La decisión de incluir a Martha Erika Alonso Hidalgo como compañera de fórmula de Jesús Christian Giles Carmona para la dirigencia estatal del PAN se tomó de última hora y luego que en Casa Puebla hubo plena certeza de que Rafael Micalco Méndez no se registraría para un segundo periodo.

La inclusión de la esposa del gobernador se valoró desde un inicio pero el propio mandatario la desechó para no desgastarla o exponerla a un golpeteo innecesario.

Martha Erika Alonso es, como aquí se ha dicho, la verdadera apuesta del gobernador Moreno Valle para la gubernatura del 2018, por encima de otros aspirantes morenovallistas a ese cargo como el coordinador de la fracción del PAN en el Congreso del estado, Jorge Aguilar Chedraui o el actual diputado federal Eukid Castañón Herrera, recientemente nombrado vicecoordinador político del grupo parlamentario del PAN en el Congreso de la Unión.

La evidencia más clara y contundente de que la propuesta de incluir a la presidenta del Sistema Estatal DIF como compañera de fórmula de Jesús Giles se había desechado, es la propaganda que se mandó a realizar con la imagen del consejero estatal y nacional y de diputada federal Genoveva Huerta Villegas, como candidatos a la presidencia y secretaría general del CDE del PAN.

Un elemento que no deja lugar a dudas sobre el interés de llevar a Martha Erika Alonso a la dirigencia estatal del PAN y de proyectarla como aspirante a la gubernatura del 2018 es el origen de los demás integrantes de la planilla formalmente encabezada por Jesús Giles.

Si uno investiga quiénes son y dónde laboran, vamos a encontrar que todos o casi todos provienen o han estado vinculados al Sistema Estatal DIF, es decir de la estructura del organismo a cargo de la esposa del gobernador Moreno Valle.

César Rodrigo Toledano Hernández es delegado del DIF en Teziutlán; Elizabeth Pérez Rodríguez, delegado en San Martín Texmelucan; y Javier López Cuevas, delegado en Tehuacán.

José Miguel Castillo Sánchez, es jefe de la jurisdicción sanitaria número 6 con sede en la ciudad de Puebla; y Martha del Sagrado Corazón Fernández de Castro y Diez es una vieja panista, también del municipio de Puebla, resentida con varios yunquistas pero que en los últimos años ha sido acogida por Pablo Rodríguez Regordosa.

La lista la completan Paola Elizabeth Angón Silva, panista de medio pelo ligada al diputado federal Miguel Ángel Huepa Pérez; y Rosa María del Pilar Sánchez Torres, militante del PAN en el municipio de Atlixco, recomendada del actual secretario de Salud del estado, Salvador Escobedo Zoletto.

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Mea culpa

Ayer cometí un terrible gazapo al señalar que un hermano del Comisionado del Instituto Nacional de Migración, Ardelio Vargas Fosado, habría fallecido, y que éste se encontraba en su casa de la Sierra Norte recibiendo condolencias.

La información es falsa, por lo que desde aquí ofrezco una disculpa pública al comisionado y a los familiares de éste por los problemas que les ocasioné derivados de mi errónea publicación.

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Entre los principales operadores morenovallistas hay cada vez más claridad sobre quién ha comenzado a perfilarse para la gubernatura de Puebla en el 2018, ahora que la sucesión del 2016 ha quedado aparentemente resuelta en la persona del alcalde capitalino José Antonio Gali Fayad.

Inicialmente se pensó que el grupo se inclinaría por el diputado Jorge Aguilar Chedraui, coordinador de la fracción parlamentaria del PAN en el Congreso del estado, pero ahora hasta él mismo se ha percatado que el gobernador Rafael Moreno Valle se inclinará por su esposa, Martha Erika Alonso Hidalgo.

Varias son las razones que los morenovallistas han advertido a favor de la presidenta del Sistema Estatal DIF.

La más importante tiene que ver con el impulso que el propio mandatario le ha dado, para hacerla integrante del Comité Directivo Municipal de Puebla y del Comité Directivo Estatal, así como consejera estatal del PAN.

Otras razones son la negociación del gobernador con Gustavo Madero Muñoz para que Martha Erika fuera incluida— el 31 de mayo de 2014— en la lista de 40 distinguidos panistas que componen la Comisión Permanente del Consejo Nacional, y sus presiones para que fuera como compañera de fórmula de Ricardo Anaya Cortes en la contienda por el CEN del PAN.

Y, más recientemente, el rol de coordinadora de Ricardo Anaya en Puebla que el Ejecutivo estatal le asignó en las recientes elecciones internas del PAN.

