Evidencia Marín que Zavala es un proyecto transexenal
Guillermo Deloya justifica su ausencia en la comilona

La apuesta de Mario Marín Torres de jugarse su sucesión en la persona de su secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala, parece una apuesta arriesgada, por varios factores: el tiempo que falta para la nominación (poco más de un año); el voto de rechazo que registra su precandidatura, sobre todo en electores volátiles; la ausencia de consensos al interior del PRI, y el posicionamiento que hoy tiene su principal adversario de la oposición, el senador Rafael Moreno Valle Rosas.

En el precipitado destape de López Zavala, con motivo de su fiesta de cumpleaños, el viernes pasado en el salón Country Club de San Manuel, no sólo se descuidaron los tiempos y las formas, sino que se evidenció que el “Proyecto Z” es, en realidad, un proyecto transexenal del mandatario en turno.

Uno de los mayores riesgos que el marinismo corre al descubrir con más de un año de anticipación a su delfín, es el desgaste a que López Zavala será sometido tanto por sus propios adversarios como por los enemigos del Ejecutivo estatal que, por diferentes medios, intentarán hacer efectiva aquella máxima priísta de que gobernador no pone gobernador.

Los priístas seguramente optarán por el “fuego amigo”, que tan bien saben hacer y ocultar, y la oposición por la descalificación abierta bajo el argumento de que Marín busca perpetuarse en el poder en la persona de su secretario de Desarrollo Social.

Dicho metafóricamente: en la maratón de la sucesión gubernamental Javier López Zavala tendrá que correr los últimos kilómetros en una pista jabonosa y llena de obstáculos.

Uno de estos obstáculos son los estudios de opinión, que hoy ubican al favorito del gobernador como un precandidato ampliamente conocido, pero con un bajo nivel de confianza.

López Zavala no encabeza las encuestas que miden la intención de voto de los poblanos; las preferencias se inclinan hoy por el senador del PAN y, en segundo término, por la presidenta municipal de Puebla, Blanca Alcalá. El secretario de Desarrollo Social aparece en la tercera o cuarta posición.

Los factores que lo anclan no son menores. Entre los electores volátiles o switcher se le percibe como un político a la sombra de Marín (continuismo), que proyecta poca confianza y expectativas de triunfo, y sin arraigo y vínculos propios con las élites y grupos de poder real en el estado (quizás por su origen chiapaneco).

Otro conflicto que Marín y Zavala deberán sortear es el representado por el resto de los aspirantes del PRI a Casa Puebla, que desde ahora tienen claro que el gobernador no es, ni será el fiel de la balanza o un actor imparcial en la contienda por la gubernatura.

Frente a tal escenario, lo más probable es que unos opten por conformar una especie de bloque antimarinista o antizavalista (Enrique Doger Guerrero y Jesús Morales Flores); otros por deslindarse del Proyecto Z, pero sin romper con el Ejecutivo estatal (Mario Montero Serrano, Blanca Alcalá Ruiz, Enrique Agüera Ibáñez y Jorge Estefan Chidiac); y los menos por romper con el PRI, aliándose abierta o encubiertamente con Moreno Valle (Enrique Doger Guerrero).

Un riesgo adicional que el marinismo parece menospreciar es el posicionamiento del senador panista y ahijado político de Elba Esther Gordillo, Rafael Moreno Valle.

El ex secretario de Finanzas y Desarrollo Social en el sexenio de Melquiades Morales Flores no sólo mantiene vínculos y nexos con grupos y líderes priístas que el marinismo ha marginado o excluido, sino que ha sabido venderse, como el antídoto para romper con el continuismo representado por el Proyecto Z y también como el único político opositor capaz de derrotar al PRI en los comicios locales del 2010.

Y esa percepción, que hoy se refleja en diferentes encuestas, ha también permeado a otros sectores, como el empresarial, el académico y periodístico, al grado que a diferencia de anteriores procesos nadie quiere comprometerse de manera abierta, ya sea como simpatizante de Moreno Valle o de López Zavala, o como detractor de uno u otro.

EN CORTO
Guillermo Deloya Cobián, secretario particular del gobernador Mario Marín Torres, se internó el viernes en el Hospital Ángeles, donde fue atentido de emergencia por estrés y fuertes dolores de cabeza, como consecuencia de las presiones de los últimos días en el marco del cuarto informe de labores de su jefe.

Deloya abandonó el nosocomio hasta el sábado, lo que explica su inasistencia a la comilona de López Zavala con motivo de su cumpleaños número 40.

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La periodista Sandra Izcoa Reyes finalmente no asumió la jefatura de prensa del Comité Directivo Estatal del PRI.

El motivo es que en la escuela de Comunicación de la BUAP le ofrecieron contratarla como profesora de medio tiempo.

Por tal razón, el nuevo secretario de Prensa y Propaganda del PRI, José Tomé Cabrera, sigue buscando quién se haga cargo de esa importante posición partidista.

