Las internas de Morena convertirán a Barbosa en el gran elector y desfondarán al PRI
El proceso interno de Morena para actualizar su padrón de militantes y renovar sus estructuras directivas tiene muy contento al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, pues le abre la posibilidad de controlar localmente a su partido, lo que hasta ahora no había conseguido, y de conducir a placer su propia sucesión gubernamental.
Ningún grupo o corriente al interior de Morena tienen la capacidad y los recursos necesarios para movilizar de manera simultánea en 15 lugares diferentes a cientos o miles de personas para que se afilien a este partido y luego hagan otra fila para votar por cinco mujeres y cinco hombres que previamente les serán indicados.
El único que tiene esa capacidad logística y financiera es el gobernador Barbosa, echando mano de las estructuras, recursos humanos y materiales de la administración estatal, con el apoyo de los presidentes municipales y diputados de cada región.
Buena parte de éstos ya están operando, bajo la coordinación del director general de Gobierno, Julio Huerta Gómez, el diputado Sergio Salomón Céspedes Peregrina, y el ex diputado federal Agustín Guerrero Castillo.
El incentivo perverso de esta operación es la reelección, es decir, la continuidad de los actuales presidentes municipales y diputados al Congreso, siempre que desde ahora afilien a sus seguidores a Morena y logren que estos y sus operadores salgan electos como consejeros y consejeras en las asambleas distritales del 30 y 31 de julio.
Los efectos de esta maniobra política son previsibles. Por un lado, el gobernador Barbosa ganará la mayoría de las 150 consejerías que estarán en juego (10 por cada uno de los 15 distritos), lo que le permitirá nombrar a los futuros miembros del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, incluyendo al presidente y secretario general, y conducir los procesos futuros de selección de candidatos a cargos locales de representación popular en el 2024.
Pero no solo eso. Si las cosas le salen conforme lo planeado, el gobernador conseguirá que decenas de presidentes municipales, sobre todo del PRI, renuncien a su partido y se incorporen a Morena, que los apoyaría a reelegirse o a buscar una diputación local o federal en los comicios venideros.
Ahora entiende por qué el Ejecutivo estatal anda tan contento por la manera en que renovará el padrón de Morena y se elegirán sus consejeros estatales y miembros de su Comité Ejecutivo Estatal, y por qué alienta a sus propias corcholatas para sucederlo en 2024.
A la luz de este escenario, es entendible por qué el senador Alejandro Armenta Mier ha decidido plegarse a los intereses del gobernador Miguel Barbosa y su estrategia política, y por qué el diputado federal Ignacio Mier Velazco ha perdido punch, lo mismo que el Frente Anti Barbosista en torno a su persona y aspiración política rumbo a Casa Aguayo.
Un gusto recibir en #CasaAguayo a @armentaconmigo, platicamos asuntos de interés para #Puebla. Un abrazo. pic.twitter.com/PysUtrsWSk
— Miguel Barbosa (@MBarbosaMX) July 7, 2022
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