No por nada ella fue la encargada de estimular a los promotores panistas que el jueves anterior fueron convocados en Bodegas del Molino para afinar la movilización del domingo 16 de agosto.

En esa ocasión Martha Erika Alonso contó con la colaboración de los diputados locales Irma Patricia Leal y Jorge Aguilar Chedraui.

Si este último fuera el prospecto de Moreno Valle para la gubernatura en el 2018, ¿usted cree que lo habrían puesto de ayudante de la presidenta del DIF en las internas panistas, o que el alcalde capitalino José Antonio Gali se habría confrontado con él; o que su recomendada, Consuelo Anaya Arce, hubiera sido cesada de la Secretaría de Salud a tres meses de su nombramiento en el gabinete?

Verdad que no.

Ahora sí que el que tenga ojos que vea o lea, y el que tenga oídos que escuche por dónde corre la sucesión del 2018.

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La diputada Genoveva Huerta se cuela a la nómina de Anaya Cortés

Hacking Team contaminó archivos del INE y el PRI en las elecciones

 

 

Para el gobernador Rafael Moreno Valle, la integración de la planilla de Ricardo Anaya Cortés con la cual busca ganar la dirigencia nacional panista está lejos de ser una buena noticia, aun cuando entre los integrantes de la misma figure una poblana identificada con su grupo político: la diputada federal electa Genoveva Huerta Villegas.

Si la lista se analiza con detalle, se verá que hay más panistas contrarios o críticos del estilo y las prácticas del gobernador de Puebla —como la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, el ex gobernador de Baja California Ernesto Ruffo Appel, y el ex consejero del IFE y ex senador Santiago Creel Miranda— que aliados a su proyecto presidencial con miras al 2018.

El mandatario estatal pretendía que la mitad de las carteras de la planilla de Ricardo Anaya se le entregaran a gente recomendada por él, pero el ex presidente de la Cámara de Diputados optó por otros perfiles: más cercanos a la militancia, a los principios de doctrina de PAN, pero sobre todo ajenos a las denuncias y escándalos de corrupción en que se han visto envuelto el partido.

De ahí que invitó como secretario general al diputado federal y ex candidato a la presidencia municipal de Hermosillo, Damián Zepeda Vidales; así como al diputado federal Fernando Rodríguez Doval, quien fue presidente de la Comisión de Doctrina del PAN y uno de los principales promotores del Sistema Nacional Anticorrupción; a la senadora y ex candidata a la gubernatura de San Luis Potosí, Sonia Mendoza Díaz; y a la ex diputada chihuahuense, Rocío Esmeralda Reza Gallegos, ex secretaria de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción en la LXII Legislatura.

Los enterados del intríngulis panista aseguran que en la conformación de su planilla, Ricardo Anaya prefirió privilegiar su alianza con el grupo político del presidente saliente del partido, Gustavo Madero Muñoz, y con otras fuerzas regionales, que ceder más de una posición al gobernador de Puebla por conducto de la diputada federal electa Genoveva Huerta.

Esta panista que, por cierto, fue la única que en las pasadas elecciones federales ganó un distrito en la capital del estado, está vinculada al grupo de Jorge Aguilar Chedraui e Irma Patricia Leal Islas, más que al alcalde capitalino José Antonio Gali Fayad, a pesar de haberse desempeñado como coordinadora de Promoción y Participación Ciudadana en el ayuntamiento de Puebla.

Antes de integrarse a la administración municipal, en la que sólo estuvo unos cinco meses, Genoveva Huerta ocupó el cargo de directora de Vinculación con la Sociedad del CEN del PAN.

El otro candidato a la dirigencia nacional del PAN, el senador Javier Corral Jurado, no es una opción mejor para el gobernador de Puebla, pues el chihuahuense no sólo ha criticado la afiliación masiva de panistas que se dio en Puebla y puesto a Moreno Valle como ejemplo de la oposición domesticada frente a Peña Nieto, sino porque éste posiblemente incluya a Ana Teresa Aranda como parte de su planilla.

Ana Teresa Aranda es hoy por hoy la principal crítica y opositora del morenovallismo en las filas del PAN.

EN CORTO

De los archivos hackeados a la empresa italiana Hacking Team, cuyos servicios en Puebla fueron contratados por la Oficina del Gobernador Moreno Valle, sigue saliendo información valiosa, como aquella que revela que entre febrero y junio de 2015 se elaboraron archivos maliciosos para espiar los ordenadores de los dirigentes y candidatos del PRI, a través de “exploits”, es decir fragmentos de software que vulneran la seguridad de una computadora o de una red una vez que se abren o ejecutan documentos de Word, PDF´s o Power Point previamente contaminados con ese virus cibernético.

