Alcaldes piden apoyo en caso que el próximo domingo se realice marcha en apoyo de AMLO
El gobierno de Puebla finalmente cumplió su compromiso de movilizar a un contingente de entre 10 mil y 15 mil personas a la marcha de apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México.
Por supuesto que no todos los asistentes fueron acarreados o movilizados contra su voluntad. En el recorrido del monumento del Ángel de la Independencia al Zócalo de la capital del país hubo un ambiente festivo, nada que ver con una marcha de burócratas obligados a desfilar.
Pero de que hubo acarreo hubo acarreo. Sólo de Puebla salieron para la Ciudad de México unas 300 unidades, entre autobuses, microbuses y camionetas tipo van que llegaron no a las inmediaciones del Ángel de Independencia sino directamente a los alrededores de la plancha del Zócalo.
Lo que sí podría resultar contraproducente para la 4T poblana y su líder, el gobernador de Puebla, que no tiene la popularidad, la aprobación, ni el carisma de López Obrador, es la intentona de replicar localmente la marcha en apoyo del Presidente, el próximo 4 de diciembre.
¿Por qué?
Porque en Puebla se ha abusado de este recurso y porque los costos de movilizar a miles de ciudadanos para el proceso de afiliación de Morena y de elección de sus congresistas, para apoyar la reforma eléctrica y la reforma electoral, para respaldar a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum como aspirante presidencial, y para refrendar ahora su lealtad al presidente López Obrador, está siendo absorbido mayoritariamente por los presidentes municipales de la entidad, independiente del partido al que pertenezcan.
No es un secreto que varios alcaldes, algunos de ellos de Morena, se han acercado al director general de Gobierno, Julio Huerta Gómez, para pedir apoyo económico, porque ya no tienen dinero para cumplir con los compromisos y pagos de fin de año, debido a que los recursos que tenían destinados para ello los han usado para el acarreo, la renta de autobuses, y el alquiler de sillas y carpas, y el pago de comidas o lunches.
EN CORTO
Aunque el gobierno encargado de la Secretaría de Educación Pública (SEP) del estado, José Luis Sorcia Ramírez, viene cometiendo serios errores en el nombramiento de subordinados, partiendo del hecho de que como encargado de despacho no está autorizado para hacer designaciones, lo cierto es que sus yerros están siendo magnificados por la coordinadora de Comunicación Social, Verónica Vélez Macuil.
El conflicto, según funcionarios cercanos al caso, tiene su origen en la decisión de José Luis Sorcia de prescindir de los servicios de Pilar Pineda Gómez como enlace de Comunicación Social, pese a que ésta había llegado al cargo por recomendación de Vélez Macuil.
De acuerdo con la misma fuente gubernamental, a Sorcia Ramírez nunca se le preguntó su parecer sobre el nombramiento de Pilar Pineda, quien habría sido descubierta más tarde filtrando información de la SEP a periodistas con lo que habría estado vinculada a su paso por el ayuntamiento de San Pedro Cholula.
Entre las “designaciones” hechas por el encargado de la SEP destaca la de Norma Nava Ramírez como directora del Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE) General Juan Crisóstomo Bonilla.
Entre las notas y columnas que Verónica Vélez ha dedicado a José Luis Sorcia tras la remoción de su recomendada destacan aquellas relacionadas con la llegada de supuestos morenovallistas a la dependencia, como los hijos del exlíder de la Sección 51 del SNTE, Nahim y Yussef Salas como directores de las licenciaturas de Educación Inicial e Inclusión Educativa del BINE, y de Ramón Iglesias García como secretario particular del encargado de despacho de la SEP.
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Este sábado en Huamantla, Tlaxcala, se llevó a cabo una comida de despedida a Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco “Taico” como presidente saliente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Puebla.
La taquiza la organizó José Ignacio Menéndez Priante “El Cuate”, en su rancho El Balcón con la asistencia de 15 o 20 directivos del CCE, la mayoría de los cuales asistió en compañía de su esposa.
Entre los invitados estuvieron Roberto Quintero Vega, de Canirac; Juan Sebastián Sánchez Domínguez, de Canagraf; Francisco Almazán Smith y Alberto Ramírez, director y secretario del CCE; Héctor Alberto Sánchez Morales, presidente electo del Consejo; Gustavo Vargas y José Antonio Hernández González, de la CMIC; Horacio Peredo Elguero, de Canacintra; Herberto Rodríguez Regordosa y Rubén Furlong Martínez, de Coparmex; Rafael Herrera Vélez, de la Canaco; Fabrizio Pizar Rojas de AMPI; y Bernardo Ortiz Vite, del Colegio de Arquitectos.
Los asistentes reconocieron la dedicación de Taico Alarcón, al aguantar presiones gubernamentales y momentos difíciles en aras de la unidad de los cámaras y organismos del sector empresarial, y le desearon éxito al presidente electo y presidente saliente de la Cámara de la Construcción, Héctor Sánchez.
Los empresarios brindaron con pulque e hicieron un brindis cruzado por el presidente saliente y el presidente entrante del CCE de Puebla.
En la taquiza hubo chicharrón en salsa verde, mole, pipián, arroz y frijoles.
Entre los comensales hubo comentarios de expresidentes de cámara, en el sentido de que algunos secretarios del gabinete barbosista buscaron influir en la sucesión de Taico Alarcón para que su sucesor fuera el expresidente de la Cámara Textil, Carlos Couttolenc López.
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