Presionada por el escándalo que envuelve al presidente del Consejo Distrital número 4, Raúl Manuel Flores Muñoz, y por las evidencias testimoniales y documentales que echan por tierra el supuesto secuestro del que habría sido víctima la madrugada del domingo 18 de abril, la Contraloría Interna del Instituto Electoral del Estado no tuvo más remedio que suspenderlo de sus funciones y abrirle un proceso administrativo.

Y es que hoy se sabe con toda claridad lo que aquí le habíamos anticipado desde el 21 de abril: Flores Muñoz no fue víctima de un asalto ni de un secuestro —como lo declaró ante el Ministerio Público y sus superiores jerárquicos—, sino de una borrachera que lo llevó a destruir una camioneta oficial y a poner en riesgo la vida de una subordinada suya, a la que abandonó después del trágico accidente.

Así consta en la declaración ministerial, de la capturista de capacitación del Consejo Distrital número 4, Denisse Huerta Rosas, y en la comparecencia que ésta rindió ante la Contraloría Interna del Instituto el pasado 7 de mayo.

En esta última actuación, Denisse Huerta declaró que, la noche previa al accidente, Raúl Manuel Flores la invitó al bar La Cantinera de Cholula, donde estuvieron bebiendo, junto con otros funcionarios electorales, hasta las tres de la madrugada del domingo 18 de abril. Posteriormente, éste pasó a su domicilio por una camioneta del IEE para seguir la juerga en Atlixco, donde desayunaron antes de regresar a Puebla.

Según Denisse, el accidente ocurrió en el trayecto hacia la ciudad de Puebla. El presidente del Consejo Distrital perdió el control de la unidad por el exceso de velocidad con que conducía. En su declaración, la funcionaria electoral dice que durante el accidente perdió el conocimiento y, cuando lo recobró, estaba debajo de la Nissan tipo estaquitas y pudo ver cómo salía corriendo del lugar su acompañante, abandonándola en la carretera.

Sobre estos mismos hechos, Raúl Méndez Flores declaró ante el Ministerio Público, dentro de la averiguación previa AP-875/2010/SUR, que la noche de ese sábado se encontraba laborando en tareas electorales; que el secuestro ocurrió cuando conducía un vehículo del IEE en compañía de su capturista, a quien llevaba a su casa; que un sujeto lo amagó con una pistola, le robó sus pertenencias, lo golpeó y luego — quién sabe cómo ni por qué— perdió el control de la camioneta y se salió de la carretera. El vehículo dio varias volteretas que lo llevaron a perder el conocimiento y a caer sobre unas milpas, bañado en sangre, fuera de la unidad.

El bono de gracia que los poblanos le concedieron a Blanca Alcalá Ruiz en la primera mitad de su trienio ha comenzado a agotarse, lo que podría reflejarse en una futura encuesta de intención de voto, que incluya a la presidenta municipal de Puebla como aspirante priísta a la gubernatura de la entidad.

En las más recientes evaluaciones hechas por diversas empresas encuestadoras, hay un dato que a la alcaldesa y a sus asesores políticos debe preocupar: que la gente repruebe su desempeño, asignándole una calificación menor a 6 puntos.

De hecho, hoy los ciudadanos de la capital poblana creen que el jefe del Poder Ejecutivo estatal, Mario Marín Torres, y el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, gobiernan mejor que Blanca Alcalá.

Al primero le otorgan una calificación de 7.1 y al segundo de 6.4, mientras que a la alcaldesa de 5.3.Otro dato no menos sorprende es que las mujeres de entre 18 y 45 años son hoy sus más acérrimas críticas, y las que peor la evalúan.

Esta situación que algunos priístas simpatizantes del «Proyecto Z» ya festinan, bajo la estúpida idea de que ello consolidará la candidatura de Javier López Zavala a la gubernatura de Puebla, puede jugar resultar contraproducente de cara a las elecciones del primer domingo de julio de 2010.

Y es que Blanca Alcalá podría dejar de ser un activo político del PRI, es decir, un factor que sume votos y simpatías a los candidatos del tricolor en la capital del estado, para convertirse en un lastre electoral, con todo lo que ello supone, considerando que el municipio de Puebla representa un tercio de la votación estatal y que la imagen de Zavala no es precisamente la mejor entre los capitalinos.

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Simón dice:

«A veces cuesta mucho más eliminar un sólo defecto que adquirir cien virtudes».

Jean de la Bruyere (1645-1696). Escritor francés.

Un halo de sospechosismo envuelve al senador panista Humberto Aguilar Coronado sobre sus alianzas o pactos con algunos personajes del PRI, para descarrillar el proyecto de su homólogo de partido y de escaño, Rafael Moreno Valle Rosas, en pos de la gubernatura de la entidad.

Y es que además de su encuentro en lo oscurito con el secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala, en el bar del restaurante Mediterráneo, la noche del jueves 6 de agosto, Humberto Aguilar ha sostenido otras reuniones cuyos acuerdos parecerían inconfesables.

Entre ellas una comida, en el Centro Castellano de la calle República de Uruguay número 16 del centro de la Ciudad de México, con el gobernador Mario Marín Torres, y de la que por cierto el senador Humberto Aguilar no ha querido decir, ni aclarar nada, a pesar de los reproches de los miembros y consejeros de su propio partido.

El sábado, por ejemplo, en la sesión de Consejo Estatal del PAN, Juan Manuel Zacatelco criticó los tratos y reuniones en lo oscurito de Humberto Aguilar con algunos personajes del PRI, como el aspirante de este partido a la gubernatura, Javier López Zavala, y el Ejecutivo estatal.

Otro consejero que también censuró la conducta y las críticas que ha venido haciendo Aguilar Coronado en contra de la dirigencia estatal panista y algunos aspirantes de su partido a Casa Puebla fue el senador Jorge Ocejo Moreno.

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A manera de broma, en los corrillos políticos del PRI, se comenta que el dirigente estatal de este partido, Alejandro Armenta Mier, se fue de vacaciones a Cancún y a Playa del Carmen para ver delfines y nadar con ellos, dejando a la deriva por diez días al delfín principal del gobernador Mario Marín para sucederlo en el cargo.

¿Será?

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A propósito de López Zavala.

Este martes se subió a Youtube un nuevo video en contra del secretario de Desarrollo Social y sus aspiraciones de llegar a Casa Puebla.

El material contiene fragmentos de la conversación del gobernador Mario Marín con el empresario Kamel Nacif Borge, un discurso del diputado local Enrique Marín presumiendo su parentesco con el Ejecutivo estatal, fotos y caricaturas del gobernador y López Zavala, y encabezados de periódicos sobre el tema de la imposición de candidatos en el PRI.

El video de 47 segundos, enviado ayer a los correos personales de un buen número de columnistas y reporteros bajo el nombre de Miguel Miramon, termina con la siguiente frase: Porque en Puebla No estamos Ni ciegos Ni Mudos, No a la Imposición.

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Simón dice:

«Todos saben lo que está pasando, pero nadie conoce el final».

Mario Montero Serrano, secretario de Gobernación a propósito de la sucesión gubernamental en el PRI.