Internas de Morena en Puebla y premios de consolación
Si el método por el que Morena y sus aliados partidistas seleccionarán a su candidato presidencial y a sus futuros coordinadores parlamentarios del Congreso de la Unión se replica en los estados, no es difícil adivinar quiénes serán los políticos de Puebla que si no logran la nominación a la gubernatura serán compensados con una senaduría, la candidatura a la presidencia municipal de la capital o la coordinación de los diputados locales de la coalición.
Por supuesto que las reglas pueden cambiar, ajustarse o perfeccionarse, dependiendo de lo ocurra a nivel nacional, pero de que el método se aplicará en las entidades con elecciones concurrentes para gobernador, no hay la menor duda.
El único problema consiste en adivinar cuáles serán las carteras que servirán como mecanismo de compensación.
Los efectos de la propuesta que el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el lunes de hace una semana, y que fue suscrita por las llamadas “corcholatas” a sucederlo en el 2024, están a la vista.
Ésta, como ya se ha dicho, establece que el designado lo decidirá una encuesta madre y cuatro encuestas espejo, que los incluidos en las mediciones tendrán que aceptar el resultado y apoyar al que resulte triunfador, y que los que queden en segundo y tercer lugar serán los coordinadores de Morena o del bloque de la coalición Juntos Hacemos Historia en la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados y que el cuarto podría integrarse al próximo gabinete presidencial.
Localmente creo que las candidaturas que podrían entrar a la negociación son la primera fórmula al Senado, la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, y la coordinación parlamentaria del bloque formado por Morena, el PT y el PVEM.
Para Julio Huerta Gómez e Ignacio Mier Velazco podría resultar altamente atractivo que, si no logran la nominación a la gubernatura de Puebla, se les compense con la primera fórmula al Senado.
Para el senador Alejandro Armenta Mier también podría ser alentador que si no consigue ganar la encuesta que mande a levantar Morena repita como senador de la República o se le ofrezca la candidatura a la presidencia municipal de Puebla o la coordinación de la bancada de la coalición de izquierda en la Cámara de Diputados de Puebla.
Cualquiera de estas opciones también resultaría atractiva para la ex presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco.
El método no es prefecto, pero amortigua los riesgos de fracturas o rompimientos al interior de Morena o que el aspirante perdedor opte de todas maneras por buscar la gubernatura con el respaldo del PT o el PVEM, Convergencia o incluso del bloque opositor.
En otras palabras, minimiza las probabilidades de que el inconforme con el proceso interno de Morena se convierta en contrincante, en las elecciones constitucionales, como sucedió en las elecciones para gobernador del estado de Coahuila.
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