Sí se valora un mini-gobernador de 4 años ocho meses
La iniciativa saldría del PRI con el VoBo de RMV
Y también algunos reacomodos en el gabinete estatal
Si bien aún no existe una decisión para modificar la Constitución del estado, a fin de dar marcha atrás a la elección de un minigobernador de 22 meses, lo cierto es que el tema sigue negociándose al más alto nivel, por lo que no habría que descartarlo.
Ciertamente, como lo adelantó el jueves pasado el presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, Eukid Castañón Herrera, la iniciativa de ampliar a cuatro años ocho meses la gestión del próximo gobernador difícilmente saldrá del grupo parlamentario del PAN en el Congreso del estado.
Más por una cuestión de imagen que de fondo, pues cómo se verían los diputados del PAN que en julio de 2011 aprobaron reformar la Constitución —a iniciativa del gobernador Rafael Moreno Valle— para hacer concurrentes las elecciones locales con las federales en julio de 2018, proponiendo ahora que este proceso mejor se difiera hasta julio de 2021, como lo pedía el PRI en aquella ocasión.
Lo cierto es que la medida de ampliar la gestión del próximo gobernador a cuatro años ocho meses, posponiendo tres años la concurrencia de las elecciones locales con las federales, es conveniente para el PRI y también para el PAN morenovallista.
Para el PRI por una cuestión económico-financiera, pues no está dispuesto a gastar lo que se gasta en una campaña de 90 días, por una gubernartura que sólo sería de 22 meses 13 días.
Y para el morenovallismo porque su principal carta, el alcalde José Antonio Gali Fayad, entonces sí tendría incentivos para dejar la presidencia municipal de Puebla, después de rendir su tercer informe de labores, en febrero de 2015, y buscar la nominación a la gubernatura con el apoyo de una coalición amplia integrada por el PAN, el PRD y otros partidos.
Para Moreno Valle las elecciones locales de 2016 lucen complicadas por la ausencia de cuadros o figuras con perfil ganador, bien posicionadas y alto potencial electoral en su cantera de prospectos.
Fuera de Gali Fayad, estas figuras no existen y las que venía preparando con tal propósito, como la del secretario de Infraestructura, José Cabalán Macari Álvaro, no ha generado la expectativa deseada, ni logrado el posicionamiento esperado.
De ahí que el propio mandatario estatal esté valorando la conveniencia de alargar de 22 meses a cuatro años ocho la gestión de su sucesor, y también de reestructurar su gabinete y abrir el abanico a opciones que no estaban en el script original, tal es el caso de Mario Rincón González, que de la Secretaría de Desarrollo Rural podría ser promovido a la Secretaría General de Gobierno, en lugar de Luis Maldonado Venegas.
Otro personaje que podría sumarse a la puja electoral de 2016 sería el diputado Jorge Aguilar Chedraui, quien podría regresar al gabinete pero ya no como secretario de Salud, donde viene dando buenos resultados Roberto Rivero Trewartha, sino a otra Secretaría del mismo o mejor nivel y con mayor exposición mediática como la Secretaría de Educación Pública, en vez de Jorge Benito Cruz Bermúdez.
Sin embargo, la iniciativa de volver a cambiar la Constitución para prolongar la gestión del próximo gobernador y diferir hasta julio de 2021 la concurrencia de las elecciones locales con las federales, no saldrá del PAN.
Tendrá que promoverla el PRI, previo acuerdo cupular con el gobernador, para que ésta sea votada a favor por las fracciones del PAN, PRD, Nueva Alianza y de otros partidos integrantes o aliados de la coalición morenovallista.
EN CORTO
Importantes miembros de la llamada Hermandad, grupo político o de interés que por años controló los principales mandos de la Dirección de Tránsito Municipal de Puebla y de la Dirección de Vialidad del estado, están de regreso.
Héctor Guerra Montiel, por ejemplo, ya es el jefe de avanzada de la presidenta estatal del PRI, Isabel Allende Cano, a pesar de cobrar en la Secretaría de Gobernación Municipal de Puebla con Guillermo Aréchiga Santamaría.
Y dos de sus gentes, Alejandro Ramírez Ulloa y Marco Antonio Bedolla Linares, ya despachan como funcionarios en el ayuntamiento de San Andrés Cholula con Manuel Alonso García, a pesar de que el primero cobra como policía vial estatal, y el segundo reprobó el examen de control y confianza.
Otro integrante de la Hermandad que también está bien colocado es José Luis Segreste Reyes, quien labora en la Coordinación de Giras del alcalde Gali Fayad, a pesar de haber sido suspendido de sus funciones en la gestión municipal de Blanca Alcalá Ruiz, tras las acusaciones de extorsión y corrupción en que se vio envuelto en 2008 cuando fungía como subdirector Operativo de Vialidad.
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