No cabe duda que el director de Desarrollo Urbano del ayuntamiento de Puebla, Eugenio Mora Salgado, está muy bien amadrinado, pues no hay poder humano que pueda removerlo del cargo a pesar de no reunir el perfil profesional requerido, ni cumplir con los requisitos legales exigidos por el Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (Coremun).

El director de Desarrollo Urbano tendría que ser arquitecto, ingeniero civil, especialista en urbanismo o planeación territorial o urbana, y contar además con la acreditación de Perito Director Responsable de Obra o Corresponsable, pero es contador público.

Antes de nombrarlo sus jefes debieron revisar la legislación en la materia, y haber advertido al alcalde José Antonio Gali Fayad que el recomendado de la ex contralora Irma Patricia Leal Islas no reunía los requisitos establecidos en el artículo 661 párrafo tercero del Coremun, en su “Libro Tercero Acciones Urbanísticas y Edificaciones en el Municipio de Puebla”, que textualmente dice:

“Los Funcionarios del Ayuntamiento, de conformidad con el Reglamento Interior de cada Unidad Administrativa, que sean encargados de la aplicación y vigilancia del cumplimiento de este Capítulo deberán tener la calidad de Perito Director Responsable de Obra o Corresponsable. En caso de que no lo fuera en el momento de su nombramiento, contarán con un plazo de seis meses a partir del mismo para cumplir este requisito”.

Si así hubiera sido el alcalde Gali Fayad no tendría que lidiar con los problemas que hoy genera el desconocimiento y la inexperiencia del que fuera el último contralor en la gestión de Enrique Doger Guerrero, en la cual, por cierto, hizo historia al hacerse de la vista gorda con fraudulentas donaciones a Cáritas, por la supuesta enajenación —a precios ínfimos— de un centenar de autos chatarra, equipos de oficina, herramientas y otros bienes muebles en desuso que formaban parte del patrimonio municipal.

Problemas como el burocratismo y los largos plazos que deben sortear quienes, a diferencia de otros influyentes a los que autoriza la construcción de hoteles sin permiso de uso de suelo, tienen que gestionar ante la Dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Puebla licencias para abrir un negocio, un restaurante, una tienda de autoservicio, una sucursal bancaria o una institución financiera.

***

No lo cuente en voz alta pero entre los empleados y funcionarios de medio pelo del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA) es creciente el malestar no sólo por el trato que la administración morenovallista ha dado al quehacer cultural y artístico, sino por los descuentos, despidos y el hostigamiento laboral que sufren los trabajadores de base, sobre todo los mayores de 50 años.

La inconformidad por la decisión de reducirles a la mitad su sueldo, a cambio de que no fueran despedidos en diciembre pasado, podría en los próximos días destapar un escándalo de corrupción que involucraría al grupo traído por Luis Maldonado Venegas para operar esta entidad.

Entre ellos el coordinador general de Divulgación y Desarrollo Cultural, José Octavio Ferrer Burgos, y su operadora en materia de restauraciones y obra pública, María Teresa Cordero Arce, directora de Conservación Cultural.

En los próximos días daré más detalles.

***

Correos: rruiz@e-consulta.com y periodistasoy@hotmail.com

Twitter: @periodistasoy

Facebook: Rodolfo Ruiz http://on.fb.me/1qovStQ

Proceso exhibe al gobernador al llegar a su 5º año

Gali y Aguilar Chedraui, las cartas del morenovallismo

El reportaje que se publica en el último número del semanario Proceso sobre el gobernador Rafael Moreno Valle confirma que con el mandatario estatal se cumplirá de manera inexorable el ciclo sexenal de los mandatarios en México.

Estos, por lo regular, alcanzan su mayor nivel de empoderamiento en el tercero y cuarto año de su sexenio, y comienzan a perder influencia y a resentir el desgaste de su gestión al llegar a su penúltimo año.

Para Moreno Valle 2015 será un año sumamente complejo y lleno de retos en aras de consolidar su proyecto presidencial, pues tendrá que sortear las elecciones federales del primer domingo de junio, perfilar al alcalde capitalino José Antonio Gali Fayad como su sucesor, modificar de nueva cuenta la Constitución para que el periodo de su sucesor se amplíe a cuatro años ocho meses, y maniobrar para que uno de los suyos se quede con la dirigencia nacional del PAN.

Por lo general, es en el quinto año de un gobernante sexenal cuando los aspirantes a sucederlo en el cargo arrancan de manera formal su apuntalamiento y a disputarle reflectores, con miras a posicionarse entre los votantes, pero también cuando los grupos y actores políticos agraviados por su gestión comienzan a pasarle factura de todos sus yerros.

