El éxito de los políticos depende de su potencial electoral
Víctor Reynoso publica nuevo libro “Para entender al PAN”
Pueden más los votos que el padrinazgo de un gobernador
En su más reciente libro sobre el PAN y el Sistema Político Mexicano, el politólogo Víctor Manuel Reynoso Angulo reflexiona sobre uno de los cambios más importantes que el PRI ha experimentado después de perder presidencia de la república en las elecciones del 2000.
El consejero de la extinta Comisión Estatal Electoral sostiene que a diferencia de los años en que México vivió bajo un sistema de partido hegemónico, hoy el poder de los gobernadores, senadores, diputados o presidentes municipales de cualquier partido político, no depende de su relación con el jefe del Poder Ejecutivo federal, ni de su militancia partidista, sino de su potencial electoral.
“Cualquier político —agrega el también profesor e investigador de la UDLAP— que hoy tenga altas probabilidades de obtener un número importante de votos (lo cual es fácil de medir, mediante encuestas, y se hace cotidianamente, sobre todo en el momento de decidir candidatos) basa su poder en eso, y no en su relación con el Presidente en turno”.
A manera de resumen, Víctor Reynoso apunta que “tener la posibilidad de ganar una elección le da más poder (a los políticos con aspiraciones) que la posible simpatía de políticos superiores”.
Otra reflexión del libro “Para entender el Partido Acción Nacional” que recientemente acaba de imprimirse con el sello Notra Ediciones, es que este nuevo paradigma basado en la preferencia electoral aplica también para el blanquiazul.
“El partido (el PAN) tiene autonomía frente al Ejecutivo. Autonomía que no significa ausencia de relación, o ausencia de influencia del Ejecutivo. La influencia existe pero es limitada por otras fuerzas, como los políticos con tradición partidaria o políticos con fuerza propia, sea en las urnas o en los grupos de poder al interior de la organización partidaria”.
Para ejemplificar su aserto, el doctor en Ciencia Social por el Colegio de México, recuerda que “en algunas elecciones internas han ganado los candidatos identificados con el presidente de la república, como fue el caso de Manuel Espino en 2005 y de Germán Martínez Cázares en 2007. En otro, el candidato del Presidente fue rotundamente derrotado, como sucedió en la elección del candidato a la presidencia de la república para 2006, cuando Santiago Creel, apoyado por Vicente Fox, perdió ante un candidato que tenía una amplia presencia en el PAN, Felipe Calderón”.
Algo que no hace el ensayo de Víctor Reynoso, porque no estaba en su ámbito de interés, es reflexionar sobre la coyuntura electoral de Puebla de cara al 2010, a partir de adaptar algunas de sus reflexiones al ámbito local.
Y eso es lo que me propongo realizar aquí, al aterrizar el paradigma de la preferencia electoral en el marco de la sucesión gubernamental de Mario Marín Torres.
Si el activo más importante que hoy tienen los políticos es su potencial electoral —y eso se mide y se evalúa mediante encuestas— quién de los aspirantes a gobernar la entidad por parte del PRI o el PAN lleva ventaja en este terreno.
En el PRI es claro que el secretario de Desarrollo Social del estado, Javier López Zavala, es el favorito del gobernador, pero la duda que subyace entre la clase política priísta es si éste será también el favorito de la mayoría de los electores de Puebla.
Entre los panistas tal incertidumbre también está presente, pues aunque el senador Rafael Moreno Valle Rosas presuma que hoy por hoy es el aspirante del blanquiazul mejor rankeado entre la ciudadanía, ello no significa que los miembros del PAN lo perciban como uno de los suyos o como la mejor opción que tienen para la gubernatura.
A contrario sensu, si la posibilidad de acceder hoy a un cargo de representación o de ganar una elección está en función de las simpatías que un político despierta entre los votantes, quién de los aspirantes del PRI y el PAN puede equivocarse basando su eventual nominación en la relación que mantiene con el presidente de la república o el gobernador en turno.
Para nadie en Puebla es un secreto que el principal impulsor de López Zavala es el gobernador Mario Marín, y que la principal promotora del senador Moreno Valle es la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, y quien en los hechos opera como vicepresidenta de México.
EN CORTO
Una duda creciente entre los ganaderos de la Sierra Norte de Puebla es cómo le hace el diputado local priísta Carlos Barragán Amador para comprar, en plena crisis económica, ranchos y hatos ganaderos, como el adquirido hace unos días en la junta auxiliar de Santa Rita, en Xicotepec de Juárez, de más de cien hectáreas.
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Simón dice:
“Si quieres ganar un adepto para tu causa, convéncelo primero de que eres su amigo sincero”.
Abraham Lincoln (1808-1865). Presidente de los Estados Unidos.
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