* Ahora tendrán que buscar otro método para ungirlo

* Doger, cacha los votos del Alcalá y del antimarinismo

La meta del gobernador Mario Marín Torres y la dirigencia estatal del PRI de llegar a finales de año con una candidatura de unidad, en la persona del actual secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala, difícilmente se cumplirá.

El escenario formulado a finales de agosto y principios de septiembre, en el sentido de que la cargada priísta haría sentir su efecto y de que ello se traduciría en la supremacía de López Zavala en las encuestas que a posteriori se realizarán, no sólo falló, sino que complicó las expectativas del “Proyecto Z”.

Y es que los estrategas del PRI nunca previeron el resultado de la encuesta de María de las Heras, ni que la ausencia de la alcaldesa Blanca Alcalá Ruiz en los reactivos del estudio demoscópico de la empresa Democtenia fuera a beneficiar, en la manera en que lo hizo, al expresidente municipal de Puebla, Enrique Doger Guerrero.

El secretario de Desarrollo Social se equivoca al asegurar que no hay un empate técnico entre él y Enrique Doger, sólo porque entre los priístas se ubique 11 puntos arriba, al computar una intención de voto de 30%, contra 19% del expresidente municipal y exrector de la BUAP.

Aun cuando se trate de una elección interna del PRI, Javier López Zavala no puede ignorar que en la encuesta de Demotecnia él y Enrique Doger obtuvieron con los mismos porcentajes en el reactivo que midió la intención de voto a población abierta (43%), y en la pregunta ¿quién de los cinco aspirantes del tricolor sería el mejor candidato a la gubernatura? (19%).

Y menos cuando esta situación se reflejó en un par de encuestas adicionales —de Mas Data y el BEAP—, difundidas con anterioridad al estudio de María de las Heras.

En la guerra de encuestas de las últimas dos semanas, Zavala y sus impulsores no pueden sentirse satisfechos, ni presumir una victoria. Por el contrario, deberían asumir que algo no está funcionando en su estrategia de posicionamiento.

No es posible que con todo el apoyo moral y material del gobernador Marín, con la cargada priísta a su favor, con los millonarios recursos públicos y privados que se han invertido en el Proyecto Z, y con la exposición que los medios de comunicación le brindan a su persona y sus actividades, López Zavala se encuentre prácticamente empatado con Enrique Doger o Rafael Moreno Valle.

Esta situación lo único que refleja es que el secretario de Desarrollo Social debe modificar su estrategia y su discurso, y buscar otras alternativas que lo hagan crecer en el ánimo de quienes viven y votan en la entidad, pero sobre todo en la capital del estado y en algunos municipios conurbados, donde sus índices de confianza e intención de voto siguen siendo bajos, en comparación con los de otros aspirantes del PRI y el PAN a la gubernatura de la entidad.

EN CORTO
Hete aquí cinco conclusiones o lecturas de lo que revelaron las encuestas de Mas Data, de José Zenteno; del BEAP, de Rodolfo Rivera Pacheco, y de Demotecnia de María de las Heras, sobre el proceso interno priísta y la elección de gobernador del próximo año.

1.    Javier López Zavala difícilmente conseguirá la nominación del PRI como candidato de unidad a la gubernatura, usando los estudios de opinión como instrumento de convencimiento.

2.    El aspirante del PRI a la gubernatura que más se beneficia con la ausencia o exclusión de la alcaldesa Blanca Alcalá Ruiz en las encuestas, es el expresidente municipal y exrector de la BUAP, Enrique Doger Guerrero.

3.    Enrique Doger representa el voto anti Marín, es decir, no solo cacha el voto de un sector de los simpatizantes de Blanca Alcalá, sino el de aquellos están en contra del gobernador Mario Marín y su delfín para sucederlo en Casa Puebla.

4.    El voto duro del PRI no le alcanza para ganar una elección de gobernador o de presidente municipal de Puebla, de ahí la importancia que sus candidatos a estos dos cargos de elección popular se encuentren bien posicionados entre ciudadanos en general más que entre priístas.

5.    De los métodos previstos en los estatutos del PRI para seleccionar a su candidato a gobernador, el que más le convendría a López Zavala para legitimar su nominación sería la consulta directa a la base, ya que así podría echar mano de la estructura y los operadores con que cuenta en toda la entidad, a diferencia de los demás aspirantes de su partido. El riesgo de este método es que el PRI podría fracturarse, y el panista Rafael Moreno Valle capitalizar estas divisiones en su campaña a la gubernatura.

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Simón dice:

“El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo”.
Winston Churchill (1874-1965). Estadista, historiador, escritor y orador británico.

Después de que este lunes el periódico Intolerancia publicó los resultados de una segunda encuesta estatal, sobre el posicionamiento electoral de los principales aspirantes del PRI y el PAN a la gubernatura de Puebla, me puse a comparar ambos estudios demoscópicos, realizados con cinco meses de diferencia, pero bajo la misma metodología.