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Simón dice:

“En el arte de gobernar existe un hoy, un mañana y un ayer. El que piensa en mañana y obra en consecuencia desde hoy, siembra y cosechará; al que solamente piensa en hoy, el mañana casi siempre lo sorprende y lo devora; el que no habla más que de ayer para obrar en consecuencia hoy, retrocede hacia el pasado”.

Maximiliano de Habsburgo.

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De los comentarios y descalificaciones que ayer leí y escuché sobre la encuesta de Datamática publicada en mi anterior entrega, vale la pena hacer algunas reflexiones, a la luz de otros estudios demoscópicos difundidos por los periódicos Intolerancia y Síntesis.

La encuesta de Datamática ––por la que no meto las manos al fuego­–– coincide con la publicada a finales de septiembre por el diario Intolerancia en varios aspectos. El principal es que ubica a cuatro aspirantes como los punteros en la puja por la sucesión gubernamental: Rafael Moreno Valle, Javier López Zavala, Blanca Alcalá Ruiz y Enrique Doger Guerrero, aunque en distinto orden y con diferentes porcentajes.

El estudio de Intolerancia apuntaba que los aspirantes más conocidos por los electores de la entidad eran Moreno Valle, López Zavala, Alcalá Ruiz y Doger Guerrero; Datamática también menciona a los cuatro como los de más alto conocimiento, pero en un orden diferente, ya que el primer lugar se lo asigna al ex presidente municipal, el segundo a la actual alcaldesa, el tercero al senador panista, y el cuarto al secretario de Desarrollo Social del estado.
 
Lo mismo sucede en el apartado Potencial de Voto. Ambas investigaciones ponen a los cuatro a la cabeza, pero en distintas posiciones. Para Intolerancia el primer lugar lo tiene el senador del PAN, el segundo López Zavala, el tercero Blanca Alcalá y el cuarto Enrique Doger.

En cambio, el estudio de Datamática ubica a la presidenta municipal en la primera posición, a Enrique Doger en la segunda, al senador Moreno Valle en la tercera, y al secretario de Desarrollo Social en la cuarta posición.

Para colmo de males, la encuesta de Parametría ––publicada este lunes por el periódico Síntesis–– también coincide en los cuatro punteros, pero difiere en el orden, salvo en el caso de Moreno Valle que lo ubica a la cabeza de las preferencias electorales, al igual que Intolerancia.

Sin embargo, el segundo lugar se lo atribuye a Blanca Alcalá, el tercero a López Zavala y el cuarto al ex presidente municipal Enrique Doger.

¿A cuál de las encuestas creerle, si todas ofrecen resultados diferentes?

Desde mi perspectiva, los tres estudios arrojan información valiosa sobre la sucesión gubernamental y presentan coincidencias y divergencias en torno al posicionamiento de los principales aspirantes a Casa Puebla como para atisbar ciertas conclusiones:

La primera es que si bien el senador Rafael Moreno Valle encabeza hoy las preferencias electorales, según las encuestas de Intolerancia y Parametría, su partido, el PAN, se encuentra por debajo del PRI en la intención de voto.

Una segunda conclusión, sobre la cual me extenderé en una próxima entrega, es que si los comicios para gobernador de 2010 se adelantan del segundo domingo de noviembre al primer domingo de julio, algunos aspirantes que hoy se ubican en los primeros cinco lugares ––entre ellos Blanca Alcalá y Enrique Agüera Ibáñez––  hay que borrarlos de cualquier lista seria.

Una tercera y última conclusión es que aunque Datamática parece haber ponderado de más a Enrique Doger, al darle un mejor posicionamiento que el registrado por las otras dos encuestas, el ex presidente municipal será un factor a considerar en el proceso de sucesión gubernamental, pues su potencial lo mismo puede favorecer al PRI que perjudicarlo, dependiendo si juega como aliado o como adversario del candidato de este partido.

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El martes de la próxima semana Jaime Alcántara Silva presentará en el Salón Verde de la Cámara de Diputados su tercer libro “Ser diputado”, en el expone algunas reflexiones sobre el rol que deberán jugar quienes arriben a la próxima legislatura federal, así como algunas experiencias personales sobre su paso por el Congreso de la Unión.

El libro de Jaime Alcántara, quien actualmente se desempeña como secretario adjunto a la presidencia del CEN del PRI, será comentado por el diputado Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la bancada del tricolor en la Cámara de Diputados.

La presentación se efectuará a las 12:30 horas en punto.

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Anoche falleció víctima de cáncer don Alfonso Vélez López a la edad de 95 años.

Don Alfonso fue secretario general de gobierno en el sexenio del gobernador Fausto M. Ortega, y padre del extinto ex rector de la BUAP, Alfonso Vélez Pliego.

Desde aquí nuestro sentido pésame a sus deudos y familiares, en especial a su nieta Lilia Vélez Iglesias, colaboradora editorial de este portal.