Entre los documentos contaminados por Hacking Team, a petición de su contraparte poblana, destacan archivos del INE —que contienen información electoral con el histórico de casillas de los distritos 6 de Puebla capital y 7 de Tepeaca— y del PRI con los formatos de nombramiento de representantes generales ante mesas directivas de casilla y de cartas de aceptación electoral.

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La semana pasada el gobernador Rafael Moreno Valle reunió a sus más cercanos colaboradores y secretarios de gabinete para dejarles claro que el candidato a sucederlo en el cargo sólo es uno y se llama José Antonio Gali Fayad.

O en otras palabras: que no hay Plan B, ni Plan C, sino sólo Plan A.

El mandatario les pidió redoblar esfuerzos, mantener la unidad y la cohesión, y sumarse al proyecto del presidente municipal de Puebla, como la única alternativa del morenovallismo para la gubernatura del 2016.

A la reunión acudieron los miembros del grupo compacto, entre ellos el ex titular de la Secretaría General de Gobierno, Luis Maldonado Venegas, y el coordinador de la fracción del PAN en el Congreso Local, Jorge Aguilar Chedraui.

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En el transcurso de los próximos días u horas se anunciará el nombramiento de Juan Roberto Moya Clemente como nuevo jefe de la Oficina del Gobernador del estado, en sustitución de Antonio Gali López.

Gali López dejará la administración pública estatal, pero no la actividad política, ya que ahora se convertirá en la avanzada de su papá, el presidente municipal de Puebla, en la ruta por la minigubernatura del 2016.

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Hace unos doce días lancé la pregunta de si Luis Maldonado Venegas regresaría o no al gabinete del gobernador Moreno Valle, una vez que rindiera protesta como diputado federal.

En esa ocasión le dije que Luis Maldonado ya incluso había sido visto en Casa Aguayo atendiendo algunas encomiendas del Ejecutivo estatal.

Hoy le puedo corroborar que Maldonado ya está de regreso en Puebla y que algunas veces despacha en las oficinas de la Secretaría General de Gobierno y otras en la Secretaría de Educación Pública.

Sin embargo esto no significa que el diputado federal electo del PRD vaya a regresar a despachar a Casa Aguayo, una vez que rinda protesta como integrante del Congreso de la Unión.

Luis Maldonado regresará sólo si en el reparto parlamentario no logra la presidencia de una de las comisiones que anda buscando: la de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación o la de Educación.

Si consigue su propósito, con la ayuda de Los Chuchos del PRD, le apuesto doble contra sencillo que Luis Maldonado ya no regresa.

Mañana le platico, por cierto, quién podría sustituirlo.

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Con una bolsa de hielo en la cabeza, siguiendo el consejo del ex gobernador Melquiades Morales Flores, el gobernador Rafael Moreno Valle y sus operadores políticos deberían valorar los saldos de su guerra intestina con el dirigente estatal del PAN, Rafael Micalco Méndez.

Y es que los remanentes de esta batalla política son negativos a todas luces, en términos mediáticos y de opinión pública para un gobernante que busca posicionarse como aspirante presidencial, a pesar de haber perdido las elecciones en su estado, o muy altos considerando el innecesario desgaste al que somete a su grupo político, confrontándose con un dirigente estatal cuya gestión termina en noviembre o diciembre de este año.

Lo anterior viene a colación por el desplegado de apoyo que los dirigentes estatales del PAN brindaron este miércoles a Rafael Micalco ante la intentona de destituirlo del cargo y de minar sus facultades estatutarias antes, durante y después de la campaña y las elecciones del 7 de junio.

Los embates emprendidos por el grupo morenovallista en contra del presidente del Comité Directivo Estatal del PAN desde que éste protestó por la sustitución de 6 mil representantes de casilla y de sus enviados antes los consejos distritales del Instituto Nacional Electoral (INE) han resultado contraproducentes.

Vea si no.

Cuando el diputado Eukid Castañón Herrera, junto con el líder del grupo parlamentario del PAN en el Congreso, Jorge Aguilar Chedraui; el presidente del Comité Directivo Municipal, Pablo Rodríguez Regordosa; y la delegada del CEN, Aurora Aguilar Rodríguez, justificaron el reemplazo de representantes de casilla y la marginación de Rafael Micalco de la campaña por tratarse de un proceso electoral federal, éste decidió —en uso de sus facultades estatutarias— remover a Aguilar Chedraui como coordinador de la fracción panista.

Cuando los diputados locales del PAN salieron en conferencia de prensa a pedir la destitución de Micalco por no haber apoyado la campaña de los candidatos a diputados federales, planteamiento al que se sumó el dirigente del partido en la capital del estado, Micalco les dijo que no podían atribuirle la derrota después de haberlo marginado y excluido de la campaña. Acto seguido, los regidores panistas del ayuntamiento de Puebla solicitaron la destitución de Pablo Rodríguez Regordosa.

