Al dirigente estatal del Partido Nueva Alianza (Panal), Gerardo Islas Maldonado, debería darle vergüenza salir a presumir su cuarto lugar en las elecciones del 7 de junio de Puebla, considerando todo el apoyo que recibió del gobierno morenovallista.

Si no fuera por la copiosa votación que obtuvo su candidato por el distrito 16 con cabecera en Ajalpan, el indígena Ignacio Salvador Hernández, al que por cierto quiso sustituir, el Panal habría quedado en ¡sexto lugar!

Sí, apenas arriba de Movimiento Ciudadano, el Partido del Trabajo, Encuentro Social y el Partido Humanista.

De los 95 mil 215 sufragios que computó el Panal en los 16 distritos de Puebla más de un tercio fueron aportados por un solo candidato, el expresidente municipal de Ajalpan, quien en la segunda semana de mayo le reclamó a Gerardo Islas su simulación y falta de apoyo.

En ese desayuno efectuado en el Hotel Holiday Inn del Parque Industrial Finsa, Ignacio Salvador se quejó ante el secretario de Finanzas del SNTE del escaso respaldo para su campaña, de la propaganda que supuestamente le enviaron y nunca recibió, y de la intentona por sustituirlo como ya había ocurrido con otros candidatos del Panal en los distritos 11 y 12 de Puebla capital.

«Aunque me vean todo un indio y no se hablar español voy a ganar y no me van a bajar», le dijo Ignacio Salvador al enviado del SNTE, en ese desayuno al que sólo acudieron algunos candidatos del partido magisterial y Gerardo Islas, quien ante los reclamos de su candidato de Ajalpan, sólo reía nerviosamente mientras se acomodaba sus lentes de pasta.

Los 36 mil 211 sufragios del ex munícipe de Ajalpan representan la votación de diez candidatos del Panal por los distritos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 12 y 14 de la entidad.

Fuera de Ajalpan, los distritos que más votos aportaron al Panal fueron el 9 de Puebla, el 13 de Atlixco y el 15 de Tehuacán, en donde sus candidatos que obtuvieron más de 5 mil votos quedaron en sexto lugar, o en séptimo si se considera el voto nulo.

En las demás demarcaciones el partido del patiño electoral del gobernador Moreno Valle se fue al séptimo lugar o al octavo tomando en cuenta el voto nulo.

Para vergüenza, ¿no?

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Por Eduardo González

Las recuperaciones de recursos practicadas por la Auditoría Superior de la Federación no sólo han alcanzado al gobierno del estado de Puebla, sino que también se han aplicado por igual en los municipios.

En los últimos seis años, 19 municipios poblanos han pasado por la lupa de los auditores federales, y tanto en revisiones como en el monto de recursos, Puebla capital es quien lidera la lista.

De 2007 a 2012 la capital ha sido sujeta a 10 auditorías, pero sólo en las correspondientes a las cuentas públicas de 2007 –con Enrique Doger– y 2010 –con Blanca Alcalá– se fincaron observaciones que derivaron en la recuperación de 114.7 millones de pesos.

En el primer año la ASF determinó la recuperación de 46.8 millones de pesos y sólo se lograron justificar 5.6 millones.

Mientras que en el segundo año hubo observaciones por 67.9 millones de pesos, de los cuales 37.8 fueron aclarados pero aún están pendientes 30.1 millones, según lo señala un informe del propio organismo.

En orden descendente, otro municipio con una alta cantidad de recuperaciones es Atlixco, cuyas autoridades fueron sujetas a 4 auditorías en 2007, 2010 y 2011.

Producto de las revisiones se ordenó el reintegro de 43 millones de pesos, pero aún falta por aclarar el gasto de 22.8 millones de pesos de la administración de Eleazar Pérez Sánchez.

Tehuacán fue objeto de tres auditorías en 2007 y 2012, sin embargo se le determinaron observaciones por 35.2 mdp en el primer año, que correspondió a la administración de Francisco Javier “El Pollo” Díaz Fernández.

En Ajalpan la ASF practicó tres auditorías, una por cada ejercicio de 2008, 2010 y 2011. Al ex edil Ignacio Salvador Hernández le fincaron observaciones por 23.6 millones de pesos y a Samuel Oliver Balderas por 1.5 millones.

Por orden del organismo, los recursos del primero fueron reintegrados en su totalidad, mientras que el segundo aún está en periodo de aclaración.

Otro municipio que no la libró fue Huauchinango, al que le practicaron siete revisiones en 2007, 2008, 2010 y 2012.

Rogelio López Angulo fue obligado a reintegrar 13.9 millones de pesos por recursos de 2008, mientras que Omar Martínez Amador devolvió 5 millones de pesos y aún adeuda 700 mil.

Al igual que con el gobierno estatal, con estos municipios sucedió fenómeno interesante: ni la Auditoría Superior del Estado ni los diputados locales advirtieron las irregularidades que sí vio su par federal.

Los registros de estos ex alcaldes están limpios a nivel local.

Lo de la ASF, tal parece, forma parte de los hechos aislados que sólo pasan en Puebla.

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