Esta comparación me arrojó las siguientes conclusiones:

1.Que el senador Rafael Moreno Valle Rosas es el aspirante que entre septiembre de 2008 y febrero de 2009 registró el mayor crecimiento en potencial de voto, al pasar de 33.5% a 37.4%. Es decir, creció 3.9 puntos.

2.Que de los precandidatos priístas, Javier López Zavala es el que menos creció tanto en potencial de voto como en confianza. En el primer rubro, el secretario de Desarrollo Social sólo aumentó cuatro décimas, al pasar de 32.0 a 32.4%, y en el segundo sólo cinco décimas de punto, al pasar de 33.7 a 34.2%.

3.Que el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Enrique Agüera Ibáñez, es el aspirante priísta no sólo de mayor confianza en la actualidad, sino también el que más creció en este rubro, 10.5 puntos, al pasar de 35.2 a 45.7%.

4.Que la presidenta municipal de Puebla muestra también un posicionamiento ascendente tanto en confianza como en potencial de voto. El nivel de confianza de Blanca Alcalá Ruiz creció 8 puntos, contra 5.6 de Moreno Valle, y 0.5 de López Zavala. En cambio, la intención de voto de la alcaldesa creció 1.3%, contra 3.2% de Agüera Ibáñez y apenas 0.4% del secretario de Desarrollo Social del estado.

5.Que el ex presidente municipal y ex rector de la BUAP, Enrique Doger Guerrero, no sólo no creció, sino que perdió puntos: 2.4 en potencial de voto, al caer de 27.2 a 24.8%, y 3.7 en confianza, al desplomarse de 32.5 a 28.8%, registrando la mayor caída entre los aspirantes punteros a la gubernatura del estado.

6.Que la subsecretaria de Gobernación federal, Ana Teresa Aranda Orozco, sigue rezagándose en la puja por Casa Puebla, al reportar la mayor caída en potencial de voto: 5.3 puntos. En cinco meses su intención de voto disminuyó de 21.3 a 16.0%.

7.Que la ventaja de 14.3 puntos que hoy saca el PRI al PAN en las elecciones para diputados federales, podría disminuir en los comicios locales para gobernador de 2010, si el tricolor postula como candidato a Javier López Zavala y el blanquiazul a Rafael Moreno Valle.

8.Que en los comicios para gobernador de Puebla, el PAN constituye hoy un ancla para las aspiraciones del senador Rafael Moreno Valle, y el PRI una plataforma para cualquiera de sus precandidatos a Casa Puebla.

9.Que en el corto y mediano plazo no se percibe un cambio en la dinámica bipartidista que ha dominado las últimas elecciones federales y locales en Puebla.

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Simón dice:

“Tras un recuento electoral, sólo importa quién es el ganador. Todos los demás son perdedores”.
Winston Churchill, político británico.

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Evidencia Marín que Zavala es un proyecto transexenal
Guillermo Deloya justifica su ausencia en la comilona

La apuesta de Mario Marín Torres de jugarse su sucesión en la persona de su secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala, parece una apuesta arriesgada, por varios factores: el tiempo que falta para la nominación (poco más de un año); el voto de rechazo que registra su precandidatura, sobre todo en electores volátiles; la ausencia de consensos al interior del PRI, y el posicionamiento que hoy tiene su principal adversario de la oposición, el senador Rafael Moreno Valle Rosas.

En el precipitado destape de López Zavala, con motivo de su fiesta de cumpleaños, el viernes pasado en el salón Country Club de San Manuel, no sólo se descuidaron los tiempos y las formas, sino que se evidenció que el “Proyecto Z” es, en realidad, un proyecto transexenal del mandatario en turno.

Uno de los mayores riesgos que el marinismo corre al descubrir con más de un año de anticipación a su delfín, es el desgaste a que López Zavala será sometido tanto por sus propios adversarios como por los enemigos del Ejecutivo estatal que, por diferentes medios, intentarán hacer efectiva aquella máxima priísta de que gobernador no pone gobernador.

Los priístas seguramente optarán por el “fuego amigo”, que tan bien saben hacer y ocultar, y la oposición por la descalificación abierta bajo el argumento de que Marín busca perpetuarse en el poder en la persona de su secretario de Desarrollo Social.

Dicho metafóricamente: en la maratón de la sucesión gubernamental Javier López Zavala tendrá que correr los últimos kilómetros en una pista jabonosa y llena de obstáculos.

Uno de estos obstáculos son los estudios de opinión, que hoy ubican al favorito del gobernador como un precandidato ampliamente conocido, pero con un bajo nivel de confianza.