Cuando el gobernador Rafael Moreno Valle culpó a los dirigentes y militantes del PAN y del PRD de la derrota electoral por no haberse coaligado, Micalco le respondió en Twitter que ni con la suma de votos de ambos partidos se hubieran ganado más distritos de los que perdieron en la entidad frente al PRI y el PVEM.

Cuando los enviados del gobernador en la Comisión Permanente del Consejo Nacional del PAN exigieron  la remoción de Rafael Micalco de la dirigencia estatal, el todavía presidente del CEN, Gustavo Madero Muñoz, enfrió el tema creando una comisión especial que busque resolver las diferencias entre los actores en disputa.

Y cuando los morenovallistas, a través del magistrado Roberto Grajales y la esposa del gobernador Martha Erika Alonso, expresaron que la referida Comisión Especial sí tendrá como prioridad la remoción de Micalco del Comité Directivo Estatal, éste consiguió el respaldo de sus homólogos de todo el país haciendo notar que tal intentona sólo era un capricho del gobernador del estado.

Ahora si que, como diría el gran Juan Gabriel: Pero qué necesidad, para qué tanto problema… si la gestión de Micalco concluye en cinco meses.

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Roberto Moya, no será diputado, ni secretario de Finanzas

Rafael Micalco quiso negociar su reelección, pero fracasó

 

¿Y si el alcalde José Antonio Gali Fayad no acepta ser candidato a la minigubernatura?

Uno de los grandes problemas que el gobernador Rafael Moreno Valle tendrá que resolver, después de la debacle electoral del 7 de junio, es quién es la mejor opción para sucederlo en el cargo, pero sobre todo quién de los miembros de su grupo le garantiza una victoria en los comicios locales del año entrante.

Sus opciones son realmente limitadas, al menos en la percepción de la opinión pública que sólo ve como alternativa al presidente municipal de Puebla: José Antonio Gali Fayad.

El munícipe capitalino no sólo es el aspirante del grupo morenovallista más conocido, mejor posicionado y con mayor potencial de voto, sino el que más abonaría a la construcción de una amplia alianza que además del PAN y PRD involucrara a otros partidos nacionales y estatales.

Con otros morenovallistas también existen posibilidades de coalición, pero en condiciones menos favorables y con alto costo político, ya que los dirigentes de los partidos minoritarios buscarán vender a precio de oro los dos o tres puntitos que puedan sumarle a la alianza PAN-PRD.

Pero además porque si el morenovallismo los menosprecia, el PRI podría valorarlos mejor ahora que ya entendió la importancia de las alianzas como fórmula para derrotar al gobernador y sus partidos satélites.

Los que se precian se conocer al alcalde capitalino sostienen que éste no repelará si es enviado como candidato a suceder a Moreno Valle en la gubernatura de Puebla, así sea por un periodo tan corto como de un año ocho meses. Puede que tengan razón.

Sin embargo también hay que observar que Gali Fayad tiene hoy muy pocos incentivos políticos para dejar la presidencia municipal, aun ganando la minigubernatura, pues de entrada tendría que someterse a una nueva elección para ocupar un puesto que no iría más allá de su actual periodo como alcalde de Puebla.

Tampoco le están dando la posibilidad de nombrar a su sustituto o la facilidad de quien lo sustituya en la presidencia municipal de Puebla sea una persona de su entera confianza; al contrario, las señales que ha recibido son en el sentido de que si va a la minigubernatura se desentienda del Ayuntamiento, y ceda su puesto a un morenovallista puro como Jorge Aguilar Chedraui, Irma Patricia Leal Islas o José Cabalán Macari Álvaro.

Y finalmente: ¿Si Gali Fayad va como candidato a la minigubernatura, a poco cree que va aceptar poner su campaña en manos de los operadores morenovallistas que no sólo perdieron las elecciones del pasado 7 de junio, sino que se confrontaron con los dirigentes locales del PAN y PRD al grado que no quieren saber nada de una coalición?

Por todo lo anterior es que vuelvo a la pregunta inicial: ¿Y si el presidente municipal de Puebla prefiere quedarse a concluir su gestión, en vez de ir como candidato a la minigubertura?

EN CORTO

Aunque han sido varias las escaramuzas entre el gobernador Rafael Moreno Valle y el dirigente estatal del PAN, Rafael Micalco Méndez, cuentan que la que generó la ruptura definitiva ocurrió cuando el diputado federal quiso condicionar su apoyo al método de designación de candidatos a diputados federales a cambio de que el gobernador le garantizara su reelección al frente del Comité Directivo Estatal (CDE).

