Tehuacán: de la simulación al desgobierno

El ayuntamiento de Tehuacán, el más importante de los que gobierna el PRI, y el segundo en número de habitantes de la entidad, se encuentra convertido en un desgarriate: con una presidenta municipal que no gobierna, ni toma decisiones; con un síndico ensoberbecido, que tiene su propio gabinete, y con unos regidores hartos tanto de aquélla como de éste y que en cualquier momento podrían darles cuartelazo.

En Tehuacán es de todos sabido que la presidenta municipal Ernestina Fernández Méndez es algo así como una figura decorativa, pues el que lleva las riendas del ayuntamiento es su marido Álvaro Alatriste Hidalgo. Así fue desde la campaña, cuando éste tuvo que dejar la candidatura de la Coalición 5 de Mayo a su esposa, por encontrarse inhabilitado para contender por un cargo de elección popular u ocupar cargos públicos.

Álvaro Alastriste no sólo nombró a todos los funcionarios de primer y segundo niveles de Ernestina Fernández, sino que les dio instrucciones de que todos los asuntos relevantes del Ayuntamiento se los trataran directamente a él.

Hasta hace poco ningún secretario o director municipal podría reunirse con la presidenta municipal, en su ausencia o sin su consentimiento. Más tarde, autorizó que ciertos temas y ciertos funcionarios también fueran atendidos por el síndico Miguel Ángel Romero Calderón.

Éste no desaprovechó la oportunidad que se le dio para ensanchar su poder y llenar la Sindicatura y otras oficinas municipales de parientes suyos, asunto del que en otra ocasión nos ocuparemos pues el nepotismo de Miguel Ángel Romero da para toda una entrega.

El síndico cuenta ahora con una especie de estructura municipal paralela, dotada de recursos y personal. Romero Calderón no sólo tiene su propia oficina de Comunicación Social, una Coordinación de Asesores, otra de Supervisores y una más de Inspectores, sino toda una cuadrilla de guaruras que lo sigue a todas partes.

De más está apuntar que tal encaje ya fue advertido por Álvaro Alatriste, y su esposa Ernestina, quienes han comenzado a distanciarse del síndico y su numerosa parentela incrustada en el ayuntamiento tehuacanero.

Pero no son los únicos. Otros regidores, encabezados por el de Gobernación, Abraham David Aguilar Sánchez, también están molestos con los excesos del síndico y los vacíos de autoridad que genera Ernestina Fernández, quien hasta los más ínfimos detalles tiene que consultar con su marido.

Su inconformidad se nutre del descontento social que priva en la cabecera municipal y las juntas auxiliares de Tehuacán por la creciente inseguridad pública, el desempleo, la falta de obra pública y la percepción de que en el ayuntamiento las cosas van de mal en peor.

Abraham Aguilar y su hermano, el presidente del Comité Directivo Municipal del PRI en Tehuacán, Jacobo Aguilar, saben que este desgarriate tendrá un impacto negativo en las elecciones federales de 2015, por lo que han comenzado a plantear, en complicidad con otros regidores, la conveniencia de un cabildazo que termine con el desgobierno de Ernestina y su marido, y acote las ambiciones las ambiciones del síndico y su numerosa parentela.

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