El bono de gracia que los poblanos le concedieron a Blanca Alcalá Ruiz en la primera mitad de su trienio ha comenzado a agotarse, lo que podría reflejarse en una futura encuesta de intención de voto, que incluya a la presidenta municipal de Puebla como aspirante priísta a la gubernatura de la entidad.

En las más recientes evaluaciones hechas por diversas empresas encuestadoras, hay un dato que a la alcaldesa y a sus asesores políticos debe preocupar: que la gente repruebe su desempeño, asignándole una calificación menor a 6 puntos.

De hecho, hoy los ciudadanos de la capital poblana creen que el jefe del Poder Ejecutivo estatal, Mario Marín Torres, y el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, gobiernan mejor que Blanca Alcalá.

Al primero le otorgan una calificación de 7.1 y al segundo de 6.4, mientras que a la alcaldesa de 5.3.Otro dato no menos sorprende es que las mujeres de entre 18 y 45 años son hoy sus más acérrimas críticas, y las que peor la evalúan.

Esta situación que algunos priístas simpatizantes del «Proyecto Z» ya festinan, bajo la estúpida idea de que ello consolidará la candidatura de Javier López Zavala a la gubernatura de Puebla, puede jugar resultar contraproducente de cara a las elecciones del primer domingo de julio de 2010.

Y es que Blanca Alcalá podría dejar de ser un activo político del PRI, es decir, un factor que sume votos y simpatías a los candidatos del tricolor en la capital del estado, para convertirse en un lastre electoral, con todo lo que ello supone, considerando que el municipio de Puebla representa un tercio de la votación estatal y que la imagen de Zavala no es precisamente la mejor entre los capitalinos.

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Simón dice:

«A veces cuesta mucho más eliminar un sólo defecto que adquirir cien virtudes».

Jean de la Bruyere (1645-1696). Escritor francés.