Antes de ese desencuentro, el gobernador cabildeó con el CEN la conveniencia de las designaciones, método al que se opuso Micalco en alianza con los yunquistas que pretendían hacerse de dos o más candidaturas en la capital del estado, entre ellas la de Eduardo Rivera Pérez por el distrito 11 de Puebla.

Enterado de la situación, Moreno Valle mandó al presidente del Comité Directivo Municipal de Puebla, Pablo Rodríguez Regordosa, a pedir a la Comisión Permanente del Consejo Nacional que los candidatos a diputados por los cuatro distritos con cabecera en el municipio de Puebla surgieran de una consulta abierta a la población y no sólo a la membresía panista.

La petición de Rodríguez Regordosa se hizo a espaldas de Rafael Micalco, quien intentó negociar con los operadores del gobernador las designaciones de candidatos, pero con dos candados: uno, que también fueran consideradas sus propuestas en las designaciones y, dos, que en diciembre él pudiera relegirse por tres años más.

Lo que sucedió después ya es de todos conocido.

En la versión de Micalco, dos fueron las causas del rompimiento con el gobernador. Una fue que éste quiso boicotear su fiesta de cumpleaños, del 31 de enero, pese a que el mismo mandatario fue invitado y confirmó su asistencia y, dos, su decisión de sólo otorgar 3 suplencias en el proceso de nominación de candidatos a los grupos distintos al morenovallismo.

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Ahora que ya se confirmó lo que aquí le adelanté desde el 21 de abril, en el sentido que Roberto Juan Moya Clemente no sería diputado federal, a pesar de haber sido postulado en la novena posición de la lista de candidatos del PAN por la cuarta circunscripción, deje precisarle dos cosas más.

La primera es que Moya no regresará a despachar a la Secretaría de Finanzas y Administración del gobierno del estado y, la segunda, que Gabriel González Cossío dejará la Coordinación de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud para ir a despachar a la Secretaría de Finanzas como subsecretario de Administración, en sustitución de Marina Araceli Castro Moreno.

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Mientras el gobernador Moreno Valle anda entretenido en el relevo de Gustavo Madero Muñoz como presidente del CEN del PAN, en su propia sucesión y en hacerse de una vez por todas del control absoluto del blanquiazul en Puebla, su cuñado Fernando Manzanilla Prieto sigue ocupado en asuntos menos terrenales.

En su faceta de emprendedor y estratega de la felicidad, este fin de semana el ex titular de la Secretaría General de Gobierno de Puebla, estuvo en un ritual de energía y magia con el propósito de hallar a su niño interior, tal como se puede ver en estas imágenes tomadas del Facebook de Rocío Benavente Larios, coaching y líder de la empresa Life Center.

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Este sábado se llevó a cabo la graduación de egresados de licenciaturas y postgrados de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) en el que dos panistas fueron las figuras relevantes: el rector Luis Ernesto Derbez, quien atribuyó la derrota del PAN en las elecciones del 7 de junio a las divisiones internas, y la panista Ana Teresa Aranda, quien se graduó como maestra en

en Gobernanza y Globalización con especialidad en Gestión Internacional.

Otro cuasi panista que también fue figura central en la ceremonia del campus universitario fue el alcalde de Puebla, José Antonio Gali Fayad, quien habló en su calidad de egresado de la Udlap y aprovechó la ocasión para dar un informe adelantado de su gestión.

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Estimado Rodolfo, me comentaron de tu columna y la leí hace un momento.

Fíjate que la info es incorrecta.

Grupo Imagina México tiene un proyecto agrícola en Chetumal. Es una de las unidades de negocio que operamos.

Esta unidad de negocio, llamada MayaKan, comienza la cosecha de piña en estos días.

Estuvimos conviviendo con la gente de la comunidad. Esas son las fotos que ves ahí.

Te preciso el dato para que no haya confusiones.

Fernando Manzanilla.

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Rodolfo referente a tu comentario de las fotos el Lic. Fernando Manzanilla no fue a buscar o jugar al niño interior fue porque estamos comenzando la cosecha de una plantación.

Y si hay fotos y se les da otro contexto no es justo se utilice el lenguaje y parafrasear, ya que el tema del niño interior es una cuestión seria y de trabajo personal de cada uno me hubieras preguntado el contexto. Ya que se ve radicalmente distinto el tema así. Y no considero veras tu comentario.

Rocio Benavente

Uno es mas autentico entre mas se asemeja a aquello que ha soñado de si mismo.

