Por qué en Puebla los diputados de oposición no son de oposición
Aunque en Puebla Morena y sus aliados no cuentan con mayoría calificada en el Congreso del Estado, difícilmente el llamado bloque “opositor” haría lo que hicieron sus homólogos federales con la Reforma Eléctrica en el Congreso de la Unión.
Dos son las razones principales: una es que buena parte de los legisladores locales de oposición están cooptados por el Ejecutivo estatal, es decir, no son de oposición y, dos, no existe unidad entre ellos, ni entre los integrantes de una misma fracción.
De hecho, en Puebla el bloque “opositor” ha tenido diversas oportunidades de oponerse a reformas constitucionales, a nombramientos y remociones que han requerido de mayoría calificada, es decir, del voto de las dos terceras partes del pleno, y los del PRI han votado a favor de las iniciativas y propuestas del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta o de los legisladores de Morena.
Lo mismo han hecho legisladores del PAN que, a diferencia de los priístas, que han votado en bloque, han votado a favor, en abstención y solo uno o dos en contra.
Así ocurrió con las reformas que se hicieron a la Constitución encaminadas a la remoción del titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE); a la destitución del auditor Francisco José Romano Serrano; al nombramiento de dos comisionadas del Instituto de Transparencia, Claudette Hanan Zehenny y Harumi Fernanda Carranza Magalles; y a la designación de dos magistradas y un magistrado de la nueva Sala Especializada en materia de responsabilidades administrativas del Tribunal de Justifica Administrativa (TJA): Claudette Hanan Zehenny, Rosa de la Paz Urtuzuástegui Carrillo y Édgar Sánchez Farfán.
En todos esos casos, las reformas a la Constitución, la destitución de Romero Serrano y el nombramiento de comisionados y magistrados, se necesitaba de mayoría calificada, o sea, más de 28 votos de la LXI Legislatura del Congreso del Estado.
Y el gobernador Barbosa y el coordinador de la fracción de Morena, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, no tuvieron ninguna dificultad para construirla, incluso con diputados del PRI y algunos del PAN.
Morena tiene 17 legisladores, el PT 5 y el PVEM 1, sumando 23; a los que hay que sumar los votos de los diputados y dirigentes estatales de Movimiento Ciudadano (MC), Fernando Morales Martínez, y de Pacto Social de Integración (PSI), Carlos Navarro Corro, que casi siempre hacen equipo con el bloque mayoritario.
El PAN tiene 9 diputados y el PRI 7, para hacer un total de 16, que serían suficientes para impedir que Morena y sus aliados tuvieran mayoría calificada.
Sin embargo, en los hechos los diputados del PRI, comandados por Jorge Estefan Chidiac, siempre bailan al ritmo de Barbosa, lo mismo que 5 de los 9 diputados de la bancada panista.
Los únicos legisladores del PAN se comportan como si fueran de oposición, absteniéndose o votando en contra de las iniciativas y propuestas del Ejecutivo estatal son: Nancy Jiménez Morales, Oswaldo Jiménez López, Mónica Rodríguez Della Vecchia y Rafael Micalco Méndez.
La causa de que la mayoría de los diputados del PRI y el PAN no se comporten como de oposición, es que están cooptados con prebendas y canonjías, disfrazadas de gestiones parlamentarias, o amenazados con procesos legales derivados de denuncias penales por acoso y abuso sexual, o por cuentas públicas que a la fecha siguen pendientes de aprobación a los ex alcaldes de Chignahuapan y Quecholac, por citar solo dos casos.
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