Algo no cuadra en los votos obtenidos por AMLO en Puebla
Integralia Consultores, firma del ex consejero presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, publicó un interesantísimo análisis sobre los resultados de la consulta ciudadana de revocación de mandato.
Se trata de un reporte nacional, desglosado por estados, que cruza y compara los porcentajes de participación y de apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador con otros indicadores, como los porcentajes de votación de las últimas elecciones federales y consultas ciudadanas, las firmas recabadas y verificadas para que el ejercicio de revocación de mandato se llevara a cabo y el número de beneficiarios de programas sociales.
Dicho reporte revela cómo en Puebla la votación registrada en la consulta del domingo no guarda ninguna correspondencia con el porcentaje de firmas que la entidad aportó, a diferencia de otras entidades como Tabasco, Chiapas, Campeche, Oaxaca, Hidalgo y Querétaro, donde ambos porcentajes son muy coincidentes.
Puebla sólo contribuyó con el 2 por ciento de las firmas verificadas por el INE para la celebración de la consulta, pero su porcentaje de participación nacional llegó al 4 por ciento.
Esta situación es, por supuesto irregular, y se advirtió aquí a mediados del mes pasado, cuando escribí que el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta buscaba reivindicarse con AMLO en la consulta del 10 de abril, después de que Puebla había sido de los estados que menos firmas habían recolectado para que dicha consulta se realizara.
Otros gráficos reveladores de que en Puebla las cosas no marchan bien para la 4T, a pesar de que la participación de la entidad en la consulta se haya ubicado arriba del promedio nacional, son los que comparan las votaciones de López Obrador en las últimas tres elecciones presidenciales, con los sufragios obtenidos por éste en la jornada del domingo, y el que cruza el número de beneficiarios de programas sociales, contra el número de votos a favor de AMLO.
En la elección federal de 2018, López Obrador obtuvo 1 millón 754 mil sufragios, en cambio, en la consulta del domingo los que votaron por su permanencia apenas fueron 840 mil, es decir 914 mil menos.
Los votos a favor de AMLO en la consulta de revocación de mandato son casi los mismos que éste ganó en Puebla durante las elecciones presidenciales de 2012, cuando cosechó 853 mil sufragios.
Una cuestión preocupante o que debe preocupar a la 4T de cara al 2024, es que los beneficiarios de los programas sociales no votaron mayoritariamente por la permanencia de López Obrador, salvo en algunos estados, como Tabasco o Quintana Roo.
De acuerdo con el análisis de Integralia, el número de personas favorecidas con programas sociales en la entidad ronda los 2.5 millones, pero las que votaron a favor de AMLO fueron apenas una tercera parte, 840 mil para ser precisos.
Este fenómeno no es privativo de Puebla, se repite en otras entidades gobernadas por Morena, como Veracruz, Chiapas, la Ciudad de México, Sinaloa y Zacatecas.
Los estados morenistas que más apoyo tuvieron de los beneficiados de programas sociales fueron: Tabasco, Baja California, Sonora y Tlaxcala.
Los votos que el gobernador de Puebla y sus operadores electorales consiguieron para AMLO en la consulta del domingo son menos que los obtenidos por Miguel Barbosa en los comicios ordinarios de 2018, pero más que los que logró en las elecciones extraordinarias de 2019.
En los comicios que perdió frente Martha Erika Alonso, Barbosa computó 1 millón 31 mil votos, con una participación ciudadana del 68.3 por ciento.
En las elecciones extraordinarias del 2019 Barbosa obtuvo menos sufragios, 682 mil, pero ganó la gubernatura. Dichos sufragios representaron el 44.6 por ciento de la votación total, sin embargo, la participación ciudadana en ese proceso fue de apenas el 33.4 por ciento.
En la consulta de revocación de mandato del domingo participó el 19.6 por ciento de los electores de Puebla, y los votos a favor de López Obrador sumaron 840 mil.
Proyectando estas cifras de cara a la sucesión del 2024, podríamos anticipar lo siguiente: que Morena y sus aliados no tienen asegurada la gubernatura, a menos que la participación fuera muy baja y la oposición no tuviera un candidato fuerte.
Cualquier candidato de la oposición que aspire a suceder al gobernador Barbosa necesita, por lo menos, 850 mil votos, pues con menos de eso no tiene ninguna posibilidad de ganar.
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