Peña Nieto

No tengo bola de cristal y es probable que mi percepción sea errónea, pero de lo que ayer y hoy escuché, hablé y vi de varios actores políticos priístas, creo que el rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez, se perfila finalmente como el candidato a senador de la primera fórmula de la coalición conformada por el PRI, el PVEM y el Panal.

Debo aclarar dos cosas: La primera es que lo anterior no es producto de una filtración proveniente de una garganta profunda o una exclusiva de una fuente confiable del equipo de Peña Nieto o la dirigencia nacional del PRI.

Y la segunda es que mi opinión tampoco se circunscribe a un hecho anecdótico, aunque significativo, en la simbología priísta.

Me refiero a que Agüera fue el único de los aspirantes del PRI al Senado en ser invitado por el candidato presidencial a su camioneta para trasladarse del hotel Presidente Intercontinental al Centro de Convenciones.

Mi apreciación, que sólo es eso, se basa en algunos diálogos con tres de los cuatro aspirantes mejor posicionados entre la tarde-noche del lunes y este martes, y en otros tantos intercambios con asesores y colaboradores de aquellos.

En unos percibí cautela, cautela excesiva; en otros, inseguridad, incertidumbre y en los últimos, tranquilidad y hasta cierta confianza sin llegar al triunfalismo.

En todos los casos la respuesta sobre cuándo, por fin, se conocerá el nombre del elegido o la elegida fue la misma: “en estos días, no pasa de la próxima semana”.

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Dieciocho fueron los empresarios que este martes comieron con Enrique Peña Nieto convocados por Don Pepe Chedraui Alam.