Una bomba de tiempo está por estallar en la Secretaría de Educación Pública del estado, en el área de educación superior, por la expedición tardía de Revoes y la apertura de nuevas carreras profesionales y universidades al margen de los acuerdos y la normatividad vigentes.

La demora en la autorización de Revoes es tan grave que algunas universidades están por graduar a cientos de alumnos sin que hasta la fecha cuenten con los registros de validez oficial de diversas carreras que abrieron, con el aval de la SEP, desde 2011.

La próxima semana le tendré más detalles.

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Menudo lío legal en que se encuentran metidos los diputados panistas por la decisión del dirigente estatal del PAN, Rafael Micalco Méndez, de destituir a Jorge Aguilar Chedraui como coordinador parlamentario en el Congreso local, y el revire de 17 legisladores locales del blanquiazul que hoy exigieron la remoción de aquel de la presidencia del Comité Directivo Estatal.

El artículo 67 de los estatutos del PAN claramente dice que es facultad del presidente del partido nombrar y remover al coordinador del grupo legislativo del blanquiazul en el Congreso del estado.

Sin embargo el artículo 88 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo establece que el coordinador de un grupo parlamentario puede ser removido en cualquier momento siempre que así lo vote la mayoría de sus integrantes.

Eso, en otras palabras, significa que aunque Micalco tenga facultades de nombrar y cambiar al coordinador de la fracción panista, no podrá hacerlo pues él sólo cuenta con un diputado –Pablo Montiel Solana- y Jorge Aguilar con 16 de los 18 legisladores de la bancada del PAN en el Congreso del estado.

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La licitación de prendas de protección personal convocada por la Delegación de Caminos y Puentes Federales de Ingresos finalmente se declaró desierta, por lo que el concurso tendrá que repetirse en fecha aún no determinada.

Dicha licitación, como aquí se comentó, parecía tener dedicatoria para uno de los concursantes, cuyo representante por cierto ha mantenido un intenso cabildeo con el subdelegado de Administración de la dependencia, Alberto Alvarado Jiménez y otros funcionarios de la dependencia.

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Al seno del ayuntamiento de Puebla el tema de quién será el sucesor de José Antonio Gali Fayad cuando este pida licencia para contender por la gubernatura de la entidad en los comicios locales de 2016 es motivo de cotilleo entre regidores, secretarios y funcionarios de primer nivel, y empleados de confianza y de base de la administración municipal.

Entre los regidores se identifican tres grandes bloques: el de los yunquistas con Juan Carlos Espina von Roehrich a la cabeza, quienes se inclinarían porque el alcalde sustituto fuera el presidente municipal suplente, Gerardo Maldonado Balvanera; el de los galistas o galicistas en el que estarían su sobrino Oswaldo Jiménez López, Magali García Huerta (la suplente de Xabier Albuzuri) y José Manuel Pérez Vega (el suplente de Ángel Trauwitz), así como los del PANAL, PSI y PT. Estos apoyarían a Oswaldo Jiménez y, sólo porque el presidente se los pidiera al síndico con licencia Héctor Sánchez Sánchez y al secretario de Infraestructura del estado, Luis Banck Serrato.

El tercer gran bloque lo conforman los regidores del PRI, que estarían dispuestos a respaldar al presidente suplente, Gerardo Maldonado; al presidente de la Comisión de Gobernación y Justicia, Oswaldo Jiménez; al síndico con licencia Héctor Sánchez, y hasta el secretario del ayuntamiento, Mario Riestra Piña. Los que de plano tendrían su rechazo serían los morenovallistas Jorge Aguilar Chedraui, Cabalán Macari Álvaro y Patricia Leal Islas.

Por lo que hace a los funcionarios de primer nivel del ayuntamiento, puede decirse que hay también tres grupos, y varios prospectos, pero no un claro favorito para sustituir a Gali Fayad.

El grupo de los ex funcionarios del Sistema de Administración Tributaria (SAT), conformado por la tesorera Arely Sánchez Negrete y el secretario de Administración, Rafael Ruiz Cordero, no tiene candidato pero podría inclinarse por Luis Banck.

El autollamado grupo galista o galicista integrado por el jefe de la Oficina de presidencia, Héctor Hernández Sosa; la ex contralora y actual secretaria particular, Luz María Aguirre Barbosa; el secretario de Infraestructura y Servicios, Francisco Javier Zúñiga Rosales; y el síndico con licencia, Héctor Sánchez. Las opciones de este serían tres: Luis Banck, el síndico con licencia Héctor Sánchez y el regidor Oswaldo Jiménez.

