 15 de mayo fue removido de la Delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de Baja California Sur, protagonizó anoche un escándalo en el restaurante La Encomienda al enfrascarse en una discusión con los actores de la película Enamorándome de Abril que se filma en Puebla.

Testigos del desaguisado refieren que el empresario priísta quiso llamar la atención de la actriz  Ilithya Manzanilla, pero que ante el desaire de sus cortejos, éste le aventó limones, lo que sacó de sus cabales al actor Valentino Lanús, que se hizo de palabras con aquel.

Ante el riesgo de que el incidente pasara a mayores, personal de Seguridad del restaurante ubicado en la Vía Atlixcáyotl mandó a llamar a la policía, la que llegó cuando Alejandro Cruz, un poco ebrio, ya se había retirado, custodiado por dos de sus escoltas en un Passat de color blanco. Sus guaruras portaban armas largas.

Aquí la actriz Ilithya Manzanilla, de vestido blanco, y parte del electo de la película Enamorándome de Abril que se filma en Atlixco, Puebla, el día que en el gobernador Moreno Valle dio el claquetazo de esta producción.

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Sin que éstos sean los nombres definitivos, tómelos como los que en este momento están siendo considerados —y muy en serio— para integrar el equipo de primer nivel del próximo presidente municipal de Puebla, José Antonio Gali Fayad:

Mario Gerardo Riestra Piña, Secretaría General

José Guillermo Aréchiga Santamaría, Secretaría de Gobernación

Eduardo Vázquez Rossáinz, Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal

Luis Artasánchez Madrid, Secretaría de Administración y Tecnologías de la Información

Josefina Buxadé Castelán, Coordinación General de Transparencia

Ricardo Gutiérrez Loyola, Coordinación de Comunicación Social

Pedro Alberto Gutiérrez Varela, Industrial de Abastos de Puebla

Debo aclarar que éstos no son los únicos, pero sí los que tienen mayores posibilidades, junto con los siguientes personajes que, aunque todavía no tienen una cartera definida, serán parte de la siguiente administración municipal: Enrique Nacer Hernández, Enrique Guevara Montiel, Ignacio Dávila Mora, Yuridia Magali García Huerta y Pioquinto de Jesús Carvajal Chartuni.

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Este lunes, los 16 regidores de mayoría de la planilla encabezada por José Antonio Gali comenzaron a recibir un curso de capacitación, que ellos se impartirán a sí mismos en función de sus habilidades, experiencia en el servicio público y destrezas profesionales.

La primera sesión se llevó cabo en hotel Villas Arqueológicas, de San Andrés Cholula, y corrió a cargo de la abogada María Guadalupe Arrubarrena García, ex directora Jurídica del ayuntamiento de Puebla durante la gestión de Eduardo Rivera Pérez.

Arrubarrena capacitó a sus homólogos de la Coalición Puebla Unida sobre las atribuciones de los ayuntamientos y sobre las facultades y atribuciones del presidente municipal y los regidores.

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Después de algunas consultas con su equipo más cercano de colaboradores, y con funcionarios del área de Gobernación de la actual administración municipal, lo más seguro es que José Antonio Gali Fayad rechace la idea de que el periodo de los 17 presidentes de juntas auxiliares de la capital se amplíe a cuatro años ocho meses, como ocurrirá por única ocasión con los 217 presidentes municipales de la entidad.

La intención, trascendió, es que estas autoridades auxiliares se sigan eligiendo cada tres años, pero ya no al comienzo de una administración, como sucede en la actualidad, sino en el primero o segundo año.

Las elecciones o plebiscitos en las 17 juntas auxiliares del municipio de Puebla se efectuarán en el mes de abril del año entrante.

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Lo que sí cambiará será la normatividad que regula a las juntas auxiliares de la capital y otros municipios de la entidad, es decir la Ley Orgánica Municipal.

Ésta, de acuerdo con versiones confiables, se reformará antes de que finalice el tercer y último periodo ordinario de sesiones de la LVIII Legislatura, con la intención de redefinir la naturaleza jurídica de estas autoridades auxiliares, así como sus facultades y atribuciones, además de su estructura legal y administrativa.

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