López Zavala no encabeza las encuestas que miden la intención de voto de los poblanos; las preferencias se inclinan hoy por el senador del PAN y, en segundo término, por la presidenta municipal de Puebla, Blanca Alcalá. El secretario de Desarrollo Social aparece en la tercera o cuarta posición.

Los factores que lo anclan no son menores. Entre los electores volátiles o switcher se le percibe como un político a la sombra de Marín (continuismo), que proyecta poca confianza y expectativas de triunfo, y sin arraigo y vínculos propios con las élites y grupos de poder real en el estado (quizás por su origen chiapaneco).

Otro conflicto que Marín y Zavala deberán sortear es el representado por el resto de los aspirantes del PRI a Casa Puebla, que desde ahora tienen claro que el gobernador no es, ni será el fiel de la balanza o un actor imparcial en la contienda por la gubernatura.

Frente a tal escenario, lo más probable es que unos opten por conformar una especie de bloque antimarinista o antizavalista (Enrique Doger Guerrero y Jesús Morales Flores); otros por deslindarse del Proyecto Z, pero sin romper con el Ejecutivo estatal (Mario Montero Serrano, Blanca Alcalá Ruiz, Enrique Agüera Ibáñez y Jorge Estefan Chidiac); y los menos por romper con el PRI, aliándose abierta o encubiertamente con Moreno Valle (Enrique Doger Guerrero).

Un riesgo adicional que el marinismo parece menospreciar es el posicionamiento del senador panista y ahijado político de Elba Esther Gordillo, Rafael Moreno Valle.

El ex secretario de Finanzas y Desarrollo Social en el sexenio de Melquiades Morales Flores no sólo mantiene vínculos y nexos con grupos y líderes priístas que el marinismo ha marginado o excluido, sino que ha sabido venderse, como el antídoto para romper con el continuismo representado por el Proyecto Z y también como el único político opositor capaz de derrotar al PRI en los comicios locales del 2010.

Y esa percepción, que hoy se refleja en diferentes encuestas, ha también permeado a otros sectores, como el empresarial, el académico y periodístico, al grado que a diferencia de anteriores procesos nadie quiere comprometerse de manera abierta, ya sea como simpatizante de Moreno Valle o de López Zavala, o como detractor de uno u otro.

EN CORTO
Guillermo Deloya Cobián, secretario particular del gobernador Mario Marín Torres, se internó el viernes en el Hospital Ángeles, donde fue atentido de emergencia por estrés y fuertes dolores de cabeza, como consecuencia de las presiones de los últimos días en el marco del cuarto informe de labores de su jefe.

Deloya abandonó el nosocomio hasta el sábado, lo que explica su inasistencia a la comilona de López Zavala con motivo de su cumpleaños número 40.

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La periodista Sandra Izcoa Reyes finalmente no asumió la jefatura de prensa del Comité Directivo Estatal del PRI.

El motivo es que en la escuela de Comunicación de la BUAP le ofrecieron contratarla como profesora de medio tiempo.

Por tal razón, el nuevo secretario de Prensa y Propaganda del PRI, José Tomé Cabrera, sigue buscando quién se haga cargo de esa importante posición partidista.

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Simón dice:

“En el arte de gobernar existe un hoy, un mañana y un ayer. El que piensa en mañana y obra en consecuencia desde hoy, siembra y cosechará; al que solamente piensa en hoy, el mañana casi siempre lo sorprende y lo devora; el que no habla más que de ayer para obrar en consecuencia hoy, retrocede hacia el pasado”.

Maximiliano de Habsburgo.

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Por Eduardo González Soto

El miércoles pasado Javier López Zavala, secretario de Desarrollo Social, se reunió con los suplentes de los actuales diputados locales del PRI, en el quinto piso del Hotel Condado Plaza, de la llamada zona dorada de la ciudad.

La reunión fue concertada por el ex diputado local y ex presidente municipal de Zacatlán, José Luis Márquez Martínez.

Durante el encuentro López Zavala lamentó la salida de Juan Carlos Natale López –suplente de la diputada Bárbara Ganime Borne– de las filas del Revolucionario Institucional, para enrolarse como dirigente estatal del Partido Verde Ecologista de México.

El secretario de Desarrollo Social sostuvo ante sus oyentes que en la actualidad, dentro de las encuestas, encabeza la intención de voto y se encuentra arriba de las preferencias electorales sobre sus más cercanos competidores en el camino a la gubernatura, tanto en el PRI como en el PAN.

Por ello invitó a los presentes a sumarse a su propuesta política, al tiempo de ofrecerles integrarlos en un futuro cercano al proyecto ‘Z’.

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Este viernes se antoja de rompe y rasga la sesión del Consejo General del Instituto Electoral del Estado.

Ya que en asuntos generales se planteará dar por concluida la glosa del informe financiero del consejero presidente, Jorge Sánchez Morales, correspondiente al ejercicio fiscal de 2007.

