Pinocho se pinta de azul

El presidente del Comité Directivo Municipal del PAN en la capital del estado, Pablo Rodríguez Regordosa, debería echarle una revisada a los acuerdos de la Comisión Organizadora Nacional de la Elección del CEN, antes de emitir boletines para justificar su supuesta ecuanimidad y rectitud en el proceso interno del blanquiazul.

En su comunicado del viernes por la tarde, en el que intentó explicar su decisión de no permitir el uso de las oficinas del partido a Ernesto Cordero Arroyo, candidato a la presidencia nacional del PAN, Pablo Rodríguez esgrimió como razones de su negativa la convocatoria nacional y su afán de mantenerse como un actor imparcial en la contienda panista.

Aquí la parte sustancial de su comunicado:

“Ante las versiones que han circulado en los medios de comunicación afirmando que el evento de campaña del aspirante Ernesto Cordero se celebrará en las instalaciones del Comité Directivo Municipal, el Comité se declara imparcial en la contienda a efecto de que su conducción en el municipio de Puebla sea conforme a la convocatoria expedida por la Comisión responsable de la conducción del proceso.

“Por lo anterior las instalaciones del Comité no serán usadas en actos de campaña y por lo tanto el Comité niega tajantemente la versión circulada en medios de comunicación.”

Sin embargo, los resolutivos de la Comisión Organizadora marcan exactamente lo contrario en cuanto al uso de las instalaciones partidistas, al menos el Acuerdo Conecen/25, fechado el 26 de marzo del año en curso.

En el punto 4 inciso a) del referido Acuerdo se lee textualmente lo siguiente: “Todos los bienes inmuebles  que formen parte de los inventarios del CEN, CDE´s y CDM´s podrán ser utilizados de manera directa y personal por los candidatos para sus actos de campaña, en relación a su exposición, desarrollo y discusión de ideas y propuestas, particularmente de sus planes de trabajo”.

Pero si lo anterior no fuera suficiente, el inciso b) puntualiza que  “Los titulares de los órganos nacional, estatales y municipales velarán porque la disposición de dichos bienes se realice con imparcialidad e igualdad de condiciones de uso entre los candidatos a la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional”.

Pablo Rodríguez también se extralimitó con los miembros del Comité Directivo Municipal, a los que pidió —en aras de la equidad e imparcialidad del proceso— no acudir a la reunión que el equipo de Ernesto Cordero convocó el viernes por la noche, en la sede de su partido en la capital del estado.

En realidad, los únicos que tienen prohibido participar en actos de campaña de los candidatos a la dirigencia nacional del PAN son los presidentes y secretarios generales, no el resto de los secretarios y empleados de los comités, salvo que los referidos eventos de campaña se realicen dentro de su horario de trabajo.

Al menos eso es lo que establece con toda claridad el punto 5 del multicitado Acuerdo Conecen/25 en sus incisos a), b), c) y d).

Así las cosas, Pablo Rodríguez no sólo debe una explicación a la Coordinación de campaña de Ernesto Cordero y Juan Manuel Oliva, sino a los secretarios y empleados del Comité Municipal a quienes contuvo para que acudieran al mitin organizado por aquellos.

¿Por qué su actitud fue diametralmente diferente con el equipo de Gustavo Madero?

¿Por qué a nadie de su Comité prohibió asistir a la concentración convocada por los operadores de chihuahuense, el domingo 23 de marzo en la Plaza de la Victoria?

¿O es que su compromiso con la equidad y la imparcialidad del proceso panista sólo es de dientes para fuera?

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