Dos lecturas de los posibles candidatos a la alcaldía de Puebla
No tiene mucho sentido hacer pronósticos sobre quiénes podrían ser los aspirantes del frente opositor y de los partidos agrupados en torno a la coalición Juntos Hacemos Historia a la presidencia municipal de Puebla en los comicios del 2024.
Creo que en ambos casos esta nominación será una especie de compensación, para sumar al grupo que no gane la candidatura a la gubernatura de Puebla, o para construir alianzas que les garanticen votos en sectores y secciones electorales difíciles.
En la lógica de una elección competitiva, Morena no puede darse el lujo de excluir o marginar a sus adversarios en el proceso interno y los del bloque opositor tampoco; ambos necesitan que sus contendientes los respalden y la forma más pragmática de hacerlo es con posiciones en el equipo de campaña del ganador o con candidaturas importantes para los demás cargos de elección popular. Uno de éstos muy relevante, por ser la cuarta ciudad del país con mayor número de habitantes, es la alcaldía capitalina.
Lo peor que podrían hacer tanto el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la Cámara de Diputados como el presidente de la mesa directiva del Senado sería impulsar a uno de su mismo equipo como candidato o candidata a la presidencia municipal de Puebla; Nacho Mier poco o nada ganaría favoreciendo al ex diputado federal Fernando Manzanilla Prieto; Alejandro Armenta Mier, al empresario Víctor Gabriel Chedraui; o el alcalde capitalino Eduardo Rivera Pérez a su coordinador de regidores en el ayuntamiento, Carlos Montiel Solana.
Cualquiera de ellos buscará quién le suma votos y simpatías, quién abona a la unidad y facilita la construcción de consensos.
Además de compensar a los perdedores, es obvio que los candidatos triunfadores también querrán ir en la capital del estado con una opción ganadora, complementaria de sus talentos, con un cuadro que le sume apoyos o que cuando menos divida el voto opositor o evite que éste se concentre en su contrincante en la elección constitucional.
En otras palabras, los candidatos a gobernador del frente opositor o de los partidos de la 4T tendrían que evaluar quién es el aspirante a la alcaldía poblana con el que podrían hacer mejor match.
De los aspirantes del bloque PAN-PRI-PRD ¿quién sería el mejor complemento de Eduardo Rivera: el diputado federal Mario Riestra Piña, las diputadas federales Ana Teresa Aranda y Blanca Alcalá Ruiz, o el regidor Carlos Montiel? ¿Quién?
Y con los aspirantes a gobernador de Morena ¿quién sería el o la aspirante más compatible con Alejandro Armenta o Ignacio Mier: Olivia Salomón Vivaldo, Alejandro Carvajal, Antonio López Ruiz, Leobardo Rodríguez, Iván Herrera Villagómez o Nora Merino Escamilla?
¿Quiénes de estos realmente aportarían capital político a Nacho Mier o Alejandro Armenta o por lo menos contribuirían a fragmentar el voto del bloque opositor?
La verdad es que yo sólo veo una.
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