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Hay que abrir la puerta a la reelección de presidentes y diputados 

La redistritación del estado, favorece la inequidad en la representación

¿Qué aspectos políticos y electorales debe considerar la reforma electoral?

Aunque hasta ahora la discusión de la reforma electoral en Puebla se ha centrado en la fecha, me parece que hay aspectos más importantes que adelantar las elecciones locales del segundo domingo de noviembre al primer domingo de julio del 2010, y que están siendo marginados del debate.

En concreto, me refiero a la importancia de llevar a cabo una redistritación que haga más equitativa la representación; a revisar la conveniencia de que el estado tenga 217 municipios, muchos de los cuales ni siquiera cumplen con los requisitos mínimos para ser considerados como tales; a modificar la fecha de los comicios locales, para empatarlos con los federales, pero también a cambiar los periodos de gobierno, de suerte que éstos empiecen y terminen con el año fiscal; y a introducir la figura de la reelección, en el caso de presidentes municipales y diputados al Congreso del estado.

Uno de los mayores problemas que enfrenta la división territorial del estado por distritos locales, es la subrepresentación de unos, como los seis que tienen por cabecera el municipio de Puebla, y la sobrerrepresentación de otros, como algunos de la Mixteca, que tienen hasta tres veces menos electores que uno de la capital.

La reforma electoral debe corregir esa falta de equidad, que el PRI ha solapado bajo la premisa —hoy a todas luces falsa— de que en los distritos urbanos y de alta densidad poblacional, el voto de los electores tiende a beneficiar al PAN.

A la par de esta situación, los diputados deben corregir de una buena vez la fórmula de asignación de diputados y regidores de representación proporcional, en aras de una mayor equidad. La composición del Congreso del estado y los Cabildos de cada municipio debe reflejar los resultados del proceso del cual surgieron, de suerte que si un partido obtuvo el 40% de los votos efectivos, tenga también el 40% de los diputados o regidores. La equidad debe favorecer por igual al partido mayoritario que a los partidos minoritarios.

En la iniciativa de reformas al Código Electoral del estado, el PAN propuso empatar los comicios locales con los federales hasta julio de 2015, mediante la elección —por primera y única vez— de un gobernador cuyo periodo no fuera de seis años, sino de cuatro años ocho meses.

El proyecto no está mal, pero creo que podría ir más a fondo, si se modifican además las fechas de comienzo y terminación de las administraciones entrantes y salientes.

Actualmente el gobernador electo entra en funciones el 1 de febrero, y los presidentes municipales 15 días después, lo que en no pocas ocasiones es motivo de abusos por parte de los gobiernos salientes, que se gastan en un mes o 45 días hasta un tercio del presupuesto del año fiscal que corre, amén de que el Órgano de Fiscalización Superior (OFS) debe revisar 218 cuentas públicas adicionales por esos 30 ó 45 días.

Lo ideal sería que los comicios se realizaran el primer domingo de julio, como ya lo aprobó el Congreso de la Unión, pero que a nivel local se legislara para que las nuevas autoridades estatales y municipales entraran en funciones el primer día de enero del año siguiente.

Así las cosas, el gobernador, los presidentes municipales y los diputados al Congreso del estado que fuesen electos en julio de 2010, entrarían en funciones 1 de enero de 2011, pero concluirían su gestión —por primera y única vez—el 31 de diciembre de 2015, es decir, a los cinco años de haber protestado el cargo.

Una reforma adicional que los legisladores locales también deberían impulsar en materia electoral, es la reelección de presidentes municipales y diputados al Congreso del estado, a partir del 2015.

Ambas autoridades serían electas para un periodo de tres años, pero tendrían derecho a reelegirse de manera inmediata. Ello, sin duda, haría que los presidentes y legisladores se pusieran a trabajar más y mejor, pues su nominación ya no estaría sujeta a los caprichos o veleidades del gobernador en turno, sino de sus electores.

Los presidentes municipales tendrían entonces un incentivo adicional, la reelección inmediata, para hacer buenos gobiernos, y los legisladores igual, amén que muchos de ellos dejarían de ser políticos chapulines —al saltar de un cargo a otro— para hacer carrera legislativa, algo que mucha falta le hace al Congreso del estado donde la improvisación es moneda de uso corriente.

EN CORTO
Las secretarías de Gobernación y Seguridad Pública no deberían desatender las denuncias de familiares de internos del Centro de Redaptación Social de Puebla, mejor conocido como penal de San Miguel, sobre las cuotas de 20 mil pesos que se están cobrando a cada uno de los sentenciados, para evitar su traslado al penal de Tepexi de Rodríguez.

La denuncia parece seria, por lo que las autoridades deberían tomar cartas en el asunto, para por lo menos desmentirla y terminar con esta zozobra que invade a internos y familiares del Cereso de Puebla.

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Y hasta la próxima.

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