El doble discurso de Darío Carmona García ante el SNTE
Si avaló pero no avaló la herencia de plazas magisteriales
Hace agua la Secretaría de Salud con Antonio Marín López
Una de las principales razones de un sector del magisterio para oponerse y rechazar la Alianza por la Calidad de la Educación es la disposición de la SEP, con el aval del SNTE, de someter a concurso las plazas que se abran dentro del sistema educativo, ya sea de nueva creación o para sustituir las que dejan los maestros jubilados.
Este rechazo tiene su explicación en una vieja y nociva práctica que en Puebla y otros estados del país se ha tolerado: la posibilidad de que un maestro jubilado pueda heredar o —con la complicidad de algun dirigente sindical— vender su plaza, que quizás él mismo compró en su momento.
En Puebla, el titular de la SEP, Darío Carmona García, que en diferentes ocasiones ha manifestado su respaldo a la Alianza por la Calidad de la Educación, no sólo se ha deslindado de cualquier arreglo tendiente a que un profesor deje de su plaza a otro, sin mediar evaluación, sino que ha responsabilizado a los dirigentes de las secciones 23 y 51 del SNTE de esta situación.
En su conferencia de prensa del jueves, para salir al paso de las críticas del líder nacional del SNTE, Rafael Ochoa Guzmán, quien acusó al gobierno del estado de tener las manos metidas en el conflicto magisterial y de apadrinar al movimiento disidente, Darío Carmona rechazó que en Puebla las plazas docentes se asignen de manera discrecional o que la SEP haya avalado un mecanismo para que los maestros jubilados hereden su plaza a un hijo o familiar.
Esa, dijo Dario Carmona, fue una petición del secretario general de la Sección 23 del SNTE, Eric Lara Martínez.
Y puede ser, pero lo cierto es que Darío Carmona la avaló y la hizo suya el pasado 18 de septiembre, en el marco de un convivio por las fiestas patrias con los miembros del Comité Ejecutivo de la Sección 23, al que tambió acudió el secretario de Desarrollo Social del estado, Javier López Zavala.
En su intervención de esa noche, que por cierto fue grabada y cuyo video podría hacerse público en cualquier momento, el titular de la SEP aseguró que el gobierno aceptaría por última vez que los maestros jubilados le propusieran el nombre de quienes ocuparían las plazas que dejan.
Y remató: este es un acuerdo en aras de la gobernabilidad, y una propuesta para cerrarle el paso a los grupos de otros estados que pretenden la desestabilización del magisterio en Puebla.
EN CORTO
En la Secretaría de Salud del estado las cosas van de mal en peor.
El martes de hace ocho días Antonio Marín López despidió al titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la dependencia, Mario Edmundo Chapital de la Rosa, con quien intercambió gritos, acusaciones de ineptitud y mentadas de madre, y el jueves le pidió la renuncia a Enriqueta Salcedo del Moral como subdirectora de Recursos Financieros.
En lugar de Chapital, el secretario de Salud nombró a José Eduardo Hernández Sánchez, quien se desempeñaba como subdirector de Bienes Muebles e Inmuebles de la Secretaría de Finanzas, y en la Subdirección de Recursos Financieros designó a Miguel Zamora de la Fuente, quien ya laboraba en la dependencia como jefe de Departamento.
Quien no fue despedida, pero presentó su renuncia en solidaridad con Enriqueta Salcedo fue Elisa Guillermina Ruiz Rendón, quien se desempeñaba como jefa del Departamento de Control Presupuestal.
Tales cambios no tendrían mayor significado, si no fuera porque los nuevos funcionarios carecen de tablas para enfrentar una crisis como la que vive la Secretaría de Salud, que no sólo está paralizada por el caos administrativo y financiero que dejó Roberto Morales Flores, sino por la revisión que personal de la Auditoría Superior de la Federación lleva a cabo en la dependencia, que lejos de mejorar empeora y de qué manera.
***
Y hasta la próxima.
Si desea hacerme algún comentario o crítica y que éstos se publiquen, haga clic aquí. De lo contrario, recibo sus mensajes en los siguientes correos: periodistasoy@hotmail.com y rruiz@e-consulta.com.mx