Alcaldes panistas cooptados
La reunión que el sábado tuvo el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, con diferentes liderazgos panistas, pinta de cuerpo entero la verdadera realidad del PAN de cara a los comicios del 2024.
De entrada, hay que aclarar que el desayuno no se efectuó en Tetela de Ocampo o en algún municipio de la Sierra Norte, sino en un salón jardín de la zona de Zavaleta, denominado Nubia, al que no acudieron todos los convocados.
Unos porque no respaldan el proyecto político de Eduardo Rivera, como la diputada Mónica Rodríguez Della Vecchia, esposa de Pablo Rodríguez Regordosa; otros porque están distanciados de aquél y tuvieron que viajar a San Luis Potosí para atender asuntos familiares, como el también diputado Rafael Micalco Méndez, y otros porque no quisieron entrar en conflicto con su verdadero jefe político y mejor pidieron permiso.
Entre ellos, los presidentes municipales Paola Angón Silva y Filomeno Sarmiento Torres, de San Pedro Cholula y Cuautlancingo, respectivamente. Como a ambos les dijeron que no, ni se presentaron.
El que sí acudió fue el alcalde de San Andrés Cholula, Edmundo Tlatehui Percino, quien no despotricó contra el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta. Lo que dijo en clara alusión a los ausentes, es que algunos alcaldes surgidos del PAN, ya habían o estaban siendo cooptados por algunos funcionarios del gobierno del estado.
Durante la reunión hubo varias intervenciones, casi todas en el mismo sentido, de llamar a la unidad, de construir un frente amplio opositor y de cerrar filas para impedir que Morena vuelva a ganar las elecciones presidenciales del 2024 y la gubernatura de Puebla.
Cuentan que una de las más realistas y pragmáticas fue la del magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Roberto Grajales Espina, quien convocó a los presentes a evaluar en su justa dimensión qué representan en votos y rentabilidad electoral, y cuánto valen los grupos y militantes que dicen encabezar.
Se busca presidente de la Comisión de Control y Vigilancia de la ASE
Ahora que ya se sabe que el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta se decantó por su paisana, la diputada local Olga Lucía Romero Garci-Crespo para presidir el Comité Ejecutivo Estatal (CEE) de Morena, la incógnita es a quién le encomendará la Comisión de Control, Vigilancia y Evaluación de la Auditoría Superior del Estado (ASE).
Y es que, de consumarse la designación de la legisladora de Tehuacán como presidenta estatal de Morena, tendrá que solicitar licencia para separarse de su curul en lo que resta de la LXI Legislatura del Congreso del estado.
De lo contrario, no podría asumir la dirigencia estatal de Morena, en términos del artículo 8o de sus estatutos, que textualmente establece: “los órganos de dirección ejecutiva de MORENA no deberán incluir autoridades, funcionarios o integrantes de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial de los municipios, estados y la federación”.
La suplente de Olga Lucía Romero es Iliana Jocelyn Olivares López. Sin embargo, no será ella quien presida la Comisión de Control, Vigilancia y Evaluación de la Auditoría Superior del Estado.
Para esta importante Comisión del Poder Legislativo local, los barbosistas seguramente buscarán a otro diputado o diputada de probada lealtad o sumisión.
Se valen propuestas.
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