En ese contexto me parece que debe leerse el reportaje de Proceso, cuyas líneas iniciales resultan demoledoras para el mandatario estatal: “Cacique con ínfulas de faraón, el gobernador poblano Rafael Moreno Valle se ha dedicado a promover su imagen con miras a la Presidencia en 2018, al tiempo que se enriquece, dispone del estado como si fuera propiedad suya y aplasta, incluso violentamente, cualquier intento de crítica o protesta en su contra. Logró lo impensable: que sus gobernados empiecen a añorar al Góber Precioso”.

La investigación periodística de Gabriela Hernández, que desde la portada del semanario es presentada con el siguiente encabezado “Manuel Velasco y Moreno Valle: dispendiosa ambición”, resume lo que seguramente serán los temas que los opositores al mandatario poblano enarbolarán en lo que resta de su sexenio.

Pero también los ejes con los que buscarán descarrilar el proyecto morenovallista en la recta final de su sexenio, en el que una de sus prioridades será asegurar la sucesión del mandatario estatal en la persona del presidente municipal de Puebla, José Antonio Gali.

De los aspirantes a relevar a Moreno Valle en la gubernatura, el único que le garantiza posibilidades de triunfo —frente a los precandidatos mejor posicionados del PRI— es el alcalde capitalino, quien fue electo para un periodo de cuatro años ocho meses, que se cumplen hasta finales de 2018.

Si Gali Fayad fuera el candidato del PAN a la gubernatura de Puebla, éste tendría que pedir licencia a comienzos del próximo año cuando éste estaría cumpliendo apenas su segundo año de gestión.

Ante este escollo político y legal, el mandatario estatal ya trabaja en dos frentes: uno, en reformar con el apoyo del PRI la Constitución local para que el próximo gobernador no sea de un año ocho meses, sino de cuatro años ocho meses y, dos, que el sucesor de José Antonio Gali en el ayuntamiento de Puebla no sea su suplente, Gerardo Maldonado Balvanera, sino un regidor o un personaje ajeno al Cabildo.

La Constitución se modificaría para que Gali Fayad fuera el sucesor de Moreno Valle no por un periodo tan corto, como el que se estableció en uno de los artículos transitorios de la reforma constitucional aprobada en febrero de 2012, sino por un periodo de casi cinco años, y así mitigar los efectos negativos que entre los electores poblanos podría tener la solicitud de licencia del alcalde capitalino.

Por lo que hace el segundo frente, impedir el arribo de Gerardo Maldonado como presidente municipal suplente, la estrategia contempla dos fases: la primera ya se concretó: la designación de este como subsecretario del Medio Ambiente de la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT), y la segunda se concretará el año entrante cuando Gali Fayad pida licencia y Gerardo Maldonado sea requerido para ocupar el cargo. Llegado ese momento éste será nombrado titular de la SDRSOT, con la condición de que decline a ocupar el cargo que aquél dejará vacante.

En ese escenario se abren dos posibilidades: la natural, que sería el nombramiento del regidor Gabriel Oswaldo Jiménez López, presidente de la Comisión de Gobernación y Justicia, y sobrino, por cierto, de Gali Fayad; y la forzada, la designación —vía el Congreso del estado— de Jorge Aguilar Chedraui como presidente municipal suplente de Puebla capital.

EN CORTO

Un funcionario del ayuntamiento capitalino que difícilmente llegará al primer informe del alcalde José Antonio Gali es Eugenio Mora Salgado, quien despacha como director de Desarrollo Urbano, a pesar de no reunir el perfil requerido para el cargo.

El susodicho, quien llegó al ayuntamiento de Puebla como recomendado de la ex contralora estatal Irma Patricia Leal Islas, autorizó hace unos días la construcción un edificio de condominios en la zona de Los Fuertes al empresario Miguel Ángel Chávez.

Dicha autorización, a todas luces ilegal, se otorgó por presiones de un periodista y sin que el empresario contara siquiera con uso de suelo, lo que tiene muy inconformes a los vecinos del fraccionamiento ubicado sobre la Calzada de los Fuertes, muy cerca de Casa Puebla.

El empresario constructor es, por cierto, socio de la disco XS Puebla, ubicada a un costado de la tienda Suburbia de la colonia La Paz.

***

El pasado 30 de diciembre el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) publicó la convocatoria de las primeras concesiones radiofónicas de uso comercial que se otorgarán en 2015. Para el estado de Puebla sólo se autorizaron dos concesiones, una para la zona de Acatlán de Osorio y otra para la región de Chignahuapan. La primera ocupará el 94.5 del cuadrante de Frecuencia Modulada, y la segunda el 88.3.

***

Muy feliz año 2015.

***

Correos: rruiz@e-consulta.com y periodistasoy@hotmail.com

Twitter: @periodistasoy

Facebook: Rodolfo Ruiz http://on.fb.me/1qovStQ