Un tercer grupo estaría compuesto por aquellos funcionarios que a pesar de laborar en la administración municipal son percibidos como emisarios del gobernador Rafael Moreno Valle, entre los que figuran el secretario del ayuntamiento, Mario Riestra Piña; el secretario de Desarrollo Económico y Turismo, Miguel Chaín Carrillo; el secretario de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, Alejandro Santizo Méndez; el secretario de Innovación Digital y Comunicaciones, Juan José Cué de la Fuente; y el secretario de Desarrollo Social, Benjamín Lobato Fernández.

Este grupo no tiene un claro prospecto, aun cuando entre ellos se dice que tendrían posibilidades para sustituir a Gali, sin generar conflictos o rupturas al interior del ayuntamiento, Mario Riestra y el ya mencionado Luis Banck.

Una cuestión a resaltar de los tres bloques de regidores, y los tres grupos de funcionarios municipales es que ninguno se inclina o muestra simpatía por alguno de los morenovallistas que han llegado a mencionarse como posibles sucesores de Gali Fayad, en caso de que el presidente suplente —Gerardo Maldonado— no acepte el cargo y el Congreso del estado tenga que nombrar un presidente sustituto.

Me refiero al coordinador de la fracción del PAN en el Congreso local, Jorge Aguilar Chedraui; a la diputada local y candidata suplente a diputada federal, Patricia Leal; y al ex secretario de Infraestructura y candidato suplente a diputado federal, Cabalán Macari.

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Sin operación cicatriz, los riesgos de que fracase se acrecientan

 

Aunque hasta ahora el gobernador Rafael Moreno Valle ha impuesto su voluntad en el PAN, en el nombramiento de candidatos y dirigentes del partido blanquiazul y en la conducción del ayuntamiento de Puebla, cada vez se ve más difícil que la hegemonía que mantiene sobre la clase política poblana pueda prolongarse más allá del 2016.

Los factores para sustentar esta tesis son diversos, endógenos y exógenos, y vinculados a circunstancias de orden local y federal.

En primera instancia hay que mencionar el desgaste natural de toda gestión gubernamental. Moreno Valle como cualquier otro gobernante sexenal comenzará a perder poder a partir del quinto año y en la medida que se acerque el fin de su administración y se sepa quién lo sucederá en el cargo, así sea por un periodo de un año ocho meses.

Otro factor que jugará en su contra son los múltiples enemigos y damnificados que su gobierno ha dejado en el camino, y que pronto comenzarán a pasarle factura, a sacar la cabeza y a cobrar venganza, ya sea jugándole las contras, haciéndole vacío o sumándose a sus adversarios del PRI o a sus enemigos dentro del propio PAN.

Adicionalmente, el grupo morenovallista experimentará una pérdida de cohesión, que ya comienza a manifestarse ahora que se acerca la definición de quién será el candidato a suceder a Rafael Moreno Valle en la gubernatura y por qué periodo de tiempo.

Hace una semana le dije aquí dos eran los bandos en disputa: el de los puros, conformado por aquellos funcionarios que pertenecen al grupo original que viene con el actual mandatario desde que éste fue nombrado secretario de Finanzas y Desarrollo Social en el sexenio del priísta Melquiades Morales Flores. Y el de los arribistas, en torno al cual convergen funcionarios más o menos de la misma generación del alcalde José Antonio Gali Fayad, que ocupan cargos en el gabinete o el ayuntamiento capitalino a pesar de no provenir del grupo original y que buscan seguir en la administración pública, después de que varios de ellos renunciaron a sus antiguos empleos o cargos públicos fuera de Puebla.

Los primeros aceptan la idea de que Gali Fayad los abandere en los comicios locales de 2016, pero siempre que la Constitución local siga como está, para que la próxima gubernatura sólo sea de un año ocho meses, y uno de los puros (Jorge Aguilar Chedraui, Patricia Leal Islas o José Cabalán Macari) asuma la presidencia municipal de Puebla.

Para el segundo bloque la Constitución debe reformarse para ampliar a cuatro años ocho meses la siguiente gubernatura, desempatar la elección de gobernador de Puebla con la presidencial y dar margen de maniobra a Gali Fayad y a otros miembros del gabinete para concertar acuerdos, reestablecer alianzas y despresurizar tensiones con distintos actores y organizaciones marginados o maltratados por el morenovallismo.

Dentro del PAN, el mandatario estatal tendrá que analizar qué hacer con los enemigos naturales que ya tiene: los yunquistas de Puebla, que han sido marginados del gobierno y de los órganos de dirección del partido; los calderonistas que se sienten traicionados por un gobernador al que encumbraron desde la presidencia de la república; y Gustavo Madero y sus operadores que ven a Moreno Valle como su principal contrincante en las internas del PAN.

