Trascendidos de un fallido encuentro panista y favores de una exdiputada

Que la reunión que a instancias del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN tendrían el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez y la expresidenta del Comité Directivo Estatal, la diputada federal, Genoveva Huerta Villegas, sigue sin concretarse.

En la reunión que sería supuestamente encabezada por la secretaria General del CEN panista, Cecilia Patrón Laviada, se analizaría el compromiso no cumplido de otorgar posiciones a miembros de este partido identificados con Genoveva Huerta.

La diputada federal sostiene junto con otros panistas, como el diputado local Oswaldo Jiménez López, que el actual alcalde firmó un papel donde se comprometió a entregar el 25 por ciento de los puestos no directivos del ayuntamiento de Puebla a militantes de su partido recomendados por este grupo.

Eduardo Rivera ha negado la existencia de ese acuerdo y ha declarado que, en la estructura del gobierno municipal, la mayor parte de las posiciones de confianza se han entregado a miembros del PAN, no por su militancia, sino por ser aptos para desempeñar las funciones que les han sido encomendadas.

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Trivia: ¿Qué exdiputada local de la 4T está detrás de varias empresas que pronto se convertirán en proveedoras de servicios, asesorías y capacitación de la Secretaría de Igualdad Sustantiva del estado, que por cierto sigue sin titular?

Por cierto: la exdiputada en cuestión cuenta con una aliada en la dependencia que, por debajo del agua, le pasa los techos presupuestales de todos los contratos en proceso de asignación.

El nombre de esa aliada es Rafaela Vianey García Romero, quien se desempeña como subsecretaria de Transversalización e Institucionalización de la Perspectiva de Género, y quien también fue diputada en la LX Legislatura del Congreso del Estado.

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