Los privilegios de Cotoñeto y su antro La Imprudencia
Un claro, clarísimo ejemplo de que en Puebla la justicia no es pareja y se aplica discrecionalmente, dependiendo de los humores y el estado de ánimo del mandamás en turno, es la detención de Eric Cotoñeto Carmona y la clausura de su restaurante bar “KE La Imprudencia” en el centro de Zacatlán, el 1 de octubre.
El otrora influyente operador político y electoral del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta fue detenido entre la noche del viernes y la madrugada del sábado 30 de septiembre por portación de arma de fuego sin licencia y trasladado a las oficinas centrales de la Fiscalía General del Estado (FGE), y su antro fue clausurado por policías ministeriales que hallaron en el mandil de uno de los meseros —que también fue detenido— envoltorios que parecían contener cocaína y otros estupefacientes.
Y para sorpresa de todos, el mismo sábado por la mañana Eric Cotoñeto fue liberado sin que se le fincaran cargos, y sin que se explicaran las razones, y eso que la portación de arma de fuego, así como el acopio y posesión de drogas, son delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, por lo que nadie alcanza fianza.
Pero no sólo eso. A su antro se le retiró la clausura y el viernes siguiente (7 de octubre) pudo abrir “más fuerte que nunca” para ofrecer un bailongo al ritmo de acordeón, con la banda Tres de Reyes y shots de cortesía, pues “contamos con todo en regla para garantizar su estancia”.
¿A qué empresario que no fuera consentido de la 4T poblana y con palancas en Casa Aguayo y la Fiscalía de Puebla se le concederían esos privilegios, de ser liberado sin cargos y de reabrir su negocio a los 5 días, pese a lo que allí encontraron los ministeriales adscritos a la comandancia de Zacatlán: armas y drogas?
¿A qué empresario y político que no sea Eric Cotoñeto se le permitiría con licencia de restaurante bar, dar espectáculos de centro nocturno o cabaret como el programado para el para el viernes 28 de octubre: “un hot halloween diferente con streppers para ellas”?
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En la Sección 51 del SNTE el proceso de renovación de la dirigencia sindical sigue enrareciéndose y complicándose para el grupo que actualmente controla el Comité Ejecutivo, como consecuencia de unas fotos que se filtraron del festejo cumpleañero de la esposa del secretario general Jaime García Roque, Janeth López Rojas, en un salón social de Santa Cruz Buenavista.
Como era de suponerse, el evento social ha sido aprovechado por los críticos y antagonistas de la actual dirigencia, para desacreditar la gestión de García Roque y sus posibles delfines.
Entre los invitados a los 40 años de la supervisora de Educación Superior, estuvo Andrés Gutiérrez Mendoza, director general de Bachilleratos Generales de la SEP estatal.
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Tómelo con reserva, pero este miércoles trascendió en algunos círculos la posible renuncia de la subsecretaria de Desarrollo Institucional y Administración Policial, Yuriria Torres Páez, quien reemplazó en esta posición a David Ardelio Vargas Carrillo.
Las versiones sobre su remoción indican que causó molestia la detención de seis policías estatales a manos de la Guardia Nacional, y que ésta no ha podido contener la corrupción de algunas áreas policiacas y los frecuentes accidentes donde se ven involucradas las patrullas de nueva adquisición.
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