Si el mandatario estatal no emprende cuanto antes una serie de acciones para limar asperezas con El Yunque local corre el riesgo de que sus miembros terminen apoyando en las internas a otros candidatos distintos a él, como Margarita Zavala Gómez del Campo —la esposa del expresidente Felipe Calderón— o Gustavo Madero.

Este último, por cierto, mantiene una alianza con algunos yunquistas destacados a los que hizo candidatos a diputados federales —como Cecilia Romero Castillo— o integró al Comité Ejecutivo Nacional panista, como el ex gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame Castillo, jefe político del ex presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.

Para su proyecto presidencial, Moreno Valle va a requerir del apoyo de los yunquistas de entidades como Puebla, Guanajuato, Querétaro y Jalisco, así como de estados del norte del país como Baja California y Nuevo León, donde sus métodos y prácticas priístas generan desconfianza y cierta animadversión.

Fuera del PAN, Moreno Valle también se enfrentará a enemigos poderosos que pronto podrían tomar las riendas del PRI nacional, como el coordinador de la fracción de este partido en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, impulsor de las aspiraciones del ex presidente municipal de Puebla y ex rector de la BUAP, Enrique Doger Guerrero; o del líder de la bancada priísta en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, principal aliado de la senadora Blanca Alcalá Ruiz, en la puja por Casa Puebla.

Otro actor nacional que ha comenzado a tomar distancia del Ejecutivo estatal, en el marco de las elecciones federales en curso, es el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

El responsable de la política interna del gobierno peñista no ignora las aspiraciones presidenciales del gobernador poblano y tampoco los riesgos que para el PRI —y para él en lo particular— podría significar su nominación en el 2018 como candidato del PAN o de un frente amplio de partidos que abarcaría al PRD de Los Chuchos, a Nueva Alianza de los herederos de la profesora Elba Esther Gordillo, y al PT si es que este partido logra mantener su registro después de las elecciones del primer domingo de junio.

Como el lector podrá observar, la senda que Moreno Valle aún debe transitar en su ruta hacia Los Pinos está llena de obstáculos que difícilmente sorteará si en lo que resta de su sexenio sigue encapsulado en su burbuja, no emprende una estrategia de reparación de daños u operación cicatriz con aquellos grupos y sectores que ha lastimado al seno del PAN y la izquierda, y se muestra receptivo de las demandas ciudadanas que pugnan por un combate efectivo a la corrupción, que tiene como punto de partida la transparencia y la rendición de cuentas, áreas en las que el gobernante poblano es cada vez más opaco.

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Si en los próximos días percibe que el secretario de Desarrollo Social del estado, Luis Banck Serrato, aparece con más frecuencia en los medios de comunicación, en portadas de prensa, inaugurando obras o colocado primeras piedras, no debe extrañarle.

Y es que existe la intención del gobernador Rafael Moreno Valle de apuntarlo en una especie de Plan B con miras a su sucesión en el gobierno de Puebla o como un potencial sucesor de José Antonio Gali Fayad en el Ayuntamiento capitalino, en caso de que este pida licencia para contender por la gubernatura en el 2016.

Lo anterior no significa que el gobernador Moreno Valle haya decidido cambiar el plan original, es decir, nombrar a Jorge Aguilar Chedraui como sustituto de Gali Fayad en el Ayuntamiento de Puebla.

El proyecto original se mantiene. Lo único nuevo es que el mandatario estatal no quiere correr riesgos innecesarios, jugándose su sucesión y el relevo en la alcaldía de Puebla a una sola carta.

De ahí que en los próximos días notará una mayor cobertura mediática y un mayor despliegue publicitario en la persona de Luis Banck, sí el secretario de Desarrollo Social que regresó a Puebla a invitación de Gali Fayad y que ahora podría convertirse en su competidor, o en su sucesor en el Ayuntamiento capitalino.

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Tres son las razones que llevaron a la dirigencia del PRI a optar por un cambio de candidato en el distrito 1 de la entidad, con cabecera en Huauchinango.

La primera es que en términos de posicionamiento y estructura el constructor y ex munícipe de Xicotepec, Carlos Barragán Amador, es más competitivo que el presidente municipal con licencia de Juan Galindo, Luis Gerardo Martínez.

La segunda es que Luis Gerardo Martínez realmente sí está enfermo, por lo que su renuncia por motivos de salud no es del todo falsa. Se sabe que después de unos análisis clínicos al alcalde de Juan Galindo se le detectó un problema en los riñones que requiere inmediata atención.

Y la tercera son algunos mensajes intimidatorios que el munícipe priísta y recomendado del almirante José Luis Vergara Ibarra, así como del senador Ricardo Urzúa y el ex diputado Ardelio Vargas Fosado, habría recibido antes de declinar su postulación.

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