Fue en mesa de trabajo del Consejo General este jueves, cuando el titular del organismo propuso la inclusión del punto en la parte final de la sesión que se llevará a acabo este día a las 15 horas, al aprovechar la escasa asistencia de los representantes de partidos políticos, que con anterioridad han cuestionado la falta de escrutinio de las cuentas y gastos reportados en su informe.

Y es que la intención resulta imprudente, dado que desde el jueves 3 de abril de 2008 debió comenzar la revisión a las cuentas del organismo correspondientes al año electoral de 2007, sin embargo cada una de las convocatorias semanales fue pospuesta por diversos motivos.

Incluso a últimas fechas se pretextó el análisis del presupuesto del año entrante para dejar de lado esta actividad.

El debate se anticipa rudo, sin embargo pese a los raspones también se prevé que el acuerdo se apruebe por mayoría de los consejeros electorales afines a la administración de Jorge Sánchez Morales.

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A la par de la negativa de la Secretaría de Finanzas por entregar documentos que soporten el análisis de la Ley de Egresos del estado para 2009, algo que ha molestado a los legisladores locales son las convocatorias al cuarto para la hora de las dos últimas sesiones de la Comisión de Hacienda y Patrimonio en el Congreso.

El miércoles pasado los diputados fueron avisados de última hora sobre la primera reunión de discusión para la noche de ese día.

De igual forma, este jueves se les comunicó por la mañana de la visita que haría el secretario de Finanzas, Gerardo Pérez Salazar, a la sede del poder legislativo al filo del medio día.

Pero lo más ridículo es la negativa de los funcionarios estatales por entregar a los integrantes de la Comisión documentos que soporten el manejo de los recursos públicos en la entidad para el siguiente año, ¿O qué, todo en la administración marinista se hace de oídas y buena fe?

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Si las elecciones para gobernador del 2010 se adelantan del segundo domingo de noviembre al primer domingo de julio, puede dar por un hecho que ni Blanca Alcalá Ruiz, ni Enrique Agüera Ibáñez llegarán a la puja final por la nominación priísta a la gubernatura de Puebla.

La presidenta municipal tendría el inconveniente de faltar a su compromiso, suscrito ante notario público, de gobernar la capital del estado por tres años, y de pedir licencia para participar en el proceso interno del PRI casi inmediatamente después de rendir su segundo informe de labores, por ahí del 15 de febrero de 2010.

Es decir, Blanca Alcalá tendría que dejar el gobierno de la ciudad justo a los dos años de su toma de posesión.

En estas condiciones, muy difícilmente la primera alcaldesa de Puebla estaría en posibilidades ya no de ganar la gubernatura, sino de salir a convencer a los poblanos de ser la mejor opción para el estado, máxime cuando su legado en materia de obra pública para febrero de 2010 se vislumbra como muy modesto, por no usar otra palabra.

La situación para el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla es igual o aún más complicada.

Enrique Agüera Ibáñez no sólo tendría que asegurar su reelección el año entrante, algo en lo que ya trabaja y con ahínco, sino preparar a marchas forzadas al que sería su sucesor, y que necesariamente tendría que salir de una nueva auscultación sectorial por voto universal, directo y secreto.

Y es que las elecciones para rector de la BUAP son en septiembre de 2009 y la toma de posesión en octubre.

Cuatro o cinco meses después, es decir en febrero o marzo de 2010, Agüera tendría que pedir licencia o renunciar para poder participar en el proceso interno del PRI por la candidatura a gobernador.

En ese escenario, el Estatuto Orgánico de la BUAP prevé que si el rector renuncia antes de dos años, el Consejo Universitario designa a un rector interino que convoca a nuevas elecciones en un plazo no mayor de 90 días.

Dicho proceso necesariamente se empataría con la elección constitucional, y por tanto la Universidad correría el altísimo riesgo de partidizarse.

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A diferencia de las anteriores marchas y protestas realizadas por los maestros disidentes, la de ayer tuvo como centro al gobierno del estado y al secretario de Educación Pública, Darío Carmona García.

Los profesores que ayer salieron a la calle ya no sólo exigían la remoción de los secretarios de las secciones 23 y 51 del SNTE, y la cancelación de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), sino que el gobierno de Marín defina su postura frente a la Alianza y que Darío Carmona sea relevado de la SEP o que al menos quede fuera de la mesa de negociaciones con los disidentes.

La posición de los inconformes que hoy también amenazan con tomar en cualquier momento las oficinas de la SEP, se explica por el doble discurso de Darío Carmona, que primero alentó el movimiento disidente y ahora, por las presiones del SNTE, los amaga con descuentos y otras sanciones económicas.

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Antonio Galy Fayad fue designado este martes como director regional Pacífico-Centro del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

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