El factor Elba

Una de las variables que más ruido genera en estos días, de cara a lo que serán las definiciones de las candidaturas presidenciales en el PAN, el PRI y la izquierda, es el rol que jugará la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales.

Sin dejar de reconocer la capacidad de operación y movilización de las huestes de la profesora, creo que algunos dirigentes partidistas y aspirantes presidenciales la están sobredimensionando al minimizar el rechazo de los electores hacia este tipo de políticos caciquiles, oportunistas y patrimonialistas.

El hecho de que tanto priístas como panistas busquen una alianza con Elba Esther Gordillo —como ya lo han hecho público tanto el líder nacional del PRI, Humberto Moreira Valdés, y el principal aspirante de este partido, Enrique Peña Nieto, como el precandidato panista Ernesto Cordero Arroyo—, sólo confirma que ni uno ni otro tienen la certeza de ganar las elecciones.

Pero también —y eso me parece lo más preocupante— que tanto Peña Nieto como Ernesto Cordero mantendrán el statu quo de la profesora como cacique del magisterio y la educación pública, y que ninguno de los dos tiene contemplada una reforma de fondo y a fondo de nuestro sistema educativo.

Elba Esther Gordillo se ha distinguido por ser una política pragmática y acomodaticia en materia de coaliciones electorales, capaz de pactar en un proceso con el PAN y al siguiente con el PRI o el PRD.

Tal situación no es percibida por los votantes como un atributo, sino como un defecto de alguien que en aras de conservar sus prebendas y privilegios, acrecentar su fortuna y conservar sus cuotas de poder, pacta con dios y con el diablo.

¿Con quién se aliará en 2012?

Personalmente creo que, aunque sus afectos están con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón —a quien incluso le ofrecería la candidatura presidencial del Panal—, y a pesar de las buenas relaciones e interlocución que mantiene con Ernesto Cordero en distintos temas, al final se inclinará —fiel a su pragmatismo, olfato y colmillo político— hacia el ex gobernador del Estado de México.

Peña Nieto y el PRI, que un día le dio la espalda, la necesitan. Y ella también necesita de un candidato fuerte que evite a como dé lugar el arribo a Los Pinos de Andrés Manuel López Obrador, quien abiertamente ha identificado a la profesora como figura relevante de la mafia en el poder.

En este escenario será importante observar qué pasará con algunos aliados importantes de Elba Esther Gordillo que dejaron el PRI y hoy ocupan puestos notables en el gobierno federal y en algunas administraciones estatales.

Tal es el caso del polémico y frívolo gobernador panista de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, que sueña con postularse a la presidencia de la República en 2018, y que hoy está metido de lleno en las elecciones de Michoacán apoyando a la hermana del presidente Felipe Calderón, como candidata aliancista del PAN y el Panal a la gubernatura de aquella entidad, convertida desde hace casi diez años en bastión perredista.

***

Este jueves a las 12 horas en el auditorio José María Morelos y Pavón de la facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la BUAP el ex gobernador Manuel Bartlett Díaz participará en la presentación del libro Guerras de lodo del abogado y periodista Manuel Carmona.

La presencia del ex mandatario estatal es importante, pues como ya se lo había comentado es muy probable que participe en las elecciones de julio del próximo año como candidato a senador de una coalición de partidos de izquierda.

En la presentación del libro de Manuel Carmona participará también el director de la facultad de Derecho, Guillermo Nares Rodríguez.

***

Simón dice:

“Las convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas, no vuelven a recobrarse.”

Francisco Pi y Margall (1824-1901) Político español.